Mayo virtual: La salutación del procurador
Día 28: El Santo Nombre de María
“Venid a mí, los que me amáis, y saciaos de mis frutos; mi nombre es más dulce que la miel, y mi herencia, mejor que los panales” (Eclesiástico 24,20).
El 12 de septiembre se celebra la memoria del Santísimo Nombre de María. San Buenaventura, dirigiéndose a la Virgen, dice: “Dichoso el que ama tu nombre santo, pues es fuente de gracia que refresca el alma sedienta y la hace fecunda en frutos de justicia”.
Los cristianos glorificamos al Padre, ante todo, por el “Nombre de Jesús”, el Verbo encarnado, el Salvador: “le pondrás por nombre Jesús”, dice el ángel a María (Lucas 1,31). En Jesús se nos ha revelado y se nos ha dado en la carne el Nombre de Dios Santo (cf Catecismo 2812). En la Carta a los Filipenses se afirma que el Padre concedió a Jesús el “nombre que está sobre todo nombre”, el nombre de Dios, “para que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en los cielos, en la tierra y en los abismos” (Filipenses 2,9-10).
Dios también es glorificado por el “Nombre de María”, por la persona y por la misión de la Madre del Redentor. Su nombre es celebrado por la Liturgia como glorioso y santo, como maternal y providente.
El beato Ramón Llull, en su obra Blanquerna, cuenta la historia de un monje que sólo tenía por oficio dirigir, tres veces al día, una salutación a Nuestra Señora: “¡Ave, María! Salúdate tu siervo de parte de los ángeles y de los patriarcas y los profetas y los mártires y los confesores y las vírgenes, y salúdate por todos los santos de la gloria. ¡Ave, María! Saludos te traigo de todos los cristianos, justos y pecadores […] ¡Ave, María! Saludos te traigo de los sarracenos, judíos, griegos, mongoles, tártaros, búlgaros […] Todos ellos y muchos otros infieles te saludan por ministerio mío, cuyo procurador soy…". Ojalá que, al invocar el Santo Nombre de María, también nosotros nos hagamos procuradores de los demás hombres, para que Ella sea la estrella luminosa que nos guíe a todos.
Oración
Oh Dios, cuyo Hijo, al expirar en la cruz, quiso que la Virgen María, elegida por él como Madre suya, fuese en adelante nuestra Madre, concédenos a quienes recurrimos a su protección ser confortados por la invocación de su santo nombre. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Guillermo Juan Morado.
5 comentarios
Me casé un 6 de Diciembre, la Iglesia estaba adornada para la Inmaculada, la Virgen iluminadísima delante de mí toda la ceremonia: no pude menos que encomendarle la protección de mi matrimonio no sé cuántas veces a lo largo de la boda, cada vez que levantaba los ojos estaba en el centro. Le dejé mi ramo a sus pies, aunque no lo tenía pensado. En los momentos de crisis conyugales es esa imagen la que he recordado y es a la Virgen a quien he invocado.
Cuando tenía 7 años, venía la madre superiora a presidir la final de los campeonatos de Sagrada Escritura (suena tan anacrónicxo hoy, además no se llamaban así, el nombre era algo más re buscado). Yo estaba nerviosísima, temái preguntas muy difíciles. Pero me tocaron preguntas pasmosamente fáciles, parecía que querían que ganara yo y hasta no me gustó tanta facilidad. Sólo recuerdo una: "¿Qué respondió la Virgen al Arcángel San Gabriel?" Respiré aliviada y diej "Fiat" y luego el texto entero en castellano: "He aquí..." Bueno, el caso es que cada ves que me ha ocurrido algo que no me ha hecho mucha gracia, pero que no veía modo de eludir, me ha salido un "Fiat" y he recordado aquel día de mayo de 1967, siempre desde entonces.
Bueno, y no sé por qué te cuento estas cosas, si al final, es para decir, que en la cabeza no me entra que un Dios providente necesite mediadores que le intercedan, o que nosostros, que sosmos sus hijos, necesitemos buscar como una recomendación.
A mí me gustaría que alguien me lo explicase sin prejuicios.
Dios no es un competidor. Dios suscita el papel activo de sus criaturas. Este principio mariano define la teología católica (frente a un absolutismo divino "protestante" que no hace justicia a la relación entre Dios y las criaturas).
Además, estoy segura de que los habituales de ReL la siguen. Bien pensado, lo raro es que la siga yo, ¿verdad? :-) Pero es que de esto siempre he querido hablar con alguien capacitado y autortizado (y sin prejuicios contra mí, que es más difícil) porque es un tema que, digamos, "me persigue" como una contradicción que no se resuelve.
Bueno, si estás liado u ocupado, tampoco tienes por qué extenderte. Cuando puedas.
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