¿Es cierto que "la Iglesia prohibía el tabaco"?
Asado para veganos, cafés descafeinados y leches sin lactosa.
Los habitantes de la posmodernidad, que estamos acostumbrados a la cualidad sin la forma, al aparecer sin el ser y al círculo cuadrado, hemos descubierto que el cigarrillo hace mal.
Claro; hace mal. Pero tampoco es un crimen.
Si hoy resulta que, si uno saca un cigarrillo parece que haya desenfundado un revólver…
“Está mal fumar” –dice el progre- mientras luego aprueba la marihuana.
Lógica progre que le dicen…
Bueno, el punto está en que, apenas descubierto el tabaco en América, gran parte de Europa lo prohibió por temor a sus posibles efectos.
También España lo hizo, pero sólo durante siete años, mientras que en el resto de Europa la prohibición tolerada duró dos siglos.
¿Y la Iglesia? Miren cómo y qué prohibía la Iglesia por medio de una bula dictada por el Papa Urbano VIII en 1624 (evidentemente tenía razón):
“No hace mucho que se nos ha informado que la mala costumbre de tomar por la boca y las narices la yerba vulgarmente denominada tabaco, se halla totalmente extendida en muchas diócesis, al extremo que las personas de ambos sexos, y aun hasta los sacerdo-tes, y los clérigos, tanto los seculares como los regulares, olvidándose del decoro propio de su rango, la toman en todas partes y principalmente en los templos de la villa y dióce-sis de Hispale (Sevilla), sin avergonzarse, durante la celebración del muy santo sacrificio de la misa, ensuciándose las vestiduras sagradas con los repugnantes humores que el tabaco provoca, infestando los templos con un olor repelente -con gran escándalo de sus hermanos que perseveran en el bien- y aparentando no temer en nada la irreverencia de las cosas santas (…). Por medio de la presente, pongamos en entredicho y prohibamos en consecuencia, a todos en general y a cada uno en particular, a las personas de uno y otro sexo, a los seculares, a los eclesiásticos, a todas las órdenes religiosas y a cuantos formen parte de una institución cualquiera de esa naturaleza, el tomar tabaco bajo los pórticos y en el interior de las iglesias, ya sea mascándolo, fumándolo en pipa o aspirándolo en polvo por la nariz; en fin, usarlo en cualesquiera formas que sean”.
Es que no queda muy bien fumar dentro de la Iglesia y, menos, celebrando Misa.
Que no te la cuenten…
P. Javier Olivera Ravasi, SE
39 comentarios
En Uruguay, al tiempo que celebra el "avance" del aborto legal, el gobierno frenteamplista está meditando acerca de prohibir las domas de caballos que se hacen como espectáculo público en Semana Santa, rebautizada Semana de Turismo por la masonería nacional.
La estupidez humana parece ser de esas cosas que no se gastan con el uso, al contrario.
Saludos cordiales.
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Sólo los que preguntan zonceras...
Se acabaron hace tiempo los Mamertos y los Dolindos, ahora vamos por los Kevincoster, los Hapiberdei y los Santaklaus, no fumadores, eso sí.
Yo por las dudas, lo que diga un cura al que los grandes medios le dan espacio, y para colmo jesuita, lo pondría entre paréntesis. Un ejemplo: ¿te los imaginás al P. Alfredo Sáenz o al P. Bojorge, jesuitas ejemplares y por lo tanto atípicos, hablando en la TV abierta?
San Damian de Molokai fumaba y fue canonizado. El mismo escribe:
"Como antídoto contra el mal olor, me acostumbré al uso del tabaco; el olor de la pipa me preservaba un poco de llevarme en los vestidos las emanaciones fétidas de los enfermos."
No se si es de esas cosas que se dicen pero luego no se sabe de dónde salieron, pero creo que si nos ponemos a mirar, probablemente más de un santo fumaba.
Fumar no constituye la “no santidad” de nadie.
2) Desde el punto de vista fisiológico, el ejercicio es “dañar” el cuerpo también; literalmente es exponer al cuerpo a un daño controlado para que estimule una adaptación. Sin embargo nadie se atreve a andar diciendo que es pecado el ejercicio porque nos hace daño.
