Centenario del fallecimiento del arzobispo Lago González

El 18 de marzo de 2025 se cumplió el centenario del fallecimiento del arzobispo Manuel Lago González (Tui, 26 de octubre de 1865 – Santiago de Compostela, 18 de marzo de 1925). Era hijo, el primogénito de seis hermanos, de José Lago Maceira, natural de Randufe (Tui) y de Carlota González Fernández, natural de Vigo. En su acta de bautismo, celebrado en la Parroquia de El Sagrario de la catedral tudense, figura una nota marginal: “Este niño fue consagrado en esta Catedral Obispo de Osma el 3 de abril de 1910”.

El que llegaría a ser obispo de Burgo de Osma, luego de Tui y, finalmente, arzobispo compostelano comenzó sus estudios en el Seminario de Tui en 1878. Dedicó diez años a estudiar sucesivamente Humanidades, Filosofía, Teología, Disciplina Eclesiástica y Derecho Canónico, obteniendo siempre las más altas calificaciones. En Santiago de Compostela, en la Universidad Pontificia, perfeccionó sus conocimientos de griego y de hebreo y, algo después, se doctoró en Teología.

Desde muy joven, Lago González se aficionó a escribir, en prosa y en verso. El canónigo archivero de Tui, Avelino Bouzón Gallego, destaca en la hoja parroquial de San Bartolomeu de Rebordáns, de Tui, la gran trayectoria lírica y narrativa del movimiento literario del “Rexurdimento”, en el que se integró Lago. Los “Juegos Florales” celebrados en el Teatro Principal de Tui el 24 de junio de 1891 – que se desarrollaron, por primera vez, íntegramente en gallego – constituyó un acontecimiento decisivo de ese movimiento.

Tras la muerte, en 1894, del obispo de Tui Fernando Hue Gutiérrez, Lago se trasladó a Lugo, donde ejercería como canónigo de la catedral. El 25 de agosto de 1909 fue preconizado obispo de Burgo de Osma, siendo consagrado en la catedral de Tui, como ya se ha dicho, el 3 de abril de 1910. En los siete años de su pontificado en Burgo de Osma fundó los sindicatos agrícolas, escribió importantes cartas pastorales y realizó las visitas pastorales a su diócesis.

El 4 de mayo de 1917 fue preconizado obispo de Tui, donde entró el 26 de agosto. En la homilía de su toma de posesión elogió la figura del obispo misionero benedictino fray Rosendo Salvado, “el egregio tudense cristianizador de la Australia”. Además de cultivar la escritura, reformó el claustro de la catedral, amuebló las dependencias del Archivo Capitular e impulsó el arreglo de varios templos parroquiales.

El 6 de abril de 1924 tomó posesión, como arzobispo, de la archidiócesis de Santiago de Compostela. La revista “Nós”, de orientación galleguista, saludaba esta promoción señalando que después de más de un siglo en que ningún gallego había regido la gloriosa Iglesia Compostelana, con la mayor alegría vemos hoy nombrado para el más alto puesto religioso de Galicia al señor Manuel Lago González, obispo de Tui, “gallego de nacimiento y de corazón, gran teólogo y filólogo, sentido poeta gallego, y de tantas virtudes como ciencia". No obstante, este alborozo duraría poco, ya que a los ocho meses de su entrada en Compostela una bronconeumonía le causó la muerte. Tenía cincuenta y seis años.

En 1973 se le dedicó el Día de las Letras Gallegas. En 1966, el profesor Xosé Filgueira Valverde publicó, en la colección Bibliófilos Gallegos, la obra “Lago González. Poesía Galega”. Con motivo del centenario de su óbito, la Real Academia Galega, de la que fue miembro, y el Concello de Tui le han dedicado, recientemente, importantes actos de homenaje y recuerdo.

Guillermo Juan-Morado.

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