La pregunta de la vida

Domingo XXVIII TO (B)

El Evangelio según San Marcos (cf 10, 17-30) narra un encuentro con Jesús. Un joven, de excelentes cualidades, se acerca al Señor y, de rodillas, le formula “la” pregunta de su vida: “Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?”. No se conforma este joven con indagar acerca de aspectos marginales de la existencia. No quiere saber cómo labrarse una carrera, cómo ser admirado por los demás, cómo alcanzar el éxito. Quiere saber lo único decisivo: cómo hacer que su vida sea una vida lograda; una vida con sentido, que alcance su meta, su finalidad, su fin. En ello, en saber para qué vivimos, radica la sabiduría; esa sabiduría que Salomón prefería a los cetros y a los tronos, a las piedras preciosas y al oro, a la salud y a la belleza (cf Sabiduría 7, 7-11).


De algún modo, la pregunta de aquel joven aflora en todo corazón humano cuando se enfrenta a la realidad de la propia vida. El Concilio Vaticano II alude, en la constitución Gaudium et spes, a estos interrogantes más profundos del hombre: “cada vez son más numerosos los que plantean o advierten con una agudeza nueva las cuestiones totalmente fundamentales: ¿Qué es el hombre? ¿Cuál es el sentido del dolor, del mal, de la muerte, que, a pesar de tantos progresos, continúan subsistiendo? ¿Para qué aquellas victorias logradas a un precio tan caro? ¿Qué puede el hombre aportar a la sociedad, qué puede esperar de ella? ¿Qué seguirá después de esta vida terrena?” (Gaudium et spes, 10).

Aquel joven no solamente había despertado estas cuestiones en su interior, sino que había orientado también perfectamente su búsqueda. Para contestarlas, se dirige a la Palabra de Dios, a esa palabra “viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo” (cf Hebreos 4, 12-13). Esa Palabra es Jesucristo, el Verbo encarnado, aquel que sabe juzgar “los deseos e intenciones del corazón”. El Señor acoge con simpatía al joven: “se le quedó mirando con cariño”, anota el evangelista, y le propone, en toda su radicalidad, el seguimiento: “Anda, vende lo que tienes, da el dinero a los pobres – así tendrás un tesoro en el cielo - , y luego sígueme”. El logro de la propia vida pasaba, para aquel joven, por un compromiso pleno de la propia libertad: renunciar a los propios proyectos para embarcarse en un proyecto nuevo; el proyecto de Dios para él.

Esta es la decisión de la fe: comprometer la propia libertad, convirtiendo en eje de la existencia la invitación, la vocación, que Dios nos dirige a cada uno personalmente: “Sígueme”. Se trata de una renuncia, pues hay que dejar atrás aquello en lo que fundamentamos nuestra vida, para comenzar a apoyarnos en un Fundamento nuevo, que no es otro que Cristo Nuestro Señor.

El joven se marchó pesaroso. No quiso renunciar a sus propias seguridades; a su riqueza. El evangelio no nos dice más. No sabemos cuál sería el futuro de ese joven, ni conocemos tampoco el efecto sobre su vida, a largo plazo, de esa mirada de Jesús.

El día 15 de octubre, la Iglesia celebra la fiesta de Santa Teresa de Jesús. Como el joven rico, ella, desde muy pronto, quiso servir a Dios. A los dieciocho años ingresó en un convento del Carmelo. Pero, también como el joven del Evangelio, no se decidía a entregarse del todo. Durante unos veinte años, escribe en el Libro de su vida, pasó “una de las vidas más penosas que me parece se pueda imaginar; porque ni yo gozaba de Dios, ni traía contento en el mundo. Cuando estaba en los contentos del mundo, en acordarme de lo que debía a Dios era con pena; cuando estaba con Dios, las aficiones del mundo me desasosegaban. Ello es una guerra tan penosa que no sé cómo un mes la pude sufrir, cuanto más tantos años”.

El drama de Teresa, como el drama del joven rico, consistía en el contrasentido de querer servir a Dios a medias. Es también muchas veces nuestro drama: queremos estar con Dios y con nuestras riquezas, sean éstas las que sean. Y ese imposible equilibrio, esa escisión interna, nos impide la paz y la alegría del seguimiento. Ya relativamente mayor para aquella época, con más de cuarenta años, Teresa se decide por Jesús; enteramente, totalmente: “Vuestra soy, para vos nací:/ ¿Qué mandáis hacer de mí?”.

