¿Por qué aún Isabel la Católica no es santa? La historia de la causa (2-7)
“Confesamos no comprender cómo no está la Reina Isabel la Católica en la nómina de los escogidos”[1]
Parece que el siglo XX removió las conciencias españolas y americanas, y recordó que la mujer gracias a la cual España podía aún santiguarse no había llegado a los Altares.
¿Por qué el primer siglo del nuevo milenio abriría de este modo los brazos a la Reina Católica? ¿Acaso se acabaron de golpe los motivos prudenciales y burocráticos? No lo creemos así.
Para poder responder a nuestra pregunta, recuramos a la Historia, ¿qué sucedía en la Península Ibérica para aquella época?
El proceso de Isabel la Católica se abrió en el año 1958. Para entonces España vivía una época de reencuentro con ella misma. ¿Reencuentro con ella misma? ¿Qué significa esto?
El siglo XVIII, significó para España un cambio esencial. Hasta ese momento había sido gobernada por diferentes dinastías, cada una con sus matices y sus características propias, pero todas españolas y, sobre todo, cristianas. En este siglo llegará al trono de España una dinastía que no será española y tampoco será del todo cristiana. Hablamos de la casa de Borbón.
Esta casta se asentó en trono de España trayendo una gran influencia de las ideas liberales que por entonces rebullían en Francia. Así, no es de sorprender que cuando en el país vecino estallara la Revolución Francesa a fines del siglo, los borbones hicieron su máximo esfuerzo por empapar a España de las nuevas ideas. Y así poco a poco, España se fue olvidando de sí misma. Se volvió en contra de su rey y de su Dios. El siglo XX la sorprenderá borracha de ideologías y falta de sentido.
Sobrevino para el mundo la Primera Gran Guerra, y con ella la decepción del liberalismo. La realidad había dado por tierra las absurdas ideas de libertad, igualdad y fraternidad. El hambre, la miseria, la muerte diaria eran las “ideas” que ahora reinaban. Con la caída del liberalismo, otro enemigo de la fe (y por lo tanto de España) surgiría: en Rusia las ideas de Marx se hacían carne en una cruenta revolución que dejaría secuelas en todo el mundo. Estas ideas llegaron hasta la hispánica Península y entonces parecía que los españoles iban a renegar por completo de su Patria.
Y así es como, cuando España parecía tocar fondo; cuando se insultaba por las calles públicamente a Dios y a la Patria; cuando ridículamente, aquel país que había dado a luz a tantos santos se ponía de rodillas ante el mundo, olvidando a su Dios; surgió un movimiento desde el subsuelo español. Había algo, que hasta entonces dormitaba en las entrañas del otrora Imperio Español. La España de Isabel y Fernando, nunca había muerto y despertaba de a poco, ahora con el nombre de Falange y vestida con una camisa azul.
¿Qué fue la Falange Española? Fue un movimiento, iniciado por José Antonio Primo de Rivera, desde el corazón de la Patria que rescataba nuevamente los valores de la España cristiana. Este movimiento tomaba el mismo símbolo que anteriormente usaran los Reyes Católicos: el yugo y las flechas, indicando así, la verdadera esencia de España.
La Falange logró, junto con otros movimientos nacionalistas y auténticamente españoles, evitar que el marxismo se asentase en el gobierno de España y puso en su lugar a un hombre llamado Francisco Franco, quien en calidad de dictador, llevará a cabo una recuperación material, moral y espiritual de España. Esto sucedía en el año 1939 y su estabilidad en el poder duró hasta 1973.
Pues bien, es durante su gobierno que se abre la causa de beatificación de Isabel I, de España.
¿Casualidad? No lo creemos así. Muchas canonizaciones, a lo largo de la historia han estado íntimamente relacionadas con la política. Con la política de los países y con la política de la Iglesia.
¿Política de la Iglesia? Por supuesto. No cualquier Papa hubiera dado inicio a la causa que tantos retrasos prudenciales y burocráticos había tenido. Pío XII lo hizo. Un Papa profundamente enamorado de su fe y de su Dios, que condujo la barca de Pedro por las borrascosas aguas del siglo XX. Fue este Papa quien, poco tiempo antes de morir, quiso reconocer la santidad de la mujer con culpa original más grande que cielo haya dado a la tierra; y así dio inicio a esta causa, que hacía siglos debería haber terminado.
