(58) Grandes rebajas del cristianismo –III. arrianismo actual
–Ahora va a resultar que hoy no pocos teólogos católicos son arrianos.
–Más aún: Arrio se escandalizaría mucho de la enseñanza de algunos, ciertamente.
Siglo IV. «Decíamos ayer», en (56), que en el siglo IV, cuando los paganos neo-conversos invaden la Iglesia, muchos de ellos «necesitan» un cristianismo no-sobrenatural, el propio del arrianismo (Cristo es un gran Maestro, pero no es Dios, ni causa la salvación) y del pelagianismo (la naturaleza del hombre está sana, y no necesita de auxilios sobrenaturales para hacer el bien). Surgen, pues, Arrio (246-336) y Pelagio (354-427), como respuesta a la exigencia de estos pseudo-cristianos. Así han surgido casi siempre los herejes. Y en tal situación, unos, los católicos, «perseveran en escuchar la enseñanza de los apóstoles» (Hch 2,42), mientras que otros, los arrianos y pelagianos, «llevados por sus inclinaciones, se procuran maestros que les halaguen los oídos, y se apartan de la verdad para para dar crédito a las fábulas» (2Tim 4,3-4).
Siglos XX-XXI. Un fenómeno bastante semejante se produce en las naciones más ricas, de antigua filiación cristiana, a partir sobre todo de la Ilustración, a medida que van cayendo en la apostasía –eso que más suavemente suele hoy decirse secularización–. Muchos de aquellos católicos que no se han hundido en una apostasía total, y que más o menos se mantienen dentro de la Iglesia, vienen ahora a adherirse a un cristianismo profundamente rebajado, que se expresa en nuevas claves de arrianismo y pelagianismo. Y por supuesto, surgen para ellos, dentro mismo de la Iglesia católica, innumerables teólogos del error, que, acomodándose a sus inclinaciones, dan de Cristo una nueva versión arriana y que presentan la vida cristiana en versión pelagiana.
Las nuevas versiones del arrianismo no se fundamentan, por supuesto, en las explicaciones especulativas semiplatónicas de Arrio, aquel presbítero libio-alejandrino. Pero es lo mismo, porque van a dar en la misma conclusión: Cristo es hombre, no es Dios. En la declaración Mysterium Filii Dei (1972), que ya cité (57), se describen perfectamente los rasgos comunes a los «recientes errores acerca de la fe en el Hijo de Dios hecho hombre». Todos los errores que señala esa Declaración de 1972 van por la línea arriana, y hoy se mantienen idénticos.
La persona de Cristo no existe desde toda la eternidad, igual al Padre y al Espíritu Santo. Ha de eliminarse la idea de una persona única en Cristo, de condición divina, que asume la naturaleza humana. La divinidad se manifiesta plenamente en la persona humana de Jesús; pero no por eso Jesús es propiamente Dios, ni su persona única está engendrada por el Padre antes de los siglos. Concluye la Declaración diciendo que «quienes así piensan, permanecen lejos de la verdadera fe en Cristo» –eufemismo para decir que son herejes–, aunque afirmen que Jesús en cierto modo puede decirse que es Dios, en cuanto que lo revela en plenitud.
Pues bien, entre los teólogos católicos actuales son numerosos los neo-arrianos, que «permanecen lejos de la verdadera fe en Cristo». Señalaremos solo algunos, porque la Congregación de la Fe los ha señalado, pero hay muchísimos más.
1980.–El P. Edward Schillebeeckx, O. P. (1914-2009). La Congregación de la Fe, según ya vimos (57), advierte en la Carta a él dirigida en 1980 que,
a pesar de ciertas aclaraciones y rectificaciones logradas en diálogo con la Congregación, permanecían aún límites y ambigüedades en su enseñanza cristológica, concretamente en cuanto a la concepción virginal de María, la relación entre resurrección y apariciones, el origen histórico de la fe pascual, el rechazo de la anhypostasis: «queda el lector vacilante entre los dos sentidos: persona humana, no persona humana».
