Consideraciones sobre el problema sinóptico (1)
Los Evangelios de Mateo, Marcos y Lucas son tan similares entre sí que pueden ponerse fácilmente en tres columnas paralelas para obtener una sinopsis o visión de conjunto. De ahí que se les llame Evangelios sinópticos. El célebre “problema sinóptico” es el problema planteado por las semejanzas y diferencias entre los tres Evangelios sinópticos. Se puede dividir el problema sinóptico en dos cuestiones principales: la cuestión del orden de composición de los Evangelios sinópticos y la cuestión de la dependencia o independencia entre los Evangelios sinópticos.
Consideremos primero la cuestión del orden de composición. Si descartamos las posibles formas de simultaneidad, ya que ésta nunca podría ser absoluta o estricta, básicamente hay seis soluciones posibles a esta cuestión: Mateo-Marcos-Lucas, Mateo-Lucas-Marcos, Marcos-Mateo-Lucas, Marcos-Lucas-Mateo, Lucas-Mateo-Marcos y Lucas-Marcos-Mateo. Conviene dividir esta compleja cuestión en otras dos: ¿Cuál fue el primer Evangelio sinóptico en ser escrito? ¿Y cuál fue el segundo?
Consideremos ante todo la primera de esas dos cuestiones. Obviamente las soluciones posibles son tres: prioridad de Mateo, prioridad de Marcos y prioridad de Lucas. Las tres teorías han tenido defensores.
La teoría de la prioridad de Marcos, que se formó en el siglo XIX a partir del estudio histórico-crítico de los Evangelios, es sostenida hoy por la gran mayoría de los biblistas. Sin embargo, en mi humilde opinión, sus fundamentos son débiles, y se reducen principalmente a la suposición de que el Evangelio de Marcos ha de ser anterior a los otros Evangelios porque es el más breve y el menos elaborado, tanto desde el punto de vista literario como desde el punto de vista teológico. Dios mediante, analizaré la teoría de la prioridad de Marcos en un próximo artículo.
La teoría de la prioridad de Lucas es muy minoritaria y puede ser descartada, no sólo porque los argumentos a su favor son más débiles que los que sustentan a las otras dos teorías, sino también porque Lucas, en el prólogo de su obra, afirma explícitamente que su Evangelio no es el primero: “Puesto que muchos han intentado narrar ordenadamente las cosas que se han verificado entre nosotros, tal como nos las han transmitido los que desde el principio fueron testigos oculares y servidores de la Palabra, he decidido yo también, después de haber investigado diligentemente todo desde los orígenes, escribírtelo por su orden, ilustre Teófilo, para que conozcas la solidez de las enseñanzas que has recibido.” (Lucas 1,1-4). Es decir que hubo “muchos” (al menos dos o tres) Evangelios anteriores a Lucas. Sería muy raro que entre esos Evangelios anteriores no hubiera ningún Evangelio canónico.
La teoría de la prioridad de Mateo, que es la tradicional en la Iglesia, está basada principalmente en tres razones muy fuertes:
a) es la más probable intrínsecamente; o sea, es la más lógica en función de la historia de la Iglesia primitiva;
b) es la sostenida por los historiadores cristianos más antiguos;
c) según lo demostrado por Carsten P. Thiede en 1994, los manuscritos cristianos más antiguos conocidos (los Papiros Magdalen y Barcelona) son fragmentos del Evangelio de Mateo que han sido datados como de mediados del siglo I; y si estos manuscritos (que son copias), son más o menos del año 50, el Evangelio de Mateo podría haber sido escrito muy tempranamente, en torno al año 40 o 45. Así sería casi con certeza el primer Evangelio, cronológicamente.
El Nuevo Testamento (y muy especialmente los Hechos de los Apóstoles, que es una historia de la Iglesia primitiva) establece muy claramente que la Iglesia de Cristo nació en Jerusalén y desde Jerusalén se extendió primero a toda la Tierra Santa ("Judea y Samaria") y luego “hasta los confines de la tierra"; principal, pero no exclusivamente, hasta las distintas provincias del Imperio romano (cf. Hechos 1,8). Como veremos, las fuentes cristianas más antiguas conocidas que tratan este tema coinciden en que San Mateo, uno de los doce Apóstoles, escribió en hebreo un Evangelio para los hebreos. No dicen nada semejante de los otros tres Evangelios. Por lo tanto, dado el origen judío de la Iglesia, es muy lógico que el Evangelio de Mateo haya sido el primero.
