(57) Grandes rebajas del cristianismo –II. Schillebeeckx
–¿No murió hace poco?
–El 23 de diciembre de 2009, a sus 95 años. Requiescat in pace.
Las síntesis históricas, por muy sintéticas que sean, exigen desarrollos largos, que no caben en un lugar como éste. «Grandes rebajas del cristianismo», enormes rebajas, fueron las realizadas por Lutero, del que ya traté en otro artículo. Grandes rebajas y falsificaciones del cristianismo fueron producidas también por tantos otros herejes anteriores y posteriores a él. Yo en el artículo actual me limitaré a considerar el modernismo, y más concretamente el modernismo actual, llamado a veces progresismo, personificándolo en el profesor Schillebeeckx y su entorno holandés.
El modernismo. En la segunda mitad del siglo XIX se configura ya plenamente el modernismo, una síntesis de protestantismo liberal, Ilustración, positivismo, naturalismo, liberalismo, exégesis crítica, historicismo, evolucionismo (Tyrrel +1909, Loysy +1940, etc.). En el Syllabus (1864), el Beato Pío IX condena 65 proposiciones claramente modernistas. Y San Pío X en la encíclica Pascendi (1907, n. 38) afirma que el modernismo es «el conjunto de todas las herejías». Y lo enfrenta con el mayor empeño, como puede verse en el motu proprio Sacrorum Antistitum, conocido como Juramento antimodernista (1910).
Una imagen del libro Christian Cartoons (1922) muestra en caricatura la gran rebaja de la escalera modernista descendente, que conduce derechamente a la apostasía (Cristianismo – Biblia no infalible – hombre no imagen de Dios – no milagros – no nacimiento virginal de Jesús – no divinidad de Jesús – no expiación – no resurrección – agnosticismo – ateísmo).
El padre Edward Schillebeeckx, O. P. La brevedad propia de un blog me obliga a concentrar este breve estudio en la figura significativa del profesor Schillebeeckx (Amberes 1914-2009). Ingresó en los dominicos (1931) y se doctoró en teología (1951). Ejerció la docencia en Lovaina y desde 1956 en la Universidad Católica de Nimega. Aunque era belga, fue asesor del Episcopado holandés durante el concilio Vaticano II, y también se le puede considerar como el inspirador principal tanto del Catecismo holandés como del Concilio pastoral de Holanda. En 1965 fundó, con otros teólogos progresistas, la revista Concilium. Es quizá el teólogo neo-modernista de mayor influjo en la segunda mitad del siglo XX.
Recuerdo algunas de sus obras en sus ediciones españolas: Jesús, la historia de un viviente, Cristiandad 1981; En torno al problema de Jesús, ib. 1983; Cristo y los cristianos, ib. 1983; El ministerio eclesial, ib. 1983; Jesús en nuestra cultura, ib. 1987; Los hombres, relato de Dios, Sígueme 1994; Soy un teólogo feliz, Sociedad de Educación Atenas 1994.
El Catecismo holandés. Al terminar el concilio Vaticano II, el Instituto Superior de Catequética de Nimega, bajo la inspiración principal de Schillebeeckx y con el imprimatur del Cardenal Bernard Alfrink, publica el Nuevo Catecismo de Adultos (1966). En él se replantean, más o menos abiertamente, casi todos los errores y ambigüedades del anterior modernismo, aunque a veces, para llegar a las mismas conclusiones, se empleen argumentaciones diversas, más sofisticadas. Por eso puede considerarse que el Catecismo holandés es el manual neo-modernista que más ha influído en el pensamiento católico desviado de los decenios siguientes. Casi todos los errores actuales en el campo católico ya fueron expresados o sugeridos en aquel Catecismo y concretamente en la obra del profesor Schillebeeckx. El Catecismo contenía tantos errores y ambigüedades, que fueron denunciados a Roma por católicos holandeses, y Pablo VI estableció para examinarlo una Comisión de Cardenales, que emitió una Declaración (15-X-1968), en la que se indicaba un gran número de correcciones y adiciones necesarias.