Dos datos fundamentales: la causa de Isabel la Católica fue iniciada durante el gobierno de Franco y bajo el pontificado de Pío XII. A no olvidar las circunstancias, pues, que nos arrojan un rayo de luz bastante clarificador.
Pero dejémonos ya de explicaciones y pasemos a conocer cómo es que la causa de nuestra Reina fue iniciada.
* * *
Estábamos iniciando el siglo XX…
En el año 1904 tenemos la primera noticia de la causa de beatificación. En la ciudad de Santiago de Compostela, el entonces Arzobispo, fray Zacarías Martínez, sugirió (no sabemos si por vez primera)[2] que se abra la causa de beatificación de Isabel la Católica.
La Real Academia de Historia y de la Universidad de Madrid le brindaron su apoyo incondicional. De manera especial lo hicieron el rector, Pío Zabala y el catedrático de Historia, don Fernando Brieva.
La ciudad de Granada, no podía permanecer indiferente ante semejante iniciativa. Quien recibiera por parte de la Reina la libertad de persignarse no podía menos que acudir y rogar para que su madre fuera subida a los altares. Es por esto que Monseñor Casanova, cardenal-arzobispo de la susodicha ciudad, se encargó de los sondeos diplomáticos con Roma, que duraron casi 20 años.
Recién en 1929, con ocasión de celebrarse el Congreso Mariano Hispanoamericano en Sevilla, se planteó de forma pública la beatificación de la Reina Isabel I, de Castilla.
Veinte años más transcurrieron hasta que la causa logró un nuevo avance. En 1951, don José Ibáñez Martínez, ministro de educación para la fecha, viajó al Vaticano para entrevistarse con monseñor Tardini y con monseñor Montini (futuro Pablo VI), a quienes presenta las actas del Congreso Femenino Hispanoamericano, en las cuales numerosas asociaciones de mujeres católicos de los dos continentes comprometidos, pedían la beatificación de la Reina Isabel[3].
Todos estos pedidos llegaban a Roma desde el continente que viera nacer a la Reina que proclamaban santa. Sin embargo, Europa no iba a poder por sí sola alcanzar la quimera que se proponía. Posiblemente si América no se hubiese plegado a la iniciativa, poco y nada se hubiese logrado.
Cinco años más tarde (1956), en la ciudad de Metán, (provincia de Salta, Argentina) una joven scout llamada Bertha Bilbao Richter, comenzó las gestiones burocráticas para pedir desde la Argentina la beatificación de Isabel la Católica.
La muchacha estudiante de Filosofía y Letras, que contaba tan solo con dieciocho años, escribió en la fecha del aniversario de la llegada de Colón a América una extensa carta al entonces Sumo Pontífice, Pío XII, rogando se diera inicio al proceso de beatificación de la Católica Reina Española. En ella expresaba:
El cristianismo lo llevo profundamente arraigado en el corazón (…) hace muchos años que pienso, medito y pido a Dios… para que se cumpla un acto de justicia con la mujer que mayor gravitación ha tenido en los destinos de la Humanidad; me refiero a la Reina Isabel la Católica, cuyo solo recuerdo, estoy segura, conmoverá las fibras más delicadas de su corazón (…) quedo en paz con mi conciencia al implorar este mi pedido[4].
El Papa envió esta carta a Valladolid escribiendo al dorso de la misma: “Postulatoria per Regna Isabella d’Spagna”. El proceso comenzaría.
Los primeros meses de 1957 llegarían sonrientes a Valladolid y febrero traería una magnífica carta desde Roma para el Sr. Arzobispo de la ciudad, Mons. José María Goldázar, en la cual Su Santidad le manifestaba:
…después de haber sondeado ante diversas Cancillerías hispanoamericanas y por indicación de la Cancillería Argentina, tengo el alto honor de dirigirme a su Ilustrísima, para pedirle muy respetuosamente, quiera iniciar los trámites legales para la canonización (…) puede decirse que un Continente ha sido producto de la fe de la Reina Isabel y que veintiuna Naciones libres, soberanas e independientes y democráticas… han heredado su religión y la veneran como a la Reina Madre de América[5].
