Presentación de Natalia Sanmartín Fenollera de "Que no te la cuenten"
Este lunes pasado, por gracia de Dios y como habíamos anunciado, pudimos presentar por primera vez en Madrid, en la Facultad de económicas y empresariales de la Universidad San Pabo-CEU, la obra “Que no te la cuenten”, nacida cuatro años ha.
Presentación y tertulia, camaradería y amistad, fueron allí de la mano; el introducir el evento fue tarea de Don Isidro Molina, gran amigo y capellán de la casa; presentar la obra, de Natalia Sanmartín Fenollera; comentarla y poner algunos puntos de humor, del Padre Federico Highton, nuestro hermano.
Fue un tiempo de parresía y alegría a la vez. Sin medias tintas pero con la caridad que nos pide el Evangelio.
Los libros que habíamos podido traer desde Bs.As., rápidamente se vendieron como pan caliente, lo que significa no que seamos unos genios (ni mucho menos) sino que existe una gran sed por la verdad en los tiempos que corren (¿cuándo no?).
Quien quiera oír lo que se dijo, no tiene más que hacer clic AQUÍ.
Aprovechemos entonces para dar nuevamente gracias a Dios y a seguir trabajando para que,
“No te la cuelen…” (como dicen aquí en España).
¡Y que viva España! ¡Y olé!
P. Javier Olivera Ravasi
8 comentarios
Por allí estuve disfrutando de un buen rato.
Doy fe que los libros se vendieron como rosquillas.
Y me sorprendió su sentido del humor algo que en general demuestra inteligencia. El padre Federico,.. ¡un descubrimiento!
Espero que su viaje escolar sea inolvidable para sus alumnos y provechoso en todos los sentidos.
Doy fe que los libros se vendieron como rosquillas.
Y me sorprendió su sentido del humor algo que en general demuestra inteligencia. El padre Federico,.. ¡un descubrimiento!
Espero que su viaje escolar sea inolvidable para sus alumnos y provechoso en todos los sentidos.
14/11/18 10:05 AM
¿Cómo dice que se llama el sacerdote argentino conocido por ambos? No se entiende bien. No me suena su nombre. Gracias
14/11/18 10:27 AM
Felicidades Padre Javier, mis hermanos de España que asistieron, han quedado recontentos de escucharles y conocerles.
Saludos desde El Gardendal Perú
Saludos desde El Gardendal Perú
14/11/18 4:52 PM
David: ¿Puede ser el P. Gabriel García Patri?. Es lo que me parece entender.
... Y muchas gracias, Padre Javier.
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El mismo. Un gran amigo
... Y muchas gracias, Padre Javier.
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El mismo. Un gran amigo
15/11/18 8:48 PM
¡Felicidades por el éxito de la presentación, D. Javier! Qué pena no haber podido asistir.
16/11/18 3:11 PM
Javidaba y PJOR, muchas gracias. La verdad es que no conozco nada de este sacerdote ni veo nada en Google sobre él. ¿Tiene algún libro o alguna conferencia que se pueda ver? ¿Es de alguna institución eclesial concreta? Gracias
16/11/18 5:02 PM
Muchas felicidades por el libro, D. Javier. Quería consultarle sobre la respuesta a la pregunta que le formula Natalia Sanmartín, acerca de los aspectos de la Devotio Moderna, hacia el final del audio de la presentación. Creo no haber entendido su respuesta, o bien ésta me desconcierta sobremanera.
Sobre el primer aspecto (el activismo) no tengo ninguna duda: es una cuestión obvia y no necesita mayores aclaraciones.
Sobre el "voluntarismo", creo haber entendido que usted plantea que no deben proponerse reglas de vida de piedad en las comunidades de fieles, para así dar cabida a fieles de cualquier carisma dentro de la comunidad. Lo ilustra con la diferencia de sensibilidades entre San Felipe Neri y San Ignacio de Loyola. Pero, pregunto: Si San Ignacio hubiera escrito sus Ejercicios Espirituales de manera que San Felipe Neri los hubiese podido hacer, ¿no habría alejado esto a los fieles que sí se sentían atraídos? O también, si la Regla de San Benito fuese abierta, ¿no habría esto destruido la Orden Benedictina? En este punto del "voluntarismo" también alerta contra la abundancia de penitencia y de "caras largas". Si se refiere a cuando éstas se viven hipócritamente, lo entiendo. Pero en caso contrario, habría que llamar "voluntarista" a Santa Gemma Galgani, así que temo no haber entendido sus palabras.
Sobre el "sentimentalismo", también me sorprende su respuesta. Esperaba que iba a enfocarla desde el uso de la sensiblería para manipular a las masas apoyándose en situaciones excepcionales (que no se dan realmente) para así justificar prácticas intrínsecamente malas (cultura de la muerte, mal uso de los sacramentos, herejías, etc...). Por el contrario, lo enfoca desde la búsqueda de sentimientos en la oración. Entiendo su denuncia sobre quien pone sus expectativas en que Dios le premie con afectos. Pero queda confuso hasta qué punto considera usted que los afectos son malos en la oración: el mismo San Ignacio nos invita a "gustar internamente" de la oración. Y a mí siempre me han enseñado que "hay que poner corazón en la oración" (que es un acto de la voluntad, es decir, el corazón movido por la voluntad, lo cual creo que es opuesto al sentimentalismo, porque uno desea poner el corazón en lo que hace, y así lo pide a Dios).
