InfoCatólica / Razones para nuestra esperanza / Categoría: Teología dogmática

6.05.24

Aportes para un Catecismo Apologético

Imagen de la portada de un Catecismo

Según la práctica tradicional de la Iglesia Católica, la catequesis presupone la fe. No se da catequesis a los no creyentes, sino a quienes ya son creyentes y se preparan para recibir el Bautismo u otro sacramento. A los no creyentes se les dirige un primer anuncio del Evangelio que incluye una invitación a la conversión y al Bautismo. Sólo si el destinatario acepta este anuncio puede convertirse en catecúmeno. La catequesis es siempre una segunda etapa del proceso evangelizador.

Por otra parte, casi todos los catecismos antiguos y modernos tienen un estilo muy enunciativo y poco argumentativo. En general dicen qué es lo que los cristianos deben creer, pero no explican de forma detallada por qué deben creerlo. Se esfuerzan mucho más en presentar las verdades de fe que en justificarlas o defenderlas.

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8.04.24

Introducción a la escatología en el Catecismo de la Iglesia Católica (Mons. Dr. Antonio Bonzani)

En homenaje agradecido al querido Padre Antonio Bonzani, inolvidable docente de teología fallecido hace tres días, reproduzco aquí su ponencia en el Ciclo de Conferencias con motivo del Año de la Fe organizado por el Centro Cultural Católico “Fe y Razón” con el apoyo de la Facultad de Teología del Uruguay “Monseñor Mariano Soler”, de la cual el P. Bonzani era Rector en ese entonces.

                                                  Padre Antonio Bonzani

Introducción a la escatología en el Catecismo de la Iglesia Católica (1)

«Aún no veo la hermosura del Creador, sino la ínfima hermosura de las criaturas. Pero creo lo que no veo, y creyendo amo, y amando veo…» (2)

Mons. Dr. Antonio BONZANI ADORNA (3)

1. UN LLAMADO APREMIANTE del Papa Benedicto XVI en orden a la Verdad escatológica:

«Nosotros hoy con frecuencia tenemos un poco de miedo a hablar de la vida eterna. Hablamos de las cosas que son útiles para el mundo, mostramos que el cristianismo ayuda también a mejorar el mundo, pero no nos atrevemos a decir que su meta es la vida eterna y que de esa meta vienen luego los criterios de la vida. Debemos reconocer de nuevo que sólo en la gran perspectiva de la vida eterna el cristianismo revela todo su sentido. Debemos tener la valentía, la alegría, la gran esperanza de que la vida eterna existe, es la verdadera vida, y de esta verdadera vida viene la luz que ilumina también a este mundo. (…) La voluntad de vivir según la verdad y según el amor también debe abrir a toda la amplitud del proyecto de Dios para nosotros, a la valentía de tener ya la alegría en la espera de la vida eterna». (4)

Es más, hoy se tiende no sólo a callar la fe en la Vida Eterna sino que peligra la fe misma, según reconocía el Papa Benedicto XVI en distintas oportunidades: «En nuestro tiempo, cuando en vastas regiones de la tierra la fe corre el riesgo de apagarse como una llama que se extingue, la prioridad más importante de todas es hacer presente a Dios en este mundo y facilitar a los hombres el acceso a Dios». (5)

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17.03.24

La vida eterna: ¿don de Dios o conquista humana?

El árbol de la vida

Reflexiones sobre el árbol de la vida

Daniel Iglesias Grèzes

El árbol de la vida en el Jardín del Edén

El segundo relato bíblico de la creación presenta el Paraíso terrenal de la siguiente manera: “Luego plantó Yahveh Dios un jardín en Edén, al oriente, donde colocó al hombre que había formado. Yahveh Dios hizo brotar del suelo toda clase de árboles deleitosos a la vista y buenos para comer, y en medio del jardín, el árbol de la vida y el árbol de la ciencia del bien y del mal1.”

Los dos árboles ubicados en el centro del jardín del Edén tienen significados simbólicos. El árbol de la vida simboliza la inmortalidad, y por lo tanto la vida eterna. En cambio, el significado simbólico del árbol de la ciencia del bien y del mal no es tan fácil de captar. Ese árbol no representa, como podría pensarse, la ciencia moral (que puede ser definida sencillamente como la ciencia del bien y del mal), sino que simboliza el poder de determinar la ley moral, poder que corresponde sólo a Dios, el Creador.

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26.01.24

Descarga gratis "El alboroto y la verdad" de Philip Trower

Imagen de un mundo caótico y turbulento

Habiendo terminado mi traducción al español del libro de Philip Trower Turmoil & Truth: The Historical Roots of the Modern Crisis in the Catholic Church [El alboroto y la verdad: Las raíces históricas de la crisis moderna en la Iglesia Católica], tengo el agrado de poner a disposición esa obra de modo permanente para descarga gratuita, en formato PDF, desde esta página: https://danieliglesiasgrezes.files.wordpress.com/2024/01/trower-el_alboroto_y_la_verdad.pdf

Los invito a descargar, leer y difundir este libro excelente e instructivo.  