Existen muchas cosas que nos hacen daño y sin embargo en el gran esquema de las cosas podemos decir que son parte de la experiencia humana debido a las consecuencias del pecado original. Me refiero a que de algún modo la introducción del sufrimiento y la muerte es una ley inexorable de nuestra existencia y cosas de todos los días lo demuestran y no podemos escapar de ellas, o mejor, nos volveríamos neuróticos si viviésemos pendientes de ellas.
En lo personal, como creyente, creo que parte de la obsesión de la gente con que tal padre “deje de fumar” es muestra de esa rebeldía que tenemos de aceptar la propia mortalidad y que encontraremos sufrimiento en el mundo.
Por más “alimentos orgánicos” y “agua alkalina” que consumamos, eventualmente enfermaremos y moriremos; y vivir eso sin esperanza cristiana es complicado, de ahí que nos obesionemos con temas que vienen bastante después en la escala de las cosas.
Con esto no digo que no haya que evitar lo que nos daña, sino que no todo nos daña del mismo modo y no todas las consecuencias son igual de claras (en muchos casos). Para poder ser prudentes de verdad, se tiene que aceptar que el sufrimiento y la muerte tendrán su parte por más que intentemos que no.
qué importante es no hablar cuando no se sabe y tener a la imaginación controlada. El P. Marcos Pizzariello era de excelente buena línea. Un apóstol. El cierre de la televisión lo tenía en Canal 9. Lo que da lo mismo.
Lo que él dijo de Esquiú es lo que siempre se dijo: que fumaba y por ese motivo no se lo beatificaba.
Ahora bien, el Cura Brochero también fumaba y hoy está canonizado. Y -agrego yo- Angelelli era pro-guerrillero y ahora está beatificado.
Esquiú defendió la Constitución de 1853 contra la postura tradicional antiliberal.
En fin, diría que fumar fue una de sus virtudes.
Leo a menudo sus blogs. Son de mucha ayuda.
Aplican la eutanasia y llenan todo de desfibriladores...
Jesucristo es una guía en la Fe: "creed en Mí", no un chef de cocina ni pudo anticipar lo que en su momento no se conocía.
Bebía vino, por mucho que no les guste a los de la Ley Seca, porque la vid era un cultivo en Palestina, pero no comía frijoles, porotos o como queramos llamarlos por la misma razón que las papas. Tampoco el rey Canuto de Inglaterra las comía, sin que el mentado rey sirva de ejemplo para nadie.
Como anécdota .
Me acuerdo , hace 60 años , todavía , en una parroquia del Oeste de Francia ( Vendée ) , el Domingo ,después del sermón , se le ofrecía a las mujeres y a los niños un bollito de pan bendito , y a los hombres una pizca de rapé .
La nocividad del tabaco es un tema MÉDICO. Importa poco o nada que la progretería prohíba este y se arrodille ante el cianuro, ya que las 450 sustancias cancerígenas de un simple cigarrillo permanecerán inalterables, amen de que harán su agosto en el cuerpo del fumador.
¿ Ud. fuma, padre? Espero que no, aunque me temo... Ese "hace mal, pero tampoco es un crimen" suena a recurso racionalizante para justificar un vicio. Hace años un sacerdote de Infocatólica- fumador empedernido y, por ende, ADICTO AL TABACO-, sacó un extenso comentario similar sobre la materia. Y quedó muy mal parado. Ahora, que si favorecer la industria que provoca la muerte de MILLONES de personas por causa del tabaquismo - derrame cerebral, infarto al miocardio, enfisema pulmonar, cáncer pulmonar-orofaríngeo- vesical y otros- , además de la de los otros MILLONES QUE MUEREN POR SER FUMADORES PASIVOS, no es un crimen , pues...
Sé que ni por asomo tiene usted intención de justificar cualquier mala tendencia no controlada. Por eso le pido que mida el alcance de sus palabras. ¿Mirar pornografía es un crimen? No. Es pecado, mas no un crimen. PERO LA INDUSTRIA PORNOGRÁFICA SÍ LO ES, y se vale de los CONSUMIDORES que creen tener derecho a lo que "hace mal, pero no es un crimen" . Valga la analogía, porque el principio es el mismo.
