333 - LA DECLARACIÓN DE PANAMÁ: DESTRUIR LA FAMILIA.
LA DECLARACIÓN DE PANAMÁ: DESTRUIR LA FAMILIA.
Fuentes: Propias. Vid. Noticias Globales 229, 314, 319, 321, 327 y 329.
En mayo de este año los ministros responsables de políticas sobre la mujer de Iberoamérica, firmaron la Declaración de Panamá, documento que será tratado en la Cumbre Iberoamericana prevista para noviembre. La Declaración, que el Consejo Nacional de la Mujer en Argentina publica en el apartado nuevas convenciones y acuerdos internacionales, es una muestra más de la tendencia totalitaria que apunta a destruir la familia.
No sería de extrañar que aunque no sea tratada en la Cumbre -lo que es desde ya difícil-, los grupos feministas insistan en incluirla en futuros documentos internacionales de mayor importancia, como pasó este año con el Consenso de Lima.
Sintetizamos la publicación del Consejo Nacional de la Mujer:
Convenciones y acuerdos internacionales
La Presidenta del Consejo Nacional de la Mujer, Carmen Storani, firmó junto a sus pares de 20 países iberoamericanos una declaración en el marco de las reuniones preparatorias de la X Cumbre Iberoamericana de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno. Las representantes acordaron instar a que se intensifiquen los esfuerzos para eliminar las inequidades y desigualdades a que aún están sujetas las niñas, adolescentes, jóvenes y mujeres en los paises de la región.
VI ENCUENTRO IBEROAMERICANO DE MINISTRAS(OS) Y RESPONSABLES DE LAS POLITICAS DE LAS MUJERES, Ciudad de Panamá, 4 y 5 de mayo del 2000
DECLARACIÓN DE PANAMÁ
Las(os) Ministras(os) y Responsables de las Políticas de las Mujeres de los países Iberoamericanos, reunidas(os) en el VI Encuentro Iberoamericano realizado en Panamá, República de Panamá, los días 4 y 5 de mayo de 2000, en el ámbito de la preparación de la X Cumbre Iberoamericana de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno, que se celebrará en la ciudad de Panamá, los días 17 y 18 de noviembre de 2 000, bajo el lema "Unidos(as) por la Niñez y la Adolescencia, base de la Justicia y la Equidad en el Nuevo Milenio", luego de un amplio y enriquecedor debate sobre la situación y retos que enfrentan las niñas, adolescentes y mujeres de Iberoamérica, presentan las siguientes conclusiones y propuestas a las Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno, para que sus recomendaciones formen parte del debate político de la Cumbre.
CONSIDERANDO QUE:
PRIMERO: La consolidación de los Estados de Derecho, el afianzamiento del sistema democrático y la construcción de una cultura de paz en Iberoamérica requiere de la voluntad y el compromiso de las Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno, para eliminar todas las inequidades y desigualdades a que están aún sujetas las niñas, adolescentes, jóvenes y mujeres, así como de la democratización de las relaciones al interior de las familias.
SEGUNDO: la ratificación por los países de la comunidad iberoamericana de la Convención de los Derechos del Niño, de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, y de otros instrumentos internacionales y regionales en esta materia, como en la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, así como La adopción de la Plataforma de Acción de la IV Conferencia Mundial de la Mujer en Beijing, han permitido avanzar en la aplicación y ejercicio de los derechos humanos. Sin embargo, aún persisten discriminaciones e inequidades que obstaculizan el pleno desarrollo y el empoderamiento de las mujeres, adolescentes y niñas en el ejercicio de todos sus derechos.
TERCERO: Los niños, las niñas y adolescentes se reconocen como sujetos de derechos. Es necesario que se posibilite su realización como ciudadanas y ciudadanos dentro de una cultura universalizadora de los derechos humanos. (…)
QUINTO: Los países de Iberoamérica realizan grandes esfuerzos para combatir la pobreza y sus consecuencias, las cuales representan un desafío y un reto para la paz, la gobernabilidad, la justicia social, y el derecho a la vida de las personas.
SEXTO: En los Estados Iberoamericanos se ha avanzado en el aumento de la cobertura de educación pre-escolar y escolar incluyendo los conocimientos tecnológicos, no obstante subsiste una importante brecha en el acceso y permanencia de las niñas, adolescentes y mujeres a las oportunidades, conocimientos, avances científicos y tecnológicos que se traducen en inequidades sociales y de género. (…)
OCTAVO: Las normas de protección a la niñez y la adolescencia se han incluido en los más altos niveles de las políticas públicas para garantizar la equidad y la justicia social. Sin embargo, se requiere seguir impulsando el cumplimiento de las mismas. (…)
DÉCIMO: La mortalidad materna todavía es un serio problema de salud pública en la mayoría de los países de la Región.
