¿Por qué fracasó el liberalismo?

Tapa del libro

El éxito del liberalismo causa su propia autodestrucción.

Daniel Iglesias Grèzes

Este artículo es una breve reseña del libro: Patrick J. Deneen, Why Liberalism Failed? [¿Por qué fracasó el liberalismo?], Yale University Press, New Haven y Londres, 2018.

Patrick Deneen es un filósofo católico estadounidense, profesor de ciencia política en la Universidad de Notre Dame, una de las principales universidades católicas de los Estados Unidos (EEUU). Deneen integra una corriente de pensamiento político llamada “postliberalismo”, que está cobrando bastante fuerza en la actualidad. Otros escritores estadounidenses de esa corriente son Sohrab Ahmari (convertido al catolicismo en 2019), Rod Dreher (ex católico, hoy ortodoxo) y Adrian Vermeule (católico). Entre los políticos afines al postliberalismo, el principal es J. D. Vance, Vicepresidente electo de los EEUU, también convertido al catolicismo en 2019.

El libro en cuestión, escrito básicamente antes del triunfo del Brexit y de la elección de Donald Trump como Presidente de los EEUU en 2016, tuvo un gran impacto en Norteamérica y fue elogiado por muchos como un aporte profundo e importante para entender la actual crisis política en Occidente. Algunos de los que han elogiado el libro discrepan de las principales tesis del autor, considerándolas demasiado radicales. A diferencia de la mayoría de los conservadores actuales, que pretenden librar las actuales “guerras culturales” sin salirse de la órbita del liberalismo, Deneen señala a éste como la raíz de los principales males políticos actuales. En otras palabras, a los verdaderos conservadores no les basta luchar contra Gramsci y la Escuela de Fráncfort: si quieren ser coherentes, tienen que rechazar también muchas de las premisas de Hobbes, Locke, Smith, Mill y los demás liberales clásicos, incluyendo a los Padres Fundadores de los EEUU.

Deneen sostiene que el liberalismo redefinió el concepto de “libertad” de modo que su significado actual es casi el contrario del que tenía en la antigüedad grecorromana y la Cristiandad medieval. Para éstas la libertad era el autodominio alcanzado mediante un arduo ejercicio de autodisciplina, a fin de someter la fuerza de los apetitos y las pasiones y adquirir las virtudes morales. Según esa visión, que sigue siendo la visión cristiana, la verdadera libertad del hombre es su acción conforme a su propia naturaleza de animal racional, espiritual, social y político. En cambio, para el liberalismo la libertad es esencialmente la ausencia de restricciones externas que impidan al ser humano realizar sus deseos, cualesquiera que sean (salvo los casos de daño directo y demostrable a otros). Este cambio del concepto de libertad fue acompañado por un cambio en la visión de la ciencia, que no es concebida ya como una búsqueda racional y sistemática de la verdad, sino como un esfuerzo para someter la Naturaleza, a fin de que el ser humano pueda hacer su voluntad en el mayor grado posible. De hecho, Thomas Hobbes, el pensador que, sin ser propiamente liberal, sentó las bases del liberalismo, fue secretario de Francis Bacon, el primer filósofo que expresó la visión de la ciencia como guerra contra la Naturaleza, típica de la modernidad.

La nueva visión de la libertad propia del liberalismo condujo a la adopción de criterios y conductas individualistas en los ámbitos religioso, económico, político, cultural, social y educativo. Deneen subraya que, a medida que el ideal liberal se fue cumpliendo progresivamente, se fueron debilitando cada vez más los vínculos que unían al individuo con su familia, su comunidad local, su gremio, su país, su iglesia, su cultura, sus tradiciones, etc. Esto debilitó cada vez más a los individuos, de modo que la consecuencia inexorable del liberalismo, pese al anti-estatismo teórico de los liberales de derecha, ha sido el crecimiento gradual del poder del Estado, llamado a resolver los problemas causados por la debilidad creciente de los individuos progresivamente desvinculados.

Deneen distingue dos etapas principales en la historia del liberalismo, que se corresponden con las dos tendencias principales del liberalismo actual. En los siglos XVII y XVIII y la primera mitad del siglo XIX floreció el liberalismo clásico ya descrito, que se corresponde con el actual liberalismo conservador o libertarianismo. Y a partir de la segunda mitad del siglo XIX surgió el liberalismo progresista o moderno, que se corresponde con el progresismo actual. Éste agregó al liberalismo la idea en boga de la evolución, de tal modo que hoy la revolución liberal no busca sólo liberar al hombre de sus obligaciones no elegidas en el terreno de las normas religiosas o morales y las costumbres sociales, sino incluso de las provenientes de su propia naturaleza, concebida ahora como sujeta a cambio. Por eso el liberalismo progresista insiste hoy en la “liberación” del hombre en el terreno de la sexualidad: “derechos sexuales” que incluyen las distintas orientaciones sexuales, “derechos reproductivos” que son en realidad antirreproductivos (anticoncepción, esterilización, aborto), etc. Se pretende incluso “liberar” al ser humano de su propio sexo (transgenerismo); y ya se escuchan las voces de quienes quieren liberarlo de su propia especie (transhumanismo).