A continuación citaré seis textos sobre el origen del Evangelio de Mateo extraídos de la Historia Eclesiástica de Eusebio de Cesarea (265-339), uno de los primeros historiadores de la Iglesia. Ofrezco mi traducción al español de la Historia Eclesiástica de Eusebio, partiendo, no del texto original, sino de la versión en inglés de Alexander Roberts y James Donaldson (1885). Incluyo entre corchetes algunas breves aclaraciones o comentarios. Estos textos antiquísimos fundamentan firmemente la teoría de la prioridad de Mateo.
“Pero acerca de Mateo él [Papías] escribe lo siguiente: ‘Así pues Mateo escribió los oráculos [de Jesús] en la lengua hebrea, y cada uno los interpretó [o registró o tradujo, según otras traducciones] como pudo’.” (Eusebio de Cesarea, Historia Eclesiástica, libro 3, capítulo 39, párrafo 16). Papías (69-150) conoció al apóstol San Juan y fue obispo de Hierápolis.
“Panteno fue uno de éstos, y se dice que fue a la India. Se informa que entre las personas de allí que conocían a Cristo, él encontró el Evangelio según Mateo, que había anticipado su propia llegada. Porque Bartolomé, uno de los apóstoles, les había predicado, y les había dejado la escritura de Mateo en la lengua hebrea, que habían conservado hasta ese momento.” (Eusebio de Cesarea, Historia Eclesiástica, libro 5, capítulo 10, párrafo 3). San Panteno de Alejandría (+200) fue maestro de San Clemente de Alejandría y uno de los primeros directores de la escuela de Alejandría.
“Ya que al comienzo de esta obra prometimos dar, cuando fuere necesario, las palabras de los antiguos presbíteros y escritores de la Iglesia en las que han declarado aquellas tradiciones que les llegaron acerca de los libros canónicos, y ya que Ireneo fue uno de ellos, ahora daremos sus palabras y, en primer lugar, lo que dice de los santos Evangelios: ‘Mateo publicó su Evangelio entre los hebreos en su propio idioma, mientras Pedro y Pablo predicaban y fundaban la iglesia en Roma.’ (…) Él [Ireneo] dice estas cosas en el tercer libro de su obra antes mencionada [Contra las herejías].” (Eusebio de Cesarea, Historia Eclesiástica, libro 5, capítulo 8, párrafos 1-2 y 5). San Ireneo (140-202) fue obispo de Lyon y un gran adversario de la herejía gnóstica.
“Sin embargo, de todos los discípulos del Señor, sólo Mateo y Juan nos han dejado memoriales escritos, y ellos, dice la tradición, fueron llevados a escribir sólo bajo la presión de la necesidad. Porque Mateo, que había predicado primero a los hebreos, cuando estaba por ir a otros pueblos, puso por escrito su Evangelio en su lengua materna, y así compensó por la pérdida de su presencia a los que se vio obligado a dejar.” (Eusebio de Cesarea, Historia Eclesiástica, libro 3, capítulo 24, párrafos 5-6).
“De nuevo, en los mismos libros [Hypotyposes], Clemente da la tradición de los primeros presbíteros, en cuanto al orden de los Evangelios, de la siguiente manera: ‘Los Evangelios que contienen las genealogías’ [Mateo y Lucas], dice, ‘fueron escritos primero’.” (Eusebio de Cesarea, Historia Eclesiástica, libro 6, capítulo 14, párrafos 5-6). San Clemente de Alejandría (150-215) fue director de la escuela cristiana de Alejandría.
“En su primer libro sobre el Evangelio de Mateo, manteniendo el Canon de la Iglesia, [Orígenes] testifica que él conoce sólo cuatro Evangelios, escribiendo así: ‘De los cuatro Evangelios, que son los únicos indiscutibles en la Iglesia de Dios bajo el cielo, he sabido por tradición que el primero fue escrito por Mateo, quien fue una vez publicano, pero luego apóstol de Jesucristo, y fue preparado para los conversos del judaísmo y publicado en el idioma hebreo’.” (Eusebio de Cesarea, Historia Eclesiástica, libro 6, capítulo 25, párrafos 3-4). Orígenes (185-253) fue discípulo de Clemente y su sucesor como maestro principal en la misma escuela. (CONTINUARÁ).