1998.–El P. Anthony De Mello, S. J. (1931-1987). Ya recordamos (47) la Notificación de la Congregación de la Fe sobre este autor (1998). Arrio se habría espantado oyendo sus afirmaciones: «La filiación divina de Jesús se diluye en la filiación divina de los hombres… Jesús es mencionado como un maestro entre tantos… “¿Es Jesús mi salvador o me remite a una realidad misteriosa que le ha salvado a él?”… “Jesús se encontraba a gusto con los pecadores, porque entendía que no era en nada mejor que ellos”»…
2004.–El P. Roger Haigth, S. J. (1936-). La Congregación para la Doctrina de la Fe, presidida por el Cardenal Ratzinger, habiendo examinado el libro Jesus Symbol of God (Maryknoll, Orbis Books 1999; Jesús, símbolo de Dios, Ed. Trotta 2007, 592 pgs.), dirigió al P. Haight una Notificación (13-XII-2004) en la que afirmaba que la obra «contiene afirmaciones contrarias a las verdades de fe divina y católica referentes a la preexistencia del Verbo, la divinidad de Jesús, la Trinidad, el valor salvífico de la muerte de Jesús, la unicidad y universalidad de la mediación salvífica de Jesús y de la Iglesia, y la resurrección de Jesús».
«El Autor propone “una cristología de la encarnación, en la que el ser humano creado o la persona de Jesús de Nazaret es el símbolo concreto que expresa la presencia en la historia de Dios como Logos”» (439). Jesús, por tanto, sería «una persona finita» (205), «una persona humana» (296), «un ser humano y una criatura finita» (262). El término «“verdadero Dios” significaría que el hombre Jesús, en calidad de símbolo concreto, sería y mediaría la presencia salvífica de Dios en la historia» (262; 295). «Afirma también que no sería necesario “que Jesús se haya considerado a sí mismo como un salvador universal”» (211), y «que la idea de la muerte de Jesús como “una muerte sacrificial, expiatoria y redentora” sería solo el resultado de una interpretación gradual de sus seguidores a la luz del Antiguo Testamento» (85). Por otra parte, «afirma que “solo Dios obra la salvación, y la mediación universal de Jesús no es necesaria”» (405). «Según él, además, “es imposible en la cultura postmoderna pensar que… una religión pueda pretender ser el centro, al cual todas las otras han de ser reconducidas”» (333). La Congregación se ve obligada a «declarar que estas afirmaciones contenidas en el libro Jesus Symbol of God del Padre Roger Haight S. J. han de calificarse como graves errores doctrinales contra la fe divina y católica de la Iglesia. En consecuencia, se prohibe al Autor enseñar teología católica en tanto no rectifique sus posiciones en plena conformidad con la doctrina de la Iglesia».
El profesor Haight pasa entonces a enseñar teología en la Union Theological Seminary de Nueva York, un centro no católico, y sigue publicando libros en los que persiste en sus doctrinas. Por eso en enero de 2009 la misma Congregación estima necesario prohibirle dar clases en cualquier institución académica, católica o no, y publicar escritos sobre temas religiosos, aunque no trataran de cristología.
2006.–El P. Jon Sobrino, S. J. , nace en una familia vasca (Barcelona 1938-), ingresa en la Compañía de Jesús a los 18 años, y vive en El Salvador desde 1957. La Notificación de la Congregación de la Fe (26-XI-2006), después de examinar sus libros La fe en Jesucristo. Ensayo desde las víctimas (1999) y Jesucristo liberador. Lectura histórico-teológica de Jesús de Nazaret (2001), concluye que «las mencionadas obras presentan, en algunos puntos, notables discrepancias con la fe de la Iglesia». No tiene especial interés que enumere aquí al detalle los errores del P. Sobrino que la Notificación cita, ya que vienen a ser los mismos que se describen en la declaración Mysterium Filii Dei (1972), siempre en la línea arriana:
«Diversas afirmaciones del Autor tienden a disminuir el alcance del Nuevo Testamente que afirman que Jesús es Dios» (4)… «En este pasaje el Autor establece una distinción entre el Hijo y Jesús, que sugiere al lector la presencia de dos sujetos en Cristo» (5)… «La comprensión de la communicatio idiomatum que el Autor presenta revela una concepción errónea del misterio de la encarnación y de la unidad de la persona de Jesucristo» (6)… «El P. Sobrino afirma, citando a Boff, que “Jesús fue un extraordinario creyente y tuvo fe. La fe fue el modo de existir de Jesús”… La relación filial de Jesús con el Padre, en su singularidad irrepetible, no aparece con claridad en los pasajes citados [por el Autor]; más aún, estas afirmaciones llevan más bien a excluirla» (8)… Afirma el P. Sobrino: «Digamos desde el principio que el Jesús histórico no interpretó su muerte de manera salvífica, según los modelos soteriológicos que, después, elaboró el Nuevo Testamento: sacrificio expiatorio, satisfacción vicaria» (9)… «Esta eficacia salvífica… no se trata pues de causalidad eficiente, sino de causalidad ejemplar» (10). Es el puro pelagianismo, que el arrianismo exige.