Que esta resolución de Santa Teresa de Jesús nos anime a nosotros a no conformarnos con la mediocridad, con la mera decencia. Dios espera más de nosotros; nos manda ser santos: “sed vosotros perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto” (Mateo 5, 48). Puede parecer imposible para los hombres, pero Dios lo puede todo.

El Señor Jesús, que miró a aquel joven, que llamó a Teresa por su nombre, viene a nuestro encuentro en su Palabra y en el sacramento de su Cuerpo. En Él está la sabiduría. En Él está la respuesta. Qué Jesús nos dé la gracia de fundar en Él nuestra vida, para que no sea una vida inútil, sino que podamos heredar, porque de Él la recibimos, la vida eterna.

Guillermo Juan Morado.

58 comentarios

  
Norberto
"Esta es la decisión de la fe: comprometer la propia libertad..."
Lo que entendemos,inicialmente,previamente al encuentro y llamada, por libertad,hasta que se comprueba que la mayor libertad es el ser siervo de Dios y de los hombres "revestidos de Xto.",mayor libertad no se conoce.
10/10/09 11:43 AM
  
Laurentius
Muchas gracias, D. Guillermo, una vez más, por este comentario a la Palabra de Dios del domingo. Buenísima predicación!
10/10/09 11:51 AM
  
Eduardo Jariod
Y cuando, por fin, se nos ha desvelado cuál es el sentido de nuestra vida, aquéllas grandes preguntas últimas se sustituyen por esta otra no menos fundamental: ¿qué es lo que le agrada a Dios? En responderla y en satisfacer a nuestro Señor en todo se basó la santidad, por ejemplo, de esa otra gran santa llamada Teresa, la de Lisieux, de la que, por cierto, hace apenas diez días celebrábamos su memoria.
10/10/09 12:27 PM
  
Yolanda
nuestro drama: queremos estar con Dios y con nuestras riquezas, sean éstas las que sean. Y ese imposible equilibrio, esa escisión interna, nos impide la paz y la alegría del seguimiento (...) no conformarnos con la mediocridad, con la mera decencia. Dios espera más de nosotros; nos manda ser santos
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pufff

Sí: es que de eso se trata. De que no nos acaba de satisfacer la vida que llevamos, ni siquiera cuando ceemos ser circiter virtuosos, o al menos "decentes" -y aun esas veces quizá demasiado autocomplacientes incluso al juzgarnos medianamente virtuosos- .

Sabemos que podemos y debemos más. Si lo sabemos es porque Dios nos lo está pidiendo. Esa es la "escisión interna" de que habla don Guillermo.

Pero qué difícl es pararse a discernir qué nos sobra, de qué tenemos que liberarnos (privarnos) por miedo a que descubramos que no queremos prescindir de todas esa baratijas vitales que en el fondo no nos satisfacen.

"¿Para qué aquellas victorias logradas a un precio tan caro?"

¿Qué hemos d ehacer?

That´s the question.
10/10/09 12:38 PM
  
Norberto
Yolanda

Cuando dices discernir,¿lo dices a luz de ti misma o a la luz del espíritu Santo?
El resultado cambia.
10/10/09 12:40 PM
  
Yolanda
¿lo dices a luz de ti misma o a la luz del espíritu Santo?

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Norberto, Norberto, NOrberto... que me quieres buscar los tres pies al gato.

Lo digo en sentido ignaciano. ¿Cómo pretender discernir sin contar con el Espíritu Santo?

Por eso digo """qué difícl es pararse a discernir"". lo difícil no es tanto discernir como "pararse a". El miedo nos entra (me refiero a mí) precisamente ANTES de decidir entrar en proceso de discernimiento. ¿Por qué? Porque sabemos que Dios nos pide más y tenemos tantos apegos innecesarios que tememos lo que sin duda, a la larga, será mejor para nosostros, pero los apegos nos atan y tememos el resultado de pararanos a discernir.

(para el otro tema pendiente, si quieres, voy al post anterior, OK?)
10/10/09 12:46 PM
  
Norberto
De acuerdo me traslado,no obstante te contesto,con un poema de Sta Teresa,solo un poquito

Vuestra soy, para Vos nací,
¿Qué mandáis hacer de mí?

