NUEVA DIRECTORA EN LA ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD
Por Elena Brañas
En enero pasado, la ex-primer ministro de Noruega, Gro Harlem Brundtland ha sido elegida director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS). La señora Brundtland, de 58 años, que reemplaza al japones Hiroshi Nakajima, asumirá el cargo en mayo. Desde 1983 preside la comisión de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y el Desarrollo. En 1965 se graduó en la Escuela de Salud Pública de Harvard y trabajó en los servicios de salud noruegos hasta 1974. Intervino como presidenta de la "comisión Brundtland" en la organización de la Primera Conferencia Mundial de Medio Ambiente, (1972) y en la Primera Conferencia Mundial de Población, (1974). La comisión Brundtland, reunida por las Naciones Unidas, para estudiar los problemas relacionados con el medio ambiente, publicó en 1982, su informe llamado Nuestro Futuro Común.
La sra. Brundtland es partidaria de estabilizar la población del mundo por cualquier medio: contracepción, aborto, medidas eugenésicas, etc. Como jefa de la representación de Noruega en la Conferencia de Población y Desarrollo de El Cairo (1994), propuso en las primeras sesiones el aborto como medio de control de natalidad y atacó con una insultante violencia verbal a quienes se opusieron a este proyecto.
Por su modo frontal e intransigente se la considera la "dama de hierro" de la izquierda europea, en comparación con Margaret Thatcher, la "dama de hierro" de la derecha de Europa. Comparaciones a parte, Gro Harlem Brundtland se caracteriza por su formas nada dialogantes y un estilo totalitario.
La Organización Mundial de la Salud tiene como actual objetivo imponer el nuevo paradigma de la salud, sobre el que ha trabajado desde hace más 15 años. El nuevo paradigma se basa en una administración "racional" de los recursos, que se plasma en una frase de Nakajima, "¿para qué salvar a un chico de la desnutrición, si morirá a los 5 años de poliomelitis?", es decir, la OMS recomienda, y sólo ayudará a combatir las enfermedades, con un criterio de "rentabilidad de las inversiones", que en el fondo es un criterio eugenésico, pues quedará sin ayuda para la salud un gran sector de la humanidad, el sector de los más pobres. En otras palabras la OMS ayudará a combatir las enfermedades "de la civilización", abandonando otros programas, por ejemplo, contra el paludismo, fiebre amarilla, desnutrición infantil, etc.. que son "enfermedades de los pobres".
La otra candidata para reemplazar a Nakajima era Nafis Sadik, Secretaria General del Fondo para la Población de las Naciones Unidas, de ideas similares en cuanto a la anticoncepción y al aborto que la noruega.
Este nombramiento, sumado al de la irlandesa Mary Robinson como Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, no presagian nada bueno. Robinson es acérrima partidaria del derecho al aborto como derecho humano de la mujer. FIN