Estimados amigos del blog: agradezco los saludos que me han enviado en este mes entero de sofismas. A alguno quizás le haya parecido un tanto pesado pero creo que, con el tiempo, servirá. Al menos uno podrá, de aquí a unas semanas, decir: “pero este razonamiento no me cierra; acá hay algo de gato encerrado” y podrá chequear entre el listado que dimos si hay alguna falla en el razonamiento.
Para descansar entonces de tanta inteligencia maltrecha, comparto con uds. una película que tiene apenas dos años y que narra la historia de uno de los acontecimientos más decisivos de la historia europea: el sitio de Viena por parte de los turcos en 1683.
No me pongo a relatar aquí los pormenores del caso pues podrán encontrarlo en cualquier libro de historia (un resumen puede leerse aquí); digo sólo dos palabras de unos de sus máximos protagonistas, hoy un beato completamente olvidado: el beato Marco de Aviano (1631-1699), capuchino y, sobre todo, el artífice de la defensa de la cruzada contra los musulmanes. Fue gracias a él y a su predicación que –muy probablemente– hoy todavía se reza a Jesucristo en lo que fue la Europa cristiana.
La película tiene cosas discutibles y un par de licencias históricas, pero el fondo es completamente verídico y fiable: un hombre de Dios que predica la guerra justa ante el invasor.
Además, algo secundario pero importante, nos dejó un invento maravilloso para los amantes del café: el capuchino italiano.
En fin: un recreo y un pantallazo para…
Que no te la cuenten
P. Javier Olivera Ravasi
Para descargar
Parte 1: aquí
Parte 2: aquí