Así es como por fin, el 03 de mayo de 1958, se abrió el proceso en Valladolid, por ser éste el lugar de su muerte y de esta forma se establece que sea, nombrando a Don Vicente Rodríguez Valencia (canónigo, archivero de Valladolid) postulador oficial de la Causa.
Queremos resaltar y aclarar que sin la carta de la señorita argentina Bilbao, el proceso de beatificación difícilmente hubiese sido abierto[6]. El entonces postulador es quien dio testimonio de ello:
El Sr. Arzobispo, don José García Goldáraz, nos dijo particularmente varias veces, y públicamente en Medina del Campo en 1966, que a pesar de las instancias que estaba recibiendo por entonces en España con este mismo fin, la carta de la señorita argentina Bertha Bilbao, le había inclinado definitivamente a iniciar esta Causa; es decir, a hacer los sondeos que hizo en Roma ese mismo año de 1957 con motivo de su visita “ad Limina” que dieron por resultado la apertura de la Causa en Valladolid, en mayo de 1958[7].
Ese mismo año se constituyó un cuerpo de investigación histórica para examinar todos los documentos necesarios. En total ocho miembros especialistas en historia trabajaron arduamente para revisar todas las fuentes necesarias. Para ello se investigó el Archivo General de la Corona de Castilla, el Archivo de la Corona de Aragón, el Archivo Histórico Nacional de Madrid, el Archivo General de las Indias, Archivos Municipales (Ávila, Burgos, Sevilla, Murcia, Cáceres, etc.), dos especiales archivos del “Patronato Nacional”, el archivo particular de la fortaleza del Duque de Frías, el Archivo Secreto del Vaticano, y se ha indagado en toda aquella documentación dispersa no registrada en archivo alguno, sino en posesión de particulares.
En total se examinaron más de 100.000 documentos, de los cuales 3.160 fueron seleccionados y encuadernados en 27 tomos[8], el primero de ellos con dos volúmenes, que conforman la Documentación de la Causa. Los peritos encargados de la investigación han declarado que si bien puede hallarse nueva documentación sobre la Reina, están seguros de que ésta no afectaría en lo más mínimo el contenido de la pesquisa realizada. Los demás colaboradores también dan testimonio de la seriedad con que se ha trabajado en la investigación, resultando ésta auténtica, íntegra, no adulterada ni interpolada y digna de fe.
El trabajo de los historiadores se vio terminado en el año 1970, (en total duró doce años) dando como resultado los 27 volúmenes ya mencionados. El 26 de noviembre del siguiente año, se constituyó el tribunal diocesano (en Valladolid) y se abrió el llamado Proceso Diocesano. Al año siguiente se concluyó dicho proceso y el postulador, junto con el Dr. Vidal Gonzáles Sánchez, secretario del proceso diocesano, entregaron el Trasunto del Proceso y la documentación histórica a monseñor Frutaz, entonces rector general de la Congregación para las Causas de los Santos.
El 20 de noviembre de 1972 se abrió el Proceso Canónico Apostólico. Unos días antes el Revmo. P. Anastasio Gutierrez (C.M.F) es nombrado Postulador de la Causa. Éste, junto con el R.P. José María Gil, será el autor de la Positio super vita, virtutibus et fama sanctitatis ex officio concinnata[9]. Esta Posición histórica, será realizada a raíz de la extensísima masa documental que rodea la causa de nuestra Sierva de Dios. Ante la imposibilidad de exponer a los miembros de la Congragación los 27 volúmenes que la conforman, es que se ha realizado este “resumen” de los mismos, exponiendo en capítulos el contenido de cada volumen e incluyendo al final de cada uno un apéndice con los documentos más importantes del tema.[10]
El 30 de marzo de 1974 se aprobó la “Positio super scriptis”. Así la Reina es felizmente declarada “Sierva de Dios”.
