Cienciocracia
¿Estamos tendiendo a un gobierno de los científicos?
La palabra “cienciocracia” no está en el Diccionario de la Real Academia Española, pero por su etimología se la podría definir como “gobierno de los científicos”. La palabra inglesa correspondiente (scientocracy) es definida por Wikipedia de un modo aparentemente inocuo: “la práctica de basar las políticas públicas en la ciencia”. Wiktionary da esa misma definición y, para tranquilidad de los demócratas, añade: “Un gobierno del pueblo, pero informado por los científicos”.
Soy ingeniero y aprecio como el que más los verdaderos logros y beneficios de la ciencia y de la técnica. Sin embargo, el “pero” de Wiktionary me parece preocupante. Temo que el concepto de cienciocracia encierre aspectos nocivos. Según cómo funcione la influencia de los científicos en el gobierno, la cienciocracia puede tender a un auténtico gobierno de los científicos, que sería malo, porque ni la teoría ni la práctica del gobierno forman parte del área de competencia de los científicos.
La cienciocracia tiene sus raíces en la Ilustración racionalista y su fe pseudo-religiosa en el Progreso. En los últimos 200 años hemos visto muchos frutos malos de ese árbol: el marxismo (o “socialismo científico”), el nazismo (fruto del “racismo científico” del siglo XIX), la eugenesia (ideología perversa apoyada en 1890-1940 por buena parte del establishment científico), las bombas atómicas que destruyeron Hiroshima y Nagasaki en 1945, etc. Hoy las aberraciones cometidas o proyectadas en el ámbito de la biotecnología son innumerables; y los avances de la inteligencia artificial ofrecen a los gobiernos autoritarios posibilidades cada vez mayores para controlar a las poblaciones sometidas a ellos.
El problema principal de la noción de “políticas públicas basadas en la ciencia” es que “la ciencia” es una abstracción. Lo que existe en concreto son los científicos, cada uno de ellos más o menos experto en una o más ciencias particulares, con ideas a veces contrarias entre sí. En general, el pueblo no tiene ninguna garantía absoluta de que una política pública que se le presenta como basada en la ciencia sea correcta. Por ejemplo: nadie (ni siquiera los indigenistas radicales) quiere volver a la Edad de Piedra, pero las políticas públicas apoyadas por ecologistas radicales podrían hacernos involucionar hasta allí.
Conviene desechar el mito de que todos los científicos están guiados exclusiva o principalmente por una búsqueda desinteresada de la verdad científica. También los científicos sufren la tentación de sucumbir al deseo desordenado de fama, poder o dinero. Esto explica la actual proliferación de plagios, fraudes, robos de propiedad intelectual y pensamiento grupal acrítico en el ámbito científico. Dicho en el lenguaje cristiano: el pecado original afecta también a los científicos.
Por supuesto los científicos son falibles como el resto de la humanidad. En Estados Unidos se venden remeras que dicen In Fauci we trust (En Fauci confiamos), parafraseando el lema nacional In God we trust (En Dios confiamos). El Dr. Fauci fue de facto el oráculo de la ciencia y el “zar del COVID-19” en su país, pese a que hasta febrero de 2020 minimizó el riesgo de esa enfermedad, se pronunció en contra del uso de mascarillas y del cierre de los vuelos internacionales, etc.; posiciones que luego revirtió.
Además, los científicos no son representativos de la población general: entre ellos abundan más los progresistas, los ateos y los materialistas. Los científicos son más proclives que el resto de la gente a adoptar la ideología cientificista. Ésta consiste en el error de afirmar que sólo el conocimiento científico es verdadero conocimiento. El cientificismo es autocontradictorio, porque ninguna ciencia prueba ni puede probar que sólo el conocimiento científico es verdadero conocimiento1. El cientificismo no es ciencia, sino mala filosofía.
En el terreno de la ética, el cientificismo generalmente va unido a varios errores graves: a) el utilitarismo (creer que, por definición, lo bueno es lo útil); b) creer que todo lo técnicamente posible es moralmente lícito; c) creer que todo lo estadísticamente frecuente es natural o bueno; d) atribuir todo comportamiento criminal a una enfermedad psíquica, anulando la idea de justicia retributiva.
En cuanto a esto último conviene que nos preguntemos lo siguiente: si se trata a todos los criminales como enfermos, ¿cuánto falta para que se trate a todos los enfermos como criminales? ¡Atención, fumadores, gordos, depresivos, enfermos graves que no quieren la eutanasia, etc.! ¡Y atención, creyentes! No en vano Sigmund Freud, uno de los padres del “ateísmo científico", consideró a la religión como una neurosis obsesiva colectiva.
Guardémonos de las pseudo-ciencias, de la ciencia sin conciencia y de una posible dictadura de científicos ansiosos de controlar todo lo que hacemos o no hacemos, lo que comemos2 y bebemos, cómo educamos a nuestros hijos, etc. Cultivemos el espíritu crítico y defendamos todas nuestras libertades, y muy especialmente la libertad de expresión sobre temas científicos.
Daniel Iglesias Grèzes
1) El principio cientificista de la “sola ciencia” es el mismo tipo de falacia lógica que el principio luterano de la “sola Escritura”: la Biblia no dice en ningún lugar que ella es la única autoridad en materia religiosa. Es más, en varios lugares dice lo contrario (por ejemplo: Mateo 7,29).
2) No pocos quieren que comamos insectos en vez de carne.
