El eón oscuro

El transhumanismo y la guerra contra la humanidad

Daniel Iglesias Grèzes

Esta nota es una breve reseña de un libro de Joe Allen¹: Dark Aeon: Transhumanism and the War against Humanity, War Room Books, Skyhorse Publishing, New York 2023.

El título de este libro se refiere a Sofía, uno de los eones (emanaciones del Dios incognoscible) del mito gnóstico. Sofía, caída trágicamente en la oscuridad, habría engendrado al Demiurgo, ser ignorante y egocéntrico, creador del defectuoso mundo material.

El eón oscuro analiza la revolución tecnológica en curso, que Klaus Schwab llama “la cuarta revolución industrial”, definida como “la convergencia de los mundos físico, digital y biológico”, incluyendo “la fusión de nuestras identidades física, digital y biológica².” Dicha revolución amenaza remplazar todo trabajo manual por medio de robots y todo trabajo intelectual por medio de sistemas de inteligencia artificial, convirtiendo a casi todos los seres humanos en desempleados que tendrían que ser mantenidos por un sistema de ingreso universal básico. Gran parte del impulso de esa revolución proviene de la ideología transhumanista, que en última instancia aspira a trascender la humanidad creando algo así como “dioses digitales” a cargo de un futuro posthumano.

El autor muestra detalladamente algo que puede ser difícil de ver desde mi rincón de la periferia sudamericana: muchos miembros de las élites más influyentes de los países desarrollados están poseídos por el afán de alcanzar la inmortalidad por medios tecnológicos. Ilustraré este punto con una cita: “‘Creo que hay una buena probabilidad de que mi generación’, dijo Jared Kushner [yerno de Donald Trump] el año pasado [2022], ‘–gracias a los avances de la ciencia– sea la primera generación que viva para siempre o la última que va a morir.’ ¿Un escenario más probable? Ésta es la primera generación en fusionarse con las máquinas y la última que lo lamentará. Kushner no está solo, sin embargo. A la fecha está bien establecido que muchas de nuestras crédulas élites, desde Silicon Valley hasta el Foro Económico Mundial, han sido atrapadas por una tecno-religión. Sus sacerdotes con hábito FitBit³ son científicos y futuristas que impulsan terapias genéticas radicales, interfaces cerebro-computadora y varios aparatos para registrar la vida⁴.”

El eón oscuro tiene tres partes. La Parte 1 (Vendiendo lo “inevitable”) trata sobre la Singularidad, un punto de inflexión en la evolución de la especie humana que los transhumanistas esperan alcanzar mediante el desarrollo de la Inteligencia Artificial General. Ésta, a diferencia de los sistemas de inteligencia artificial existentes, sería supuestamente superior a la inteligencia humana en todos los ámbitos de la vida, no sólo en tareas bien delimitadas como resolver ecuaciones o jugar al ajedrez.

En la Parte 2 (El pentagrama del poder) Allen se ríe de muchas “teorías de conspiración” descabelladas y analiza críticamente distintos aspectos de la tecnocracia naciente, de sus raíces históricas y de su significado espiritual.

La Parte 3 (Una inversión reflejada) es quizás la más interesante. Contiene cinco capítulos (9-13). En el Capítulo 9 Allen describe su itinerario de acercamiento al cristianismo y presenta varios elementos de la religión cristiana, deteniéndose especialmente en las visiones del Apocalipsis. El Capítulo 10 plantea una analogía entre el transhumanismo y la antigua gnosis. Como la gnosis, el transhumanismo desprecia nuestra dimensión biológica, sometida a la enfermedad, el hambre, el envejecimiento y la muerte; empero, a diferencia del dualismo gnóstico, el transhumanismo no contrapone a nuestro cuerpo material el espíritu, sino la tecnología que permitirá mejorar el cuerpo y supuestamente trascenderlo. El Capítulo 11 presenta distintos escenarios de guerra entre las máquinas y los hombres pronosticados por pensadores transhumanistas. Generalmente esos escenarios culminan en el total sometimiento o exterminio de la humanidad, para horror de algunos transhumanistas e indiferencia de otros, a quienes no les aflige la idea de que los hombres desaparezcan, superados por sus creaciones digitales. El Capítulo 12 examina las perspectivas que se abren para los descontentos con la revolución tecnológica en curso. Éstos pueden recurrir al aislamiento (convirtiéndose en grupos de control del actual experimento social) o a la rebelión ludita⁵. En el Capítulo 13 Allen, basándose en la teoría de Karl Jaspers sobre la Era Axial (el primer milenio antes de Cristo), sostiene que estamos viviendo una transformación espiritual similar a la de esa era pero de signo contrario, con la tecnología como medio de trascendencia.

En el Apéndice, Allen presenta un plan de 55 puntos para seguir siendo humano, agrupando sus consejos en cinco apartados: elección personal, normas comunitarias, políticas institucionales, acción legislativa y orientación espiritual.

Un libro muy oportuno y serio, y a la vez disfrutable por la inteligencia chispeante y el lenguaje pintoresco del autor; recomendable para los que quieran conocer el loco y poderoso mundo del transhumanismo⁶, sus distintas corrientes (tecnohumanismo, dataísmo, aceleracionismo, etc.) y muchos planes ambiciosos de grandes compañías tecnológicas y biotecnológicas.

1) Joe Allen, con formación en ciencia, tecnología y religión, es el editor de transhumanismo del WarRoom de Steve Bannon. Muchos de sus escritos están disponibles en: https://joebot.substack.com/

2) Joe Allen, Dark Aeon, pp. 4-5.

3) Una marca de pulseras que registra y mide los pasos, la distancia recorrida, la frecuencia cardíaca, las calorías quemadas y otras variables de los usuarios.

4) Joe Allen, Dark Aeon, p. 306.

5) Los luditas fueron artesanos ingleses de principios del siglo XIX que se opusieron a las máquinas que reemplazaron su trabajo manual.

6) Por ejemplo, ¿sabías que Elon Musk cree que el universo es una simulación de computadora (o sea, un juego)?

Te invito a descargar gratis, leer y difundir mis libros de este año (los cinco marcados con la palabra NUEVO)