Novenas
Las he contado, las Novenas. He publicado hasta la fecha (15 de enero de 2022) doce novenas escritas por mí. Dos de ellas, en la editorial del CPL (Centro de Pastoral Litúrgica) de Barcelona, y las otras diez en la editorial CCS (Central Catequística Salesiana) de Madrid.
A ambas editoriales les agradezco mucho su recepción. Uno puede escribir, pero no es fácil publicar si una editorial no cree que lo escrito merezca ser publicado. Una eventualidad no demasiado infrecuente.
He publicado otras cosas. Algunos se horrorizan si les digo que he escrito una novena. Como si fuese indigno de un profesor de Teología cultivar este género. También he escrito libros. No los he contado todavía, pero son más de uno. Y he escrito artículos. Y he colaborado en obras colectivas.
¿Cuál fue mi primera novena publicada? La dedicada al Sagrado Corazón de Jesús, que salió en 2006, editada por el CPL. En ese primer ensayo se perfiló un poco el esquema que, con modificaciones oportunas, he ido adoptando: para cada día, el inicio, la oración introductoria, la lectura bíblica, la reflexión, las preces, el Padrenuestro, la oración final y la conclusión. Un amigo muy experto me ayudó a perfilar ese marco formal.
¿Cuál fue la última publicada? La Novena a san Roque, elaborada en pleno confinamiento motivado por la pandemia, y publicada por la editorial CCS. Mi parroquia, aunque dedicada a San Pablo, en Vigo, está situada en la calle de san Roque, en el barrio de san Roque. Era, casi obligatorio, escribir una Novena a San Roque.
Pronto saldrá la que hace el número 13. Una dedicada a san José, que la editorial CCS ya anuncia en su página web.
Enuncio los títulos de las ya publicadas:
Novena al Sagrado Corazón
Novena de nuestra Señora de la salud
Novena de Navidad
Novena de Oración por la vida
Novena a la Virgen María
Novena a la Inmaculada
Novena a san Telmo
Novena a Nuestra Señora del Carmen
Novena de la Asunción
Novena de las Candelas
Novena a san Judas Tadeo
Novena a san Roque
¿Para qué valen estas Novenas? Admito que estos libritos son instrumentales. El fin no lo es: orar es un fin en sí mismo. Las “novenas” pueden ayudar a lograr ese fin. Estos apoyos pueden facilitar la oración personal y la oración en las comunidades cristianas.
La Iglesia respeta mucho la piedad popular. En 2002, la Congregación para el culto divino y la disciplina de los sacramentos publicó un documento titulado Directorio sobre la piedad popular y la liturgia, en “el cual se busca considerar de forma orgánica los nexos que existen entre Liturgia y piedad popular”.
Las “Novenas” ayudan, a mi modo de ver, a fomentar la piedad personal y a orientar, de modo comunitario, la piedad de los fieles hacia la fuente de la revelación: La Sagrada Escritura unida a la Tradición, e interpretada, de modo autorizado, por el magisterio de la Iglesia.
A algunos les parecerá poco, esa contribución. El papa Francisco dice que “se trata de una verdadera «espiritualidad encarnada en la cultura de los sencillos». No está vacía de contenidos, sino que los descubre y expresa más por la vía simbólica que por el uso de la razón instrumental, y en el acto de fe se acentúa más el credere in Deum que el credere Deum”.
No voy a llevarle la contraria al Papa. A mí, escribir las novenas, las homilías, y hasta los pots de este blog, me ayudan mucho a expresar lo que deseo comunicar y, eso espero, a proporcionar criterios de formación al que lo lee.
Guillermo Juan Morado.
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