Contemplativas
Este verano he tenido una experiencia nueva: predicar los ejercicios espirituales a unas monjas contemplativas. Durante una semana, he intentado ayudarles en esa tarea de revisar ante Dios la propia vida, para tomar impulsos en orden a una entrega más generosa a la propia misión.
Creo que, más que yo a ellas, me han ayudado ellas a mí. Y lo han hecho con su solo ser y estar. Un monasterio es, por sí mismo, una prueba de la existencia de Dios, de su grandeza y, a la vez, un signo de lo que constituye la razón de ser de cada uno de nosotros: dar gloria a Dios, tratando de buscarle cada día, intentando caminar hacia Él y en Él.
En medio de la ciudad, donde proliferan los negocios y los oficios, un puñadito de habitantes hace suyo un único negocio: la alabanza divina. De algún modo, cada monasterio es como una embajada del cielo, una porción de tierra que se convierte en anticipo del cielo.
Para los que vivimos en el mundo, solicitados por múltiples quehaceres, supone un recuerdo necesario el fijar, en exclusiva, si podemos decirlo así, la mirada en Dios. No quiero decir con esto que las monjas no vivan en el mundo o que de desentiendan de él. En absoluto. En Dios nos reencuentran a todos y encuentran todo. Sin salir a la calle, su vida es un eficaz apostolado.
Lejos de encontrarme a unas mujeres al margen de la vida – como un pensamiento superficial podría hacer pensar – me he encontrado con otros seres humanos, de carne y hueso, con dudas y esperanzas, con anhelos e inquietudes. Pero, también, con unas mujeres íntegramente consagradas a Dios, en esa forma de consagración propia de la vida monástica.
Me inspiran estas monjas un enorme respeto. A fuerza de cantar los Salmos y de leer la Escritura han ido aprendiendo muchas cosas de Dios. Lo llevan tratando durante años, en un trato muy asiduo y cercano. Tocan con su corazón el sentido de la vida y son capaces, por ello, de hacerlo sospechar a quien se acerca con una mirada limpia.
Últimamente leo muchas vidas de monjas. De monjas santas y sabias. De mujeres de gran talento. No es mala escuela el monasterio. Además de los conocimientos que, por estudios, puedan tener, tienden al conocimiento cordial, al sabroso saber, a aquel que ilumina la vida.
Y, como consecuencia lógica, se aprecia en ellas la delicadeza en el trato humano, la buena educación y la cortesía, que es un reflejo primero de la caridad.
Guillermo Juan Morado.
73 comentarios
¿Ves, pablo?
A fuerza de cantar los Salmos y de leer la Escritura han ido aprendiendo muchas cosas de Dios. Lo llevan tratando durante años, en un trato muy asiduo y cercano. Tocan con su corazón el sentido de la vida y son capaces, por ello, de hacerlo sospechar a quien se acerca con una mirada limpia
Dice el páter que, por eso, le inspiran mucho respeto.
Y a mí. Las veces que me he retirado unos días a un monasterio, miraba a las monjas en el coro con cierto asombro, con una cierta envidia.
Pero hay que valer para ser monja. Ni siquiera basta con desearlo, si luego eres un desastre de monja... Y ,por muy "atractivo" que resulte el panorama tal como lo describe el páter y como se ve pasando allí unos días, es algo sólamente para quien teine esa vocación.
Quienes hemos vivido siempre en el mundo miramos desde fuera con envidia y deseo ese Tabor en que parecen vivir las monjas contemplativas. Pero hay que tener un temple diferente al que tenemos la mayoría de las mortales.
Simplemente, hay que tener vocación, decir sí,y Dios hará el resto, como con cualquier vocación cristiana.
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Voy a tener que detenerme más en los salmos. Los he mirado y algunos me han gustado, pero la verdad es que no les he hecho mucho caso.
Un saludo a todos.
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Mire padre me ha gustado esa frase suya.