Soberana Majestad,
Eterna sabiduría,
Bondad buena al alma mía;
Dios, alteza, un ser, bondad,
La gran vileza mirad,
Que hoy os canta amor así.
¿Qué mandáis hacer de mí?

Vuestra soy, pues me criastes,
Vuestra, pues me redimistes,
Vuestra, pues que me sufristes,
Vuestra, pues que me llamastes,
Vuestra, porque me esperastes,
Vuestra, pues no me perdí.
¿Qué mandáis hacer de mí?


El resto en:
http://www.devocionario.com/textos/p_teresa.html
10/10/09 1:06 PM
  
Yolanda
A mí me subyuga esta oración. La tenemos enmarcada en la pared a la altura de los ojos junto a la cama. Para no dejar de verla ni una noche al acostarnos, ni una mañana al despertarnos.

Oración de entrega de San Ignacio

Tomad, Señor, y recibid toda mi libertad, mi memoria,
mi entendimiento y toda mi voluntad; todo mi haber y mi poseer.
Vos me lo disteis, a Vos, Señor, lo torno.
Todo es Vuestro: disponed de ello según Vuestra Voluntad. Y dadme Vuestro Amor y Gracia, que éstas me bastan. Amén.

Luego.... vivir conforme a ello... es tan difícil. Pero se intenta. Y el discernimiento, Norberto, ¿crees entonces que lo concibo como algo que hay que hacer a la luz de uno mismo?
10/10/09 1:31 PM
  
Yolanda
Te he dejado mi explicación de lo otro en el otro post: admito que me he pasado un montón en extensión. Lo siento, es por afán de que no se me malinterrete, tan acostumbrada estoy a ello... Y aun así, suele dar igual: siempre me salen con falacias del hombre de paja, sobre todo en ese tema.
10/10/09 1:33 PM
  
luis
"cada vez son más numerosos los que plantean o advierten con una agudeza nueva las cuestiones totalmente fundamentales"

típica afirmación del Vaticano II sin ningún apoyo fenomenológico o sociológico. A mí me parece que cada vez son menos, al hombre moderno qua moderno le interesa un pepino las cuestiones fundamentales. Bueno, esto no es magisterio, es "tono" o apreciación prudencial buenista, de las que está lleno el Concilio.
10/10/09 4:18 PM
  
luis
" Dios espera más de nosotros; nos manda ser santos"

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id est, nos manda ser felices. "No hay más que una tristeza, y es la de no ser santos" (Leon Bloy)

O por lo menos, nos manda QUERER ser santos, Yolanda, Dios no es un árbitro de olimpíadas morales y el record de la santidad no está al alcance de nuestras pobres fuerzas humanas.

El santifica, el termina en nosotros la obra que ha comenzado.
10/10/09 4:24 PM
  
luis
Creo que cierta concepción barroca de la santidad, entendida como "moralización", como algo derivado del esfuerzo humano y de la práctica heroica de virtudes humanas, le quita a veces a la santidad el analogado principal.
Esta centralidad de la santidad es la disposición, el deseo de la criatura capaz de Dios, que señala el Pater en su post: esa disposición a la gracia, esa apertura metafísica a la Vida intratrinitaria, y por lo tanto a la incorporación a las costumbres de la Trinidad.

A veces se interpreta el "sed perfectos como mi Padre lo es" en un sentido moralista, perfeccionista, neurótico, y no en el orden del deseo de la Vida Divina, de la disposición radical a decir que sí a Dios en todos los ámbitos de nuestra existencia, del total "fiat" de la Theotokos a la Voluntad divina.

Como dicen los ortodoxos, Cristo no ha venido para que cumplamos los mandamientos, sino para que los muertos vivan.
10/10/09 4:45 PM
  
luis
(lo que, me apresuro a decir antes de que me acuse de quietista o luterano algún hispanísimo y jesuitísimo lector, no quita que cumplamos los mandamientos, Deo adyuvante. Pero la gracia es más, mucho más)
10/10/09 4:48 PM
  
Guillermo Juan Morado
antes de que me acuse de quietista o luterano algún hispanísimo y jesuitísimo lector...

