418 - BRASIL: SOBRE EL RECONOCIMIENTO DE LAS PAREJAS HOMOSEXUALES
BRASIL: INTERVENCIONES EPISCOPALES SOBRE EL RECONOCIMIENTO DE LAS PAREJAS HOMOSEXUALES
Fuentes: Propias; Humberto Vieira; Leonardo Hoff.
Mons. Filippo Santoro, obispo auxiliar de Río de Janeiro, envió a todos los diputados nacionales del Brasil que integran el llamado "bloque carioca", una carta en la que se expresaba el parecer del Arzobispo, Cardenal Don Eugenio de Araujo Sales y de los demás obispos auxiliares de Río, sobre el proyecto de ley que reconocía efectos legales a las uniones homosexuales.
El proyecto iba a ser tratado por la Cámara de Diputados el 10 de mayo pasado. Comenzada la sesión el diputado relator del proyecto, pidió no tratarlo, debido al sin número de comunicaciones y cartas, contrarios al proyecto, que habían recibido en esos días del diputados.
Entre los documentos contrarios al proyecto se conoció uno de la Conferencia Episcopal de Brasil, en base al trabajo del Pontificio Consejo para la Familia, "Familia, Matrimonio y Uniones de hecho", que fue enviado a todos los parlamentarios, en el que se recuerda que "toda ley humana tiene razón de ley en tanto que deriva de la ley natural. Si algo se opone a la ley natural, ya no es ley, sino corrupción de la ley", (Sto. Tomás de Aquino, Suma Teológica I-II, q. 95, a. 2). Termina diciendo el documento, "por favor, Señores Diputados, no aprueben la corrupción de la ley"
Otro documento episcopal fue el del Cardenal Araujo Sales, Arzobispo de Río de Janeiro, y sus obispos auxiliares, éste último es el que presentamos a nuestros lectores a continuación:
Estimado/a señor/a diputado/a
Con relación al proyecto de ley nº 1151-A, de 1995, cuya autora es la actual prefecta de San Pablo, Exma. Sra. Marta Suplicy, quiero manifestarle, en nombre del Cardenal Arzobispo Dom Eugenio de Araujo Sales y sus obispos auxiliares, el parecer de la Arquidiócesis de Río de Janeiro.
Queremos recordar que la sexualidad está ordenada al amor entre un hombre y una mujer, o sea, entre los esposos, en la forma de unión que es el matrimonio y que constituye la familia. Debemos resaltar que los actos que se derivan de la actitud homosexual manifiestan intrínsecamente un desorden moral. Son contrarios a la ley natural. Quitan del acto sexual el don de la vida. No proceden de una complementariedad afectiva y sexual verdadera. La Sagrada Escritura los representa como depravaciones graves (cf. Rom 1, 24-27; 1 Tim 1, 10). No debemos ni podemos, con todo, discriminar a estas personas, porque todos, indistintamente, estamos llamados a vivir el respeto por la dignidad de nuestros hermanos.
Por lo tanto, pido su atención a la votación (del proyecto) mencionada más arriba. A fin de construir una sociedad esencialmente sana, libre de las ataduras ideológicas que corrompen la existencia, no permitamos la aprobación de una ley, que en nombre de una falsa libertad, es de hecho contraria a la ley natural y a la edificación de nuestra sociedad. En nombre de sus electores de Río de Janeiro, le pedimos que se manifieste sustancial y formalmente contra ese proyecto.
Fillippo Santoro, Ob. Auxiliar de Río de Janeiro
FIN, 14-05-01