En 1990 se presentó la Positio histórica super vita, virtutibus et fama sanctitatis ex officio concinnata, y la misma es aprobada como “auténtica, completa y apta para juzgar sobre las virtudes y fama de santidad”, y es elogiada unánimemente por los consultores de la Sección Histórica de la Congregación para las Causas de los Santos.
Desde entonces nuestra causa sufrirá el ostracismo. En 1991 el Arzobispado de Valladolid pidió que se impulsara la causa y lo mismo hizo dos años más tarde el Cardenal Ángel Suquía, presidente de la Conferencia Episcopal Española. Ese mismo año, 22.000 cartas postulatorias de instituciones y particulares llegaron a Roma con el mismo fin. Como respuesta, el postulador recibió una desalentadora carta de la Secretaría de Estado, diciendo: “Por lo que hace a la causa en cuestión, las circunstancias (no aclara cuáles) aconsejan profundizar algunos aspectos del problema, tomando un tiempo conveniente de estudio y reflexión”[11].
En 1997 se reiteró la petición para agilizar la causa de Isabel la Católica. Monseñor Delicado Baeza envío una carta al papa Juan Pablo II en la que “ruega humildemente a V. Santidad que sean reconsideradas las razonas por las que se llegó a la suspensión de la Causa (…), sin tener noticia alguna sobre los motivos de dicha suspensión”[12].
La respuesta que se recibió no fue más alentadora que la anterior: “Debo comunicarle que actualmente subsisten aún los motivos que en su momento aconsejaron posponer por ahora la prosecución de dicha Causa”[13].
Llegó para el mundo un nuevo siglo y la forjadora de cultura Hispanoamericana aún aguardaba su más que merecida beatificación. Las peticiones hacia Roma se renovaron. En el año 2001, con motivo de aproximarse el quinto centenario del fallecimiento de la Reina, el ruego se volvió más insistente. El Arzobispo de Madrid, monseñor Antonio María Rouco Varela, dirigió una nueva carta al Santo Padre: “si lo considera oportuno, tenga a bien ordenar la prosecución de la Causa de canonización de la Sierva de Dios, Isabel I, Reina de Castilla y León”[14] .
Esta vez, la respuesta fue algo más prometedora: “Una vez vista por Su Santidad, ha sido solícitamente transmitida a la Congregación para las Causas de los Santos para el conveniente examen”[15].
La última noticia significativa sobre la Causa vino de Roma por el Vicario General del Arzobispado de Valladolid, Vicente Vara Sanz y el nuevo postulador de la causa, el Padre Rafael Serra Bover, a quienes se les aseguró en su visita a la Congregación de las Causas de los Santos, por boca del cardenal prefecto, Mons. José Saraiva Martins, que la Causa de la Reina Isabel “no está parada, camina”[16].
La Causa, que se encuentra en la página 82 del Index ac Status Causarum se halla pendiente del dictamen de la Comisión Teológica. Si éste fuera favorable, pasaría a la Congregación de Cardenales y Prelados, la cual informaría al Papa para su decisión final[17].
Ni la Positio de la Reina, ni la página web de la Comisión “Isabel la Católica” para la Causa de Beatificación de la Reina, ofrecen noticias recientes acerca del avance o retroceso de la Causa de nuestra Reina.
Considerando que nos hallamos a quince años de distancia de la última noticia, hemos recurrido a diarios, artículos de opinión y diferentes entrevistas para averiguar los interrogantes que fueron planteados como nuestra hipótesis: ¿Qué ha sucedido desde el año 2002 hasta la fecha con la Causa? ¿Qué sucedió en el año 2004, al celebrarse el quinto centenario de la muerte de la Reina? ¿Cuáles son los motivos de que el Proceso avance tan lentamente? ¿Avanza el Proceso?
Es a raíz de estas preguntas que nos encontraremos con los hombres pertenecientes a la raza escogida por Dios. El pueblo judío nunca logró entender ni perdonar el accionar de Isabel para con ellos en Castilla.
El resentimiento hacia la Reina, fue trasmitido de generación en generación, y así es que cinco siglos después de tal hecho, se opusieron abiertamente a la canonización de Isabel la Católica, culpándola de antisemita y xenofóbica.