Los errores y ambigüedades señalados por la Comisión versaban sobre: existencia de ángeles y demonios, creación inmediata del alma, pecado original, Adán y Eva, poligenismo, concepción virginal de Jesús, virginidad perpetua de María, satisfacción expiatoria ofrecida por Cristo en el sacrificio de la cruz, perpetuación del sacrificio en la Eucaristía, real Presencia eucarística, transubstanciación, infalibilidad de la Iglesia, sacerdocio ministerial y sacerdocio común, autoridad en la Iglesia, Primado romano, conocimiento de la Trinidad, conciencia divina de Jesús, bautismo, sacramento de la penitencia, milagros, muerte y resurrección, juicio y purgatorio, universalidad de las leyes morales, indisolubilidad del matrimonio, regulación de los nacimientos, pecados graves y leves, estado matrimonial (Nuevo Catecismo de Adultos, Herder, Barcelona 1969, 511 pgs.; el libro lleva encartado un Suplemento de 54 pgs. con las Enmiendas y adiciones al Catecismo holandés, redactadas según las indicaciones de la Comisión Cardenalicia). Estos mismos errores y ambigüedades continuaron afirmándose en el Concilio pastoral de Holanda (1967-1969).
Pronto la Iglesia, la Santa Sede principalmente, reafirmó la fe católica ante agresión tan fuerte, que por otra parte de ningún modo era única, sino que coincidía más o menos en los diversos países del Occidente rico con otros muchos sínodos y asambleas, publicaciones y movimientos. Ante esa oleada heterodoxa, la Iglesia reafirma la fe católica no solo en el citado dictamen de la Comisión cardenalicia, sino en varios documentos doctrinales importantes, el más valioso sin duda el Credo del Pueblo de Dios (30-VI-1968), en el que Pablo VI reafirma prácticamente todas las verdades de fe negadas o puestas en dudas por el neo-modernismo del momento. Ya que estoy señalando con especial atención las grandes rebajas del cristianismo referidas a la fe en Cristo (arrianismo) y a la necesidad de la gracia (pelagianismo), recordaré aquí únicamente la
Declaración Mysterium Filii Dei, publicada por la Congregación para la Doctrina de la Fe (21-II-1972: Acta Apostolicæ Sedis 64, 1972, 237-241). En ella la Iglesia describe y condena el neo-arrianismo que en ese tiempo va invadiendo más y más el campo católico progresista, y que se afirma como si fuera una idea nueva y vanguardista, cuando en realidad viene a repetir, aunque con fundamentaciones y formulaciones diversas, errores del siglo IV. La Declaración señala los
«Recientes errores acerca de la fe en el Hijo de Dios hecho hombre. –A esta fe en el Hijo de Dios hecho hombre [reafirmada en los nn. 1-2 de la declaración] se oponen frontalmente las opiniones de quienes afirman que no se nos ha revelado ni enseñado que el Hijo de Dios subsistía desde toda la eternidad en el misterio de la Divinidad, distinto del Padre y del Espíritu Santo. Igualmente se han de rechazar aquellas opiniones según las cuales ha de suprimirse la noción de la unidad de persona en Jesucristo, engendrado por el Padre según la naturaleza divina desde toda la eternidad, y en el tiempo, según la naturaleza humana, de María Virgen. Y finalmente ha de rechazarse la afirmación según la cual la humanidad de Jesús existiría no asumida en la persona eterna del Hijo de Dios, sino más bien en sí misma como persona humana; por lo que el misterio de Jesucristo consistiría en que Dios se revela haciéndose presente de un modo supremo en la persona humana de Jesús.
«Quienes así piensan, permanecen lejos de la verdadera fe en Cristo, aunque afirmen que en Jesús tiene lugar una presencia singular de Dios, de modo que sea él mismo la cumbre suprema y última de la Revelación divina; y tampoco permenecen en la fe verdadera cuando añaden que Jesús puede decirse Dios, porque en su persona humana, como ellos dicen, Dios esté presente de modo sumo».
«Quienes así piensan» eran y son muchísimos entre los católicos, pues los difusores de esos graves errores han ocupado durante decenios, en la Iglesia de los países más ricos de Occidente, las cátedras más importantes en los Seminarios y Facultades de Teología. Todos ellos, por supuesto, han sido promovidos o mantenidos en su docencia por sus Obispos respectivos. El cherchez la femme podría traducirse aquí por el cherchez l’Évêque ou le Cardinal. El profesor Schillebeeckx no hubiera sido nada sin la protección sucesiva de los Cardenales Alfrink y Willebrands. Y así ha sido siempre: nada hubiera sido Arrio sin el apoyo activo o pasivo de los Obispos arrianos. Y así continúa siendo ahora.
La Congregación de la Doctrina de la Fe intervino en cuatro ocasiones acerca de la producción teológica del profesor Schillebeeckx.
