¿Nueva evangelización?
Sí, claro. Juan Pablo II lo veía como una absoluta prioridad. La Iglesia tiene que evangelizar, que anunciar el Evangelio. La “Buena Noticia” no es una noticia caducada, sino viva.
En las sociedades secularizadas, como la nuestra, esa tarea, volver a anunciar el Evangelio, se vuelve una tarea prioritaria.
Me remito, ahora, a un documento de la Conferencia Episcopal Española, a un plan pastoral para el trienio 1990-1993.
Decía ese plan:
Objetivo general
“El presente Plan propone un nuevo objetivo general como meta concreta y como principio unificador de todos los esfuerzos y actividades de la Conferencia Episcopal para los tres próximos años. Se propone como continuación lógica de la anterior Plan pastoral cuya formulación decía: “Anunciar a Jesucristo en nuestro mundo con obras y palabras":
IMPULSAR UNA NUEVA EVANGELIZACIÓN
Al fijarnos esta meta, común a todos, los obispos españoles queremos convocar y ayudar a todas nuestra Iglesias para que lleven a cabo nuevos esfuerzos con las miras puestas en que la Buena Nueva alcance a todos los ámbitos de la sociedad española y al objeto de que el Evangelio, con su influjo, logre transformarla y renovarla desde dentro.
Toda acción evangelizadora de la Iglesia -su dicha, su vocación propia y su identidad más profunda-, intenta siempre “convertir al mismo tiempo la conciencia personal y colectiva de los hombres, la actividad en la que están comprometidos, su vida y ambientes concretos” y busca “alcanzar y transformar con la fuerza del evangelio los criterios de juicio, los valores determinantes los puntos de interés, las líneas de pensamiento, las fuentes inspiradoras y los modelos de vida de la humanidad que están en contraste con la palabra de Dios y con el designio de salvación".
Nuestras Iglesias han realizado esta misión a través de los siglos. La fe cristiana ha conseguido sellar el alma de nuestro pueblo. La concepción cristiana de la vida, con sus valores propios, ha pasado a ser el estilo de nuestra existencia colectiva. Se manifiesta en los criterios de actuación, en no pocas de sus instituciones e, incluso, en su más radical identidad histórica…, lo que quiere decir que, ante el desafío de la nueva evangelización, no partimos de cero. Arrancamos de una cultura fundamentalmente evangelizada. Ante nosotros, una sociedad en la que la fe cristiana sigue siendo un punto de referencia inesquivable y fuente de inspiración de criterios, valoraciones y conductas. El hecho de la innegable vitalidad de nuestras Iglesias y su propósito de responder a los desafíos -nuevos- de este momento, son frutos de la fe transmitida por quienes nos han precedido.
Gran parte de los desencantos y búsquedas del hombre de hoy y de la sociedad de este tiempo serían inexplicables sin el legado cristiano recibido del ayer. Pero, aún así la nueva evangelización se fija nuevas metas personales y colectivas.
La vida de oración de todos los evangelizadores es hoy, como lo ha sido siempre, de capital importancia. El evangelizador no llama a la conversión únicamente con su palabra; ha de hacerlo con el testimonio claro e impactante de su vida, expresión de su fe en el mensaje de conversión que proclama. La oración y el sacrificio de las comunidades contemplativas son una singular contribución a este proceso de conversión para la nueva evangelización. La comunidad creyente ha de tomar mayor conciencia de esta aportación y las comunidades contemplativas deberían renovar su propio testimonio para hacerlo significativo ante cristianos y no-cristianos.
Al mismo tiempo, la evangelización ha de subrayar su compromiso con la promoción humana. Este compromiso avala la autenticidad de la caridad de los creyentes y testifica el amor a los hombres.
