Presupuestos parroquiales “en el aire”

Lo ha dicho Fernando Giménez Barriocanal, vicesecretario de Asuntos Económicos de la Conferencia Episcopal Española: La situación de confinamiento y la suspensión del culto público está afectando a las parroquias españolas «como le está afectando a cualquier entidad no lucrativa o a cualquier empresa, que de repente ha visto interrumpida su actividad y disminuidos sus ingresos, pero no así los gastos».

A los párrocos no hace falta que nos lo diga - “que no te la cuenten”, dice un blog muy interesante de este portal - . Sabemos de sobra que es así, que nos enfrentamos a un problema grave. Y es grave no solo circunstancialmente, sino que lo es estructuralmente.

Una limosna en la Misa dominical, una aportación ocasional, no proporciona ninguna estabilidad. Son necesarias suscripciones periódicas: «vamos a seguir llamando a la corresponsabilidad con el sostenimiento de la Iglesia a través de las suscripciones periódicas», afirma el vicesecretario de Asuntos Económicos de la CEE.

Y añade: Estos donativos periódicos se pueden realizar de manera mensual, trimestral o anual, «y son una buena manera de colaborar con tu iglesia para que pueda seguir haciendo el bien y desarrollar toda su labor pastoral y de acompañamiento. Debemos pensar qué parte de nuestra renta dedicamos a cualquier gasto, a una plataforma audiovisual o musical, y qué parte destinamos a nuestra parroquia».

Es algo evidente. Muchos podrán pensar que resulta obsceno, en esta situación dramática, abordar este tema. Yo creo que no lo es en absoluto. Las parroquias son como las “fuentes”. Si mana el agua, llega a muchos. Si el manantial se ciega, no puede servir de ayuda a nadie.

Barriocanal expresa un deseo final, que ojalá sea un deseo compartido por muchos católicos: ¿De esta situación va a resultar una mayor corresponsabilidad de los fieles hacia su templo? «Yo creo que sí», responde Giménez Barriocanal. «Las cosas se aman más cuando de repente te ves privado de ellas. En este momento de confinamiento, donde los fieles tenemos muy restringido el acceso a la Eucaristía y a los sacramentos, todos echamos de menos vivir la fe en nuestra parroquia, estar alimentados espiritualmente, compartir la fe con la comunidad… De aquí va a salir una llamada a vivir y sostener la parroquia entre todos».

Por mi parte he de agradecer a cada vez más feligreses el haber captado el mensaje. Es verdad que todos los meses, insistentemente, repito esta petición: “Puede depositar su donativo (mensual, trimestral, semestral, anual…) en la cuenta de la Parroquia: …”.

Muchos lo van entendiendo. Esta situación extraordinaria quizá haga más comprensible la sensatez de esta petición. Por el bien de todos: Si no nos ayudan, tampoco podremos ni subsistir ni ayudar.

¡Gracias!

 

Guillermo Juan Morado.

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