____

¿Habría alguien capaz de semejante acusación?
10/10/09 5:17 PM
  
luis
jajaja, aquí en Argentina sí:

http://caminante-wanderer.blogspot.com/search?updated-max=2009-09-05T18:31:00-03:00&max-results=7
10/10/09 5:25 PM
  
Yolanda
¿Cuál es el sentido del dolor, del mal, de la muerte, que, a pesar de tantos progresos, continúan subsistiendo?
____________-

luis:

He ahí una de "las cuestiones totalmente fundamentales" clasíca pero reformulada tras plantearla o advertirla con una agudeza nueva.

Si eso te parece que no tiene un apoyo apoyo fenomenológico o sociológico... ¿Y por qué? POrque a luis "no se lo parece".

Tras la Ilustración y tras la primera revolución industrial, lo mismo el burgués medio que el hombre de ciencia, el poeta que el político, confiaban con fe ciega en el "progreso" y difundieron esa especie de optimismo de generación en generación.

Ni qué decir tiene que la aceleración exponencial de la tecnología en las últimas décadas parecen impedir la reflexión acerca de ese espejismo del progreso.

Naturalmanet que l hombre moderno qua moderno no se preocupa de las cuestiones fundamentales; como tampoco lo hacía en el siglo XIX el minero inglés embrutecido tran jornadas extenuantes, o el borracho que acaba de terminar una jornada de fábrica de 14 horas. Se lo planteaban quienes tenían tiempo y cultura para hacerlo.

O sea: igual que hoy.

Los embrutecidos por reallity shows, fútbol y consumo, pan y circo, no se lo plantean.

Pero quienes sí lo hacemos y somos modernos (no modernos qua modernos, sino modernos porque vivimos en la época en que Dios nos ha hecho nacer) nos planteamos por ejemplo justo lo que dice el CVII, de manera nueva:

"¿Cuál es el sentido del dolor, del mal, de la muerte, que, a pesar de tantos progresos, continúan subsistiendo?"

¿Creían los ilustrados en un progreso hacia una sociedad perfecta y feliz, sin dolor, gracais al progreso? ¿lo creían los burgueses del XIX? ¿lo creía el científico de principios del XX? ¿lo créian los alucinados ciudadanos de la década prodigiosa? ¿nos lo quieren hacer creer aun hoy a los legos en física, en genética, en cibernética, sustiuyendo la religión tradicional por esa adoración de tótem de la ciencia que npo nos libra de la muerte, de la soledad, de la enfermedad, del dolor?

El "progreso... ¿era esto?

El gran problema "trad" es no asumir que te guste o no, hubo una Revolución en Francia en 1789. Y que combatirla con las armas de entonces 220 años después podría no responder al plan de Dios que te ha hecho nacer en "década prodigiosa"
10/10/09 5:30 PM
  
Guillermo Juan Morado
Otros, de tono más solemne, pretenden adscribir al autor a las seguras y definidas categorías de quietista, o molinista o feneloniano.

__________

Huy, verse usted acusado de molinista! Madre del Amor Hermoso! Eso es más de lo que un dominicano puede soportar.
10/10/09 5:31 PM
  
Yolanda
Yolanda, Dios no es un árbitro de olimpíadas morales y el record de la santidad no está al alcance de nuestras pobres fuerzas humanas
__________

luis:

¿y a mí por qué me dices eso?
10/10/09 5:32 PM
  
luis
Yolanda, la afirmación del Vat no es seria, es igualmente válida al revés. La traía un poco en broma para mostrar la diferencia entre una afirmación doctrinaria y una apreciación prudencial, que no tiene valor doctrinario. La doctrina está llena de estas apreciaciones y percepciones, que después los papólatras toman como verdades reveladas. El famoso "tono" del que hablábamos ayer con el Pater, que también funcionaba durante el siglo XIX al revés, en la época de la reacción contrarrevolucionaria que tanto deploras.

Esto sentado, francamente, creo que el hombre moderno qua moderno no se plantea con nueva agudeza nada. Comparto la afirmación de Heidegger sobre el "olvido del ser" y del pensamiento metafísico de los últimos quinientos años. A lo sumo, alguna puerilidad existencialista sartreana o algún esfuerzo honesto camusiano... Pero la postmodernidad líquida no se plantea nada. Eso sí, busca desesperadamente, pero no en cuanto modernidad, sino en cuanto naturaleza humana, lo cual no se puede obliterar.