Como decía al principio, o no he entendido bien su respuesta a la pregunta de Natalia Sanmartín, o me hallo desconcertado.
Dios le bendiga,
César
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Sobre lo que plantea del voluntarismo: lo que simplemente quise decir -y sostengo- es que no se puede plantear un mismo "método" espiritual para todo el mundo. A alguno le servirá el de San Ignacio, a otro el de San Benito, a otro el de San Felipe Neri o a otro cualquier otro. Siempre y cuando sean lícitos, son medio para alcanzar el fin, que es la santidad.
El problema está en querer uniformar a todos bajo un mismo método. Y como Dios no es comunista, nos hizo a todos distintos.
Sobre el sentimentalismo: a usted le han explicado bien. Los afectos no son malos per se en la oración, siempre y cuando no se busquen como un fin. El fin de la oración es la unión con Dios y no la unión con nosotros mismos o con nuestras potencias, afectivas, volitivas o intelectuales. Quien busca el "sentimiento" en la oración, rápidamente la dejará. Ahora, quien cuando reza con todo su corazón, recibe consuelos de Dios y los aprovecha como un niño aprovecha los mimos de su madre, hace bien.
Espero se entienda.
Dios lo guarde
PJOR
Sobre el primer aspecto (el activismo) no tengo ninguna duda: es una cuestión obvia y no necesita mayores aclaraciones.
Sobre el "voluntarismo", creo haber entendido que usted plantea que no deben proponerse reglas de vida de piedad en las comunidades de fieles, para así dar cabida a fieles de cualquier carisma dentro de la comunidad. Lo ilustra con la diferencia de sensibilidades entre San Felipe Neri y San Ignacio de Loyola. Pero, pregunto: Si San Ignacio hubiera escrito sus Ejercicios Espirituales de manera que San Felipe Neri los hubiese podido hacer, ¿no habría alejado esto a los fieles que sí se sentían atraídos? O también, si la Regla de San Benito fuese abierta, ¿no habría esto destruido la Orden Benedictina? En este punto del "voluntarismo" también alerta contra la abundancia de penitencia y de "caras largas". Si se refiere a cuando éstas se viven hipócritamente, lo entiendo. Pero en caso contrario, habría que llamar "voluntarista" a Santa Gemma Galgani, así que temo no haber entendido sus palabras.
Sobre el "sentimentalismo", también me sorprende su respuesta. Esperaba que iba a enfocarla desde el uso de la sensiblería para manipular a las masas apoyándose en situaciones excepcionales (que no se dan realmente) para así justificar prácticas intrínsecamente malas (cultura de la muerte, mal uso de los sacramentos, herejías, etc...). Por el contrario, lo enfoca desde la búsqueda de sentimientos en la oración. Entiendo su denuncia sobre quien pone sus expectativas en que Dios le premie con afectos. Pero queda confuso hasta qué punto considera usted que los afectos son malos en la oración: el mismo San Ignacio nos invita a "gustar internamente" de la oración. Y a mí siempre me han enseñado que "hay que poner corazón en la oración" (que es un acto de la voluntad, es decir, el corazón movido por la voluntad, lo cual creo que es opuesto al sentimentalismo, porque uno desea poner el corazón en lo que hace, y así lo pide a Dios).
Como decía al principio, o no he entendido bien su respuesta a la pregunta de Natalia Sanmartín, o me hallo desconcertado.
Dios le bendiga,
César
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Sobre lo que plantea del voluntarismo: lo que simplemente quise decir -y sostengo- es que no se puede plantear un mismo "método" espiritual para todo el mundo. A alguno le servirá el de San Ignacio, a otro el de San Benito, a otro el de San Felipe Neri o a otro cualquier otro. Siempre y cuando sean lícitos, son medio para alcanzar el fin, que es la santidad.
El problema está en querer uniformar a todos bajo un mismo método. Y como Dios no es comunista, nos hizo a todos distintos.
Sobre el sentimentalismo: a usted le han explicado bien. Los afectos no son malos per se en la oración, siempre y cuando no se busquen como un fin. El fin de la oración es la unión con Dios y no la unión con nosotros mismos o con nuestras potencias, afectivas, volitivas o intelectuales. Quien busca el "sentimiento" en la oración, rápidamente la dejará. Ahora, quien cuando reza con todo su corazón, recibe consuelos de Dios y los aprovecha como un niño aprovecha los mimos de su madre, hace bien.
Espero se entienda.
Dios lo guarde
PJOR
03/02/19 12:35 PM
Muchas gracias, D. Javier. Sí, lo entiendo. Creí entender que se refería a que era un error proponer reglas de vida de piedad dentro de una comunidad. Pero si se refiere a que cada comunidad propone su vida de piedad en relación al carisma de la comunidad, y que a su vez cada fiel siente su llamada a una comunidad también en función de su carisma, en tal caso está clarísimo, y no me queda ninguna duda.
¡Muchísimas gracias, y Dios le bendiga!
César
¡Muchísimas gracias, y Dios le bendiga!
César
03/02/19 2:49 PM
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