UNDÉCIMO: La prevalencia del embarazo en adolescentes y la paternidad y maternidad temprana afectan el desarrollo y la integración social de las personas adolescentes, en particular de las mujeres y constituye un serio riesgo para la vida y la salud de las mujeres adolescentes y sus hijos, así como una seria amenaza para su educación y una consecuencia estructural que impide romper la subordinación de género y el círculo intergeneracional de la pobreza.
DUODÉCIMO: La amenaza de VIH/SIDA y otras infecciones de transmisión sexual demandar impulsar y fortalecer los programas de educación en salud sexual y reproductiva con perspectiva de género desde tempranas edades y fortalecer el acceso a los servicios de salud, los cuales deben ser confidenciales y brindarse con calidez, que tenga en cuenta las necesidades diferenciadas y específicas de las/os adolescentes.
DÉCIMO TERCERO: Las familias, las escuelas y las comunidades deben ser escenarios privilegiados y participativos de las niñas, niños y adolescentes, asegurando que se conviertan en espacios cada vez más democráticos e inclusivos.
DÉCIMO CUARTO: Los sistemas de registros estadísticos desagregados por sexo y los indicadores construidos con perspectiva de género permiten conocer la situación real de niños, niñas y adolescentes en temas tradicionales y emergentes así como visibilizar los problemas que enfrentan, como base para la formulación de políticas públicas, selección de estrategias y diseño de programas. (…)
INSTAMOS A LAS JEFAS Y JEFES DE ESTADO Y DE GOBIERNO PARA QUE INTENSIFIQUEN LOS ESFUERZOS DIRIGIDOS A:
(…)
2.Adoptar medidas tendientes a incorporar en la elaboración de los presupuestos nacionales indicadores de género que garanticen, en el diseño y evaluación de las políticas económicas y sociales, una mejor distribución y eficiencia de los recursos públicos. (…)
4.Diseñar Sistemas de Registros Estadísticos con indicadores específicos que den cuenta de los problemas particulares de la niñez y adolescencia desagregados por sexo, zona de residencia, etnia, según su ciclo de vida y etapas específicas de desarrollo: infancia, niñez y adolescencia. (…)
6.Adoptar en los Ministerios de Educación medidas que, por un lado, garanticen el derecho de las niñas, adolescentes y las jóvenes embarazadas a permanecer en el sistema educativo sin discriminaciones, hasta el término de sus estudios y, por otro, que aseguren el cuidado y protección integral de la propia niña, adolescente y joven así como la de sus infantes durante este proceso.
7.Asegurar que en todos los planes, programas y proyectos en el sector salud, se garanticen la información, el acceso, integralidad, especificidad y calidad de los servicios a las niñas, adolescentes, jóvenes y mujeres en sus diferentes niveles de atención, y se pongan en ejecución mecanismos de seguimientos que permitan contar con información oportuna; así como sobre la mortalidad materna e infantil.
8.Incorporar en los sistemas educativos, escolar y no escolar, programas de educación de la sexualidad que fomenten conductas sexuales responsables, incluidas la paternidad y maternidad responsables; la democratización de la vida familiar en igualdad y equidad de género; la prevención del embarazo temprano y de las ETS y VIH/SIDA.
9.Adoptar las medidas tendientes a prevenir, sancionar y erradicar la violencia en todas sus formas hacia las niñas, los niños, adolescentes y mujeres, involucrando la participación de todos los sectores concernidos que apunten al establecimiento de un sistema integral, intersectorial e interinstitucional de atención permanente en la lucha contra la violencia en todas sus formas.
10.Adoptar las medidas tendientes a prevenir, sancionar y erradicar la violencia sexual y sus distintas manifestaciones; la trata de las mujeres y niñas y niños ara el comercio sexual, así como los temas de la prostitución forzada, la violación, el abuso sexual, el incesto y el hostigamiento sexual, entre otros.
11.Retomar los estudios sobre la magnitud, características, causas y efectos de la violencia contra las niñas, las adolescentes y las mujeres; del incesto; la adopción de niños y niñas con fines de comercio y venta de órganos, que permitan contar con mayores y mejores conocimientos para sustentar políticas públicas de prevención, atención, protección y erradicación, que conlleven el establecimiento de perfiles singulares de manifestación del fenómeno en cada sociedad de acuerdo a sus características sociales, culturales, políticas y económicas particulares.
