Menos Internet y más vida

No soy muy de refranero. Me suena, el refranero, a algo demasiado resabiado y sentencioso, pero no se puede negar que quizá tenga un punto de razón. Uno de los refranes dice: “Un médico cura, dos dudan, tres muerte segura”. Es posible.

Si los médicos empiezan a buscar, lo más probable es que encuentren. Y si son tres los que buscan, igual encuentran soluciones no muy compatibles entre sí. Por si acaso, ya que conviene especificarlo todo, debo aclarar que no estoy recomendando a los lectores que no acudan al médico.

Pero tampoco soy yo nadie como para recomendarles nada. Ya cada uno ha de saber qué hacer. Para eso somos mayores y responsables de nosotros mismos.

Si aplicásemos el refranero a la lectura de blogs católicos o de portales – también, presuntamente, católicos - cabría deducir lo mismo: Leer alguno de vez en cuando, puede ayudar; leer dos, induce a dudar; leer más de tres, empuja a apostatar.

No porque la apostasía sea algo así como una salida inevitable a la curiosidad intelectual. No es eso. Se trata más bien de otra cosa: Los blogs y los portales (católicos) – quizá suceda lo mismo con otros – ejercen un efecto similar al de una lupa: hace ver a gran tamaño lo que ocurre cada día.

Eso que el blog hace ver ocurre, pero eso no es lo único que ocurre. Pero si uno no ve lo que ocurre, sino que solo ve la versión ampliada del blog – o del portal – tiende a pensar que eso es lo único que ocurre. Y ahí está el error. Y ese error se multiplica por dos, hasta la duda, o por tres, hasta la muerte segura.

Un patólogo en su laboratorio examina muchos tejidos. Gran parte de ellos estarán sanos, pero es muy probable que muchos otros no lo estén. Y no por ello se puede concluir lógicamente que todo en el cuerpo humano sea enfermedad.

Un patólogo no debe olvidar que su laboratorio está en el mundo, pero no es todo el mundo. Obviar esa reserva puede conducir a elaborar teorías totalizadoras, como las de Freud. Sí, hay un problema – quizá – con el subconsciente, etc., pero quizá no todo se reduzca a ese problema.

¿Seguir un blog en Internet sobre la fe católica? Sí. De vez en cuando. Seguir más de uno, más de vez en cuando. ¿Vivir inmerso en la atmósfera de los blogs y de los portales de información religiosa, aunque sea esta presuntamente católica? Ni de broma. Sería como pactar con la reducción de la belleza de la fe a la fealdad de muchas noticias.

El mundo es más grande que Internet. Y la Iglesia, también.

De momento. Mientras dure el mundo.

 

Guillermo Juan Morado.

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