1ª.–Coloquio de la Congregación con el P. Schillebeeckx (13-14-XII-1979: Documentation catholique 7, 1980, 16). Convocado el profesor a Roma, mantuvo un coloquio clarificador con tres teólogos (Descamps, Patfoort, O. P. y Galot, S. J.). El diario La Croix (18-XII-1979) informó que las mayores dificultades se produjeron en referencia a las definiciones cristológicas del Concilio de Calcedonia. Según el P. Schillebeeckx: «las palabras están hoy cargadas de unas significaciones diferentes de las que tenían en el siglo V. Para ser fiel, hace falta encontrar otra formulación». «El P. Galot, en el coloquio, mantuvo que en el último libro del P. Schillebeeckx no había encontrado la afirmación de la divinidad de Cristo». Un pequeño olvido.
2ª. –Carta al P. Schillebeeckx, en relación con alguno de sus escritos en materia de Cristología (20-XI-1980: Doc. Cath. 78, 1981,667-670). En una larga carta del Prefecto de la Congregación, Card. Franjo Seper, y en Nota anexa, informa de las Clarificaciones, precisiones y rectificaciones hechas por el P. Schillebeeckx:
Él ha «concedido» que «el teólogo cuando se dedica a una investigación exegética o histórica, no puede pretender sinceramente que haya que abandonar las afirmaciones de la fe de la Iglesia». «A diferencia de cuanto había hecho en sus obras… no ha eludido el reconocimiento explícito de la divinidad de Jesús… ha reconocido la preexistencia de la Persona divina del Hijo y una “identificación hipostática” del Hijo de Dios con “el modo de ser personalmente humano” de Jesús». «Ha declarado que en la relación de Jesús con el Padre está implicada para Él la conciencia de ser el Hijo único». «Ha declarado que él “cree, en virtud del Magisterio de la Iglesia que se ha expresado sobre este punto”, en el nacimiento virginal de Jesús». «Ha reconocido que “el sacrificio de Jesús es expiación por nuestros pecados”». «Ha declarado que “para él está claro que Jesús quiso fundar la Iglesia”».
También se añaden en la Carta algunas rectificaciones y puntualizaciones del P. Schillebeeckx sobre el título «Hijo de Dios», sobre la institución de la Eucaristía, y sobre la relación entre la tumba vacía y la resurrección. Y se señalan los límites de los resultados obtenidos y ambigüedades que subsisten, concretamente en cuanto a la concepción virginal de María, la relación entre resurrección y apariciones, y las reticencias en cuanto al uso del término «unión hipostática». «El lector se encontrará traído y llevado entre estos dos sentidos: persona humana, no persona humana».
3ª. –Carta al P. Schillebeeckx (AAS 77, 1985, 994-997). En ella el Cardenal Ratzinger, Prefecto de la Congregación, trata del libro El ministerio en la Iglesia. En este libro señalaba su Autor que para recibir el poder de celebrar la Eucaristía válida y lícitamente había una vía «ordinaria», la del sacramento del orden, y otra «extraordinaria», la transmitida por la comunidad local cristiana. Esta posibilidad es excluida por el Card. Prefecto:
«Estos “ministros extraordinarios” reciben, según Ud. dice, por el simple hecho de “su llamada por la comunidad y de su institución en y por la comunidad”, una real “competencia” que les permite hacer “en suma, según las circunstancias, todo lo que es necesario a la vida comunitaria de una Iglesia de Dios”, y esa competencia no es puramente un “permiso” (de orden canónico), sino un “poder sacramental”. Reciben ellos el “sacramentum ordinis”, que les es transmitido entonces “de una manera extraordinaria”, sin inserción en la sucesión apostólica en el sentido técnico de esta expresión…» El Cardenal Ratzinger, por el contrario, le recuerda que sobre esta cuestión «la Congregación para la Doctrina de la Fe se ha pronunciado de forma autorizada en su Carta Sacerdotium Ministeriale (6-VIII-1983)», y ha declarado que excluye «la vía extraordinaria que piensa Ud. que es posible proponer. De ahí resulta que no estamos ante una “cuestión libre”, y que la “última palabra” ya ha sido dicha».
El Cardenal Prefecto termina su carta indicando al P. Schillebeeckx que, dado su prestigio y el hecho de que la obra ha tenido gran difusión en diversas lenguas, «se ha hecho indispensable que Ud. mismo reconozca públicamente la enseñanza de la Iglesia, y la necesidad de recurrir a otras vías que aquellas que Ud. preconiza para resolver los problemas» de las comunidades cristianas sin sacerdote. «En consecuencia, la Congregación le pide que haga conocer en el tiempo acordado (30 días útiles después de la recepción de esta carta) que Ud. se adhiere a la enseñanza de la Carta Sacerdotium Ministeriale, reconociendo así que la última responsabilidad en materia de fe y práctica sacramental recae en el magisterio». La petición cayó en el vacío, al menos que yo sepa.