Te invito a descargar gratis, leer y difundir mi libro sobre el catastrofismo climático: Daniel Iglesias Grèzes, ¿Crisis climática? Un análisis científico y ético
8 comentarios
Chequeo de la salud del planeta
Igual que hay unos parámetros para verificar el estado de salud de una persona (presión arterial, colesterol, glucosa etc. etc), se han determinado unos parámetros similares para Tierra, y ya ha salido el informe "planetary health check 2024".
Lo puede encontrar y descargar en: www.planetaryhealthcheck.org
La ciencia no es lo único que aporta conocimiento pero sí lo único que aporta un tipo de conocimiento objetivo y empírico que puede ser compartido.
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DIG: Hay conocimientos que no son empíricos pero son objetivos y pueden ser compartidos. Su suposición contraria se llama propiamente cientificismo.
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Por la especulación filosófica yo puedo llegar a conocer que existe el alma humana, pero no podré demostrarlo de forma objetiva y empírica para el resto. Será siempre mi opinión.
Pero si yo uso un microscopio y descubro la existencia de las bacterias, cualquier otra persona puede usar el mismo método y llegar al mismo conocimiento. No es una opinión subjetiva.
Por supuesto hay que recordar siempre que ciencia no es todo lo que sale de la boca de un científico, que como humanos se pueden equivocar cuando dan una opinión sin fundamento.
Ciencia es lo que sigue el método científico
Por ejemplo cuando dicen que tal o cual premio Nobel de física no cree en el cambio climático, pero resulta que ese hombre es experto en física cuántica y no en clima, por lo que seguir opinión es como si alguien está enfermo del corazón y en lugar de seguir a un cardiólogo hace caso a un dentista porque es muy prestigioso en su rama.
La meteorología es una ciencia muy seria, es una rama de la física y merece respeto.
No hace falta un gobierno de científicos pero sí que los gobiernos hagan caso de los científicos.
Cuando se advierte un cambio climático y se hacen predicciones que se cumplen como sequías e inundaciones, no vale decir que eso ya pasaba antes, especialmente cuando se sabe que nadie afirma que de golpe el cambio climático sea responsable de sequías e inundaciones, sino de agravarlas.
Lo que sean meras hipótesis se pueden discutir, lo que no es honesto intelectualmente en usar falacias y argumentos tramposos en un debate sobre cuestiones científicas, ni mucho menos empecinarse en negar lo que ya está demostrado y va más allá de la hipótesis.
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DIG: No es el caso de la supuesta crisis climática.
Señor conde, debéis saber que es mentira sencilla cuando uno dice a otro: «Don Fulano, yo haré tal cosa por vos», sabiendo que es falso. Mentira doble es cuando una persona hace solemnes promesas y juramentos, otorga garantías, autoriza a otros para que negocien por él y, mientras va dando tales certezas, va pensando la manera de cometer su engaño. Mas la mentira triple, muy dañina, es la del que miente y engaña diciendo la verdad.
Cierto, la ciencia verdadera puede ser peligrosa cuando es usada por hombres malos, pero es todavía peor cuando se usa en mentiras triples, cuando se usa la palabra "científico" para justificar lo injustificable.
También dice que los científicos no reflejan la mayoría social porque en ellos hay mayor porcentaje de progresistas, materialistas, ateos etc. En este caso hay dos objeciones: la primera, que eso dependerá de la sociedad de que de trate. En algunos países la mayoria social puede ser así, materialista, agnóstica o atea etc. En Estonia o en la República Checa, si no recuerdo mal, los no creyentes son mayoría, pero no parece que los científicos copen allí los cargos públicos. La segunda objeción es que tampoco está claro que la mayoría de científicos se incluyan en alguna de esas categorías.
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DIG: Los conocimientos de la filosofía y la teología, por ejemplo.
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¿Por qué la crisis climática es "supuesta"?
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DIG: Por las razones expuestas en la segunda parte del libro que estoy reproduciendo aquí. No nos adelantemos.
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En España, hemos tenido en Cataluña la peor sequía desde que hay registros. Eso no es una suposición sino un hecho.
En Valencia hemos tenido la peor DANA o "gotafria" de la historia, con 211 muertos por las inundaciones (de momento porque desgraciadamente todavía hay muchos desaparecidos).
El año pasado el ciclón Daniel mató a 2300 personas en Libia.
En Grecia en el 2023 por los incendios forestales fallecieron 28 personas.
Tampoco son suposiciones sino hechos.
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DIG: Son hechos que no demuestran la tesis de la existencia de una crisis climática global causada por el hombre. Por ejemplo, la mayoría de las muertes de Libia a raíz del ciclón Daniel se debieron a las fallas de varias represas mal mantenidas. Hay culpas humanas allí, pero son muy distintas a las que tú sugieres. La tragedia se debió principalmente a la anterior destrucción de Libia por parte de la OTAN, instigada por Hillary Clinton y dispuesta por Barack Obama.
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Es un hecho que el clima está cambiando y la zona mediterránea es la que más está sufriendo.
Es un hecho que las temperaturas medias aumentan, que los veranos son más largos, que las aguas son más cálidas, que las sequías e incendios forestales son cada vez peores y más frecuentes, y que las pocas veces que llueve suele ser de forma torrencial.
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DIG: El IPCC no ha podido demostrar que hay una tendencia global hacia eventos climáticos más extremos (huracanes, tornados, sequías, inundaciones, etc.).
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Y no sirve decir que eso es un problema local, porque entonces se aplica lo de "Los árboles no dejan ver el bosque".
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