Jueves Santo: El servicio de Cristo
La Misa Vespertina de la Cena del Señor, en la tarde del Jueves Santo, nos introduce en la dinámica de la Pascua, del “paso” de Jesús al Padre a través de su muerte y resurrección: “Nosotros hemos de gloriarnos en la cruz de nuestro Señor Jesucristo: en él está nuestra salvación, vida y resurrección, él nos ha salvado y libertado” (cf Gá 6,14).
La Pasión es el mayor servicio de Cristo al Padre y a los hombres, un servicio digno de ser imitado por sus seguidores. “Servir” es obsequiar a alguien, o hacer algo en su favor, beneficio o utilidad. Cristo es el Siervo por excelencia, por su obediencia al Padre y por su entrega en favor de los hombres.
La víspera de su Pasión, el Señor instituyó el sacramento de la Eucaristía. Esta institución responde a una triple finalidad: Cristo nos dejó una prenda de su amor, un signo de su presencia entre nosotros y una participación en su Pascua.