Los contratos de alquiler de vientre
Interrumpo momentáneamente mi serie de artículos sobre el Nuevo Testamento para compartir con ustedes un documento estremecedor: un análisis de los contratos de alquiler de vientre en India.
He aquí ese documento: http://centrodebioetica.org/2012/07/las-abusivas-clausulas-de-los-contratos-de-alquiler-de-vientre-en-india/
En un sobrio lenguaje jurídico, los comentaristas (argentinos) denuncian la aberrante explotación del ser humano realizada a través de este tipo de contratos.
La lectura de este texto me reafirma en mi convicción de que el negocio de la reproducción humana artificial tiende en última instancia a convertir al ser humano en un producto industrial más, comprable y vendible por catálogo.
Además, esta lectura me abrió los ojos sobre algunas posibles consecuencias muy negativas de los proyectos, aparentemente bienintencionados, de “adopción prenatal”.
Hermanos, reaccionemos, defendiendo por todos los medios lícitos la vida humana, el matrimonio y la familia, antes de que quedemos sumergidos en una pesadilla al estilo de la novela “Un mundo feliz” de Aldous Huxley.
Daniel Iglesias Grèzes
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7 comentarios
"Agacinski afirma que se pretende que las mujeres sirvan de hembras reproductoras porque se les remunera por ello. Dondequiera que se da esta práctica hay siempre un mercado, nunca es gratuito.”
Para Agacinski “esa no es una razón para agregar el embarazo, el parto y finalmente el niño a la lista de cosas que se pueden vender y comprar. En cuanto a las madres de alquiler en Estados Unidos, se trata sobre todo de mujeres de color, de non white. La pregunta que deben hacerse los países civilizados es si la concepción debería entrar en el ámbito de la industria y del mercado de trabajo. Si se responde que sí, mañana en Francia una mujer podrá preguntarse si le será posible alquilar su vientre para pagarse el piso o los estudios.”
Yo pienso, por el contrario, que la ley tiene un papel civilizador, y que debe excluir de los intercambios comerciales la sustancia del ser humano. Que las células o la sangre que se extraen, una vez transformadas en producto, tengan un cierto coste, e incluso un precio, es otra cuestión. Pero una persona no debe ser expuesta a que se la mutile o se sacrifiquen sus órganos y su vida íntima por un salario, cualquiera que éste sea. Es una forma de corrupción».
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DIG: Hay varios tipos de feminismos, muy distintos entre sí. Algunos son razonables y otros no. Por ejemplo, hay feminismos que desprecian la maternidad y consideran a las amas de casa como seres humanos subdesarrollados. Eso no es defender la dignidad de la mujer. Y hay feminismos radicales que no defienden a la mujer, sino que buscan la desaparición de la mujer y del hombre en una "sociedad sin clases de género" (análoga a la "sociedad sin clases" del marxismo clásico).
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DIG: ¿De dónde viene esa resignación fatalista? No tenemos por qué resignarnos a que en nuestro tiempo surjan nuevas formas de esclavitud. Podemos al menos protestar contra ellas y resistirlas. No es verdad que el ser humano esté determinado esencialmente por la voluntad de poder.
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DIG: Por más lamentable que sea la esterilidad de algunos matrimonios, eso no les da derecho a recurrir a medios aberrantes (como el alquiler de úteros) para tener hijos. No hay un derecho absoluto a tener hijos; es decir, no hay derecho a tener hijos de cualquier manera, o a cualquier costo. Al contrario, el hijo tiene derecho a nacer como resultado del acto conyugal de sus padres unidos en matrimonio. Ésa no es "mi doctrina", sino la doctrina católica, te guste o no.
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