Con todo respeto, padre, si saca una pistola de tabaco, que sea para echarla a la basura, como hizo el difunto provincial de los agustinos del Perú: Era un adicto. Todavía recuerdo cuando en mi presencia encendía compulsivamente cigarrillos, pero los apagaba de inmediato y los arrojaba fuera. ESTO LO HIZO DIEZ VECES SEGUIDAS. Tal gesto heroico para controlar su adicción y NO DAÑARME NI DARME MAL EJEMPLO, no lo olvidaré jamás. ¡Gracias, padre Miguel! ¡Y que Dios lo tenga en su gloria!
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No, no fumo; aunque cada tanto, en alguna reunión social, si me convidan un cigarrillo, lo fumo pero siempre, sin que me vean los jóvenes o los niños.
Lo que se intenta señalar en el post, de todos modos, son dos cosas: lo que Iglesia hizo con el tema del tababo (y cómo se tergiversó el discurso de que "siempre y en todo lugar, la Iglesia impedía el cigarrillo") y la hipocresía de tildar hoy de criminal a quien se fuma un cigarro pero no hacerlo con quien comete crímenes sociales, intelectuales o corporales peores.
Dios lo guarde. PJOR
Si no es más que por su bien, faltaría más.
Entiendo que lo de Esquiú, que fue el gran "apóstol" de la constitución liberal argentina, gracias a cuya prédica muchos católicos argentinos de entonces aceptaron mansamente ese engendro, fue frenado por otros motivos, y muy serios.
Ya querrían los liberales a Esquiú como "santo", pero la Iglesia dijo no.
Y no por fumar, precisamente.
"lo que Iglesia hizo con el tema del tabaco (y cómo se tergiversó el discurso de que "siempre y en todo lugar, la Iglesia impedía el cigarrillo")"
Habría sido de alabar que así lo hubiera hecho desde siempre, por siempre y para siempre. Se lo dice quien fuera especialista en Seguros Oncológicos. No tiene Ud. idea del daño MORTAL que conlleva el tabaco, y no solo por cáncer. Dicho sea de paso, la leche sin lactosa y el café descafeinado son producto de procesos químicos, que también provocan dicha enfermedad. ¡Ah, el mercantilismo genocida y despiadado!!!
"y la hipocresía de tildar hoy de criminal a quien se fuma un cigarro pero no hacerlo con quien comete crímenes sociales, intelectuales o corporales peores".
Pues en este caso permítame disentir. Su afirmación es equiparable al hecho de que, en el pasado, la Iglesia luchaba contra el divorcio y no lo hacía contra la pederastía. Conste que esto último no necesariamente fue encubrimiento, sino que DICHA LACRA NO ERA ENTENDIDA HACE CUARENTA AÑOS COMO LO ENTENDEMOS HOY.
En estos tiempos SE ES MÁS CONSCIENTE del daño que ocasiona el tabaco. No sucede lo mismo con las prácticas antinatura, en gran parte aceptadas y alentadas por sacerdotes que insistieron durante décadas que "entre esposos toooooooooodo está permitido", saltándose olímpicamente el vademecum de los confesores y las normas elementales de moral conyugal, así como conceptos básicos de anatomía, fisiología e higiene. Es lógico que semejante aberración haya calado en el ethos de los fieles, amén de que las parejas normales insistan en que "la homosexualidad es natural e inofensiva" con el fin de sentirse muy normales. Los homosexuales tarde se enterarán de que son LOS TONTOS ÚTILES DEL EGOÍSMO FEROZ de quienes incluso se jactan de haber recibido el Sacramento del Matrimonio. Así estamos por causa de malos sacerdotes y peores gobernantes.
PD: Utilizo mayúsculas para destacar los conceptos. Y por favor, no me cambie el sexo: Soy mujer. :)
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Solo una cosilla: el tema de la mariconería y del abuso, desde siempre estuvo condenado; el tema es que antes -con sus miserias y todo- la Iglesia intentaba aplicar las sanciones contra estos temas (que existieron desde que el hombre es hombre), como se ve, por ejemplo, en el caso de San Pedro Damián que toqué hace un par de años aquí: http://www.quenotelacuenten.org/wp-content/uploads/2017/07/2017.-Cuando-la-sodom%C3%ADa-era-pecado.-Presentaci%C3%B3n-del-Liber-gomorrhianus-de-San-Pedro-Dami%C3%A1n.pdf
Dios la guarde. PJOR
Mi humilde pedido, padre, es que no se conceda a sí mismo el pseudoprivilegio de practicar "lo que hace mal, pero no es un crimen", y no solo en lo concerniente al tabaco. El principio que subyace en su planteamiento es "tenemos derecho a hacer lo que está mal siempre y cuando no sea un crimen". Insisto: Lo que es malo hay que evitarlo a toda costa, sea lo que fuere. No pocos que creyeron tener derecho a cometer actos malos que no eran crímenes, terminaron cometiendo actos malos y también crímenes, que en la vida hay pasos, no saltos. Sin ir más lejos y salvando las distancias, Buela pertenece a este malhadado grupo.