¿Es realmente la opinión del pueblo judío respecto a Nuestra Sierva de Dios el impedimento fundamental para su causa de canonización? ¿Todavía no olvidan los hebreos su expulsión de España en 1492? De estos temas nos ocuparemos en el siguiente capítulo, al tratar de dar respuesta a las preguntas que nos desvelan.
Prof. Magdalena Ale
continuará
[1] Modesto Lafuente. Cfr. Vizcaíno Casas, Fernando. Op. Cit., P. 185.
[2] Posiblemente en los siglos anteriores haya habido intentos de llevar la Reina a los altares, pero no tenemos ninguna noticia sobre esto.
[3] Conf. Vizcaíno Casas, Fernando Op. Cit. P. 185.
[4]Extraído de: Rodríguez Valencia, Vicente. (Octubre, 2012). Así comenzó el proceso. Boletín digital Reina Católica, 31, P. 1.
[5] Ibídem, P. 1-2.
[6] Sin embargo en la Positio Canónica de Isabel la Católica, no se hace mención a la carta al comentar el inicio del proceso. Quizá el actual postulador Anastasio Gutiérrez no la consideró de mayor importancia. El afirma que “el Arzobispo de Valladolid (…) consulta al prefecto de la S. Congregación de Ritos (…) sobre la eventual introducción de la causa de la Reina Católica”. Cf. Positio historica super vita, P. XXI.
[7] Rodríguez Valencia, Vicente. Op Cit. P. 2.
[8] Los tomos I, II, III y XXIV recogen los escritos de la Reina; el tomo IV contiene la documentación de la vida de la Infanta Isabel hasta su casamiento; el tomo V, el matrimonio, la proclamación como Reina y la guerra de sucesión contra Portugal, el tomo VI se trata la paz con Portugal y el perdón a los vencidos castellanos, en el tomo VII las declaratorias hechas por mandato de la Reina en las cortes de Toledo (la recuperación del Patrimonio Real); en el tomo VIII, la reforma religiosa del episcopado, la cruzada de granada y el establecimiento de la Inquisición en Castilla; en el tomo IX, la expulsión de los judíos de Castilla; en el tomo X, la reforma de las Órdenes Religiosas; en el tomo XI, se vuelve al tema de Granada; en el tomo XII, los mudéjares de Castilla; en el tomo XIII, la evangelización del Nuevo Mundo; en el tomo XIV, la libertad del aborigen; en los tomos XV y XVI, la fama de Santidad; en el tomo XVI, la audiencia de los descargos de la conciencia de la Reina; en el tomo XVIII, la austeridad de la corte y de la misma Reina; en el tomo XIX, las cédulas de la Cámara (libros 1-5); en el tomo XX, las cédulas de la Cámara (libro 6); en el tomo XXI, la Corte de Isabel la Católica; en el tomo XXII, la muerte de la Reina; en el tomo XXIII, la testamentaría de Isabel la Católica; en el tomo XXIV, el testamento, codicilo y capitulaciones de Santa Fe con Cristóbal Colón; en los tomos XXV y XXVI, las caridades y limosnas de la Reina; y en el tomo XXVII, la política internacional de la Reina.
[9] En un primer momento esta fue encargada al primer postulador, don Vicente Rodríguez Valencia, pero al fallecer en 1982 deja el trabajo en el segundo postulador y el ayudante mencionado, quienes hicieron la mayor parte de la labor.
[10] Este es el documento al cual hemos accedido y del cual nos hemos servido para toda nuestra investigación.
[11] www.reinacatolica.com (página web de la Comisión Isabel la Católica para la Causa de Beatificación de la Reina) Fecha de consulta: 29/01/2015. Las negritas nos pertenecen.
[12] Ibídem.
[13] Ibídem.
[14] Ibídem.
[15] Ibídem.
[16] Ibídem.
[17] http://movil.religionenlibertad.com/ Fecha de Publicación: 04 de junio del 2014. Fecha de consulta: 29/01/2015.