4ª. –Notificación al P. Schillebeeckx (15-IX-1986: AAS 79, 1987, 221-223). Comienza el documento, firmado por el Cardenal Ratzinger, recordando que en dos obras sobre el ministerio en la Iglesia el P. Schillebeeckx, en 1979 y 1980, «estimaba haber establecido la “posibilidad dogmática” de un “ministro extraordinario” de la Eucaristía», enfrentándose así abiertamente con la doctrina de la Iglesia ya expresada.
«Es preciso comprobar con pena que el Autor continúa concibiendo y presentando la apostolicidad de la Iglesia de tal manera que la sucesión apostólica por la ordenación sacramental representa un don no esencial para el ejercicio del ministerio, y consiguientemente para la colación del poder de consagrar la Eucaristía, oponiéndose así a la doctrina de la Iglesia». Concluye, pues, la Congregación que esta tesis sobre el ministerio «permanece en desacuerdo con la enseñanza de la Iglesia sobre temas importantes. Su misión en relación a los fieles le impone el deber de hacer pública la determinación» de esta Notificación. La petición volvió a caer en el vacío.
La «Misa» holandesa. Por el contrario, la doctrina de Schillebeeckx sobre la Eucaristía válida y lícitamente celebrada por un laico, en la ausencia inevitable del sacerdote, se ha ido aplicando más y más en Holanda y otros países afines. Cuando tenía 93 años, el teólogo feliz pudo comprobar la multiplicación progresiva de estas «Misas» inválidas e ilícitas. En un artículo sobre la situación de la Iglesia en Holanda informaba Sandro Magister (3-X-2007):
«Los dominicos, con el consenso de los provinciales de la orden… distribuyeron en todas las 1.300 parroquias católicas un opúsculo de 38 páginas, titulado Kerk en Ambt, Iglesia y ministerio», en el que se afirma que, a falta de un sacerdote, puede celebrar la Eucaristía una persona elegida por la comunidad: «sea hombre o mujer, homo o heterosexual, casado o célibe». Conviene que esta persona y la comunidad pronuncien juntos las palabras de la consagración, como también conviene que el Obispo confirme a esas personas elegidas. Pero si así no fuera, «sepan que ellas de todos modos están habilitadas para celebrar una real y genuina eucaristía cada vez que se reúnen en oración y comparten el pan y el vino».
En Holanda, la Iglesia local florecía notablemente antes del Concilio Vaticano II, y era la que tenía mayor número proporcional de misioneros. Hoy, guardando en sí algunos admirables restos de Yavé, se ve humillada en la más profunda desolación. «Por los frutos los conoceréis» (Mt 7,20). No es una sospecha, no es una observación opinable; es un dato cierto: aquellas Iglesias locales que se han abierto más a ese neo-modernismo, que pretende acercar mejor el Evangelio al hombre moderno, en cuarenta años se han quedado desiertas. No hay en ellas ni noticia del hombre moderno. Están al borde de la desaparición.
«El mejor teólogo católico sin duda del siglo XX». Así es calificado el P. Schillebeeckx en la enciclopedia Wikipedia, la más leída y consultada en el mundo. Es verdad que en ella escriben personas de filiación mental incierta. Pero otras instancias que son explícitamente católicas vienen a expresar esa misma estima suprema por Schillebeeckx.
Pueden comprobarlo, por ejemplo, en el XXVI Curso de Teología que se celebra en Santander en enero y febrero de 2010, patrocinado por la Universidad de Cantabria, el Obispado de Santander y Santander 2016. El ciclo Grandes teólogos del siglo XX está dedicado a de Lubac, Schillebeeckx, Moltmann, Pannenberg, Küng, Boff y Ratzinger. El director del Curso es el P. José Luis R. Capillas, S. J.
Reforma o apostasía.
José María Iraburu, sacerdote
Índice de Reforma o apostasía
36 comentarios
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JMI.- Pienso lo mismo.
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JMI.- Los que bajan esa escalera pasan de la luz a las tinieblas.
No me gustan los comentarios simplemente laudatorios, pero es que me ha quedado todo muy claro.
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JMI.- Gracias a "los abusos y sacrilegios" que con demasiada frecuencia se cometieron con la excusa de "la reforma litúrgica". No "gracias a la reforma litúrgica". Hemos de cuidar mucho la exactitud de las expresiones ¡y aún más la veracidad de los pensamientos!