Ud lo sabe mejor que yo: NO TENEMOS DERECHO A EJECUTAR ACTOS MALOS, ASÍ NO SEAN CRÍMENES. La moralidad de un acto no se mide según el ordenamiento civil y pésimo haríamos en invocar este para justificar la propia fragilidad.
No me responda más si se siente incómodo. Pero al menos le pido que lo medite. Y si es en oración, mejor todavía.
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Ya expliqué el sentido el post más arriba. Lo que intenté decir es que, la Iglesia, prohibió el pecado en ciertas circunstancias. Punto
En cuanto al tema moral, puedo recordar esto. Que el tabaquismo puede considerarse entre las ‘dependencias’ a las que están esclavizadas muchas personas (Cf. Pontificio Consejo para los Agentes de la Salud, Carta a los Agentes de la Salud, 92). ‘También para el tabaco la ilicitud ética no concierne al uso en sí mismo, sino al abuso. Actualmente se afirma que el exceso de tabaco es nocivo para la salud y crea dependencia, ya que induce a reducir siempre más el umbral del abuso. El fumar crea un problema que ha de manejarse por disuasión y prevención, desarrollándolas especialmente mediante la educación sanitaria y la información, aún de tipo publicitario’ (Pontificio Consejo para los Agentes de la Salud, Carta a los Agentes de la Salud, 99.).
Sobre el tema dice Mons. Sgreccia (Sgreccia, Manuale di bioetica, tomo II, Vita e pensiero, Milano 1991, pp. 226-227): ‘Desde el punto de vista objetivo, el fumar, considerado en el conjunto de las consecuencias y suponiendo un uso no simplemente ocasional sino habitual y con dosis relevantes, constituye una real gravedad por los serios daños para la salud propia y ajena, así como por las implicaciones generales que la producción y el tráfico tienen sobre el conjunto de los países consumidores. La valoración ética de los riesgos se considera también por relación al hecho de que no reporta ningún beneficio’.
Otra cosa Renée...; yo fui uno de los denunciantes del padre Buela... Vamos... Por eso me fui del IVE, entre otras cosas, aún no siendo víctima. Dios lo guarde. PJOR
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A mí en cambio no me parece una "simplificación apresurada", me parece un absurdo total. Y me parece también que lo que yo dije, a saber que la prédica de Esquiú fue determinante para que muchos católicos de entonces aceptaran mansamente la constitución liberal, es algo muy diferente.
Si la Iglesia prohíbe el tabaquismo, es para que el alma no pierda su fe, que pueda salvarse.
Doy gracias a Dios porque en todos estos años, he procurado comprender las Santas Escrituras, leyendo, escuchando la Palabra de Dios, como he referido, desde hace muchos años, y no me canso. el Señor nos enseña muchas cosas, incluso, como crecer en la verdadera piedad, en la pureza del corazón, en los buenos pensamientos. Uno descubre, que determinada cosa que no aparenta ser pecado, en realidad lo es, porque es el mismo Señor quien nos lo enseña.
El tabaco hace daño en todos los sentidos, en la salud corporal, en la salud espiritual, hace daño a los de su alrededor, si un familiar fuma.
Todos los fumadores que he conocido, llegan a ser demasiados agresivos, provocadores, como una persona que se molesto conmigo, e intentó tirar por los suelos de un manotazo, cuando tenía en la iglesia, la Liturgia de las Horas, pero me hizo gracia, porque no me sentí violento contra esa persona. Pues el que ora siempre tiene las de ganar. Y le sonreí.
Recuerdo hace muchos años, un sacerdote, ya había terminado la Santa Misa, y dijo a todos: "si alguien os invita a fumar, aceptarlo", ya de regreso a casa, veo que una persona sale de un bar, un desconocido, y me invita a que fume, lo cual yo lo rechacé. ¡Madre mía, que mal consejo dio aquel sacerdote!, y el diablo se me aparece invitándome a fumar.