Pero ¿cómo ignorar que la fe está padeciendo un fuerte debilitamiento en amplios sectores de los hombres y mujeres de nuestros días? ¿Cómo cerrar los ojos ante la patente incoherencia de los comportamientos de numerosos bautizados con relación a la fe que dicen profesar? ¿Cómo advertir la aparición de importantes minorías que, de modo más o menos consciente y expreso, prescinden de la fe cristiana en cuanto referencia inspiradora y unificadora de sus vidas?.
Somos conscientes que el actual debilitamiento de la fe en amplios sectores de nuestro pueblo está condicionado por una creciente descristianización de la cultura, de los ambientes sociales y hasta de los mismos principios e instituciones que rigen la vida colectiva.
Ante este panorama, reiteramos la invitación que ya hicimos los obispos españoles en 1985: “La hora actual de nuestras Iglesias tiene que ser una hora de evangelización". Aprovechando los inmensos tesoros que la fe cristiana ha ido depositando en la conciencia viva de nuestro pueblo, hemos de aprestarnos a hacer resonar la Buena Nueva en nuestra sociedad; y hacerlo, además, con nuevo ardor, nuevos métodos, nuevas expresiones. Así será evangelización nueva”.
Guillermo Juan Morado.
15 comentarios
Mientras la Santa Misa de las Edades espera su turno pacientemente.
GJM. Exagera un poquito, ¿no?
No quisiera molestarle, D. Guillermo, pero hemos de encarar esta tarea con nuevos instrumentos, por nuevos caminos para que puedan ser recorribles por el hombre de hoy, caminos que, por supuesto, conduzcan a la misma meta de siempre. ¿Oración? Naturalmente. ¿Sacramentos? Imprescindible. Novenas, Octavas, etc.; me temo que no.
Y cierto que es que diría que poca gente lee los textos de los Papas o documentos de sus Obispos. El caso es que los que lo lean pueden hacer algo para llegar esa información al resto. Si no ya el documento completo, que puede ser más complicado, sí parte.
En Cristo y María.
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-¿Y
-No para el creyente y practicante, lógicamente.
-¿Cual es la Buena Nueva que habiendo sido ya sonada hay que hacerla resonar? No para el creyente que para eso cree y practica; Sino para el otro, el europeo culto y entendido, que de tanto oír se aburrió porque no comprendió.
- ¿No será que la Iglesia no evangeliza acorde con la necesidad de los tiempos actuales?
Y si no lo hace: ¿será porque no sabe? O lo que sería peor: porque le da miedo de que la ridiculicen diciendo que estamos en tiempos de definción.
-¡Que sí,que Dios existe. Y el Juicio Final también!
-¡Ay Iglesia de hoy! Tan cerca de los siempre incultos pobres; Y tan alejada de Cristo y su menospreciada promesa.
AMDG
El evangelio será nuevo siempre, su predica su motivación es la que se debe renovar siempre para que den frutos de bien para todos.
En mi país crecen las construcciones materiales, donde ir a alabar a Dios pero decrece de verdaderos alabadores del Señor, porque el centro de la caridad son las obras materiales y visuales perdiendo de vista al Autor primario de estos hechos o sea que los católicos tenemos en cuenta lo hace el hombre y no lo que Dios hace a través del ser humano, no hay duda que falta encarnar la Palabra para proponer una caridad salvadora llena de confianza en El, que todo lo puede, nos dará sustento digno y coherente con lo que somos, creo que algo nuevo comenzó con el Jubileo del 2000, y ojala continúe con la JMJ y así renazca una nueva generación de Cristianos Católicos Apostólicos Romano, no hay duda que un joven o adulto que se siente evangelizado, evangeliza, de eso se trata la nueva evangelización, que los evangelizados lleven el fruto maduro a otros y así sucesivamente, levantando caídos y resucitando la cultura espiritual, la del verdadero, Amor.