¿Tiene pensado tratar algo de Y. Congar y su papel en el enfoque del ecumenismo? Como sabe, sin duda, este teologo ( más tarde cardenal) tras la publicación de su "Jalones para una teología del laicado", fue destituido de su cátedra, junto a
otros colegas (Chénu, Féret, Boisselot), comienzando un tiempo de viajes que le llevan a Jerusalén , a Roma y a Cambridge. Desde luego su teologia estaba cuestionada por la "Humani generis" de Pío XII y por eso debió ser vetada su participación en la asamblea de Amsterdan.
Me gustaría que tratara el tema de los errores de ciertas concepciones ecuménicas, si le es posible claro.
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JMI.- No, no tengo idea de escribir sobre el P. Congar, O.P.
Según mi interpretación privada del Apocalipsis, estos teólogos y hombres de iglesia pueden estar expresados en la quinta trompeta; son las langostas que tienen por rey al ángel del abismo, que fue liberado oscureciendo con el humo del abismo la luz del sol, que es la doctrina católica, y por eso ahora la Iglesia ha perdido la claridad doctrinal; es el primer "ay", la gran apostasía, según mi falible opinión estamos en la época de preparación del anticristo, y estos teólogos son los "diez cuernos" que han comenzado a reinar con la "bestia que sube del abismo"; dice el Apocalipsis que la "bestia era y no es, va a subir del abismo, pero durará poco tiempo" entiendo que es Satanás, y dice "era y no es" por que Jesucristo la encerró en el abismo en su descenso a los infiernos "ahora el príncipe de este mundo va a ser echado fuera", pero dice que va a subir del abismo porque va a ser liberada, y dice cuándo: "cinco reyes han pasado, uno es, y otro ha de durar poco tiempo"; es decir, en el reinado de la sexta cabeza Satanás es liberado, se produce el primer "ay"; 1 arrianismo-pelagianismo, 2 mahometanismo 3 lutero 4 racionalismo 5 liberalismo 6 comunismo 7 anticristo, en los años 60 reinaba el comunismo, por eso el Concilio no se atrevió a condenarlo, porque pensaba que iba a dominar el mundo, y entonces fue liberado Satanás; con Satanás vienen los "diez cuernos", que son los muchos falsos profetas que hay desde entonces, y el anticristo vendrá próximamente, como está escrito: "seis días trabajó, y al séptimo día descansó": 6 milenios de historia están a punto de concluir, y el séptimo milenio es el escatólógico, el milenio eterno; también dice el nuevo testamento "morirá, y al tercer día resucitará", esto es: el cuerpo místico de Cristo está muerto, todos los santos y santas están humillados en la muerte, y en el tercer milenio después de Cristo resucitarán.
Claro que sé que todo esto es interpretación privada, pero San Jerónimo también veía que el fin del mundo vendría en el tercer milenio.
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JMI.- Eso de que "ahora la Iglesia ha perdido la claridad doctrinal" me parece gran error. Nunca la Iglesia, en toda su historia, ha tenido un corpus doctrinal tan amplio y perfecto como ahora. Así lo escribí al final del post (39) y al comienzo del (40).
El resto de las interpretaciones que hace del Apocalipsis me parece muy discutible e inseguro.
En otro orden, me ha parecido surrealista ver al teólogo Ratzinger compartiendo cartel con la troupe heterodoxa. Me ha hecho recordar la letra del tango "Cambalache", que en una parte dice:
"Igual que en la vidriera irrespetuosa
de los cambalaches (*)
se ha mezclao la vida,
y herida por un sable sin remache
ves llorar la Biblia
junto a un calefón."
(*) Compraventa o casa de empeños.
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JMI.- No entiendo lo del "teólogo Ratzinger compartiendo cartel" etc. Lo que hizo el Card. Ratzinger fue reprobar grave y públicamente, como Prefecto de la Doctrina de la Fe, ciertas doctrinas de Schillebeeckx.
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JMI.- En bien poquito.
Los errores y ambigüedades señalados por la Comisión versaban sobre: existencia de ángeles y demonios, creación inmediata del alma, pecado original, Adán y Eva, poligenismo, concepción virginal de Jesús, virginidad perpetua de María, satisfacción expiatoria ofrecida por Cristo en el sacrificio de la cruz, perpetuación del sacrificio en la Eucaristía, real Presencia eucarística, transubstanciación, infalibilidad de la Iglesia, sacerdocio ministerial y sacerdocio común, autoridad en la Iglesia, Primado romano, conocimiento de la Trinidad, conciencia divina de Jesús, bautismo, sacramento de la penitencia, milagros, muerte y resurrección, juicio y purgatorio, universalidad de las leyes morales, indisolubilidad del matrimonio, regulación de los nacimientos, pecados graves y leves, estado matrimonial.