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Ya, claro, dicho así... pero ya la primera parte es complicada. "Tener vocación". No todo el mundo tiene clarísima su vocación. Lo del discernimiento es cosa seria y ardua, ¿a que sí, eh, Norberto?
;)
Y, además, la vida es complicada. ¿Y cuándo la vida te obliga a re-descubrir la vocación? ¿Te acuerdas de las bromas, no sé si eran con Ángel o con aas,sobre la vocación a la viudedad? Ja ja ja
Está claro que los viudos y las viudas no tienen vocación de viudos sino de casados, pero se les "estropeó" la vocación. Y, entonces, tienen que recomponer la vida y, quizá, pensar o plantearse lo que nunca de otro modo se hubieran planteado.
Eso de la vocación... ¡qué malas jugadas gasta a veces!
:(
SPH, eh, SPH.
No, claro, en la Iglesia hay muchos carismas. Por ejemplo, sólo es un ejemplo, los numerarios del Opus son célibes en el mundo y su vocación es la santificación por el trabajo en el celibato. O el Ordo Virginum, por ejemplo: virginidad consagrada pero no en comunidad sino en el mundo. O los anacoretas y eremitas.
Y, seguro, la vocación de muchísima gente no es una vocación "tipificada" en algún tipo de regla, estatuto o simplente de estado.
Vamos, digo yo; que de esto no entiendo más que lo que se me ocurre mirando al mundo y a las personas cuya vida es un signo que interpela.
Que la viudedad es una situación sobrevenida, indudable, pero,aun así, por voluntad de Dios existe desde el principio de la Iglesia la viudedad consagrada, que no es lo mismo que el matrimonio "estropeado".
Es que la vocación universal a la santidad de todo bautizado se expresa, personalmente, en cualquier estado de vida, ¿cómo se sabe cuál es?, obedeciendo, como se indica en el primer post de esta nueva serie.
Recemos por las vocaciones y porque nuestras dudas,búsquedas y resistencias se disipen y sea Su voluntad.
Dios sabe esperar, nosotros también,aunque a veces la impaciencia nos muerda, pero, mientras concretamos, la vocación universal a la santidad está ahí para quien la quiera hacer valer.
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Ya, Norberto, pero hay que tener como mínimo 60 años para entrar en él. Me queda mucho (no sé si por suerte o no) para poder siquiera planteármelo. Ay que ver, ¡aún hay algo en la vida para lo que resulto demasiado joven, ja ja ja!
En cuanto a lo que dice el papa sobre que "es necesario conocer más a los Santos, a partir de aquellos del que se lleva el nombre", de Santa Yolanda, siglo XIII, se dice:
"Nunca quiso aceptar el rango social al que pertenecía por nacimiento o por herencia. A raíz de que hizo un viaje a Luxemburgo, le entraron ganas de entrar en un monasterio regentado por las monjas dominicas. Lo hizo, sin embargo, en contra de los deseos y de las ilusiones que su madre había puesto en ella para su futuro. Todo el afán de su madre era sacarla o arrancarla de la iglesia para que viviera las fiestas mundanas que, aunque estén bien, no le llenaban sus anhelos de perfección. Un día se cansó de su madre y se escapó de casa para encerrarse en una cueva para que nadie la viera. Su madre, al acabó encontrándola y aceptó que se fuera al monasterio de Marienthal. Pronto, debido a sus cualidades, la eligieron superiora".
Vamos, que la chica era firme en su resolución, a pesar de una madre tan mundana.
El propósito, por mi parte, es que no estás en situación de "avería", sino de gracia, y que desde tu viudedad la vocación a la santidad no ha prescrito.
Lo de vincularte a una Asociación no es prioritario, pero la espiritualidad de las viudas es una realidad, ahí quería ir yo.
A mi las nubes se me despejaron cuando conocí a Theresita y su Caminito.