12.Mejorar los procedimientos y mecanismos para que se cumplan efectivamente las medidas y leyes en materia de pensión alimentaria para hijas e hijos, garantizando la aplicación de las sanciones o incluyéndolas en el caso en que se contemplen.
13.Fomentar en las niñas, niños y adolescentes la conciencia, conocimientos y ejercicio de sus derechos humanos y la importancia de su participación en la vida social, cultural, económica y política. (…)
15.Mejorar el desarrollo de políticas públicas para la atención de niñas y niños desde su nacimiento hasta los cinco años, cuyo cuidado aún depende del esfuerzo individual de sus madres, lo que incide tanto en el crecimiento y desarrollo temprano de niñas y niños, como en las opciones de participación social de sus madres.
16.Realizar estudios que permitan la incorporación de indicadores que posibiliten visibilizar el trabajo no remunerado de las mujeres, incluyendo el doméstico en las cuentas nacionales.
17.Implementar políticas y realizar acciones inmediatas para erradicar todas las formas de explotación y trabajo infantil y para sancionar la explotación económica y laboral de las niñas y niños.
18.Promover la creación o fortalecimiento de un sistema integrado de información, que incorpore la perspectiva de género y generacional en la construcción de sus indicadores sociales.
19.Fortalecer técnica y financieramente los Mecanismos Nacional y Oficinas Gubernamentales de la Mujer para el efectivo cumplimiento de sus funciones y de los compromisos internacionales asumidos en materia de igualdad y equidad de género de niñas, adolescente y mujeres, así como para el establecimiento de canales de información e intercambio al respecto.
20.Continuar y fortalecer el sistema de seguimiento y evaluación por parte de los Mecanismos Nacionales de los gobiernos, del Plan de Acción de la IV Conferencia Mundial de la Mujer y sus compromisos ulteriores, garantizando la participación de los mecanismos nacionales de la mujer.
21.En materia de Cooperación Internacional, apoyar el desarrollo de las siguientes áreas prioritarias: Estrategia para garantizar el cumplimiento al derecho al nombre y a la nacionalidad establecida en la Convención de los Derechos del Niño; Educación Integral para niñas y niños menores de seis años; Disminución de la mortalidad materna, infantil y embarazo precoz; Mecanismos para la movilización y vigilancia participativa del cumplimiento de la Convención de los Derechos del Niño; Políticas Públicas para el fortalecimiento de las familias en el marco de los derechos de la mujer, niñas, niños y adolescentes.
1.Incluir los Mecanismos Nacionales de la Mujer dentro de la Secretaría Pro-Témpore de cada país sede para que este sea el encargado de vigilar que exista el tema de la mujer y la perspectiva de género en las Declaraciones de cada Cumbre Iberoamericana de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno.
Agradecer y reconocer al Gobierno de la República de Panamá la hospitalidad y atenciones brindadas durante el desarrollo de este VI Encuentro Iberoamericano de Ministras, Ministros y Responsables de las Políticas de las Mujeres, muy especialmente a la Excelentísima Señora Presidenta Mireya Moscoso quien es motivo de orgullo para las mujeres iberoamericanas por llegar a ocupar la más alta magistratura en este país.
Esta declaración es aprobada por consenso por las delegadas y los delegados de los siguientes países.
Argentina, Carmen Storani; Bolivia, Carlos E. Bejar Molina; Brasil, Pedro Pablo Assumpcao; Colombia, Nazly Lozano Eljure; Costa Rica, Gloria Valerín Rodriguez; Cuba, Vilma Espín Guillois; Chile, Kareen Herrera Sparza; Ecuador, Lola Villaquirán de Espinosa; El Salvador, Jenny de Coto; España, José Gómez de Aranda Villén; Guatemala, Berta Hilda Marroquín de Alcántara; Honduras, María Martha Díaz Velásquez; México, Guadalupe Gómez Maganda; Nicaragua, Amalia Frech; Panamá, Alba Tejada de Rolla; Paraguay, Ana María P. de Flecha; Perú, Alfredo Castro; Portugal, Ana Luzia Reis; República Dominicana, Gladys Gutiérrez; República Oriental del Uruguay, Bruno Faraone; Venezuela, Inocencia Orellana Hidalgo. FIN, 20-7-00