Deneen sostiene que el liberalismo no fracasó por no haber sido implementado de forma plena y coherente sino, al contrario, precisamente porque fue implementado de forma cada vez más plena y coherente. Al estar basado en una antropología falsa, el liberalismo es auto-contradictorio y por ende insostenible. Por eso hoy tantas personas tienden a sentirse defraudadas por la democracia liberal. Pese a los enormes avances de la ciencia y al gran desarrollo económico que ha generado, el liberalismo no ha cumplido sus promesas: hoy no nos sentimos cada vez más libres, sino cada vez más impotentes frente al poder enorme y creciente del Estado liberal y de las grandes empresas, especialmente las tecnológicas. Nos hemos liberado de la vieja aristocracia para caer en las manos de una nueva aristocracia tecnocrática y una nueva oligarquía. (CONTINUARÁ).

12 comentarios

  
APM
Una pregunta.

Según tengo entendido, una de las máximas del liberalismo es la disminución del Estado y su intervencionismo. Es lo que, por ejemplo Milei, con todos sus detractores mundiales, ha estado "predicando".

¿Podemos considerar que el mundo es liberal si precisamente rechaza el liberalismo de Milei? ¿O Milei defiende otra cosa y yo estoy confundido?

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DIG: Milei propone una forma de liberalismo clásico y éste, pese a su antiestatismo teórico, conduce en la práctica al estatismo. El liberalismo afirma falsamente que no propone una antropología sino que toma en cuenta cómo los hombres son realmente. Pero no es así: se basa en una antropología errónea (individualista) y su concepción individualista del mercado y del Estado alienta un accionar cada vez más individualista en lo económico y lo político. Así, por ejemplo, se vuelve imprescindible que el Estado asuma funciones de seguridad social que antes eran desempeñadas por las familias, las comunidades locales o las iglesias. Y lo mismo pasa en muchos otros órdenes. Si cada uno se ocupa sólo de "sus asuntos", el Estado tiene que crecer para ocuparse del "interés general".

Esto no quita que pueda ser conveniente una alianza provisional y limitada entre cristianos y liberales conservadores contra el mal mayor del liberalismo progresista. Pero no tenemos que autoengañarnos. Las visiones y los objetivos de fondo son muy distintos.
03/01/25 10:47 AM
  
P. Miguel
Mientras la Iglesia, alma del mundo, siga enferma por causa del concilio liberal, el liberalismo suicida, lejos de fracasar, seguirá imperando en el mundo.
Pero sobre la contaminación liberal de la doctrina católica no se dice ni una palabra en este artículo.

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DIG: Niego que el Concilio Vaticano II haya sido liberal, lo cual no implica negar que el liberalismo se haya infiltrado mucho en la Iglesia en forma de modernismo. Pero ése es otro tema.
03/01/25 11:16 AM
  
punto 83 ( el resto me lo censuran)
(CONTINUARÁ).

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Esperando 2ª estrega !
03/01/25 2:55 PM
  
P. Miguel
Estimado Daniel: ¿la definición del "derecho a la libertad religiosa" en el decreto "Dignitatis humanae" no es liberal? Por dar un solo ejemplo del liberalismo del Vaticano II.

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DIG: No, no lo es. Lo más que usted podría decir es: "no entiendo cómo se compagina esa doctrina con la doctrina tradicional", pero como católico no tiene derecho a rechazar un concilio ecuménico aprobado por el Papa (por muchos Papas, en realidad). Además, insisto en que está fuera de tema.
03/01/25 3:02 PM
  
P. Miguel
Estimado Daniel, creo que usted haría bien en reflexionar sobre estas palabras de Chesterton: “cuando los católicos entramos en una iglesia nos quitamos el sombrero, no la cabeza”.

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DIG: Gracias. Lo tengo muy presente. Soy muy racional, pero no racionalista. A usted le aconsejo humildemente que relea la parte final de la Profesión de Fe.
03/01/25 9:15 PM
  
Jorge
Estimado Daniel

Una pregunta, ¿por qué incluye a los Padres Fundadores de los EEUU dentro del grupo (del liberal Locke por ejemplo) al cual los conservadores deben de rechazar?

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DIG: No he dicho que haya que rechazar totalmente a Locke, ni a los Padres Fundadores de EEUU, sino que debemos rechazar algunas de sus premisas liberales. La democracia liberal tiene muchas cosas buenas, pero se basa en algunos principios gravemente erróneos que es necesario rechazar para sanarlas.
03/01/25 9:29 PM
  
punto 83 y 1345 del Catecis fulmina a los filolefebristas
Por eso el liberalismo progresista insiste hoy en la “liberación” del hombre en el terreno de la sexualidad: “derechos sexuales” que incluyen las distintas orientaciones sexuales, “derechos reproductivos” que son en realidad antirreproductivos (anticoncepción, esterilización, aborto), etc

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pinches liberales!
04/01/25 2:08 AM
  
Masivo
Estaria bien saber si el libro acoge el concepto de "liberalism" en el sentido anglosajón actual o en el sentido clásico.