Te dejo este enlace http://webcatolicodejavier.org/terepoesias.pdf
Pues en eso andamos algunos, ¿a que sí? Más vale despejar tarde que no despejar nunca.
A la santidad, en efecto, llamados estamos todos. Ese es el primer norte. Y, con ese norte, habrá que ir despejando brumas acerca del camino particular de cada uno.
Theresita tenía por lema "hacerlo todo por amor", sobre todo las cosas más pequeñas - por ejemplo coger un hilo del suelo - y como lo hacía por agradar a Dios en la persona de Xto. no dejaba pasar ocasión: el Caminito de pasivo no tiene nada, es activísimo, empieza por renunciar a verse bueno, a ver progresar nuestra vida, ¡casi nada!.
Se prefiere vivir –porque parece más fácil- con superficialidad, sin pensar, es más, se tiene miedo a buscar la Verdad, o quizá se tiene miedo de que la Verdad nos encuentre, nos aferre y nos cambie la vida, como sucedió a san Agustín
Sabias palabras de Benedicto XVI.
...consagrados estamos todos desde el Bautismo.
...consagrados canónicamente quienes profesan en Institutos Religiosos o Sdes. de Vida Apostólica.
Precioso y merecidísimo homenaje a estas mujeres sabias en grado extremo, con la sabiduría de quien degusta el amor de Dios con humilde cotidianidad.
Os saludo a todos con gran afecto y os aseguro que me siento muy contento de pasar estos momentos con vosotros. Os doy mi cordial bienvenida a este encuentro y hoy deseo deciros unas palabras sobre la caridad. Recuerdo a este propósito una oración que me enseñó mi madre, que repito con frecuencia y que os quiero comentar brevísimamente: "Dios mío, con todo el corazón y por encima de todo os amo a Vos, bien infinito y felicidad eterna nuestra; por amor vuestro, amo al prójimo como a mí mismo y perdono las ofensas recibidas. Señor, que os ame cada vez más". Amar a Dios es caminar, correr con el corazón hacia Él, aunque ello cueste sacrificio y nos aproxime a la cruz de Cristo. Amar con todo el corazón, significa seguir el mandato evangélico: "Amarás al Señor Dios tuyo con todo el corazón, con toda el alma, con todas tus fuerzas". ¡Dios es demasiado grande para darle sólo unas migajas de nuestro tiempo o corazón! Pero el amor a Dios es inseparable del amor al hermano, un amor que no debe ser sólo de palabra, sino de hechos, concretizado en la práctica de las obras de misericordia, que hay que completar con el amor y ayuda efectiva a los pueblos que sufren hambre y necesitan justicia, además de caridad. Debemos también perdonar las ofensas recibidas. El Señor nos mandó reconciliarnos con el hermano, antes de ofrecer nuestra ofrenda ante el altar. Finalmente, amar cada vez más al Señor quiere decir que, como en todo lo demás, hemos de crecer en el amor a Dios, aumentando siempre nuestro amor hacia Él. Con nuestra bendición paternal para vosotros y vuestros seres queridos.
Juan Pablo I: Audiencia general, miércoles 27 de septiembre de 1978.
Hoy se cumplen 32 años de la elección al pontificado de Albino Luciani, Juan Pablo I (Canale D'Agordo, 17-X-1912/Roma, 28-IX-1978)
"A veces sentimos que lo que hacemos es tan sólo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara una gota."
Madre Teresa de Calcuta
Norberto dije que me bastaba la homilia y prefería no leer ni escribir nada y usted con mucho acierto ha dicho que nosotros estamos en este mundo pero es que estoy muy abochornada por que no me he mordido la tecla en otro blog, de lo cual no está permitido hablar y he pensado que calladita estaba más guapa
Y tenéis toda la razón. Este papa da en el clavo como siempre, el Señor le guía y se nota.
La santidad, que no es otra cosa para mí, que
parecerse al Señor Jesús.