Pero bueno, esto que digo también es "tono" opuesto al anterior, e igualmente relativo. Son tonterías, la doctrina catolica es otra cosa. El Espíritu del Concilio en gran medida es "tono". Como el Syllabus.

Tu crítica a los trads no me cabe. Por supuesto que la Revolución no se combate con las armas de hace 220 años. En realidad, tampoco se combatía con aquellas armas, los resultados están a la vista.

Hay que recurrir a mejores armas, más ontológicas, más latréuticas, más hondas. Porque nuestros enemigos no son de carne y de sangre: son las potestades que están en los aires.
10/10/09 5:41 PM
  
luis
¿y a mí por qué me dices eso?

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Yolanda, Por tu "pufff" (el tono, jaja)parecía ser un poco moralista, un poquito desalentado.
10/10/09 5:51 PM
  
luis
Sí, Pater, creo que ahí lo de molinistas está de más, habría que haber puesto bañecistas o jansenistas.
Molinistas, seguro que no. Pelagianos tampoco.
10/10/09 5:55 PM
  
Guillermo Juan Morado
Ya me pegaba a mí que eso de la "ciencia media"...
10/10/09 6:05 PM
  
Yolanda
¿Era por el "pufff"?

Una interjección irrelevante y ya interpretas... ay, qué hombre éste. ¡ Con la de cosas bonitas que fdije después del "pufffff"!

Pues sí, pues sí... ya lo dice mi vecina, la Mary, mientras limpia los cristales: ""Habría que combatir la revolución Francesa, Yoli, con armas más ontológicas, más latréuticas"" Y yo le contesto, "Ya te digo, Mary, sobre todo más latréuticas" pero con el "tono" posconciliar, claro, y así, nos queda la conversación como con menos enjundia que cuando lo dices tú...

Francamente, luis, a veces me entran ganas de llamarte...qué sé yo... ¡¡¡Molinista!!!

;)
10/10/09 7:01 PM
  
luis
jaja tengo la cardiognosis, como los Fundadores, y también la onomatopeignosis, esa de mi secta particular.
10/10/09 7:23 PM
  
luis
Y, Yolanda, lo de las armas latréuticas, lo tengo traducido al clintoniano básico:

"¡Es la liturgia, estúpido!"
10/10/09 7:28 PM
  
Yolanda
jajajajajaja
10/10/09 8:10 PM
  
Guillermo Juan Morado
¿No había una canción que decía algo así como "antes muerta que sencilla"?. No sé por qué se me ocurre eso ahora...
10/10/09 8:48 PM
  
Yolanda
(Ahora que luis no se entera, le diré una cosa, padre: lo de la anti-sencillez de luis es un recurso para cuando se queda sin argumentos ante su rotunda escuetez y su frailuisiana y fluyente prosa clasicista. Y también porque antes muerto que sencillo)
10/10/09 10:06 PM
  
antiguo alumno salesiano
Volviendo a san Telmo, me he fijado en la imagen que hay en la iglesia de mi pueblo, tallada en madera, con el barco en la mano derecha y el báculo en la izquierda. Y la inscripción "SANT ELM". Es la misma de la hornacina de la calle San Telmo, aunque ésta es de yeso y con el barco en la mano izquierda. En Sant Feliu de Guíxols hay una ermita dedicada a sant Elm. Nunca he podido entrar en ella porque cuando voy está cerrada. Y no soy de Sant Feliu de Guíxols. Supongo que es el sant Elm que cita Amadeo.
10/10/09 10:11 PM
  
Guillermo Juan Morado
Seguramente, san Erasmo, sí.
10/10/09 10:15 PM
  
antiguo alumno salesiano
Yo hace unos años compré el libro de Ignacio Domínguez "San Telmo ¡cuánto hay que navegar!"(Edibesa), picado por la curiosidad, al tener en mi pueblo un san Telmo que no es san Telmo. No lo he leído aún. En la portada está la imagen, que viste el hábito dominico. En la mano derecha lleva un punzón o vara y en la izquierda el barco. Y ningún atributo episcopal. Tengo que entrar algún día en la ermita de Sant Feliu de Guíxols, aunque sea pidiendo la llave al párroco o al ayuntamiento.
10/10/09 10:54 PM
  
Guillermo Juan Morado
Es que todo parece indicar esa fusión. Ninguno de los dos, ni san Erasmo ni el Beato Pedro González, se llamaban "Telmo". Ambos fueron invocados como patronos de los hombres del mar.