41 comentarios
nuevamente lo felicito por el valor de escribir historia, no leyendas negras. El riesgo que corre: al igual que Isabel de Castilla, que lo culpen de ser una persona "antisemita y xenofóbica"
Pero no hay que preocuparse demasiado de que traten de descalificar a los historiadores con dichos adjetivos, dado que es una aberración el término "antisemita" con su uso a la etimología (¡como tantas otras palabras! ): de los hijos de Noe se asume Jafet es el padre de la raza blanca, Cam de la negra y Sem de los pueblos del medio oriente.
La mayoría de los judíos actuales no son de raza semítica, sino caucásica, que vinieron de conversiones posteriores. Pero no solo eso, por la Biblia aclara que el rey David era "rubio", así que sabemos que era, al menos parcialmente, descendiente de Jafet. Como conocemos la genealogía del rey por parte paterna, lo mas probable es que la madre no haya sido ni siquiera judía, de ahí que en el Salmo 51:1 atribuido al rey David se diga de "He aquí, en maldad he sido formado, Y en pecado me concibió mi madre."
Las beatificaciones son políticamente correctas hoy día, y punto.
Isabel la católica no es una santa según el espíritu neoeclesial postvaticano segundista. Y Newman ha colado porque su obra es tan vasta que nadie lo conoce realmente. ¡Menos mal que a María Goretti la beatificó Pío XII!
La beatificación de Pío IX pasò desapercibida junto a la de Juan XXIII.
Antes bestifican a Calvino ("el Rabioso", a decir de Miguel Servet) que a Isabel, y si no, al tiempo.
Si el Papa Francisco quiere beatificar a la Reina Isabel , lo va hacer independientemente de " ideologías " opuestas .Y confío en eso .
A Francisco , no le importa " el que dirán " , y lo ha demostrado en el tema que nos interesa . En particular , por la Canonización del Beato Junipero Serra . Había una oposición a la Canonización en grupos " indigenistas " ( no me gusta mucho utilizar ese termino ) de Estados Unidos . Y al Papa no le importo nada , y Canonizó al Beato Junipero , en Washington capital de E.U.
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No Feri. Fernando fue un gran rey y un soberano católico, pero en su vida tuvo varios deslices que lamentablemente no permitirían ponerlo como ejemplo de santidad. PJOR
Saludos cordiales.
La Falange se dedicaba a intercambiar ataques terroristas con las juventudes socialistas.
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Eso no refleja exactamente la situación. La Falange nació tres años antes de la guerra y estaba en proceso de formación tanto organizativa como ideológicamente. Llevaba siete muertos cuando cometió el primer asesinato. La justicia brillaba por su ausencia. Jose Antonio fue encarcelado bajo la pueril acusación de tener dos pistolas en su despacho cuando había sido víctima de un intento de atentado y el partido fue ilegalizado. Los otros partidos no, obviamente.
Miren, hace dos años presencié la exhumación de cuatro cadáveres en la finca El Baldío en Alcalá del Valle, entre ellos el de una mujer llamada Rosa que en el momento de ser ejecutada estaba embarazada. (Las imágenes están colgadas en ImaginaSetenil.wordpress.com>fusiladoselBaldío ).
En la Sierra de Cádiz todavía se recuerda con terror todos los crímenes que cometieron las partidas de falangistas en el verano de 1936, fusilando a jornaleros desarmados y haciendo de matones de los "señoritos".
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La Falange tuvo un crecimiento desproporcionado durante la guerra y estos episodios son propios de una situación caótica, pero para hablar de la Falange primero hay que leer a Jose Antonio Primo de Ribera. Saber lo que era ésta. Saber cuales eran las líneas maestras de su pensamiento ¿Estaban alejados de la doctrina social de la Iglesia?¿Estaban alejados de la moral cristiana?¿Promovían cosmovisiones heréticas? ¿Conoce la labor de los ministros falangistas?¿Sabe de las tensiones entre Franco y Falange?