El neoarrianismo actual tiene no pocos apoyos dentro de la Iglesia. Aunque una doctrina teológica que afirma «graves errores contra la fe divina y católica de la Iglesia», en términos del Derecho canónico es exactamente una herejía (c.751), sin embargo, las herejías cristológicas de estos autores –y la de otros muchos afines a ellos– han sido enseñadas y publicadas durante decenios con la aprobación, al menos pasiva, de no pocos Superiores religiosos y Obispos católicos. No son, pues, simples hipótesis atrevidas, lanzadas de modo aislado por teólogos progresistas –que regresan al siglo IV–, sino que han recibido importantes apoyos, consiguiendo por eso amplia difusión.
–El P. Anthony De Mello, S. J., ya lo vimos (47), fue un best seller difundido en el mundo católico durante muchos años. Cuando su doctrina fue reprobada en 1998 por la Congregación de la Fe, protestaron públicamente los Provinciales jesuitas de la India, con el apoyo de los Superiores Mayores de la Iglesia en Asia Meridional. Y la editorial jesuita Sal Terræ publicó en 2003 su Obra completa en dos elegantes tomos.
–El P. Roger Haight, S. J., reprobado por la Santa Sede en 2004, después de muchos años de docencia, no ha sido en absoluto un teólogo marginal insignificante. Ha sido presidente de la Catholic Theological Society of America. Su cristología halla una acogida favorable en importantes medios de su país, como en la revista Commonweal, que publica en 2007 una apasionada defensa, y también ha contado con el apoyo de la revista jesuita America. La Catholic Press Association premia en 1999 su libro Jesús, símbolo de Dios, y en 2005 su obra El futuro de la cristología.
–El P. Jon Sobrino, S. J., al ser condenadas en 2006 por la Congregación de la Fe algunas de sus obras, recibe innumerables elogios y aprobaciones de diversas instancias, especialmente de la Compañía de Jesús.
ACI Prensa informaba (17-V-2007) que «el Presidente de la Conferencia de Provinciales Jesuitas en América, el P. Ernesto Cavassa, S. J., expresó en conferencia de prensa durante la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano [en Aparecida] la esperanza de que la teología del P. Jon Sobrino se verá reivindicada con el tiempo, y que, por tanto, la notificación de la Congregación para la Doctrina de la Fe quedará desfasada históricamente». Él aclaró públicamente que «la notificación a Jon Sobrino no es una condenación sino una notificación». También se solidarizaron públicamente con el P. Sobrino jesuitas de la Provincia de Loyola, y otros de la Provincia argentina de Córdoba. El Centro de estudios Cristianismo y Justicia, de los jesuitas de Barcelona, le elogió y apoyó en un escrito firmado por 25 estudiosos, entre los que destacaba el P. José Ignacio González Faus, S. J. (Valencia 1935-, profesor desde 1968 de la Facultad de Teología de Barcelona).
