Padre Custodio Ballester: un custodio de la verdad
La España Católica, la que conquistó y evangelizó este continente americano, sin lugar a dudas que hoy no es la misma. Pero las patrias, como los profetas y los santos, siempre subsisten en algunos personajes que más contradicen el siglo presente y dejan entrever ese rostro cándido y polémico que es, al mismo tiempo, la verdad.
Pues bien; algo de todo esto veremos en la entrevista que le hicimos al Padre Custodio Ballester, un custodio de la Verdad, para,
Que no te la cuenten…
P. Javier Olivera Ravasi, SE
23 HS. DE ESPAÑA
9 comentarios
He entrado en youtube y no me deja abrir el vídeo. Desde su blog tampoco.
¿Ya lo han censurado?
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Es que todavía no se estrenó. Vea bien la hora
Así como el Redentor del género humano fue “ vejado, calumniado y atormentado” por aquellos mismos cuya salvación había tomado a su cargo, así la sociedad por Él fundada se parece también en sus sufrimientos a su divino Fundador. La Iglesia de Dios ( sacerdotes y laicos ) no sólo es despreciada, y soberbia y hostilmente rechazada, por aquellos que, menospreciando la luz de la sabiduría cristiana, vuelven misérrimamente a las doctrinas, costumbres e instituciones de la antigüedad pagana, y desgraciadamente es ignorada, despreciada y aun mirada con cierto tedio y enojo, hasta por muchísimos cristianos, atraídos “ por la falsa apariencia de los errores, o halagados por los alicientes (la futilidad y vanidad de lo terrenal ), y corruptelas del siglo”. El Santo Rosario y el coraje de seguir a CRISTO es nuestra única esperanza.
Y por esto Cristo Jesús, FIEL, BUENO, RECIO, y con una EMPATÍA INFINITA, pendiente de la Cruz, no sólo resarció a la justicia violada del Eterno Padre, sino que nos mereció, además, como a consanguíneos suyos, una abundancia inefable de gracias.
Asistir a la Santa Misa en vida, equivale a mil misas una vez habiendo fallecdio. Es dificil imaginar el incalculable tesoro eucarístico que ello supone.
La maravillosa realidad e inmenso milagro de la las palabras : “ este es mi CUERPO. Este es el cáliz de mi SANGRE” . Por medio de la transfiguración, es el mismo CRISTO que se pone de nuevo ante nosotros en persona, con su SANGRE, su CUERPO, su DIVINIDAD. No hace falta ir a Jerusalén tenemos a CRISTO cerca de nuestra casa, en la Parroquia, y tambien en NOSOTROS MISMOS cuando nos acercamos a comulgar, habiendo purificado previamente nuestra alma con la Santa Confesión.
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