Puños en Alto por México
Distinguía John Henry Newman dos modalidades del conocimiento humano: el conocimiento “nocional” y el “real”. El conocimiento “nocional” es aquel que nada tiene que ver con la propia experiencia. Es un saber que instruye nuestra mente, pero que no nos “motiva”, que no nos “mueve” a nada.
El conocimiento “real” es muy diferente. No es anónimo, sino que está vinculado a la experiencia. Lo conocido de modo “real” nos afecta profundamente.
A mí el tristemente célebre terremoto de México sí me ha afectado. Tengo allí, en México DF, a familiares muy cercanos y queridos. A ellos no les ha pasado “casi” nada. Y digo “casi”, porque uno no permanece impasible aunque no haya sido una víctima directa del desastre. Pero sí les ha pasado mucho, en la medida en que han visto el daño que han sufrido muchos de sus vecinos.
El libro que comento, “Puños en Alto por México”, debe su título a un signo que obedece a la generosa respuesta de la población de ese país ante el desastre: Levantar los puños y pedir silencio, paralizando el ruido, con el fin de atisbar cualquier aliento de vida, para proceder al rescate.
Es una imagen poderosa, que ha sabido captar, en su dramática belleza, el fotógrafo Pedro Mera. El 19 de septiembre de 2017 México pareció sucumbir a una enorme catástrofe. Y en cierto modo fue así: una tragedia. Pero, sin que antes se sospechase del todo, emergió en medio de ese horror una ola inmensa de solidaridad, un mar lleno de “Puños en Alto”. Algo que recuerda a la metáfora del grano de trigo que cae en tierra y muere y da, así, mucho fruto.
Las palabras pueden ser como espadas; pueden sembrar la discordia. Pero tienen la virtualidad de ser más fuertes que las espadas. Las palabras pueden ser puentes y convertirse en vínculos de solidaridad. Más aún en la época de las redes sociales.
Y este libro que reseño, ya recensionado mejor de lo que yo pueda hacer, es un síntoma del triunfo de la palabra y del poder benéfico de las redes. Lo firma @MundoPorMexico.

Domingo I de Adviento: El centinela y la “UVI”
Hay cosas que suceden sin más. Pero, entre las cosas que suceden, algunas de ellas se escapan a nuestra lógica, que nos mueve a reivindicar derechos y a exigir obligaciones. Otras lógicas no lo hacen. Uno no puede desear hacer comparecer al Universo porque un rayo haya caído sobre su casa. No podrá hacerlo. Y, si hubiese caído sobre una persona, tampoco.
Todos asociamos Hollywood con el cine. También Bollywood, en la India, suena ya a cine. De estos últimos estudios ha salido el protagonista masculino, Ali Fazal, de la divertida película “La Reina Victoria y Abdul”, un filme que hace reír, sin duda, pero que, al mismo tiempo, ayuda a pensar.