El arrianismo ha logrado, pues, una notable implantación en la Iglesia. La Instrucción Pastoral «Teología y secularización en España», importante documento publicado por la Conferencia Episcopal Española (30-III-2006), reafirma la fe católica frente a los errores que, según dice, se han difundido en los últimos decenios en España, especialmente sobre el misterio de Cristo (22-35). En efecto, tratando de lo que se ha enseñado y se enseña en una buena parte de los Seminarios y Facultades de teología, Centros catequéticos, parroquias y editoriales de España, dicen los Obispos:
«Constatamos con dolor que en algunos escritos de cristología no se haya mostrado esa continuidad [entre la figura histórica de Jesucristo y la Profesión de la fe en Él], dando pie a presentaciones incompletas, cuando no deformadas, del Misterio de Cristo. En algunas cristologías se perciben los siguientes vacíos: 1) una incorrecta metodología teológica, por cuanto se pretende leer la Sagrada Escritura al margen de la Tradición eclesial y con criterios únicamente histórico-críticos, sin explicitar sus presupuestos ni advertir sus límites; 2) sospecha de que la humanidad de Jesucristo se ve amenazada si se afirma su divinidad; 3) ruptura entre el “Jesús histórico” y el “Cristo de la fe”, como si este último fuera el resultado de distintas experiencias de la figura de Jesús desde los Apóstoles hasta nuestros días; 4) negación del carácter real, histórico y trascendente de la Resurrección de Cristo, reduciéndola a la mera experiencia subjetiva de los apóstoles; 5) oscurecimiento de nociones fundamentales de la Profesión de la fe en el Misterio de Cristo: entre otras, su preexistencia, filiación divina, conciencia de Sí, de su Muerte y misión redentora, Resurrección, Ascensión y Glorificación» (n. 27).
El arrianismo está hoy quizá tan vigente como lo estuvo en el siglo IV, aunque hoy se infiltra en la Iglesia, obviamente, con formulaciones conceptuales y verbales distintas. Las mismas encuestas sociológicas lo comprueban, cuando preguntan a los que se dicen católicos acerca de la divinidad de Jesús. La gran mayoría de ellos, que no son practicantes, se manifiestan apóstatas o arrianos. Pero también no pocos de los practicantes se declaran más o menos arrianos. Esta herejía se da hoy sobre todo en lo países más desarrollados, pero también, a través de la teología de la liberación y de ciertos indigenismos teológicos falsos, se ha ido difundiendo entre los países menos desarrollados, de fe más profunda, ingenua y pura.
El neo-arrianismo ofrece al hombre moderno una versión herética de Jesucristo, en la que puede ser aceptado sin necesidad de la fe teologal católica. Ésta es hoy la más grande rebaja del Cristianismo. Y lleva consigo la negación de la Trinidad, de la virginidad de María, de la presencia real eucarística y de todas las demás verdades de la fe.
Reforma o apostasía.
José María Iraburu, sacerdote
Índice de Reforma o apostasía
28 comentarios
¿De quién es la responsabilidad de esto? ¿de los fieles? Yo creo que no.
Se lo pregunto por la facilidad conque los evangélicos conquistan a los tibios católicos, que han sido adoctrinados con rebajas durante mucho tiempo.
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JMI.- Lutero no tiene nada que ver con el arrianismo, pues cree en Jesucristo como Dios, y en la Sma. Trinidad; y es antitético al pelagianismo, pues entiende que la naturaleza humana está completa e insanablemente podrida por el pecado, de tal modo que concibe la salvación por la fe, por pura gracia, sin necesidad de las obras del hombre. El luteranismo queda mucho más próximo del catolicismo (estando tan distante) que el arrianismo o el pelagianismo.
"Me ha sorprendido que no haya mencionado a" N. N. entre los neoarrianos. Etc.
Lo siento, pero en temas tan graves y delicados yo digo lo que creo que conviene decir, y concretamente señalo Autores que ya han sido señalados por la Congregación de la Fe. Pero no digo lo que quizá otros quisieran que yo dijera.
Respecto al Autor que me indica, con el favor de Dios, "todo se andará".
Que le pasa a nuestra Iglesia que no tiene autoridad para decir o mostrar la Verdad o hay muchos asalariados que no les importa las almas. No hay profetas que griten, sin sincera conversión destruiremos el mundo no por castigo de Dios sino por lo que el hombre elige vivir sin la Gracia de la Santísima Trinidad.