Daniel Iglesias Grèzes
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8 comentarios
Tanto Mateo como Lucas parecen conocer el evangelio de Marcos, además de alguna otra fuente.
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DIG: La explicación más natural es que Mateo y Lucas no son independientes entre sí, como presupone (a mi juicio erróneamente) la hipótesis de las dos fuentes. O sea, razonando a partir de la tradición cristiana más antigua, porque Lucas conoció y utilizó el Evangelio de Mateo.
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DIG: Lucas no se deriva de Mateo. Depende de Mateo, lo que es diferente.
Lucas tiene un autor distinto, un estilo distinto, una estructura literaria distinta y unos énfasis teológicos distintos que Mateo, pero no es menos valioso y brillante que él.
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Yo me inclino a creer que es cierto que Lucas utilizó fuentes variadas, tal como él mismo dice y Mateo tiene en común con Lucas el evangelio de Marcos y algunos otros documentos o tradiciones orales, tanto si se les quiere llamar fuente Q como si no - que eso es lo de menos.
También podría tener sentido que Marcos se apoyara en una versión primitiva de Mateo, más reducida que el Mateo que conocemos, que se haya perdido, pero no tendría mucho sentido que mutilara tanto un evangelio de Mateo previo.
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DIG: La visión de que si Lucas hubiera conocido el Evangelio de Mateo sería culpable de haberlo mutilado, es errónea. Como dije antes, Lucas sigue otro plan, tan bueno como el de Mateo.
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Pero además la datación que hace Carsten de esos papiros no la aceptan la mayoría de los estudiosos.
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DIG: Tengo entendido que el trabajo de Thiede sobre el Papiro Magdalen (al igual que el de O'Callaghan sobre 7Q5) ha encontrado mucha más oposición entre los teólogos y exégetas que entre los papirólogos. La razón es que esos pequeños papiros destruyen muchos edificios teológicos y exegéticos mal fundados. Pero la ciencia competente en este caso es la papirología.
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En fin, el tema siempre es interesante así que leeré lo que dice en la segunda parte.
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DIG: Serás bienvenida.
No tiene lógica que conociendo Mateo completo lo redujera tanto
Pero sí hubiera un primer Mateo, tan reducido como Marcos, sí podría haber servido de modelo a Marcos.
Después se pudo añadir a Mateo el material que no tiene Marcos. Es decir habría dos estadios de Mateo. Algo así como le pasa a Juan q se escribió por etapas según dicen -aunque ahora no toca hablar de Juan.
Lucas no creo que dependiera de Mateo pero desde luego no tiene nada de "reducción". Que tuvieran planes distintos no creo que pueda afectar a la intención de Lucas de contar todo recurriendo a diversas fuentes, tal como él dice. No creo que mienta.
Pero desde luego existen varias teorías posibles y me formaré una opinión cuando me haya informado mejor.
Muchas gracias por la publicación de estos artículos.
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DIG: La existencia de dos versiones de Mateo, una más breve y otra más larga, es una pura especulación. No sé si alguien la ha defendido. Lo que las fuentes antiguas sí exigen es que haya habido primero un Mateo hebreo y después un Mateo griego, traducción del Mateo hebreo.
El argumento principal contra la independencia de Lucas respecto de Mateo y viceversa se basa en los alrededor de mil "acuerdos menores" de Mateo y Lucas contra Marcos y en varios "acuerdos mayores" de Mateo y Lucas contra Marcos.
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DIG: Para responder a las graves objeciones que suscita la teoría de las dos fuentes, sus partidarios la complican cada vez más, en vez de abandonarla y reconocer la prioridad de Mateo. Esto último sería dar el brazo a torcer frente a la tradición cristiana y no quieren hacer eso por nada del mundo...
Cómo se llama ese libro de Carsten al que citas?
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DIG: Carsten Peter Thiede y Matthew D'Ancona publicaron sobre este tema el libro Eyewitness to Jesus, luego republicado como The Jesus Papyrus. Creo que no está publicado en español.
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DIG: Sin duda la tradición oral desempeñó un rol muy importante en la Iglesia primitiva, sobre todo en los primeros años. Quizás la referencia de Efesios 4,11 a un ministerio que se traduce mal por "evangelizadores" (en griego dice "evangelistas") aluda a personas cuya función era recitar de memoria partes del Evangelio.
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