Preguntas y respuestas sobre la fe cristiana (1) – La búsqueda de la verdad
Inauguro hoy una serie de artículos en la que he recopilado algunas cuestiones teológicas planteadas por un lector de Costa Rica (Eugenio Grant) y mis respuestas a esas cuestiones. Agradezco profundamente a Eugenio que haya aceptado compartir con otras personas las dudas e inquietudes religiosas planteadas por él hace ya varios años, con la esperanza de que nuestro diálogo pueda resultar iluminador y útil para quienes pasan por situaciones similares.
Pregunta:
Estoy haciendo un curso de introducción a la teología católica. Uno de los temas del curso (titulado “La búsqueda de la verdad”) me ha dejado muchas dudas. Me parece que la verdad última que todos buscamos es la existencia de Dios y que las consecuencias lógicas de esta verdad son sumamente importantes.
Sin embargo, el Profesor del curso (un sacerdote) dijo que eso es hacer “una lectura religiosa de la verdad”. Yo creo que eso llevaría a pensar que la “verdad” de los ateos es que Dios no existe, lo cual me parece un error (con esto no niego que los ateos puedan ser personas de buena voluntad). Si la verdad depende del tipo de lectura que se haga de ella o de la realidad, entonces se puede decir que la verdad es relativa y que cada uno tiene su verdad, lo cual no me parece muy católico.
Yo pienso que la verdad es una sola y que debe ser absoluta, independiente de lo que cada uno piense. Dios no existe o deja de existir porque creamos o no en Él, así como la Tierra no deja de ser redonda porque alguien crea que es plana.
Los ateos piensan que los seres humanos somos una especie de accidente cósmico destinado a existir brevemente y desaparecer, por lo cual muchos de ellos se inclinan a buscar el mayor placer o disfrute posible en esta vida. Por el contrario, el cristiano cree en la vida eterna, lo cual le hace ver todas las realidades de esta vida desde la perspectiva de la eternidad.
Si en definitiva la verdad no se puede conocer, ¿cómo saber qué actitud tomar ante la vida? ¿Será que la fe es una opción libre pero irracional, emotiva o sentimental? ¿Qué lleva entonces a muchos grandes intelectuales a creer en Dios?
Respuesta:
No sé qué habrá querido decir exactamente tu profesor de teología, pero sospecho que la expresión “lectura religiosa de la verdad” (o de la realidad) puede provenir de una tendencia relativista. En una palabra, “relativista” es quien sostiene que “En este mundo traidor, nada es verdad, ni mentira. Todo es según el color del cristal con que se mira.” (Ramón de Campoamor, Humoradas).
La filosofía es una ciencia que tiene cierto grado de autonomía respecto a la teología, pero la fe cristiana tiene consecuencias muy precisas en filosofía. Dicho de otro modo, hay filosofías incompatibles con la fe cristiana. Hoy el mayor enemigo de la fe cristiana es la filosofía relativista, que ha impregnado la mentalidad de no pocos cristianos. El relativismo (filosófico, moral, religioso o cultural) es la versión moderna del antiguo escepticismo. En definitiva, niega la capacidad de la razón humana para conocer la verdad.
La filosofía cristiana sólo puede ser realista. La filosofía realista sostiene que existe una realidad objetiva, independiente de mí y de ti y que tú y yo podemos conocer la verdad de lo real. La verdad es la correspondencia o adecuación entre el pensamiento y la realidad. Si mi pensamiento coincide con la realidad objetiva, es verdadero; si no, es falso. O sea, la verdad es absoluta o no es verdad. El realismo es la filosofía del sentido común de la humanidad. No hay que confundir verdad absoluta (universalmente válida) con verdad total. La mente humana no puede llegar a conocer la totalidad de la verdad, pero sí aspectos parciales de la realidad, verdades parciales, interrelacionadas entre sí en forma coherente, no contradictoria.
Esta estructura general se aplica también a la verdad religiosa y a la verdad de la existencia de Dios. Es verdad que Dios existe. Es falso que no exista. No hay una verdad para el gusto de cada uno. Cada uno tiene sus propias creencias u opiniones, pero cada una de ellas sólo puede ser verdadera o falsa (para todos).
Es un dogma de fe católica, definido por el Concilio Vaticano I y reafirmado por el Concilio Vaticano II, que el hombre, mediante la sola luz natural de la razón, puede conocer la existencia de Dios. O sea, existen pruebas racionales (filosóficas) de la existencia de Dios.
He escrito con más detalle sobre este tema en mi blog “Verdades de Fe". Te invito a leer allí lo siguiente: Programa Nº 2 - El conocimiento de Dios. (Busca en ese archivo el Programa Nº 2).
Daniel Iglesias Grèzes
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