Parece que el nombre de “Telmo” se retrotrae al de San Erasmo, un Obispo mártir en la persecución de Diocleciano, venerado, desde tiempos remotos, sobre todo por los marineros italianos, como protector de los navegantes. Con el intercambio comercial y cultural entre Italia y España es muy posible que se diese una fusión entre la invocación a San Erasmo – Sant Ermo – y la invocación, originaria de los navegantes gallegos, a fray Pedro González.

Como escribe uno de los biógrafos de San Telmo, “siendo una e idéntica la función intercesora de los santos, la fusión fue fácil, imponiéndose el nombre más simple Sant Ermo”, que, pronto derivaría en la expresión, más fácil de pronunciar, de “San Telmo”.
10/10/09 11:00 PM
  
Guillermo Juan Morado
En la portada está la imagen, que viste el hábito dominico. En la mano derecha lleva un punzón o vara y en la izquierda el barco.

__________

No es un punzón, es un cirio.
10/10/09 11:02 PM
  
Guillermo Juan Morado
http://libreriacompas.com/images/portadas/2009/9788498423051.jpg

Ahí puede ver la portada de la Novena que he escrito sobre San Telmo, y aparece el cirio y el barco.


10/10/09 11:04 PM
  
Guillermo Juan Morado
Creo que la imagen del libro de Ignacio Domínguez es ésta:


http://www.nauticaymaquinas.es/galeria/imgs/santelmo-.jpg
10/10/09 11:17 PM
  
antiguo alumno salesiano
Tengo todas sus novenas. Otra pregunta: ¿Es beato o san Pedro González? Y si éste es su auténtico nombre, ya me gusta: yo también me llamo Pedro.
10/10/09 11:31 PM
  
Guillermo Juan Morado
Es Beato. Beato Pedro González. Popularmente conocido como "San Telmo". Creo que lo cuento en mi "Novena"..., jajajaja.
10/10/09 11:34 PM
  
Guillermo Juan Morado

Esto dice el "Martirologio Romano":


"En Tuy, de Galicia, en España, beato Pedro González, llamado vulgarmente“Telmo”, presbítero de la Orden de Predicadores, que trató de ser tan humilde como antes había deseado la gloria, entregándose a ayudar a los más humildes, sobre todo a marineros y pescadores (1246)".
10/10/09 11:47 PM
  
antiguo alumno salesiano
Bueno, Padre, las novenas a san Telmo, a la Inmaculada y a la Virgen María Alivio de los que sufren son las tres que todavía no he hecho. Todo se andará. Hay beatos cuya canonización parece que va para largo: Ramon Llull, Imelda Lambertini... ¿se han olvidado de ellos?
12/10/09 11:41 AM
  
Guillermo Juan Morado
No, en el caso de Llull parece que siguen trabajando.
12/10/09 11:45 AM
  
luis
En general, la tradición dominica es no impulsar las canonizaciones, los dominicos suelen ser muy dejados en esa materia, como en el caso de la beata Imelda, del beato Manés, de Jordán de Sajonia, de la beata Juana de Aza, de Fray Angelico a quien JP II tuvo que darle impulso...
Es un rasgo bastante simpático y poco sectario de la Orden, no preconiza santos propios con demasiado afán. Otras congregaciones se desesperan por tener una factoría de santos. Ahí juega un factor psicológico, vinculado con la inseguridad religiosa y la necesidad de recibir confirmaciones visibles y descartar la incertidumbre. Sentirse seguro, sancionada la fe en la organizacion por un Santo propio. Puede ser una actitud muy peligrosa,hasta sectaria, como se ha visto. Pereat mundum, sed fiat sanctum nostrum.
12/10/09 4:22 PM
  
luis
Y visto lo visto, entre una persona que recibe culto desde hace siglos como beato, confirmado por la Santa Sede- los santos que Dios le impone a la Igleia-, y un santo canonizado sobre la línea de flotación, vía express, y con innumerables presiones, me quedo con el beato. Es como más natural, como se hace en la ortodoxia, lo otro es como artificial. Los famosos santos que la Iglesia le impone a Dios.
Hay también una tercera categoría de santos, los que se niegan a ser canonizados y hacen esfuerzos ímprobos para impedirlo, Newman por ejemplo. Aquí están los santos que Dios le impone a los mismo santos.
Benedicto está volviendo a la idea original de Lambertini, un culto confirmado y listo, por lo menos para los beatos.
12/10/09 4:27 PM
  
Guillermo Juan Morado
Luis,

San Telmo está encantadísimo en el cielo. Y nosotros tenemos una razonable certeza de que está, porque el Papa ha confirmado su culto.

