Dios está al mando

Casi exactamente tres meses después de la inesperada consagración de Rusia al Inmaculado Corazón de María, Estados Unidos deja no menos inesperadamente de reconocer el falso y demoníaco “derecho” al aborto.

En Apocalipsis 13,7 dice hablando de la Bestia, en la que la tradición cristiana ha visto siempre al Anticristo: “Y se le concedió hacer la guerra a los santos y vencerlos”.

Frase que a primera vista suena a mala noticia, y sin embargo, está diciendo que el mal no puede avanzar un milímetro más de lo que Dios le permite.

En la que muy probablemente es la hora más negra en toda la historia de la Iglesia y del mundo, el Señor de repente nos sacude con estas cosas que nos va a llevar mucho tiempo valorar en forma menos incorrecta.

La fragilidad de los chiringitos que levanta Satanás es impresionante, tanto como la apariencia de poder indestructible que suelen tener. No hizo falta un gobierno republicano: los demócratas robaron las elecciones para que sucediera esto bajo su mandato.

Vayan poniendo las barbas en remojo los semidioses de cuarta, los psicópatas plandémicos que están planeando convertir a la humanidad en un rebaño poco numeroso de autómatas “mejorados” y conectados a la “nube”.

Un saludo también a los héroes del movimiento pro-vida de tantos años y de todos los países. No somos dignos de esta vocación que nos ha regalado el Señor, por eso se lo debemos agradecer siempre.

Un recuerdo para los millones que han sido asesinados antes de nacer en una sociedad que ha alcanzado la “autonomía” respecto del Creador.

Pidamos a Dios que esto genere una onda expansiva que haga caer las “legislaciones” inicuas abortistas en todos los países del mundo. Que el movimiento pro-vida se renueve en su empeño de hacer derogar estas disposiciones de muerte que convierten a las sociedades en enemigas de Dios.

Pidamos también por los tibios, los cobardes, los acomodaticios, los traidores, los Judas, para que el Señor muestre en ellos su misericordia y a todos nos conceda la gracia de la conversión, porque todos algo de eso tenemos también. 

Y por las madres que cargan en su conciencia la muerte de un hijo o una hija, para que encuentren en la Sangre de Cristo la única respuesta verdadera, y que las embarazadas en situación angustiosa reciban solidaridad y apoyo reales en vez de que se las mande a matar a sus hijos. 

Nos han hecho el cuento del “pensamiento débil” en tiempos del genocidio fuerte, a ver si nos despertamos.

Por el momento, pienso que corresponde citar nuevamente al Apocalipsis, en los cap. 4 y 5:

«Eres digno, Señor y Dios nuestro, de recibir la gloria, el honor y el poder, porque tú has creado el universo; por tu voluntad existe y fue creado.» (…) «Eres digno de tomar el libro y abrir sus sellos porque fuiste degollado y compraste para Dios con tu sangre hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación; y has hecho de ellos para nuestro Dios un Reino de sacerdotes, y reinan sobre la tierra.» (…) «Digno es el Cordero degollado de recibir el poder, la riqueza, la sabiduría, la fuerza, el honor, la gloria y la alabanza.» (…) «Al que está sentado en el trono y al Cordero, alabanza, honor, gloria y poder por los siglos de los siglos.»

Amén.