Conversando sobre la "paternidad responsable" y la fecundidad matrimonial

Si el método billing tiene una eficacia de infertilidad incluso superior a muchos artificiales de que apertura a la vida me hablan cuando lo usan regularmente solo porque es "Natural". Es un método anticonceptivo más.
Si el caso es gravísimo queda la abstinencia. Pero en el matrimonio es tabú.

Javier:

Los métodos naturales lo que tratan es de evitar el embarazo en base a abstenerse de tener relaciones sexuales con penetración durante el periodo fértil​ del ciclo menstrual.

Este hecho es importante, ya que cuando las parejas realizan actos conyugales en los días infértiles exclusivamente, no están frustrando el poder natural y el propósito de esos actos que realizan en esos días. Para empezar, esos actos particulares no tienen ningún poder y propósito (procreador) natural. No se puede frustrar un poder o propósito inexistente.

Mientras los anticonceptivos lo que busca es impedir que actos sexuales con potencial procreativo no resulten en hijos, lo que buscan los métodos naturales es restringir la actividad sexual a aquellos períodos en que dichos actos sexuales carecen de ese potencial procreativo. En ese sentido, se entiende que los métodos naturales no son un "método anticonceptivo más", sino que es más bien una forma alternativa de abstinencia periódica.

Dios le bendiga.

Me gustaría añadir, a colación del comentario de Javier, que los métodos naturales no son una patente de corso para plantearse la planificación familiar de manera egoísta. Tanto la abstinencia total, como el método Billings (u otros métodos naturales) deben usarse por razones graves, no por comodidad o egoísmo.
Como decía un profesor mío, "no debe confundirse la paternidad responsable con la paternidad confortable".

Completamente de acuerdo con Javier. Cualquier método bien sea material (preservativos, píldoras, etc) como no material (Billings) e incluso la abstinencia que impidan la correcta fecundación atentan contra el plan que Dios encomendó a Adán y Eva: "creced y multiplicaos" y son, por tanto, métodos anticonceptivos. La argumentación escolástica sobre la bondad de unos métodos u otros pone un parche al grave pecado que es no cumplir el mandamiento de Dios y no creer en su divina providencia, al ajustar el número de hijos a las posibilidades económicas (que muchas veces es un disfraz del egoísmo) de los esposos.

Con la que está cayendo, que dos comentarios de tres pongan en duda la bondad de intención de los matrimonios que buscan ser fieles en la forma de llevar su paternidad, me parece fuera de la realidad. Por muy preciso que sea regular la fecundidad de forma natural en el matrimonio, no está exento de esfuerzos y autocontrol, que son muy buenos para el matrimonio pero no deja de ser un sacrificio. Por eso, incidiría más en las bondades de ser fieles a la enseñanza de la Iglesia para la unión y felicidad del matrimonio, que en suponer, juzgando el fuero interno del matrimonio, una mentalidad antinatalista. Si lo que buscaran es una "paternidad confortable", creo que acudirían a la anticoncepción sin ningún problema.
En todo caso, el número de hijos, pienso que es algo que van decidiendo el marido y la mujer a lo largo de la vida fértil de la madre, con recta conciencia, buscando hacer la voluntad de Dios. Y lo que para unos puede ser tener "equis" hijos, para otros puede ser "dos equis" o los que Dios tenga pensados.
Por cierto, Páter, muchas gracias por la interesante charla y un "olé" especial por el final.

Anticonceptivos nunca, ya que son intrínsecamente malos, a no ser que se prescriban para curar alguna enfermedad ginecológica y dar reposo ovárico un tiempo.
Métodos naturales sólo si hay motivos serios. Leer HV.
Abstinencia son casos excepcionalísimos. Obligación del débito conyugal por peligro de infidelidad.
Leer Doctrina de la Iglesia al respecto, que es clara, sabia y santa. Y la gracia de Dios todo lo puede.

A todos estos lectores (Javier, Miguel) que cuestionan la moralidad de los métodos naturales yo les recomendaría que se leyeran el "Discurso a la Unión Católica Italiana de Obstétricas" (1951) del papa Pío XII.

Está disponible en español en la página web del Vaticano. Les ayudará a aclararse en qué medida pueden usarse los métodos naturales sin que ello suponga ningún tipo de acto anticonceptivo ni nada.

A una mujer santa, maravillosa y de buen corazón:
 
Reloj, no marques las horas
Porque voy a enloquecer
Ella se irá para siempre
Cuando amanezca otra vez

No más nos queda esta noche
Para vivir nuestro amor
Y tu tic-tac me recuerda
Mi irremediable dolor

Reloj, detén tu camino
Porque mi vida se apaga
Ella es la estrella que alumbra mi ser
Yo sin su amor no soy nada

Detén el tiempo en tus manos
Haz esta noche perpetua
Para que nunca se vaya de mí
Para que nunca amanezca

Reloj, detén tu camino
Porque mi vida se apaga
Ella es la estrella que alumbra mi ser
Yo sin su amor no soy nada

Detén el tiempo en tus manos
Ooh, haz esta noche perpetua
Para que nunca se vaya de mí
Para que nunca amanezca.

Los períodos infecundo existen y los creó Dios.
El conocerlos no es ni bueno ni malo, sino una constatación.
Lo que la Iglesia pide es un motivo grave para hacer uso exclusivo de esos períodos.