De asados y veganas. Por Santiago Muzio
Fuente: La Gaceta
Aprovechando el bendito tiempo de las vacaciones hui unos días de la ciudad, con mujer e hijos, hacia los Alpes franceses.
Confieso que he pecado por tener más de un hijo y, como el pecado invita al pecado, no sólo he hecho nacer productores de CO2 a esta tierra, pero tuve luego que comprar un auto lo suficientemente grande para encerrarlos a todos dentro. Doble falta. Quien dice auto grande, dice más consumo de CO2. ¡Mea culpa!
Al fin libres, dijimos frenando el auto en medio de un circo de montañas donde no se avistaba alma humana al horizonte.