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Oiga, padre, la próxima vez diga mejor qué doctrinas no se enseñaban de forma dudosa o errónea, y acaba antes.
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JMI.- Pues no había caído. Tienes más razón que un santo.
Por eso hice alusión al tango "Cambalache", muy traído en mi país cuando quiere aludirse a mezclas irrespetuosas, como "la Biblia y el calefón".
Porque el "teólogo Ratzinger" es ahora el Vicario de Cristo, y entreverarlo con desviacionistas me ha parecido una gran falta de respeto.
En estos tiempos de neoarranismo (entre otras cosas), me pregunto yo si fue prudente la concesión litúrgica de usar en la Misa el Credo de los Apóstoles. Ya sé que dice lo mismo, pero no tan explicado, y para mí, recitar eso fue un antídoto contra ciertas cosas que se oían del Señor. A los 12 años no se leen cosas como Infocatólica, y eso lo sabían mejor los Padres de Nicea que los pastores actuales. Hay que proteger la fe de los sencillos.
Una vez me lo comentaron que en latín se marcaba más esta diferencia con el "credo in" (referido a las tres Personas) y el "credo" (sin in, referido a la Iglesia). Por eso creo que, catequéticamente, es mejor siempre emplear el Creo de Nicea-Constantinopla.
Saludos.
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JMI.- Yo he reproducido los documentos de la Congregación de la Fe, y he comprobado (concretamente en las "Misas" celebradas por laicos/as) los efectos devastadores del Autor citado. Por otra parte:
El hecho de que un autor no haya sido públicamente excomulgado (p. ej., el P. Masiá, S. J.) no indica que, ciertamente, no estará muy alejado de la Iglesia. Puede estarlo mucho o puede no estarlo. Pero el hecho mismo de la no-excomunión hoy en día apenas significa nada. Hay autores, y no pocos, que mantienen pertinazmente doctrinas heréticas, claramente condenadas por la Iglesia, y que no han sido sin embargo públicamente excomulgados.
Pero recuerde ud. también que el Derecho de la Iglesia declara que el hereje, el que pertinazmente niega una doctrina de fe de la Iglesia, incurre en excomunión "latæ sententiæ", es decir, automática (canon 1364). De manera que no pocos autores heréticos actuales, que no han sido públicamente excomulgados, lo están de hecho.
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JMI.- Le agradezco mucho su corrección. Suprimo inmediatamente del texto la frase que atribuía yo erróneamente a Mons. Brambilla. Dios se lo pague.
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JMI.- Uno es muy limitado.
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JMI.- Hágase católico, hermano. Reciba la enseñanza de la fe de la Iglesia Católica, Mater et Magistra, como le decía Juan XXIII. Y no se deje engañar por los que enseñan, como Schillebeeckx contra la doctrina católica de la fe en muy graves temas.
No es cuestión de "valentía". También hace falta hoy mucha valentía para re-afirmar la fe católica verdadera en medio de tantísimas falsificaciones de la misma.
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JMI.- Está ud. muy equivocado. Los errores de Schillebeeckx son graves errores, afirmados en clave tomista o según la verbalización y conceptualización de algunos modernos. Es igual.
A- Camuflan las esencias de las formulas en formulas filosoficas secularistas para poder evangelizar mas eficazmente.
B- Purifican esas filosofias de sus errores.
Vease el instrumental Tomista de Schillebeck para domar la fenomenologia y lo mismo digase de Rahner.
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JMI.- Digo lo mismo que al anterior comentario.
No se puede evangelizar más eficazmente al hombre moderno enseñándole unos pensamientos que son inconciliables con la fe de la Iglesia católica. Y que eso se haga en lenguaje moderno sólo consigue una mayor difusión del error.
A- La clave para acertar en teologia es la fidelidad del teologo al Magisterio de la Iglesia.
B- Es asi que los mas grandes teologos del siglo XX-XXI :Rahner, Schillebeck, no han sido condenados por este, el cual unicamente ha emitido "Notificaciones" aclaraciones para que sus aportes al caudal de la Tradicion Eclesiak no sean tergiversados.
LUEGO: Han de ser interpretrados a la luz de la Tradicion Catolica, para su recta interpretacion.