Gracias Padre José María Iraburu por su obra de fe porque hay muchos hermanos confundidos como lo estaba yo esto me anima a seguir en el buen combate con la armadura de la Palabra.
Un abrazo fraterno.
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JMI.- Se entienden perfectamente sus quejas. Pero la Iglesia, especialmente el Papa y la Santa Sede, pero también muchos documentos episcopales, constantemente están afirmando la fe católica en tantísimos temas. La cuestión está en "perseverar escuchando la doctrina de los Apóstoles" (Hch 2,42), y no dejarse engañar por aquellos que (si uno no es completamente tonto) se ve claro que enseñan en contra de ellos, es decir, una doctrina distinta, inconciliable con la de la Iglesia. En caso de duda, agárrese al Catecismo.
En primer lugar, gracias por explicar con semejante claridad lo que a mi juicio es el problema mas grave que hay dentro nuestra querida Iglesia Católica.
¿como es posible que a estos sacerdotes no se les suspenda a-divinis?, ciertamente el orden recibido es eterno, pero no se puede permitir que los pastores que tienen como misión guiarnos, ayudarnos a que el credo de la Iglesia sea para los bautizados el fundamento solido done edificar nuestra vida, ya que como verdades reveladas por Dios lo que hace cada articulo del credo es que conozcamos y vivamos una misma fe, que nos lleve a la comunión y al Amor tal y como la voluntad de Cristo queda manifiesta en el evangelio de S. Juan cuando en la oración sacerdotal dice "PADRE SANTO, QUE SEAN UNO COMO TÚ Y YO SOMOS UNO" o como en otro pasaje hace referencia al mandamiento nuevo, "AMAOS COMO YO OS HE AMADO". Esta Comunión y este Amor son los signos de cada cristiano-católico, que en el catecumenado de la Iglesia primitiva, tenían que aparecer en la vida de los aspirantes al bautismo antes de incorporarse a la comunidad. En estos casos en los que la congregación para la doctrina de la fe, sanciona y manifiesta públicamente los errores gravisimos de todos estos teólogos o sacerdotes u obispos contrarios a la fe de la Iglesia, ¿no deberían excluirlos de la comunión con la Iglesia, hasta que vuelvan a aceptarla plenamente y a hacer publica su adesion reconociendo sus errores anteriores?. En mi opinión tendrían que ser excomulgados, es tan grave el daño que hacen, que la autoridad Eclesiástica que corresponda no puede permanecer en silencio, si calla otorga. Este silencio en un grave pecado de omisión.
Gracias y un saludo cordial
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JMI.- No, no diga que la Autoridad eclesiástica comete un grave pecado de omisión. El que niega pertinazmente una verdad de fe divina y católica es un hereje (canon 751), y el hereje, automáticamente, está excomulgado (c. 1364). Que convenga o no en cada caso concreto que la Iglesia haga pública la excomunión de tal Autor herético eso ha de decidirlo la Autoridad eclesiástica, no nosotros.
Héctor: Me han causado mucha impresión sus palabras, y, salvando las distancias, he sido testigo de algo semejante a lo que Vd. cuenta.
¡Ven pronto Señor!
Este juicio terrible es que caerá sobre más de una cabeza purpurada.
No frecuentamos los sacramentos para tener contento a nadie. No asistimos a tal o cual grupo de oración porque nos lo pida alguien.
Frecuentamos los sacramentos para vivir en Gracia. Asistimos a tal o cual grupo de oración para cimentar nuestra perseverancia.
Ni servilismo ante los párrocos, ni sectarismo dentro de los grupos: Dios ante todo, por encima de todo, siempre.
Ciertamente, no nos crearemos amigos pero, a cambio, nos libraremos no sólo de los neoarrianos sino que también del resto de tropa que actúa como lastre en la vida de Fe.
ADVENIAT REGNVM TVVM.
Cuando el obispo Sáenz Lacalle fue nombrado arzobispo de San Salvador el sacó del seminario a algunos teologos que no eran fiel al magisterio y prohibió que se mandaran seminaristas a la U.C.A. la universidad de los Jesuitas.
