Parte del testimonio de Enrique Petrillo y Chiara Corbella, subtitulado (click en YouTube y clic en CC) por teachervideos
Chiara falleció el mes pasado, con 28 años. Feligreses de una parroquia de Roma, se conocieron en una peregrinación mariana y han vivido un matrimonio marcado por una especial llamada a la vivencia de la Cruz, el valor de la Vida de sus hijos, la obediencia a la Voluntad de Dios y la confianza serena y feliz en su Providencia.
Acogieron así a María, anencefálica, y la acompañaron en sus treinta minutos de vida. Recibieron también a Davide, privado de piernas y con malformaciones de las vísceras, manteniéndose a su lado en las pocas horas de su existencia terrena.
Por fin fue engendrado Francesco, pero Chiara, embarazada, recibió el diagnóstico de un carcinoma; afrontarlo significaría poner en peligro la gestación. La decisión fue llegar a dar a luz serenamente. Después del parto, la madre inició el tratamiento del tumor, cuya agresividad fue tal que no pudo curarse.
El pasado mes de mayo los esposos fueron recibidos y abrazados por Benedicto XVI y ellos le explicaron qué era ser «jóvenes de la generación Wojtyla». Veintiocho años ella, treinta y tres él. Chiara expresó así su proyecto de familia a Enrico: «Ahora que voy allá yo me ocupo de María y Davide; tú, que permaneces aquí, cuida bien de Francesco».
Entrevista a Enrico
Testimonio (en italiano, 20 minutos) de Chiara-Enrico