Como se nota también en el comentario de arriba.
"Colan un mosquito y se comen un camello".
En fin.
El tabaco solo puede dañar al fumador compulsivo en la medida que es un exceso, tal como expresa el famoso dicho grabado en Delfos: "Nada en exceso". Es mucho más fácil demostrar la agresividad de los alcohólicos que la de los fumadores y, de hecho, en los tribunales el alcoholismo se tiene en cuenta como eximente, el tabaquismo no.
Ningún abogado defendería a su cliente diciendo que mató a alguien en un arrebato porque fumaba mucho, pero puede alegar perfectamente que estaba borracho. Para defender el antitabaquismo no hace falta decir cosas absurdas.
No hace falta recurrir a los teólogos para saber la moralidad del tema. Y si alguien necesita de tal cosa, muy mal asunto. Aquí lo que prima es la virtud de la prudencia, y eso se tiene o no se tiene. Es entender aquello de lo que está permitido, pero no es conveniente.
Renné lo ha dicho muy bien, pero parece que no es suficiente, hay que seguir sacando más punta.
En todo esto reluce la soberbia de muchos católicos que solo admiten que algunos pocos escogidos puedan echarles en cara ya no solo sus pecados, si no también sus simples defectillos. ¿Un progre?, ¿un pagano?, ¡jamás!. ¿Y si es un católico?, pues seguro que es progre, o modernista o algo peor. Algo como esto:
youtube.com/watch?v=_3lvLPdEhIU
Debería haber sido un motivo un motivo de vergüenza para la Iglesia y para muchos de sus miembros que haya sido precisamente el mundo pagano el que haya puesto coto a la omnipresente presencia que la lacra del tabaco tenía en la sociedad. En la Iglesia también.
El tabaquismo no es el aborto. Pero tampoco es un tema menor. Aquí todos tenemos familiares que se han ido a la tumba antes de tiempo por culpa del tabaco. O sufriendo una agonía de años por un enfísema. Y muchas veces solo porque el compañero del trabajo era el que envenenaba el ambiente y le daba lo mismo. Renné lo ha dicho, el tabaco no es solo una cuestión de salud, es una adicción que acaba haciendo del que la padece una persona egoísta y agresiva en todo lo concerniente a este tema. Aquí casi todos hemos tenido que tragar ambientes cargados de humo por pura imposición y cuidadito con decir algo.
Para que la gente dejara de fumar en hospitales, en bibliotecas, en el autobús y en el tren, en infinidad de sitios públicos, hubo que prohibirlo porque el fumador se sentía en su derecho de fumar y dañar donde quisiera y a quién estuviera. Incluso a sus propios hijos. Y lo que es peor, todavía te puedes encontrar a católicos adictos al tabaco que se presentan como víctimas de los que no fuman, que no les dejan.
Hubo en su momento esos argumentos tan burdos sobre que tal santo fumaba, para que muchos justificasen su feo vicio. Veo que no se han olvidado. Luego, en otro nivel, está la contestación de Palas, que se atreve a usar de forma descarada sofismas de instituto. Vaya tela.
D. Olivera, el progre al que Vd. se refiere viene a ser algo como esto:
youtube.com/watch?v=_3lvLPdEhIU
No compares tabaco con licor. Este es dañino solo en exceso. De otra manera, Nuestro Señor no habría elegido el vino para convertirlo en Su sangre. En cambio el tabaco SIEMPRE es nocivo. Veo que te gusta, pero si eres inteligente, quítatelo y huye de él como de la peste. Hay programas para ello. Y hago la salvedad que no solo produce cáncer de pulmón en el 95% de los casos: también provoca cáncer de vejiga. Todavía recuerdo a ese cliente que neciamente repetía:"¡Yo no voy a dejar de fumar! ¡Estoy harto del mito del cigarro!!!" Y hasta pensaba montar una campaña por "discriminación contra los fumadores", pretendiendo tener el "derecho" de exhalar su veneno en lugares públicos. Pues bien, por pura casualidad descubrió tremendo tumor en su vejiga. Es obvio que la radioterapia invasiva por vía uretral le bajó los humos de machito engreído e FEROZMENTE EGOÍSTA.
