Gracias Polonia, gracias María, gracias cruzados
En tiempos en que Europa aún se defendía de las invasiones, se instituyó la memoria universal del Dulce nombre de María.
Hace un par de años escribimos y sugerimos una película polaca muy recomendable, aquí. Hoy insistimos.
Como detalle de color, cuando hace unos años quise rezar frente a la tumba del beato Marco d’Aviano, predicador de la cruzada, en el templo de los capuchinos de Viena, casi me sacan corriendo…
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La historia: El Sultán Mehmet IV había declarado la guerra al emperador Leopoldo I en 1682:
“Nosotros le ordenamos –le escribía- que nos espere en su ciudad de residencia, Viena, para que le podamos decapitar… (…) Lo exterminaremos a usted y a todos sus seguidores… (…) Los niños y los adultos serán expuestos a las más atroces torturas antes de ultimarlos en la manera más ignominiosa imaginable…”
Kara Mustafa Pasha, frente al ejército Otomano del Sultán, llegó a las puertas de Viena y la sitió el 14 de julio. El emperador Leopoldo y la mayoría de las tropas y ciudadanos huyeron de la ciudad, quedando en ella solo 5000 civiles y 11,000 soldados al mando de Ernst Rüdiger von Starhemberg. El número de invasores era superior a los defensores, 20 a 1. Se propusieron destruir sus murallas socavándolas y dinamitándolas. En Septiembre, los defensores estaban sin comida y extenuados. Los turcos lograron abrir boquetes en la muralla y la ciudad estaba al borde de la derrota cuando providencialmente les llegó auxilio.
Juan Sobieski, coronado rey de Polonia en 1674, bien llamado el “León del Norte” vino al rescate. Partió de Cracovia el 15 de agosto. En camino las tropas visitaron el santuario de la Virgen de Czestochowa, patrona de Polonia, se consagraron a ella y Sobieski puso a Polonia bajo su protección. El 6 de septiembre, los polacos cruzaron el Danubio 30km, y se unieron con las fuerzas imperiales y otras que habían respondido a la llamada de formar una Liga Santa de defensa con el respaldo del Papa Inocencio XI. Luis XIV de Francia no había respondido a la cruzada y había aprovechado la oportunidad para atacar ciudades alemanas.
El predicador principal de la cruzada era el beato Marco d’Aviano, fraile capuchino.
El 11 de Septiembre las tropas de Sobieski llegaron a Viena. Aunque los turcos les superaban en número (según cálculos de Sobieski, 76,000 vs 300,000), sabían que el futuro de Europa y de la cristiandad estaba en juego.
El 12 de Septiembre, temprano en la mañana, Sobieski fue a Misa y se puso en manos de Dios.
La victoria salvó a Europa y frustró el plan de conquista islámica de Europa.
Sobieski dio todo el crédito por la victoria a Dios. Dijo: “Veni, vidi, Deus vicit“.
En agradecimiento a Nuestra Señora por la victoria obtenida, el Papa Inocencio XI extendió Dulce nombre de María a la Iglesia Universal, el 12 de Septiembre.
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Roguemos a Dios para que repitamos la historia sin temor a lo históricamente correcto.
Que no te la cuenten…
P. Javier Olivera Ravasi
13 comentarios
muy interesante artículo!
cuando crees que empezaría a estar justificada una cruzada en los tiempos actuales contra el islam? qué condiciones deberían cumplirse??
un saludo!
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La respuesta está en el Catecismo de la Iglesia Católica, a la cual pertenezco. En la parte que se habla de la guerra justa.
En otros tiempos, hace rato que ya hubiese comenzado una guerra defensiva, pero ahora es impensable. Los tiempos son malos y el pacifismo hippoide parece ser el duodécimo mandamiento después del "no discriminarás"... Amén
Desgraciadamente, la conquista de Europa será por la inmigración y el número de hijos de las musulmanas. Y las cosas se precipitarían y agravarían con la entrada de Turquía en la UE de manos de los enemigos internos. De ahí a ni siquiera hacer constar el origen cristiano de Europa en la constitución. A ese extremo llegaron preparando el terreno para la futura incorporación de Turquía. Y este es el principal motivo del interés turco de entrar.
Si esto ocurriera sería el "jeque" mate definitivo. Eso sí, muchos otros países dejarían Europa por este motivo. Lo vemos en Polonia, Eslovaquia, R. Checa, Hungría,etc.
Recemos y encomendemonos a Dios para que esto no ocurra, como lo hizo Jan Sobieski.
¡Roguemos al Señor.!
En su momento, al buscar, no pude encontrar fuentes confiables que relataran más particularmente la historia. Ud. recomienda algo? gracias!!
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vea en mi blog la parte de libros recomendados. La historia de la Iglesia de Daniel Rops o la de García-Villoslada, etc., oye darle una mano. PJOR
Que el Señor, por medio de nuestra Madre del cielo, intervenga nuevamente y nos dé la victoria sobre las fuerzas del mal.
Vi la película . Muy buena .
Como info , más de 30 descendientes del Beato Carlos I de Austria , último Emperador de Austria , llevan como segundo nombre de Bautismo ,
Marco d 'Aviano en recuerdo y en honor al Beato .
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Ni idea. En los links del artículo que envié está subtitulada en español. PJOR
Recuerdo que me lo pasé pipa leyéndolo, y se me quedó grabada aquella última carga de la caballería pesada polaca, al mando del rey Juan Sobiesky.
Que grande es Polonia, Dios quiera que siga siéndolo, y no venda su alma por un plato de lentejas, como han hecho tantos pueblos antaño católicos y hoy apenas basura progresista.
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Son links para descargar.
Parte 1: aquí
Parte 2: aquí
Polonia es una gran nación , que fue tristemente traicionada en la segunda guerra mundial , la iglesia nos dio muchos mártires en el levantamiento de Varsovia .
Bendiciones !!
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El episodio fue en Viena, no en Polonia. Y el motivo por el cual me sacaron corriendo es porque se trata de un beato "eclesialmente incorrecto", creo. Dios la guarde. PJOR
En esa ocasión, mientras España ponía la mayor parte de la flota y de los soldados, Francia dejaba a los barcos turcos que atracaran en los puertos franceses, como Tolon.
También en esa ocasión las fuerzas otomanas estaban en mayor número que las católicas.
Parece ser que cuando comenzó la batalla, y atribuido al rezo del Rosario (a partir de entonces se incorporaría la letanía de "auxilio de los cristianos", dentro del Rosario), el viento cambió de dirección y las primeras naves que resultaban incendiadas, arrojaban el humo sobre la flota otomana.
El Papa San Pío V actuaba de aglutinante de la alianza católica, al igual que en el caso de Viena lo hacía Inocencio XI.
Ahora, por contra, tenemos un papa que, con motivo del viaje a Lesbos, y pudiendo traer refugiados cristianos, prefiere traer a doce de ellos, todos ellos musulmanes.
Habría que ver tras ese acto de buenismo, o de algo peor, que no se sabe, por la gran carga simbólica de ello, cuántos de ellos se han convertido al Cristianismo.
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