Aquí en los Estados Unidos existe un teologo heteredoxo llamado Richard McBrien que por muchos años escribía en periodicos diocesanos pero al correr del tiempo con el nombramiento de nuevos obispos su columna semanal ha desminuido a tal grado que son contados los medios donde se le da plataforma para sus idioteses
Precisamente ese pasivismo que muestras al final de tu comentario está en la causa de las desgracias de la Iglesia hoy, por que no cumplen con uno de sus más sagrados deberes! Nosotros no sólo somos fríos analistas de la situación, sino que, consolando a Cristo, lo sufrimos con El.
Pero eso sí, y eso si es legítimo decirlo: que todo es para que se cumplan las profecías.En fin, paz hermanos... todo está dentro de los grandes planes de la Providencia, hasta que todo esté bajo el escabel de sus pies. Y nosotros, ya lo estamos? Bueno, pues, si así es, pues luchemos y suframos con él y por él. De lo contrario de seguir actitudes de "dejar hacer, dejar pasar" muestran incluso una falsa confianza en Dios.
Gracias.
Con caridad desde El Salvador.
¡Los protestantes más "católicos" que los pelagianos y arrianos que tenemos dentro!! Bueno, con eso ha dado Ud. la exacta medida de la crisis tremenda que padece la Iglesia.
Cada vez mas creo que toda la autoridad eclesiastica se parece mas y mas a la autoridad que ejercia el poder en el Pueblo elegido por Dios en el tiempo de Jesus.
Les aconsejaria a muchos de esos teologos y a toda la curia que tuviesen de libro de consulta el cuento de Fiódor Dostoyevski "El gran inquisidor" verian como el amor de Jesus es muy superior al demonio de sus almas y al menos tendrian una posibilidad de salvarse.
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JMI.- Este comentario es un ejemplo perfecto de los destrozos espirituales tan graves que hoy causan los neo-arrianos y los neo-pelagianos. ¿Qué más da que Jesús fuera Dios o no?
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JMI.- Vaticano II, Optatam totius 10: "en las Universidades católicas procúrese... siguiendo las huellas de los Doctores de la Iglesia, sobre todo de Santo Tomás de Aquino". Lo mismo, Código de Derecho Canónico, c. 252,3.
Ni caso. Hacen todo lo contrario.
Insisto. A partes iguales: Celo por la verdad y determinación para acabar con la mentira en el seno de la Iglesia.
Con una sola, está claro que no basta.
Padre Iraburu: muchas gracias por lo que nos va contando. Dios le bendiga.
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JMI.- Sí hay historiadores de las religiones que señalan vinculaciones entre arrianismo e Islam. Pero no entro en el tema.
Hace pocos días un amigo sacerdote y monje cisterciense me hablaba complacido de su obra "Jesús, símbolo de Dios" y me comentaba que en ella había encontrado un gran trabajo de recopilación cristológica.
Otra cuestión es la mayor o menor aceptación de estos trabajos por parte de los vigilantes de la ortodoxia.
Yo creo que más que poner etiquetas de arrianismo o neopelagianismo lo que es más interesante es respetar el trabajo de cada cual. El trabajo de los teólogos es investigar, y el de la congregación de la doctrina de la fe es vigilar con un espíritu de servicio y caridad en la realización de un trabajo que hay que reconocer que no siempre es fácil.
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JMI.- Perdone, pero yo no siento ningún respeto por una enseñanza que sea ciertamente contraria a la Escritura, la Tradición y el Magisterio de la Iglesia. En otra palabras, no respeto en absoluto la herejía.
Que usted considere a este teólogo como un hereje es una opinión para mi tan respetable como la de otros creyentes que consideran que su trabajo es digno de elogio al menos a nivel académico.
Coninuaré leyendo su documentado blog aunque a mi no me guste mezclar churras con merinas. Inisto pues en que una cosa es un trabajo académico, y otra muy distinta los problemas del pueblo cristiano para definir correctamente dogmas complejos como el de la divinidad de Jesucristo o la concepción virginal de María.