Sugiero difundir el enlace en vez del PDF, para ayudarme a llevar cuenta de las descargas de esa obra.

Daniel Iglesias Grèzes

13.01.24

Philip Trower, El alboroto y la verdad -22

El alboroto y la verdad

Las raíces históricas de la crisis moderna en la Iglesia Católica

por Philip Trower

Edición original: Philip Trower, Turmoil & Truth: The Historical Roots of the Modern Crisis in the Catholic Church, Family Publications, Oxford, 2003.

Family Publications ha cesado su actividad comercial. Los derechos de autor volvieron al autor Philip Trower, quien dio permiso para que el libro fuera colocado en el sitio web Christendom Awake.

Fuente: http://www.christendom-awake.org/pages/trower/turmoil&truth.htm

Copyright © Philip Trower 2003, 2011, 2017.

Traducida al español y editada en 2023 por Daniel Iglesias Grèzes con autorización de Mark Alder, responsable del sitio Christendom Awake.

Nota del Editor:Procuré minimizar el trabajo de edición. Añadí aclaraciones breves entre corchetes en algunos lugares.

Capítulos anteriores

Prefacio

Parte I. Una vista aérea

Capítulo 1. Reforma

Capítulo 2. Rebelión

Capítulo 3. El partido reformista - Dos en una sola carne

Capítulo 4. Nombres y etiquetas

Parte II. Una mirada retrospectiva

Capítulo 5. Los pastores

Capítulo 6. La Iglesia docta

Capítulo 7. El rebaño, parte I

Capítulo 8. El rebaño, parte II

PARTE III. LAS NUEVAS ORIENTACIONES

Capítulo 9. La Iglesia: de la sociedad perfecta al Cuerpo Místico

Capítulo 10. Pedro y los Doce

Capítulo 11. El laicado: despertar al gigante dormilón

Capítulo 12. La Iglesia y los otros cristianos

Capítulo 13. La Iglesia y las otras religiones

Capítulo 14. La Iglesia y nuestro trabajo en este mundo

PARTE IV. EL AGGIORNAMENTO Y EL AUGE DEL MODERNISMO

Capítulo 15. Los comienzos

Capítulo 16. Primeros síntomas de problemas

Capítulo 17. Aparece en escena el modernismo

Capítulo 18. Dramatis personae [Los personajes del drama]

Capítulo 19. Creencias e increencias

Capítulo 20. La crisis

Capítulo 21. Tres movimientos relacionados

Capítulo 22. AGGIORNAMENTO [PUESTA AL DÍA] 1918-1958

Aunque la difusión de las ideas modernistas había hecho inevitable una reversión parcial de las políticas de León XIII, fue sólo una reversión temporal. En su primera encíclica, Ad Beatissimi, Benedicto XV, que sucedió a San Pío X en 1914, comenzó a relajar la presión sobre los frenos. Refiriéndose al modernismo como una “herejía manifiesta” y hablando de sus “errores monstruosos", dijo no obstante que “en lo que respecta a cuestiones sobre las cuales la Santa Sede aún no se ha pronunciado… nadie tiene prohibido plantear y defender su opinión".

Incluso cuando la crisis estaba en su apogeo, el aggiornamento [la puesta al día] había continuado. Los académicos católicos ortodoxos habían aplicado el método crítico a la Biblia y a la historia de la Iglesia sin perder ni la fe ni el sentido de la proporción. Entre los ejemplos más notables estaban los PP. jesuitas Jules Lebreton y Léonce de Grandmaison, el P. dominico Marie-Joseph Lagrange, los PP. Battifol, Tixeront y Labriolle, Ludwig von Pastor y Horace Mann.

El P. Henri Pesch estaba desarrollando una ética social basada en el principio de “solidaridad", una idea que posteriormente fue utilizada por los Papas Pío XI y Juan Pablo II. Pierre Duhem, físico teórico e historiador de la ciencia, estaba demostrando que los cimientos de la física moderna fueron sentados a fines de la Edad Media, y no en el renacimiento como se suponía anteriormente, quitando súbitamente todo apoyo a la idea de que los avances de la ciencia moderna estaban de alguna manera conectados con el crecimiento del ateísmo.

Las carreras de Pesch y Duhem muestran que no siempre son los pensadores que hacen más ruido durante sus vidas los que realizan el trabajo más valioso. Sólo recientemente se han convertido en nombres conocidos fuera de sus propios países.

En el campo social, Marius Gonin y Adiodat Boissard fundaron las semaines sociales [semanas sociales] (1904), conferencias anuales para estimular el interés en la doctrina social católica.

Las décadas de 1890 y 1900 también vieron los comienzos del renacimiento literario católico del siglo XX. Péguy estaba en plena carrera y aparecían los primeros libros de Claudel. También Léon Bloy ya estaba ejerciendo influencia. Les seguirían Mauriac y Bernanos una o dos décadas más tarde. Tampoco hay ningún signo de que la condena del modernismo frenara el flujo de destacados literatos conversos a la Iglesia1.

Luego vino la Primera Guerra Mundial, al término de la cual la Iglesia, como todos los demás, se encontró en un mundo nuevo.

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