El que tenga cerebro para entender, que entienda. Al menos en materia médica. Pero cabe preguntarse, además, si efectuar un acto malo "que no es crimen" nos va a llevar a esa santidad a la que se supone estamos llamados. Y que si es loable o reprensible que precisamente el sacerdote - cuya misión es enseñarnos a dejar todo mal y llevarnos a dicha santidad- presente un acto malo como si fuera moralmente neutro, y todo porque no ha logrado superar él mismo su fragilidad ante dicha acción. Créeme, Palas que al concepto que sustenta tal actitud le tengo más miedo que al tabaco. Así comenzaron los que ahora nos escandalizan con delitos y crímenes, PORQUE SE CREYERON CON DERECHO A OBRAR UN MAL SABIENDO QUE ERA UN MAL, pero que el ordenamiento jurídico vigente no consideraba un crimen. Hoy es con algo reñido con la templanza. Mañana lo será con la envidia. Pasado mañana con la ira... PORQUE SE CREEN CON DERECHO A OBRAR EL MAL, Y TRANQUILIZAN SU PROPIA CONCIENCIA COMPARÁNDOLO CON LOS CRÍMENES Y DELITOS QUE COMETEN OTROS. Es igual al "¡si yo no robo ni mato!" Y se seguirá cuesta abajo, porque practicar voluntariamente el mal se instaló en el ethos personal. Y el infierno es el límite.
De nada sirve denunciar a un criminal si seguimos su mismo camino. Quien pueda entender, que entienda. Lo siento, pero alguien tiene que advertirlo a quien corresponde.
Doy por culminada mi participación en este tema.
Me respondes igual que los fumadores que intentan justificar su vicio.
He hablado de una realidad, ciertamente, los fumadores llegan a ser demasiados agresivos, provocadores cuando mira con desprecio y echa el humo del tabaco a la cara de algún otro. No me he equivocado al decir que son agresivos. Hay personas fumadoras que no reconocen el daño que puede provocar.
Con los adultos palabras insultantes, con los niños cuando el fumador no considera para nada la salud del pequeño, una abuela que fuma y lleva a sus nietecitos. Unos padres que pasean su carrito con el bebe, o lo lleva en brazos, terrible agresividad.
Cuando yo era niño me ofrecieron un cigarro, unos compañeros de colegio, quería saber de que se trataba, cuando intenté fumar, inmediatamente lo tiré al suelo y lo arrastré con el pie para destruirlo, era cosa mala. Otros compañeros parecía que le gustaba, pero nunca más volví a interesarme por un cigarro. Uno de los ejemplos ya lo he comentado arriba, también el este comentario, y recuerdo otro más, que otra persona, quiso darme un cigarro, había insistido muchas veces, y me negué, hasta que me cansé y le dije, "está bien, dame el cigarro", delante suya, lo rompí, lo tiré al suelo, y terminé destrozándolo. De nuevo le pedí otro, pero no quiso dármelo.
La agresividad del tabaco es verdadera, los fumadores pierden la paciencia, las malas palabras, injurias, sé también que hay personas que no fuman, y son de lo peor, pero estamos hablando del tabaco.
De Chesterton como C.S.Lewis, solamente se conoce, lo que ha querido mostrar. Pero no he tenido ocasión de leer sus libros. No puedo decir, nada de ello.
Pero sí del tabaco, de su peligrosidad para la fe, para la vida espiritual. El tabaco destroza la vida personal, cáncer en el cerebro, en los pulmones, en Internet hay expertos que hablan de ello, de las distintas enfermedades del tabaco. A un fumador empedernido enfermaba mucho, se cansaba, me refiero a la persona que quiso tirarme al suelo de un manotazo la Liturgia de las Horas, Es tanto el mal que el fumar provoca a las personas. Muchos han intentado salir, pero recaen, se angustian.
Destroza la fe, otro de los fumadores, no podía dejar de blasfemar, tuvo una muerte horrible. Nunca había aceptado la corrección, no podía parar de blasfemar.
Si una persona quiere recobrar la salud, existe el poderoso remedio de la oración del Santo Rosario, bien meditado. Meditar la Pasión de Cristo, es también saludable para el espíritu. Lo que no puede la ciencia, lo puede el Señor, que nada imposible hay para Él.
