505 - USA: LAS ENFERMEDADES DE TRANSMISIÓN SEXUAL GRAN EPIDEMIA OCULTA

USA: A PESAR DE LAS CAMPAÑAS DE SALUD REPRODUCTIVA: LAS ENFERMEDADES DE TRANSMISIÓN SEXUAL. UNA GRAN EPIDEMIA OCULTA.

Fuente: Pro-Vida Press, nº 100

Cada día aparecen más trabajos médicos, que demuestran el fracaso de las políticas y programas de "salud reproductiva". Éstos bajo el falso mensaje del "sexo seguro" aseguran que apuntan a evitar los embarazos y a evitar las enfermedades de transmisión sexual. Lo cierto es que, a pesar de esos planes los embarazos, sobre todo en adolescentes, van en aumento, y aumentan también los contagios de enfermedades de transmisión sexual. Como lo hemos hecho varias veces, presentamos otra síntesis de un artículo científico, publicada por Pro-Vida Press.

Las enfermedades de transmisión sexual, entre ellas el SIDA, constituyen uno de los principales problemas sanitarios actuales, incluso en los países desarrollados. Es como una epidemia oculta, de la que poco a poco se van descubriendo sus devastadores efectos.

En Estados Unidos, en el año 2000, se han constatado 702.093 casos de infección por Chlamydia trachomatis y 358.995 de Nisseria gonorrhoeae, por el Centro para la Prevención y Control de las Enfermedades (CDC) de Atlanta. Lo que dará lugar a un número extraordinariamente alto de enfermos, aunque sean curables, (JAMA 287; 768, 2002; JAMA significa Journal of American Medical Association). Una parte de estas personas infectadas permanecen largo tiempo asintomáticas, por lo que ni los mismos infectados saben que lo están. Esto hace que el peligro de que ellos puedan infectar a otras personas sea muy elevado, y así también que sea enorme la posibilidad de que la epidemia se vaya extendiendo. Incluso los expertos piensan que el número de infectados que no saben que lo están es superior a los que manifiestan síntomas de la enfermedad (Am J Public Health 91; 1287, 2001; American Journal of Public Health). El reciente trabajo (JAMA 287; 726, 2002), alerta sobre la importancia de esta epidemia oculta, y para comprobarlo, los autores realizan un amplio estudio entre personas de 18 a 35 años, encontrando que el 7,9% de los estudiados tenían una infección no conocida por el sujeto, de gonococos o clamydia o de ambos. La mayoría de los infectados eran asintomáticos. La tasa de infección más significativa se encontraba entre los adultos jóvenes y los sujetos de cualquier edad de raza negra. Por ello, los autores indican que los esfuerzos para prevenir las enfermedades de transmisión sexual, aunque son grandes, están muy lejos de ser efectivos.

No parece excesivo aventurar que si la mayoría de los esfuerzos sociales se centran en promover la utilización del preservativo, con el falso mensaje del "sexo seguro" y los resultados son los que se constatan en éste y otros trabajos, se debe pensar en valorar si las campañas realizadas para la prevención de enfermedades de transmisión sexual, y entre ellas el SIDA, son acertadas y si no habrá que ir más a las raíces del problema promoviendo una cultura sobre la sexualidad ineludiblemente unida a la continencia y a las relaciones estables. FIN, 27-05-02