Vuestro diálogo me inspira, sobre todo en como ser santo desde nuestra condición social.
Un saludo a todos.
Hoy, el P. Jesús Higueras, en "Palabra de Vida", hablaba de la actitud de espera ante el Señor que "durante cada jornada llega muchas veces [...] a través de una persona que me pide un favor, llega a través de una palabra que me ilumina, llega a través de un servicio que yo puedo hacer..."
http://www.populartv.net/index.php/PopularTV/ver-programa/popular_tv_palabra_de_vida_26_08_2010/
Y a todo eso estamos llamados todos, que no es poco.
Luego llegar a conseguirlo se pone más cuesta arriba... ay.
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Yolanda que gracia tienes, jajajajaja.
Gracias Amfortas por señalarme esos pequeños detalles que tanto se me olvidan.
Amfortas, cierto, cierto: algo hippy andaba yo in illo tempore, sí. Y siempre en misas guitarreras, con muchos simbolitos en las ofrendas, mucho cogerse las manitas en el Padrenuestro todos los adolescentes... ¡Aquellas convivencias con curas melenudos en vaqueros! Consagrando con cuencos de barro y cosas así "muy naturales". Ay, qué vergüenza da recordarlo ahora. Se ve tan obsoleto... Ya me estoy ponendo colorada sólo de revivirme en. Y mi marido, que no era mi marido, claro, por su parte, también "joven comprometido y de base" en su parroquia. Ay, pero qué vergüenza, ja ja ja
Ya ves el panorama.
Don Guillermo, Gracias por esta mención y homenaje a ellas, comparto sus apreciaciones enteramente.
Chicos/cas, nuestro Pater , os ha puesto a todos de cabeza con la pregunta sobre la vocación ...ja,ja .ja. ¡Qué bonito! me alegra vuestra preocupación.
Os cuento, el otro día me encontré atrapada en un monasterio...
Fui a visitar a una amiga, las hermanitas me dijeron , ten la llave… Nerea, y en la mesa una jarra de agua bien fresquita, cuando quieras te vas, … dije que gozada, voy a descubrir el monasterio.
Así fue, de pronto me encontraba en el recogimiento de unos claustros tan santos y me pregunte ¿Dios mío, qué es esto? sentí el frescor , una brisa, el silencio reinaba , fui a parar a una hermosa capilla, donde se encontraba el sagrario me dije….. El Señor para mi solita, y me sentí su invitada, no se… Cuánto tiempo estuve?.
Luego sentí el sonido de unas voces blancas, la oración de la tarde, un sonido dulce de piano envolvía la alabanza, dije…. Santo Dios esto es la gloria bendita y me quede respondiendo a la oración.
Al ir a devolver la llave y dejar la puerta cerrada, me encontré con una hermana, creo se llamaba Miriam, estuvimos hablando y de repente salió el tema de la oración, me dijo ora por nosotras y le respondí, me encomiendo en sus oraciones , especialmente en el rosario y me dijo yo me distraigo mucho con el rosario, desde jovencita me pasaba lo mismo, y le dije imagine cada escena como si fuera un icono y píntelo, me dijo… que buena idea me has dado.
Salí con un gozo indescriptible a la vida mundana, recargadas las fuerzas, no podía creer que dentro de una gran ciudad , había un Oasis de Amor, con una vírgenes orantes, verdaderas mujeres ,hijas de María dando gloria Dios. Miraba cada rostro que pasaba y ya no miraba sino el corazón.
¡Qué tendrán los monasterios que dan tanto calor ,a esta tierra que muere de frío, de amor!
Perdonar,por haberme extendido, no soy buena escritora, que Dios os bendiga, Bonne nuit.
El sitio de los seglares es el mundo, aunque cuando hace calor nada mejor que una brisa que nos alivie, pero caminando, hacia adelante, siempre hacia adelante, Alguien nos espera.
