Mayo virtual: El Amor Hermoso
Día 21. Madre del Amor Hermoso
“Como vid hermosa retoñé: mis flores y frutos son bellos y abundantes. Yo soy la madre del amor puro, del temor, del conocimiento y de la esperanza santa” (Eclesiástico 24,17-18).
En la Santísima Virgen, Madre del Amor Hermoso, resplandece la belleza de la gracia; de la participación en la vida de Dios. En María, todo proviene de Dios: Ella es la “llena de gracia” (Lucas 1,28), adornada con los dones del Espíritu Santo.
El amor de María es verdaderamente un amor hermoso, virginal, de esposa y de madre. Con este amor puro ama a Dios, a su Hijo, “el más bello de los hombres” (Salmo 44,3), y nos ama también a cada uno de nosotros. El amor de la Virgen se expresa en su entrega fiel al designio salvador de Dios.
Dios ha dejado una imagen del Amor que Él es en la creación del hombre y de la mujer, llamándolos al amor y a la comunión. El amor conyugal “se convierte en imagen del amor absoluto e indefectible con que Dios ama al hombre” (Catecismo 1604). Todo lo que es conforme al amor, es agradable a los ojos de Dios y manifiesta su belleza, su santidad y su verdad. Del Señor procede el matrimonio, y de Él procede también la virginidad por el Reino de los cielos, para seguir al Cordero dondequiera que vaya (cf Apocalipsis 14,14).
“Salve ¡Oh Madre!, Reina del mundo. Tú eres la Madre del Amor Hermoso, tú eres la Madre de Jesús, fuente de toda gracia, el perfume de toda virtud, el espejo de toda pureza”, rezaba el Papa Juan Pablo II ante la Virgen en el santuario romano del Divino Amor. Hemos de aprender a amar, como María, con un amor limpio, noble, transfigurado por la gracia de Dios, que hace nuevas todas las cosas (cf Apocalipsis 21,5).
Oración
Señor Dios, en tu presencia resplandece toda hermosa la Virgen María, tu humilde sierva, gloria de tu Hijo y compendio de virtudes; concédenos procurar, como ella, todo lo que es verdadero y noble, para llegar un día ante ti, fuente de toda belleza y autor del amor hermoso.
Guillermo Juan Morado.
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