Mayo virtual: Nuestra Señora del Santísimo Sacramento
Día 25: Nuestra Señora del Santísimo Sacramento
“Mientras cenaban, Jesús tomó pan y, después de pronunciar la bendición, lo partió, se lo dio a sus discípulos y dijo: - Tomad y comed, esto es mi cuerpo. Y tomando el cáliz y habiendo dado gracias, se lo dio diciendo: Bebed todos de él; porque ésta es mi sangre de la nueva alianza, que es derramada por muchos para remisión de los pecados” (Mateo 26,26-28).
En la encíclica Redemptoris Mater, el Papa Juan Pablo II constata una realidad que todos podemos experimentar: “María guía a los fieles a la Eucaristía” (n. 44). La devoción a la Virgen, si es auténtica, conduce al culto eucarístico. Así se pone de manifiesto en los grandes santuarios marianos como Lourdes o Fátima e, igualmente, en la vida de los santos.
El Señor, en la Eucaristía, nos entrega su Cuerpo y su Sangre. Se trata del mismo cuerpo, aunque ya glorioso, que Él tomó de María, su Madre: “Ave verum Corpus natum de Maria Virgine”; “salve, verdadero Cuerpo, nacido de la Virgen María”, canta la Iglesia en un motete eucarístico. El cuerpo de Cristo, nacido de María, no es un cuerpo aparente, sino real. La presencia del Señor en el Sacramento es también una presencia real y no meramente simbólica: el pan y el vino que se ponen en el altar “después de la consagración son el verdadero cuerpo de Cristo que nació de la Virgen […] y la verdadera sangre de Cristo, que se derramó de su costado” (Sínodo de Roma de 1079).
San Pedro Julián Eymard (1811-1868) fue llamado “apóstol de la Eucaristía y de la Virgen” y propagó la devoción a Nuestra Señora del Santísimo Sacramento. Juan Pablo II, en la encíclica Ecclesia de Eucharistia, profundizando en el vínculo que une a Nuestra Señora con el Santísimo Sacramento, llama a María Mujer “eucarística”: “En continuidad con la fe de la Virgen, en el Misterio eucarístico se nos pide creer que el mismo Jesús, Hijo de Dios e Hijo de María, se hace presente con todo su ser humano-divino en las especies del pan y del vino” (n. 55).
En el Magnificat, María expresa su alabanza y su acción de gracias al Padre por todas las maravillas que ha hecho en la historia de la salvación. “Eucaristía” significa, ante todo, acción de gracias y vivir “eucarísticamente” comporta convertir toda nuestra existencia en un sacrificio de alabanza y de acción de gracias, unido a la ofrenda de Cristo en la Cruz, para la salvación del mundo.
Oración
Oh Dios, que para redimirnos misericordiosamente has hecho humilde esclava tuya a la Virgen María, Madre de Cristo y asociada a él, concédenos servirte como ella y dedicarnos por entero a la salvación de los hombres. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Guillermo Juan Morado.
12 comentarios
No creo acertado que la oración diga "has hecho humilde esclava tuya" pues la Virgen se ofrece como esclava, ella se ofrece, no la esclaviza nadie. Al señor, podemos decir, que le agrada dicha propuesta, eso sí.
Y me parece un fantástico día, este del Corpus, para hablar de la Virgen como Señora del Santísimo Sacramento. Porque hoy es el día del Corpus, no el Domingo. Me parece un error trasladar la fiesta, ¿acaso anteponemos las labores diarias a una fiesta fundamental de nuestra religión? Fundamental por lo que se celebra.
Lo que sucede en Fátima y en Lourdes lo he encontrado también en Medjugorje: que la Madre conduce a un profundo amor a Cristo Eucaristía.
Saludos.
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La Virgen es, sin disminuir su virtud ni su respuesta, humilde esclava del Señor, porque Dios la colmó de gracia. La gracia y la libertad no compiten entre sí: cuanta mayor es la gracia, mayor es la libertad. Por otra parte, la oración es de la Iglesia, del "Misal de la Virgen María".
Y "Corpus", en España, es el domingo, pues la fiesta ha sido trasladada a ese día por la autoridad legítima de la Iglesia.
Y el traslado de la fiesta al Domingo es un error, legal y cometido con legitimidad, pero error. Y si hoy no es el día del corpus, uno de los jueves "brillantes" ¿qué se celebra en Toledo?
a) Epiphania, dominicae a die 2 ad diem 8 ianuarii occurrenti;
b) Ascensio, dominicae VII Paschae;
c) sollemnitas Ss.mi Corporis et Sanguinis Christi, dominicae post Ss.mam Trinitatem.
NORMAE UNIVERSALES DE ANNO LITURGICO
ET DE CALENDARIO
Y en el Vaticano también lo celebran, 22 Jueves Solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre del Señor Basílica de San Juan de Letrán, 19.00 Santa Misa
Procesión a Santa María la Mayor y Bendición Eucarística.
Me parece lo suyo celebrarlo en jueves, porque hay fiestas que merecen una especial reseña.
Pero no alarguemos el tema, que no se si da para más.
Sólo me interesaba puntualizar que así como la Eucaristía es institución divina - y la Iglesia no puede cambiar nada esencial al respecto -, la solemnidad del Corpus es una institución eclesiástica, y la autoridad de la Iglesia competente puede señalar su fecha, cambiarla o hasta, en hipótesis, suprimirla. Y nada de eso debería perturbar la fe de los católicos.
No es por contradecirle a usted, sino por aclarar esos puntos que, para algunas personas, resultan conflictivos.
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