A- La filosofia perenne, cultivada en su maximo esplendor por Santo Tomas de Aquino admite relecturas o reformulaciones y recepciones segun las distintas culturas y su progreso ( Pio XII, Humani Generis)
B- Es asi, que asi han procedido esos grandes teologos, asi se infiere de la Fide et Ratio
C-Luego su relectura de los filosofos modernos y contemporaneos es ortodoxa.
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JMI.- Hay Notificaciones, como las que recibió Schillebeeckx, que señalan graves errores, doctrinas inconciliables con la fe católica. No son simples aclaraciones.
Lo que digo es que mientras un texto no sea reprobado los catolicos debemos esforzarnos por releerlo a la luz de lo que enseña el Magisterio Eclesial.
¿Porque no se procede a condenar lo malo en el estilo de San Pio X contra los errores modernistas?, es tan grave que me consta que en Institutos de formacion sacerdotal y tambien de apostolado seglar se estudian , en librerias catolicas se venden, obras objeto de esas notificaciones como si no existiesen, asi Mello, Sobrino, Ariel valdez y los Obispos lo saben o deberian saberlo y lo callan. Un claro ejemplo en la Arquidiocesis, en vistas a la Mision, se promueve una catequesis Cristologica preparatoria que incluye entre su bibliografia "La historia de un viviente" de Schillebeck pruebas: Arquusanjose.org, busquenla. ¿Que podemos hacer los pobres fieles? y porque la Iglesia no se orgabiza como en los tiempos de San Pio X y Pio XII.
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JMI.-
+No sería posible... Yo fui el primer rector del Seminario al que alude. Cuando me sucedió de rector el que estaba de vicerrector, Dn. Demetrio Fernández, tenía unos 40 seminaristas.
+Pero por A y,o, por B... Duró unos 15 años y ordenó unos 50 sacerdotes. Ya para entonces habían mejorado los Seminarios y venía smenos a Toledo, y bastaba con el Sem.SIldefono, por lo que se cerró el de Sta.Leocadia, para vocaciones de adultos.
+De no haber sido... Pero eran. Los seminarios de la FSPX no eran modelo ni excelente solución.
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Conferencias de Frei Beto.
FELIZ AÑO NUEVO
Lamento mucho esta acortada visión que sobre el trabajo de fr. Edward Schillebeeckx se ha venido a obtener, de la que, lo único positivo que se puede observar es el triste conservadurismo que se deja ver apenas y comenzamos a leer este artículo.Por esta razón no me he limitado a leerlo, sino también a comentarlo, puesto que es injusta la apreciación realizada, en manera alguna podemos juzgar bajo estos parámetros a un teólogo que significa el culmen de todo un desarrollo reflexivo a lo largo de décadas de trabajo; el decir que él logró una significativa e inconmensurable exfoliación del espíritu eclesial, cristológico, dogmático e histórico, de la que nosotros mismos somos testigos y beneficiarios en nuestros días, es poco, pues ciertamente detrás de él hay dodo una escuela y principalmente una comunidad de hermanos que dentro de la Iglesia siembre se ha mostrado directriz de las enseñanzas evangélicas, como lo son los dominicos, a quienes se nos da razón no por mérito propio o copioso esfuerzo interesado, sino por obra del Espíritu que deja ver la verdad a pesar de todo. Me apena su parecer, por lo que los invito a que se informen mejor y con mayor apertura de su inminente trabajo, antes de emitir opinión alguna. Solo les recuerdo que de todas las acusaciones que según el autor menciona como culpable al padre Schillebeeckx, de todas ellas resultó airoso, por lo que no tubo que modificar idea alguna, algo que resulto incómodo para la Congregación para la doctrina de la fe, que más tarde, por orden explícita del Papa tubo que aceptar y poner fin a la discusión, favoreciendo al ínclito teólogo. Su defensa siempre estuvo permeada de serenidad y apoyo por parte de nuestra Orden, sobre la que incluso el mismo Papa no tiene jurisdicción directa como lo demuestran sus constituciones sabiamente propuestas por S. Domingo a Honorio III en el año de su aprobación.
fr. Christian Herculanus OP
Dr. en teología dogmática por la Sorbona de París, consultor para Comisión teológica Internacional y profesor invitado de la Universidad Pontificia de México y del Instituto de Formación Teológica Intercongregaciónal. (Consultor In primum para el dicasterio de enseñanza eclesiástica)
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JMI.-Ya se ve que de tal modo se solidariza Ud. con Schillebeeckx que se adhiere a todos sus errores. Usted se une a él y a sus tesis teológicas y pastorales con todos sus títulos académicos y eclesiásticos, que ya veo que no son pocos. Perdone que no le felicite.