Pero canonizarlo supondría un beneficio para nosotros. Es el patrono de una diócesis. Esa santidad reconocida universalmene - eso es la canonización - redundaría, creo yo, en bien de la diócesis que lo honra como patrono.

¿Cómo lo ve usted?
12/10/09 4:30 PM
  
Guillermo Juan Morado
Por otra parte, Luis, los dominicos tienen tantos en la lista de espera...

Al igual que nuestros queridos Padres, de la S.I.
12/10/09 4:35 PM
  
luis
Es que últimamente el proceso se ha desprestigiado tanto, incluso entre los canonistas, que uno hasta querría que las cosas sigan con el élan tradicional. Si es beato en serio, desde hace siglos, dejarlo así, no complicarlo con estos procesos tan penosos, tan sorprendentes...
La verdad, las reformas al proceso de (no le voy a decir Magno, algún día le voy a decir por qué creo que le cabe tal calificativo) Juan Pablo II han sido muy malas, para no hablar de las canonizaciones en concreto. No lo digo yo, lo dicen personas muy autorizadas. Y algunas canonizaciones o beatificaciones (la de Catalina de Emmerich por ejemplo) es claro que no hubieran superado el cartabón antiguo, que exigía por ejemplo ortodoxia impecable en todos los escritos. yo no digo que no sean santos, sino que no hubieran sido declarados santos antes. Está a la vista.
12/10/09 4:54 PM
  
Guillermo Juan Morado
No sé, creo que en santos antiguos lo más difícil es la "Positio", que ha de ser con mucho rigor histórico.

Yo no creo que se hay desprestigiado el proceso.
12/10/09 5:06 PM
  
luis
Se ha relajado mucho, y consecuentemente, se ha facilitado a niveles que hubieran sido inaceptables antes. Es una lástima, porque introduce mucha confusión. A muchos de nosotros nos ha llevado a revisar nuestra doctrina sobre las canonizaciones y sobre los santos.
12/10/09 5:13 PM
  
Guillermo Juan Morado
Yo no lo veo, pero bueno...
12/10/09 5:26 PM
  
luis
Y no le cuento si canonizan a-ya-sabes-quien. Crisis total, jaja.
12/10/09 5:40 PM
  
Guillermo Juan Morado
Luis, Luis, que lo mato a distancia... No juegue con fuego!
12/10/09 5:42 PM
  
luis
Pero qué mal pensado este Padre Guillermo, caray...
12/10/09 5:49 PM
  
Yolanda
¿se puede matar a distancia?
¡una señal, padre, una señal!
12/10/09 5:51 PM
  
Guillermo Juan Morado
Mal pensado? ¿Usted, medio florentino, medio gallego, me lo dice? Ayyy

Yolanda, no me obligue...

Aclaro, para disipar posibles responsabilidades: Es todo SPH (al menos, por imperativo legal).
12/10/09 5:54 PM
  
luis
Pero no experimenten conmigo...
Tengo unos cuantos candidatos, y más cerquita, para ensayar las maledictiones.
12/10/09 5:54 PM
  
luis
Además, el Pater es demasiado joven para conocerlas y demasiado viejo para haber leído a Harry Potter (en mi caso, forzado por mis hijos).
Estoy a salvo.
12/10/09 5:56 PM
  
Guillermo Juan Morado
Sí, sí, juegue, juegue, que ya verá.
12/10/09 6:01 PM
  
Guillermo Juan Morado
Sí, sí, juegue, juegue, que ya verá.


demasiado joven : Un acierto suyo.

demasiado viejo para haber leído a Harry Potter : Eso, me lo pagará.


Bueno, sigo después, que estoy con el curso de vudú por correspondencia (SPH).
12/10/09 6:03 PM
  
luis
No hace falta aprobar vudú. ¿No sabe lo de las maledictiones? Qué postconciliar que es, Pater.
12/10/09 6:13 PM

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