A pesar de que Nuestro Señor Jesucristo realizó exorcismos y dio poder para “expulsar demonios” (Mt 10,1), el sagrado ministerio del exorcista resulta hoy, aún para muchos católicos, completamente desconocido (cuando no un tema “tabú").

Y esto a pesar de que, en el siglo XX, existieron ciertos intentos de divulgación de esta realidad olvidada por el mundo moderno (basta con recordar la célebre película “El exorcista” o la excelente libro de Malachi Martin, “El rehén del diablo”).

Domingo 27/9/2020 a las 18 hs. de ARG

En la presente entrevista conversaremos con el P. Carlos Spahn, sacerdote y religioso residente en México, dedicado, entre otras cosas, a esa excelente obra de misericordia para, 

Que no te la cuenten…

P. Javier Olivera Ravasi, SE

¡NUEVO!: https://cursos.quenotelacuenten.org/

VEA NUESTROS LIBROS EN VENTA

– Para realizar una donación voluntaria, AQUÍ

Para la suscripción a Youtube, hacer clic AQUÍ y activar la campanita.

PARA SUSCRIPCIÓN A LOS POSTS VÍA WHATSAPP, seguir estas indicaciones:

1. Añadir a la agenda de contactos de su teléfono este número tal como está: 005491135809554 o bien +5491135809554 (pueden agendarlo como “Que no te la cuenten” o como deseen).
2. Una vez agregado, enviar un mensaje vía Whatsapp con la palabra “ALTA” (es imprescindible enviar un primer mensaje para poder ser agregado a la lista). Ya está. A partir del próximo post comenzarán a recibir automáticamente las nuevas entradas en sus teléfonos.

Nuevo (Telegram): Canal para suscribirse https://t.me/qntlc

Ud. está recibiendo esta publicación porque aceptó su envío.

Queridos amigos de Infocatolica:

Desde hace ya seis largos años que venimos escribiendo en este blog alojado en esta parte del ciber-espacio (todavía me acuerdo cuando recibí un correo del Padre José María Iraburu, allá por el 2014, invitándome a escribir..). 

Infocatolica se ha transformado, tanto para quienes escribimos como para quienes nos aprovechamos de ella, en una fuente segura, confiable y dedicada en pos de la defensa de la verdad. Y ello se nota pues, nosotros mismos, cuando queremos averiguar algo, en el señor Google ponemos: “x tema” y, al lado “Infocatolica", para ver si ya algo se ha dicho aquí.

Y de ello nos fiamos.

Y esa es la cara visible; pero la invisible, la que está debajo de este arca de Noé, donde toda clase de bichos está en la superficie, necesitan de su ayuda; no sólo para pagar los gastos de la web, sino también para solventar el tiempo y las horas que, algunos pocos, dedican a ello (el 100 % de quienes escribimos en este portal, valga la aclaración, lo hacemos gratuitamente).

Por eso: quien pueda y quiera ayudar, así sea con un centavo, con cinco o con mil euros, ayude pues. Que los tiempos son recios y del aporte que se pueda hacer, depende esta gran obra apostólica.

Porque “Dios ama al que da con alegría” (2 Cor 9,7) y a la vaca hay que ordeñarla pero, cada tanto, hay que darle pasto, je!

Que no te la cuenten…

P. Javier Olivera Ravasi, SE

Para ayudar a Infocatolica, hacer clic AQUÍ

México 1928; plena guerra cristera.

Miguel Sánchez del Río, joven de dieciséis años y ya alistado en las tropas de Cristo Rey contra el tiránico gobierno de Calles, irrumpe al terminar una misa clandestina en el sótano de una casa. Pide permiso al sacerdote para hablar y, concedido, recorre con la mirada aquellas caras de tantos años:

“— Será mejor que vaya al punto y no me ande con rodeos. He venido hasta aquí arriesgando mi vida para poder decirles a todos ustedes que Jesucristo los necesita, que necesita a los hombres de esta comunidad para que se unan a esta lucha armada en defensa de la fe.

Al escuchar aquellas palabras de Miguel, el sacerdote se levanta de forma apresurada y le llama la atención.

—¡Miguel! no creo que sea ni el lugar, ni el momento para que vengas con esas peticiones. Acabamos justamente de ofrecer la Santa Misa por las almas de los dos desdichados que se encuentran pendiendo del árbol de la plaza ¿y tú vienes a pedir hombres para la guerrilla?

—Padre… —responde Miguel con respeto— las almas de los dos hombres de la plaza seguramente ya están en el Cielo, pero ¿qué podríamos decir de las almas de cada uno de nosotros que nos encontramos aquí todavía? Almas llenas de miedo que se achican tan solo de pensar en tener que salir a luchar por la Iglesia de Jesucristo. Almas que se encogen por el miedo en lugar de crecer con la fe.

Un hombre vestido de negro acompañado de su familia se levanta molesto por la insinuación de Miguel.

-¡Mira, muchacho! ¡La Iglesia nunca nos ha pedido tomar las armas!…

—Es verdad, señor, la Iglesia nunca nos ha pedido tomar las armas, tiene usted razón… pero hasta donde yo sé, la Iglesia siempre ha llamado a sus fieles a defender la fe. Ahora dígame usted, señor, ¿de qué forma la está defendiendo usted? — después de las palabras de Miguel, se escucha un ligero murmullo y el hombre de negro sin tener las palabras para contestar toma asiento nuevamente.

Leer más... »