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DIG: Deneen se refiere tanto al liberalismo clásico como al liberalismo derno o progresista, que es el que hoy suele llamarse liberalismo en Norteamérica.

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Yo dudo mucho que los supuestos antiliberales del GOP lo sean respecto del liberalismo clásico y sobre todo respeto del liberalismo de Franklin, Jefferson, Lincoln, etc.

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DIG: Los partidarios del postliberalismo son aún relativamente pocos pero muy influyentes en los EEUU. Se trata de una corriente que está tomando fuerza sobre todo en el ámbito de la cultura y desde allí está permeando poco a poco hacia la política. Como dijo Andrew Breitbart, "la política está aguas abajo de la cultura". Pero en Hungría, por ejemplo, el postliberalismo es la doctrina política del gobierno actual.

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En el liberalismo clásico de USA además es esencial el concepto de libertad religiosa tal y como lo entendían los protestantes recusantes ingleses, los presbiterianos escoceses etc, y que sigue muy vivo en la política norteamericana. Los Estados Unidos surgen en buena medida como oposición al confesionalismo estatal.

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DIG: En realidad la Constitución de los EEUU fue una especie de compromiso entre un grupo pequeño pero muy influyente de racionalistas, deístas o masones y un grupo mucho más representativo de cristianos protestantes de distintas denominaciones. Mediante ese compromiso, se estableció la primera república oficialmente no religiosa, pero extraoficialmente cristiana, sin denominación adicional. Andando el tiempo, la letra prevaleció cada vez más sobre el espíritu y la aconfesionalidad de los EEUU se aproximó cada vez más al modelo de laicismo militante de Francia.
04/01/25 11:08 AM
  
P. Miguel
“Me adhiero, además, con religioso obsequio de voluntad y entendimiento a las doctrinas enunciadas por el Romano Pontífice o por el Colegio de los Obispos cuando ejercen el Magisterio auténtico, aunque no tengan la intención de proclamarlas con un acto definitivo” (de la profesión de fe).
Pero sucede que el Vaticano II no es magisterio auténtico ni otra clase de verdadero magisterio de la Iglesia, porque está en contradicción con el magisterio anterior. Ante la evidencia, sostener esto y luchar por la restauración de la Iglesia es mejor que enterrar la cabeza como el avestruz, haciéndose, por omisión, cómplice de los liberales.

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DIG: El Magisterio auténtico no puede contradecir ninguna doctrina católica irreformable anterior pero sí puede contradecir una doctrina católica reformable anterior. De lo contrario ésta no sería reformable sino irreformable. Sostengo que el Concilio Vaticano II no contradice ninguna doctrina católica irreformable anterior, pero repito por última vez que este asunto está fuera de tema aquí. He discutido muchas veces sobre el Vaticano II en este blog y no quiero volver a hacerlo ahora.

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Y una pregunta, estimado Daniel: ¿Por qué usted considera que ha fracasado el liberalismo, siendo que está presente en todos los rincones del planeta?

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DIG: Ésa es una pregunta excelente, que yo debería tratar de responder más claramente en la continuación de la reseña del libro de Deneen. Adelanto, siguiendo a Deneen, que el liberalismo fracasó porque prometió hacernos más libres y sin embargo hoy nuestras libertades retroceden cada día más. A esto yo le agregaría que el liberalismo progresista nos promete igualdad y sin embargo la desigualdad es cada vez mayor. Estos dos factores, sumados a la creciente falta de fraternidad en pueblos que se convierten cada vez más en masas de individuos con pocos vínculos entre sí, explican el gran y creciente malestar con la democracia liberal, que se ha manifestado con mayor fuerza en los siete años transcurridos desde la publicación del libro en cuestión.
04/01/25 11:40 AM
  
Carsten
Excelente.
Parvus error in principio magnus est in fine.
Aunque en este caso, el error in principio también es magnus.
04/01/25 3:34 PM
  
Urbel
Contra el liberalismo, la tradicional doctrina católica de la tolerancia (que no de un pretendido derecho natural a la libertad religiosa):

“Si bien la Iglesia juzga ilícito que las diversas clases de culto divino gocen del mismo derecho que tiene la religión verdadera, no por esto, sin embargo, condena a los gobernantes que para conseguir un bien importante o para evitar un grave mal toleran pacientemente en la práctica la existencia de dichos cultos en el Estado”.

León XIII, encíclica Immortale Dei (1885).

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DIG: No entraré a discutir esto aquí, porque está fuera de tema. Sólo diré que según la doctrina cristiana es esencial que el acto de fe sea libre, por lo que hay un derecho natural a la libertad de coacción injusta del Estado en materia religiosa.
05/01/25 9:02 AM
  
Masivo
Es complicado llamar postliberal al gobierno actual húngaro.

Sería más bien preliberal, inspirándose en las formas de gobierno autoritario de la Hungría del almirante Horthy con el añadido de lo que se llama ahora "crony capitalism", y de una curiosa moral pública que por una parte pretende fomentar la natalidad y por otra permite que la industria pornográfica local sea de las mayores de Europa.
05/01/25 2:20 PM

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