Observo complacido que las hermanas no le andan a la zaga a la Abadesa, y que son todas ellas de un carisma muy "visitador": monasterios diversos, Roma, Santiago,...
:)
Muchas gracias, pero cualquier monja me da cien mil vueltas en espiritualidad y en todo.
Y pensé en Pakistán, que vive una tragedia no tan mediática como el terremoto de Haití, pero más grave. Invito a leer el post de "Patio Salesiano", en Religión Digital, titulado "Salesianos de Quetta (Pakistán) atiende a más de 1500 familias", y el que le sigue, titulado "Oración y compromiso por los pobres según Teresa de Calcuta".
Hoy es santa Mónica, una madre, una viuda, que sabe mucho de lágrimas y oraciones por la conversión de un hijo que anduvo por mal camino. Agustín, también canonizado, es doctor de la Iglesia. Fue obispo de Hipona.
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Sí, sí, aas, pero ¿a que no echas de mnos en absoluto a las mamá y a los papás de los niños?
Si yo no he caído en el burn-out despues de más de dos décadas y de la forzada reconversión de profesora de enseñanza posoblogatoria a profesora de chavales obligados, creo que ya soy incombustible. Sólo hay algo que me hace desarrollar síntomas de burn-out: la relación con mamás y papás, que intento evitar al máximo. Si se hiciera prolongadamente inevitable, abandonaría la profesión.
Pero no me puedo quejar, en los tiempos que corren, y tal como están las cosas, aunque nos bajen el sueldo y nos aumenten las horas lectivas y complementarias, aunque el desgaste emocional y el estrés sean excesivos, aunque nos expriman en cuanto a condiciones materiales en que realizar el trabajo, tengo un trabajo seguro y eso es algo que casi cinco millones de españoles no tienen (pero, por favor, los papás y las mámás, lejos de mí.... SPH... no del todo)
Laurentius, pienso lo mismo que tú acerca de la suerte que han tenido esas monjas. Y está claro que también el sacerdote que predica unos EE se beneficia de esa misma revisión de vida.
Y qué difícil es que un laico cualquiera pueda hacer unos EE, no digo el mes de San Ignacio, que ya me gustaría poderlo hacer una vez en la vida, sino simplemente una semana. Lo conseguí en 2003 pero fue complicado y sólo gracias a un cúmulo de casualidades difícilmente repetibles.
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¿Sabéis por qué Pedro negó tres veces a Jesús?
-Porque le curó a la suegra.
SPH.
Norberto que razón tienes, yo soy de los que tienden al Tabor e incluso a veces inconscientemente, me viene muy bien que me lo recuerden constantemente.
aas, lo del papa BXVI lo digo porque es el que más de cerca estoy viviendo (y además me encanta como habla y lo que habla). Con JPII ya me gustaba pero lo seguía como a media distancia (sin interesarme demasiado). y de los demás ya ni te digo, me parecían lejanos y recluidos en sus "palacios".
Acabo de sacar de la biblioteca un libro sobre la historia de los papas de Laboa Gallego, a ver si me pongo un poco al día.
SE me olvidaba, cada vez tengo más simpatías hacia Pablo VI, porque veo que lo critican mucho y según he leído sufrió mucho, durante su pontificada, de manos de los mismos cristianos, igual que Cristo con su pueblo judío.
Un saludo a todos.
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¿Y por mí, qué?
òó
SPH
Por otra parte, creo que dificilmente se puede describir mejor la evolución del sistema educativo en España que con las palabras de Yolanda:"de la forzada reconversión de profesora de enseñanza posoblogatoria a profesora de chavales obligados"
Y, en relación con el tema del post se me ocurre que, ahora que se ha puesto de moda hacer regalos consistentes en ir un fin de semana a un balneario para relajarse con la chocolaterapia o la vinoterapia, mucho mas relajante puede ser ir a un monasterio y compartir los laudes...etc con los monjes y sus cantos que nos elevan directamente hacia Dios, osea hacia donde deberíamos elevarnos siempre...