Hoy en día enviamos muchos correos electrónicos. Al final de los mensajes se puede añadir una firma, y ésta puede consistir en algunos enlaces directos a sitios de internet. Ejemplos:
***la Biblia, el Catecismo, el Código de Derecho Canónico, encíclicas del Papa, etc. en la página vatican.va
***libros varios de doctrina y espiritualidad católicas
***video de un aborto
***artículos aclaratorios (católicos) sobre moral sexual, bioética, doctrina social, nulidad matrimonial...
***la Summa de santo Tomás de Aquino o el Misal de san Pío V
***las obras completas de Evagrio o las de san Alberto Magno
Bien editado, podría quedar algo así en cada email que enviásemos:
bla, bla, bla
Desde el Ponto, a sus pies, su más humilde servidor,
Evagrio
___
http://pro-lifetube.com/uploads/crTOPkKCybw5BKXrhcgr.flv
http://www.vatican.va/latin/latin_codex.html
http://www.cobelediciones.com/tienda/?p=379
http://www.sacramentos.org/sacramentodelmatridoc14.htm
http://www.painting-palace.com/files/356/35583_Abbess_Jeronima_de_la_Fuente_f.jpg
GJM. Gracias, Evagrio!
Bueno, cabría decir muchas cosas sobre ese documento, y este post.
Hace algún tiempo, en conversación con un sacerdote, este venía a decir que le re-evangelización de España-en concreto- vendría de la mano de laicos. Bien, así en principio, me parecía razonable-aunque es tarea de todos- Le negué luego que fuese labor de los nuevos grupos- no me apetece entrar en polémicas, en serio, pero no es ese el camino, en mi opinión, un camino donde demasiadas cosas buenas se dejan atrás, y parece que se anuncia un Nuevo Evangelio,o más bien renovado- pero, tampoco es plan de ponernos a discutir de nuevo una y otra vez y mandar al garete lo esencial.
Sí, lo más importante es que haya unidad, una unidad basada en Cristo, Nuestra Señora, los Sacramentos, Roma-es una perogrullada, pero es que a veces parece que lo obvio no es tal-, la Liturgia, la oración.
Sin unidad, sin una fe común en la que cada cual se creer pastor de sí mismo, poco podemos hacer.
Un pequeño rebaño bien unido, firmemente anclado en sus longevas raices, es lo más necesario, pero con la Fe, Esperanza y mucha, mucha, Caridad.
Son demasiados los destrozos, y demasiadas las nostalgias sin fundamento, por un lado y otro, los que nos pueden cegar.
Ahora bien, en cuanto que hay una raiz, o como dice el documento:
"Nuestras Iglesias han realizado esta misión a través de los siglos. La fe cristiana ha conseguido sellar el alma de nuestro pueblo. La concepción cristiana de la vida, con sus valores propios, ha pasado a ser el estilo de nuestra existencia colectiva. Se manifiesta en los criterios de actuación, en no pocas de sus instituciones e, incluso, en su más radical identidad histórica…, lo que quiere decir que, ante el desafío de la nueva evangelización, no partimos de cero. Arrancamos de una cultura fundamentalmente evangelizada. Ante nosotros, una sociedad en la que la fe cristiana sigue siendo un punto de referencia inesquivable y fuente de inspiración de criterios, valoraciones y conductas. El hecho de la innegable vitalidad de nuestras Iglesias y su propósito de responder a los desafíos -nuevos- de este momento, son frutos de la fe transmitida por quienes nos han precedido.", pues no lo tengo tan claro. Es posible que en unos segmentos sociales-perdón por la expresión- sí, pero yo percibo otra cosa, no el arrasamiento absoluto de esa raiz, pero sí más de lo que el documento describe.
Arduo y duro trabajo espera.
P.S: por cada novena rezada, o documento leído, también se puede hacer una especie de apostolado sobre eso, insistir a personas que conocemos, en que se lean, o directamente, prestar, hablar y hablar, que nunca se sabe cómo germinan las cosas y qué frutos El recolectará.
¡¡Feliz día de Nuestra Señora del Carmen!!!
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Como veis, he rebajado el tono, pero esto de ser el único evagriano hace que me sienta muy solo, a veces, snif.
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