Hace muchos años, algunas personas le pasó algo terrible, no eran fumadores, Misa, Comunión, y ganas de vomitar, porque el hedor del tabaco del sacerdote que fumaba, quedaba impregnada en la Sagrada Forma. Se evitaba ir a esa misa, por causa de sacerdotes así,
Las personas fumadoras solamente piensan en sí mismo. En una localidad, había entrado unos pobres pidiendo limosna, pero la persona dependiente dijo, "no puedo darte nada porque lo necesito para comprar tabaco" y aquellos pobres se fueron de esa tienda con las manos vacías. ¿Dónde está la generosidad de los fumadores? no existe, algunos se justificará, pero el tabaco ya le delata lo que tiene en su corazón.
"El tabaco mata a 166 hombres y 40 mujeres cada día en España
El tabaquismo es culpable de más de 60.000 muertes cada año, según un nuevo estudio" (EL País),
"El tabaco matará a 8 millones de personas al año en 2030"
Cuando he mirado en Internet, que hay estudios de las muertes que provoca el fumar independientemente como se quiera hacer, mucho o poco, las muertes están ahí. Los no fumadores tenemos que soportar mucho, pero el mal genio de los fumadores, también se ha de cuidar uno.
Las compañías tabacaleras, dirán todo lo contrario porque no quieren perder sus riquezas, a costa de la salud de tantas personas, las convierten en adictiva, para ganar más dinero.
Ya sabemos que la Sagrada Biblia no dice nada del tabaco, pero nos ayuda a comprender un sin fin de detalles, por ejemplo, que el cuerpo humano debe ser templo vivo de Dios, no nos pertenecemos a nosotros mismos, por eso, el cuidado de la salud es muy importante, salud espiritual y salud corporal. El tabaquismo no tiene relación con la fe. En el pasado habrá personas santas que habrían fumado, pero de haber estudiado la Biblia a fondo, no hubieran fumado jamás.
¿Fumar es pecado? San Pablo nos enseña que todo lo que no procede de la fe es pecado (Romanos 14,23), Por tanto, como el tabaco no procede de la fe es pecado . Además hay otros muchos ejemplos en la Sagrada Biblia. Las cosas como son, y no importa que otros quieran negarlo, pero yo estoy de acuerdo con la Palabra de Dios. Y lo mismo se podría decir del alcoholismo. Aunque San Pablo recomendaba a Timoteo, que al vino le pusiera agua. «En adelante ya no bebas agua sola, sino toma un poco de vino a causa de tus frecuentes enfermedades» (1º Timoteo 5,23), nunca se ha de abusar del vino, porque entorpece el sentido.
Pues esto es todo, doy por terminado.
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Fariseos de los cuales había dicho NSJC:
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"¡Guías ciegos, que colaís un mosquito y tragáis un camello! "
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Es posible que quienes fomentan el vicio de fumar a fin de amasar fortunas, pequen gravemente.
Pero quien se fuma un cigarrillo cada tanto y no se deja llevar por el vicio, NO PECA. Ni siquiera venialmente.
Y quien no esté de acuerdo, ya puede ir fabricándose algo así como la "Religión del Cuerpo".
Y ninguno de mis varios hijos fuma y tampoco nadie en sus respectivas familias.
Pero las cosas son como son.
Furmar hace daño. No es un juicio moral, es un hecho. Hace daño físico al cuerpo y también a la voluntad a la que debilita con sus efectos adictivos.
Todos admitimos que el abuso del tabaco es algo lamentable. Ese abuso es debido en muy buena medida a la capacidad de adicción del tabaco, que siempre va pidiendo dosis mayores, y a la poca reflexión del consumidor sobre la consecuencias de ir fumando, poco a poco, un pitillo de más.
Aquí se desprecia ese gran peligro intentando encontrar un punto de equilibrio dónde se puede consumir tranquilamente sin que haya consecuencias, ni físicas, ni psiquicas, ni por supuesto, morales.
Vaya ridículo que se hace. No voy a entrar a discutir si fumar tal cantidad diaria es pecado, pero la estupidez si lo es. Y el cementerio está lleno de gente que tenía razón.
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El tema del post era claro: la Iglesia prohibió el tabaco, una vez, cuando se fumaba dentro de la Iglesia, no siempre... En fin...
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