Cordialmente.
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JMI.- No estoy dando "opiniones" mías sobre doctrinas incompatibles con la fe católica. En cada autor por mí comentado, cito los textos reprobatorios de la Congregación de la Fe. Ella afirma, p.ej., que el P. Haight en su "trabajo académico", como Ud. dice, sobre Cristo «contiene afirmaciones contrarias a las verdades de fe divina y católica referentes a la preexistencia del Verbo, la divinidad de Jesús, la Trinidad, el valor salvífico de la muerte de Jesús, la unicidad y universalidad de la mediación salvífica de Jesús y de la Iglesia, y la resurrección de Jesús». Ésas son grandes herejías, y no hace falta que dicho Autor funde sobre ellas una nueva Iglesia.
Por otra parte, cuando habla Ud. de "los problemas del pueblo cristiano para definir correctamente dogmas complejos como el de la divinidad de Jesucristo o la concepción virginal de María", ignora que la definición de esos y otros dogmas ha correspondido y corresponde siempre al Papa personalmente o/y a los Obispos reunidos en Concilio con el Papa o su legado, y no al "pueblo cristiano".
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JMI.- En AUTORES puede hallar en InfoCatólica algunos artículos míos sobre el Hábito y el clerman. Claro que tienen su importancia.
Al profesor Gustavo Bueno le oí decir en una conferencia que el Islam era arrianismo puro. Así que los tenemos por dentro y por fuera. Dios nos mantenga firmes en la verdadera fe.
Yo he sido criado como catolico y no tengo problema en aceptar a Jesus como un mortal comun y corriente con un papel tan fundamental como el de Moises y Elias para la salvacion y tampoco tengo problema con criticar los vicios y excesos que ha tenido y sigue teniendo la iglesia.
Supongo que todos ustedes aqui conocen bien el origen oscuro de la iglesia y la forma corrupta en la que fue manejada en sus inicios, toda esa corrupcion y luchas de poder nos legaron la iglesia que hoy tenemos. Y no me refiero al movimiento que fue creado por Jesus en Galilea, sino a la iglesia que crecio y se nutrio en Roma.
Todas las religiones que tenemos hoy en dia necesitan una lavada de cara, ya es tiempo que un nuevo profeta venga y renueve las enseñanzas de sus predecesores que fueron corrompidas por la ambicion de los hombres.
Que verguenza ha de sentir Jesus, donde quiere que este al ver como sus "pastores" abusan sexualmente de niños inocentes. Solo se me vienen a la mente las palabra del mismo Jesús en la Biblia:
"Dejad que los niños vengan a mi, por que de ellos es el Reino de los Cielos...." y que decir de la advertencia para aquellos que ultrajen a un pequeño "mas le vale que le aten una piedra de molino al cuello....."
Ironico, no?, el destino de la iglesia augurado por el propio Jesus. Si la iglesia no acepta sus propios pecados y deja su arrogancia mas le vale que le aten una piedra de molino al cuello por que le espera lo peor.
Como dirian los profetas del antiguo testamento.
Hay de ti Jerusalem, no quedara de ti piedra sobre piedra, te alejaste de tu Dios y ahora el te ha abandonado.
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JMI.- Pediremos al Señor que le dé la fe católica. Pero Ud. no la recibirá si no se hace como niño para entrar en el Reino de Dios, y por tanto se hace discípulo, como niño, de la Iglesia Madre y Maestra.
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JMI.-Según lugar y circunstancias personales, es a veces muy difícil hallar un buen maestro de doctrina y espiritualidad cristiana. Pero la Providencia divina ha puesto en nuestro tiempo al nuestro alcance muchas publicaciones en libros o en internet que, sabiendo elegir bien, a la luz de la Iglesia, nos dan esa buena instrucción que necesitamos. Nunca la Iglesia ha tenido un cuerpo doctrinal tan amplio como el de hoy en temas de biblia, liturgia, dogma, sacerdocio, laicos, vida religiosa... Verdaderas maravillas.
Lo malo es que en no pocas Iglesias locales descristianizadas se difunden más los errores que la verdad católica.
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