Presentación de militares detenidos argentinos ante el Cardenal Poli
Hace unas semanas, el cardenal primado de la Argentina, Mons. Mario Aurelio Poli, tuvo el paternal gesto de visitar a más de un centenar de militares argentinos que, durante la década del ’70 combatió al marxismo internacional en la Argentina.
No hace falta repetir que, siguiendo la sana lógica y el pensamiento de uno de los más grandes pensadores católicos argentinos, como el Prof. Jordán Bruno Genta (asesinado por la guerrilla, por cierto), algunos de los métodos utilizados en esta guerra de guerrillas fueron nefastos, contrarios a la moral católica y faltos de toda previsión política para el futuro de nuestro país. Pero un joven militar de aquella época, durante un gobierno de facto cívico-militar y vigente la ley marcial, poco podía hacer. Cumplía órdenes.
Los mandatos presidenciales del matrimonio Kirchner reabrieron una herida casi cerrada, no por convencimiento ideológico, sino por estrategia dialéctica para el poder: era necesario ganarse a la izquierda. La consecuencia fue, contra todo derecho, la apertura de juicios contra aquellos antiguos militares y el encarcelamiento de un par de miles de gerontes que ahora pasan sus últimos días en prisión.
Publicamos aquí parte de la presentación que se realizó cuando su visita.
Que no te la cuenten…
P. Javier Olivera Ravasi
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1. INTRODUCCIÓN
A pesar que en muchos momentos del pasado nos hemos sentido abandonados, hoy vemos con alegría y esperanza su visita, pues imaginamos que la jerarquía eclesiástica, al igual que nosotros, busca la unidad y la paz entre los hermanos. Los aquí presentes no teníamos poder de decisión en aquella época, sólo éramos los Tenientes y Sargentos. Ninguno de nosotros fue integrante de la conducción del Ejército, ni mucho menos del gobierno del “Proceso de Reorganización Nacional” y hoy debemos pagar por los errores de quienes realmente tuvieron el poder de decidir, como si fuéramos los responsables de ellos.
¿POR QUÉ SOMOS PRESOS POLÍTICOS?
Dice Amnistía Internacional (AI):
“Preso político es todo preso cuya causa contenga un elemento político significativo (…) por ejemplo: la motivación de las autoridades".
El Gobierno de Kirchner por una necesidad política de consolidar su poder, condicionó al Poder Legislativo y le impuso al Poder Judicial la ilegal anulación de las Leyes de Obediencia Debida y Punto Final, con el propósito de que se nos juzgara aplicando retroactivamente la ley penal.