Además seguro que despues de tener el alma en paz, la belleza del cuerpo iría en consonancia y.......aqui lo dejo.
Como ves, Amfortas, estoy de acuerdo con lo del "carisma visitador"
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¡Dónde va a parar!
En realidad, el papado perdió sus dominios temporales, pero aumentó su fuerza espiritual.
León XIII, san Pío X y Benedicto XV siguieron en la misma situación. Hasta que en 1922, el alpinista y moderno (no confundir modernidad con modernismo) cardenal Achille Ratti se encierra en la prisión voluntaria del Vaticano, de la cual sería el último preso. En 1929 se firma el Tratado de Letrán, quedando zanjada la vieja "cuestión romana" al reconocérsele al Papa la soberanía temporal sobre el miniestado de la Ciudad del Vaticano. Pío XI muere en 1939.
Pese a la situación de "prisioneros voluntarios", yo que he leído las biografías de estos papas, no les veo lejanos y recluídos en sus "palacios".
Nada más contrario a esta visión que la conocida foto de un Pío XII en plena calle rodeado de los damnificados por los bombardeos de la II guerra mundial.
Juan XXIII no tenía nada de lejano y recluído en su "palacio". Referir algunas anécdotas me llevaría más rato. Otra vez será.
Pablo VI fue el primer papa que visitó personalmente los cinco continentes, el primero en viajar en avión y en helicóptero.
Y Juan Pablo I, en cuestión de horas, se ganó a la Iglesia y al mundo con su sonrisa.
En este blog, no es ningún secreto la preferencia que siente un servidor por el papa Pablo VI. Ahora mismo estoy leyendo una biografía suya, creo que es la última que ha aparecido, por ahora.
Sobre sus hombros cayó la responsabilidad de continuar la nada fácil obra de Juan XXIII que, como él mismo dijo en el funeral por Roncalli celebrado en Milán, "no cabía en su tumba".
Y sufrió por los excesos de rupturistas e inmovilistas. El cardenal Siri dijo que, de todos los papas que conoció, el que más sufrió fue Pablo VI.
Y lo del cura en vaqueros, o melenudo, ¿Qué más da, mientras sea un buen cura? Ojalá yo tuviera una tupida cabellera (no soy calvo del todo). En fin, que sobre lo de la vestimenta ya hemos hablado otras veces y la verdad es que yo ya he dicho lo que pienso: para mí, ni menos respeto ni menos dignidad si lleva vaqueros. Es la persona lo importante, no la vestimenta. ¿Recuerdas el pasaje evangélico de los lirios del valle?
Lo decía pintando un poco el cuadro general de cómo eran las cosas en cierto ambiente y en cierta época. Es que lo único ridículo de lo que yo recuerdo es que entonces sí se le daba mucha importancia a las apariencias. Era una estética que pretendía ser rupturista y contracultural o algo así. Hasta el punto de que un cura con clergyman era mal mirado (de sotana ya ni te cuento, bueno, es que sólo se veían sotanas a curas nonagenarios). Y si el cura era melenudo, desharrapado y un poco piojoso, ya nos caía bien antes de que abriera la boca, sólo por las pintas.
Eso era prejuicioso, ¿o no?
Hablo por mí, naturalmente, y poor mis amigos de entonces, aas. Yo sí me avergüenzo de esa bobería adolescente que era tan prejuiciosa o más que la que creíamos combatir con nuestras actitudes hippiosas.
De lo que me avergüenzo (y lo hago con ternura, cómo no, hacia la niña que era entonces)es de la parafernalia con la que sustituíamos a otra parafernalia que nos parecía caduca, o que reperesentaba riquezas materiales que rechazábamos... (de ahí el barro, por ejemplo. quedaba muy pobretón y primitivo ¡y eso molaba!).
