"Restored", impresionante video sobre la confesión, con un peligro
Catholic-link.com - Mauricio Artieda
Debo confesar que me he resistido un poco en publicar este video. No creo que tenga nada de malo, fue producido por la Steubenville University, es 100% católico y trata sobre uno de los sacramentos más urgentes en estos tiempos: el Sacramento de la Reconciliación; sin embargo, había algo en él que no me terminaba de convencer y que recién ahora he logrado categorizar un poco mejor.
Trato de explicarlo. Algunas producciones católicas norteamericanas beben de la cultura protestante, pecado-céntrica, en la cual viven. Me parece que en alguna medida este es el caso de “Restored” (título origianl del video). Pienso que el pecado, salvo en casos extremos, no es una realidad que percibimos en modo negro o blanco en nuestras vidas. El trigo y la cizaña crecen juntos, lo sabemos, y creo que ese es el modo más católico de comprender su presencia en nosotros.
El video, en mi opinión, acentúa una experiencia del pecado que se da muy pocas veces en la realidad (aunque no niego que pueda darse), la joven del video aparece totalmente cubierta por el pecado, como si la inmundicia fuera lo único visible en ella… pero, ¿esta imagen no puede “jugarnos en contra” cuando hablamos del Sacramento de la Reconciliación? Si yo propongo el pecado como un “tocar fondo” entonces es lógico que se confiesen únicamente los que tocan fondo, los que se experimentan podridos por el pecado… pero, ¿es así? ¿cuántos somos los que nos acercamos a la confesión experimentándonos “podridos” de pecados? Esa es la polarización protestante de la que hablo y que poco o nada tiene que ver con un Sacramento tan hermoso como el de la Reconciliación.
Los Sacramentos no son otra cosa que la presencia connatural del Señor Jesús que nos acompaña con su Gracia en cada momento de nuestras vidas; Él conoce que caemos y nos levantamos, que amamos, sufrimos y pecamos, muchas veces, en el lapso de unas horas… Él sabe que necesitamos que su Amor esté “a la vuelta de la esquina” y no al final de un tortuoso túnel de pecados. Eso significa el confesionario en nuestras vidas, que el trigo y la cizaña no dejan de crecer juntos, pero que el trigo, y no la cizaña, es lo que yo quiero ofrecerle a Jesús cada día.
El video es un excelente recurso para el apostolado, pero vale la pena explicar este posible peligro. ¡Saludos!