Leyendo a Schillebeeckx, puede uno notar la tremenda reverencia y respeto con la que trata temas delicados, pero también la valentía con la que se aproxima a los problemas teológicos sin querer desconocer los avances innegables e irrefutables de la exegesis contemporánea, de la ciencia y de la misma teología.
Como siempre a la mayoría de los teólogos y laicos, les es mas cómodo quedarse en ortodoxia, simplemente porque les da miedo salir a la frontera.
Al final no faltan los que siguen defendiendo de manera irracional, que Dios creo al mundo en seis días literales de 24 horas y que la tierra es plana, a pesar de todo.
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JMI.-Schillebeeckx tiene graves errores contra le fe y sus salidas de la ortodoxia, varias veces denunciada por Roma, no produjo ningún bien a la Iglesia, sino que colaboró decisivamente el hundimiento parcial de la Iglesia en Holanda, Bélgica y otros países de su zona.
Muy inteligente el teólogo pero igual de nefasto para la fe de la Iglesia como su correligionario Congar y los jesuitas de su tiempo como Rahner que se apropiaron del concilio para bien o para mal de la Iglesia, más para mal, por supuesto, como lo estamos comprando con el actual Papa. De entre estos defensores del dominico de marras hay algunos muy incautos e ingenuos que no han calibrado su magisterio heterodoxo como el también dominico Herculanus quien se alza a mayores aduciendo y desconociendo la jurisdicción del Papa sobre su orden, ¿habráse visto...?
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JMI.-Si no recuerdo mal, decía S. Fco.de Sales que la soberbia moría del todo un par de horas después de muerta la persona. Algo así.
Dice en "Jesús, la historia de un viviente", Ediciones Cristiandad, Madrid, 1981 el Autor:
"Si bien considero este libro como una interpretación de Jesús - una Cristología -, por más que pueda salirse de los cánones convencionales, no lo he escrito para resolver sutiles problemas académicos. Y no es que tales problemas carezcan de importancia, sino que las cuestiones que los creyentes se plantean sobre Jesús son distintas de las estudiadas con frecuencia por los teólogos. He intentado superar el divorcio existente entre la teología académica y las necesidades concretas de los creyentes..."
Es clara la postura de Edward Schillebeeckx, O.P., ya desde el "Prefacio" de su obra, 7 de octubre de 1973.
Casi cincuenta años han pasado desde aquellos días, y a juzgar por la asistencia a misa, el compromiso y la coherencia entre fe que profesamos y vida que llevamos, la dura realidad de todos los días, ese “divorcio” del que nos habla el padre Schillebeeckx se ha profundizado cada día más, al menos en lo que puedo observar como practicante católico donde me toca actuar, en Argentina, inclusive en estos años en los cuales tenemos el honor de haber alumbrado con un connacional en el Vaticano. Leyendo y releyendo la obra de Schillebeeckx me permito disentir con todo respeto con usted, creo que es un aporte para comprender la fe y tratar de llevarla a la vida cotidiana. Ojalá algunos aspectos de los que usted menciona como negativos en la obra de Schillebeeckx, la iglesia los hubiera puesto en práctica. Porque la postura de “la Iglesia” muchas veces parece desentonar con los "signos de los tiempos": Nuestras verdades individuales son reales, al mismo tiempo que son parciales. Sólo juntos las vamos a reconocer como tales para no andar sin rumbo, desaprovechar la vida … porque sólo tenemos una, con sus inmensas capacidades y felicidades.
“No me avergüenzo del Evangelio, que es fuerza de Dios para la salvación de todo el que cree; del judío en primer lugar, pero también del griego.” (Ro. 1,16-17).
Dios lo bendiga padre José María. Saludos, Mario E. Sigismondi
Gracias por advertirnos de los errores de este tiempo.
Personajes como Schillebeeckx o Küng hacen tanto daño a la Iglesia como Lefebvre; pretenden conocer mucho de Dios pero poco viven en Él. Los extremos modernistas o tradicionalistas son una verdadera desgracia. En el caso que se analiza en este artículo, de ninguna manera hay un aporte de Schillebeeckx a acercar la doctrina al común de la gente; solamente trata de diluirla como si la gente fuese tonta o incapaz de comprender la enseñanza de la Iglesia. Los grandes santos lo fueron en humilde fidelidad a la sana doctrina, y no en disgresiones teológicas e intelectualoides.
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