425 - ANTICONCEPTIVOS: ¿INOCUOS PARA LA SALUD DE LA MUJER?
ANTICONCEPTIVOS: ¿INOCUOS PARA LA SALUD DE LA MUJER?
Fuente: Propias y Pro-Vida Press nº 62
RIESGO DE ACCIDENTES CEREBRALES EN MUJERES QUE TOMAN ANTICONCEPTIVOS ORALES. (JAMA significa: Journal of American Medical Association)
La polémica sobre la seguridad de los anticonceptivos orales arranca desde que se inició su consumo, allá por el año 1960. Desde entonces abundantes datos de literatura médica han mantenido vivo el problema de si los anticonceptivos orales favorecen o no la presentación de fenómenos trombóticos en diversos órganos; pero esto cada vez parece estar más claro. En un reciente artículo (JAMA 284;72,2000) se valoran los estudios sobre esta materia publicados en la literatura médica anglosajona entre 1960 y 1999, utilizando diversas bases de datos informatizadas. Se utilizaron 804 estudios. En este amplio trabajo se concluye que la píldora, incluso con dosis bajas de estrógenos incrementa el riesgo de accidentes trombóticos cerebrales. Este incremento es de alrededor de 2.7 veces. Cuando las usuarias de los anticonceptivos son fumadoras el riesgo se incrementa todavía más. De los datos analizados se concluye que un total de 425 accidentes cerebrales por año podrían ser atribuidos al uso de los anticonceptivos orales en Estados Unidos, a lo que habría que añadir un accidente vascular cerebral por año por cada 15.000 mujeres fumadoras que tomaran anticonceptivos orales. Si se tiene en cuenta que en aquel país alrededor de 10.000.000 de mujeres toman anticonceptivos orales, y que en el mundo esta cifra puede llegar a los 78,5 millones, se puede deducir lo que significa el riesgo de accidentes cerebrales vasculares como consecuencia de la ingestión de la píldora.
RIESGO DE TROMBOEMBOLISMO VENOSO EN MUJERES TOMANDO ANTICONCEPTIVOS DE TERCERA GENERACIÓN. (BMJ significa British Medical Journal) (Vid. también Oral Contraceptives and the Risk of Venous Thrombosis, N Engl J Med, 344, 1527, 2001; -New England Journal of Medicine-USA; 17-05-01-).
En 1995 tres importantes estudios médicos alertaron sobre la posibilidad de que los anticonceptivos de tercera generación (aquellos que contienen como progestágeno el desogestrel o el gestodene, junto con 30 microgramos o menos de estrógenos) pudieran incrementar el riesgo de tromboembolismo venoso que tienen los anticonceptivos de segunda generación (los que con la misma dosis de estrógeno utilizan levonorgestrel como progestágeno). Esta controversia se ha mantenido hasta recientemente, en que diversos estudios parecen aclarar el problema. Uno de ellos ha sido recientemente publicado en el BMJ (321;1190,2000) en el que se analizan los datos recogidos de una base de datos de medicina general muy amplia que abarca desde enero de 1993 a diciembre de 1999. En el se demuestra que los anticonceptivos de tercera generación tienen aproximadamente dos veces más riesgo de producir tromboembolismo venoso que los de segunda generación. Este riesgo aún es mayor entre las mujeres más jóvenes. Este estudio es acorde con otros anteriores en los que se comparaban ambos tipos de anticonceptivos y en los que también se había encontrado que el riesgo de tromboembolismo derivado de la ingesta de anticonceptivos de tercera generación es prácticamente el doble que el que se observa con los de segunda generación.
RIESGO DE CANCER DE PECHO EN MUJERES TOMANDO ANTICONCEPTIVOS ORALES.
En trabajos previos ha sido observada una débil asociación entre la utilización entre los anticonceptivos orales y el cáncer de pecho, que incluso se prolonga hasta 10 años después de que las mujeres han dejado de utilizar los anticonceptivos. Parece que este riesgo podía ser mayor en aquellas mujeres que tuvieran una predisposición familiar al cáncer de pecho, cosa que cada día está mejor estudiada sobre bases de genética molecular. En un reciente estudio (JAMA 284;1791,2000), se realiza una amplia valoración sobre este tema. Para llevarlo a cabo se analizaron 426 familias en las que las mujeres que utilizaban anticonceptivos orales tenían familiares de primer grado con cáncer de pecho, diagnosticado entre 1944 y 1952. Del estudio se deduce la existencia de un mayor riesgo de cáncer de pecho entre las usuarias de anticonceptivos orales cuando en sus familias existían familiares de primer grado con historia previa de cáncer de pecho. Este incremento de riesgo era alrededor de 3,3 veces. Estos resultados claramente indican que las mujeres que han utilizado con anterioridad o utilizan aún anticonceptivos orales tienen un mayor riesgo de padecer cáncer de pecho que las que no los utilizan.