742 - REINO UNIDO-ESCOCIA: LA INQUISICIÓN GAY (VI).
LA INQUISICIÓN GAY (VI).
Fuentes: al pie.
Por Juan Bacigaluppi
Escocia: Se prohibiría la enseñanza de la doctrina cristiana
El Cardenal Keith O'Brien, Arzobispo de Edimburgo, en la tradicional celebración eucarística llamada Red Mass, dirigiéndose a jueces, funcionarios judiciales, abogados y juristas, afirmó que el Parlamento de Escocia está sancionando "leyes inmorales, injustas e irracionales, carentes de fundamento en el orden natural, cuyo fin es destruir la cultura cristiana".
La leyes a las que el cardenal se refirió son aquellas que reconocen el estatus de matrimonio a las uniones del mismo sexo, otorgándoles la posibilidad de adoptar niños, y los recientes proyectos parlamentarios que prohibirían cualquier crítica pública al "estilo de vida homosexual por parte de ministros religiosos", lo que implica lisa y llanamente la legalización de la "censura rosa" a sermones y homilías y la prohibición, por ejemplo, de la enseñanza del Catecismo de la Iglesia Católica. O'Brien fue víctima de este atropello con motivo de la invocación religiosa que hizo en el Parlamento la pasada Navidad (vid. NG 713)
Ahora con ocasión de la "Red Mass" -que data del siglo XIII y se llama así porque los jueces y funcionarios judiciales acuden a ella con sus togas de color rojo- el cardenal constató que la legislación contraria al orden natural sobre la vida humana y la familia crea una situación de conflicto entre los deberes públicos y las obligaciones de la fe cristiana.
O'Brien dijo que los fundamentos naturales sobre los que se asienta la sociedad, comunes a cristianos y no cristianos, quieren ser destruidos, "porque algunos ceden ante la presión ideológica de considerarlos viejas reliquias del cristianismo, cuando en realidad son principios que están en la raíz de todas las sociedades, las religiones, y en el corazón de todo ser humano".
"Los nuevos iconoclastas han tomado la determinación de destruir todo lo que pueda estar enraizado en la cultura y en la herencia cristiana, una herencia que definió a Europa durante muchos siglos", añadió el cardenal.
El Arzobispo de Edimburgo, citando a Benedicto XVI, concluyó haciendo un llamado a no abandonar la vida pública y a llevar la fe cristiana a los ámbitos de trabajo, sin reducirla al ámbito de lo privado, "así realizamos el mandato de Jesucristo de evangelizar, extendiendo Su doctrina en el mundo en el que vivimos".
Recordamos que Juan Pablo II advirtió que esta coherencia puede llevar a dolorosas renuncias de legítimo progreso profesional o de pérdida del estatus ya adquirido (Enc. Evangelium Vitae). FIN, 18-10-05
Fuentes: Propias, Life Site 11-10-05; (vid. NG 341, 429, 623, 669, 673, 708, 712, 713, 720, 724, 725 entre otros).