Pero mira: yo he seguido yendo a Taizé hasta 2008, donde el ambientillo sigue teniendo un poco ese aire, y estar en Taizé me encanta. Es algo absolutamente serio. Rezar allí es indescriptible. Los cantos de Taizé son de insustituibles ya para nosotros. Y hace nada, dos años, compré aún en el atelier de los monjes objetos litúrgicos hechos en barro, para regalar a nuestro párroco.
Vamos, que no reniego con acritud de nada que, además, fue importante en su momento y que, como dije en mi aportación al mayo en el blog, me mantuvo en la Iglesia mientras mi generación apostataba en masa. Miro con rubor la tontería adolescente, eso sí.
He podido comprobar cómo estas monjas, a pesar de su enclaustración, están en el mismo corazón de la Iglesia: allí donde el fuego del Señor no se apaga y se bombea a todos los miembros.
Me consta que ellas, con su elección, no han elegido el Tabor sólamente, pues me resultó evidente que también abrazan Getsemaní y el Gólgota ¡ Cuántas noches oscuras y desiertos atrevasados durante los largos años de entrega, para confirmarse más y más en el amor!
Descalzas y asidas sólo a Cristo en la Cruz, gritan con su fidelidad las palabras de S. Pablo: "Para mí la vida es Cristo".
Observé que son una lámpara en medio del pueblo. Vi cómo muchos llegaban hasta el lugar para pedir oración por sus familiares; comprobé como lugareños y vecinos colindantes acudían a solicitar alimentos, ayuda, intercesión; algunos de forma desesperada; Soy testigo de que son "el paño de lágrimas" de todas las gentes que tienen el corazón dividido. En fin, una actividad apóstolica, de caridad, que nace de su intimidad con Cristo y que nos quiere enseñar a los demás, siempre con una sonrisa en el rostro, que sólo la Palabra que es Carne, es lo único importante.
Que grato es saber que sus corazones alegres se angustian con todas las necesidades de la Iglesia, y que su lengua no deja de interceder por ellas, como lo hace una madre, mientras abren sus manos para dar de la pobreza que tienen, queriendo vivir sólo de Cristo Jesús, alimentadas por la oración y el agua y la sangre que mana de Su costado; Cuerpo y Sangre que se hace presente cada día en la Eucarístia.
He aquí, estimado Guillermo, un testimonio que evangeliza, sostiene, alienta, e irradia luz con su lámpara, sin necesidad de sesudos planes pastorales, pues el amor atrae a quien busca la verdad. La vida de quien ansía la santidad, tiene magnetismo.Su radical libertad que nace del amor y es para el amor, lleva hasta la puerta de este monasterio a un sin fin de necesitados que llegan con las manos vacías y el alma rota y vuelven con el pan de cada día y su alma remendada.Pero no son ellas; es Cristo quien da, es Cristo quien cose, remienda y cura, a través de estas hijas que han decidido que su vida es Cristo.
¡ Qué el Señor las bendiga y fortalezca en la fidelidad y llene de nuevo los risueños y claustros y celdas de los monasterios, con hombres y mujeres que con sus lenguas y sus vidas digan: ABBÁ, MARANATÁ, AMÉN.
Un saludo.
César: ¡Ora et Labora! Nosotros como San Benito.
Amfortas: Ja,ja,ja..Me alegro, que hayas vivido el relato, también hay otros carismas en nuestra Madre Iglesia.
Os envío para todos vosotros, este enlace, especialmente para Eduardo que está malito, hay que arroparlo así pronto se nos pondrá sanito.
http://www.youtube.com/watch?v=pvM7SEVoKUU&feature=related
También, Carlos mi amigo hizo esta entrevista
http://www.redentoristas.org/archivos_noticias/entrevista_pjony.html?v=veO2WV5n3TM
Bonne nuit,queridos hermanos/as y Pater.
Sí, somos muy "visitadoras" las hermanas de este blog.
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