Por otro lado le pondré este video:
youtube.com/watch?v=aDRUwXkj7HI
No lo hago para establecer una coincidencia entre estos casos actuales y lo que podía ocurrir en pleno siglo XVI, pero ayuda a romper ciertos esquemas. Los judíos eran un pueblo, es algo que no ha tenido en cuenta. Eran un pueblo dentro de otro pueblo. Tenían sus leyes, jueces y "policías". Incluso su inquisición. Esto en un contexto jurídico que lo componían un sinfin de reinos, leyes, fueros, gremios, clases, etc. Aquella época era muy diferente a la actual. El pensamiento individualista puro lo envicia todo ¿No le parece extraño que cuando se hable de estas cosas siempre, siempre, se subraye la maldad de los cristianos?¿No le parece que hay algo ahí que cojéa?¿Algo que no se cuenta?
Sobre los gitanos: pues los gitanos eran itinerantes, nómadas. No se podía hacer un censo sobre su población, no pagaban impuestos, no luchaban en el ejército. Eran otro pueblo. Otro pueblo dentro de otro pueblo.
Independientemente de los escritos morales de Jose Antonio cuya afición por las mujeres es célebre por cierto, el matonismo, violencia cuartelera, chulería, malos modos, abusos y fascismo de la Falange la hacen indeseable desde cualquier punto de vista.
Canonicen si quieren a Isabel la Católica pero alabar a la falange y a Franco es posicionarse políticamente. Bastante fue en España una guerra de cientos de miles de muertos y cuarenta años de dictadura. Cuando quiera le hablo de los abusos que hicieron en el sur de España a familias católicas pobres; entre ellas la mía. Nos va a venir Vd. ahora a alabar alos camisas azules chulos prepotentes que les daban aceite de ricino a las mujeres tras la guerra y las paseaban sin ropa interior por los pueblos para que no pudieran controlar su cuerpo. Quiere fotos? Lo sabe todo el mundo en España. Lo saben los viejos que que aun viven. Y por desgracia, los que murieron.
Pensaba que ésta, era una pagina católica pero sospecho que es .falangista.
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A ver..., un par de cosillas.
1) Ud. dice: "Padre, comete un profundo error mezclando a Franco y la Falange."
¿Acaso andamos mal de vista? Estoy publicando una tesis de una profesora argentina, que se ha graduado con un trabajo monográfico...; en todo caso, en primer lugar, apunte bien los cañones. Creo que leemos a las apuradas....
2) "alabar a la falange y a Franco es posicionarse"
Sí; como también denigrarla. El hombre es naturalmente zoon politikon; ¿desde cuándo la política es mala? Los católicos somos personas que estamos de acuerdo en los 12 puntos (los del Credo); en el resto podemos darnos de patadas, con libertad y caridad, claro.
3) "Nos va a venir Vd. ahora a alabar alos camisas azules chulos prepotentes"
Ídem al punto "1".
4)"Pensaba que ésta, era una pagina católica pero sospecho que es .falangista".
No lo es; es católica, es decir, es universal, por eso permito que ud. comente aunque diga a veces se le salga la cadena y apunte mal los cañones.
Dios lo guarde. PJOR
Es verdad que ya bastante off topic andamos por acá. Desde ahora, a comentar sobre el fondo del tema, es decir: ¿Por qué Isabel aún no es santa?
Aviso: borraré los comentarios de un lado y del otro que sigan dándole leña al tema. Y no porque no sea interesante la discusión, sino porque, de lo contrario, nos desviamos demasiado del punto
La historia y la biología nos dice que Carlos V era nieto de los Reyes Católicos e hijo de Juana de Castilla, por lo que no puede decirse que no fuera español, al menos un 50% de sus genes lo eran.
(EDITADO)
Y por último, no sé si algún día serán santos, pero tanto Isabel como Franco murieron pidiendo perdón en sus testamentos... Por estos lares estamos a la espera de que cunda el ejemplo entre comunistas, socialistas, catalanistas, anarquistas, etc...
Un abrazo padre, otro para la sra. Ale y otro más para todos ustedes.
Y... me perdonaran, pero es que es o era sábado y son las 3 de la mañana... ¡¡Viva Hispanoamérica, viva España y viva Isabel La Católica!! La reina más grande de la historia.
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Edité el comentario cumpliendo lo que había dicho arriba. PJOR
Me temo que está usted profundamente confundida. La Nostra Aestate no es una declaración política, sino una breve declaración de como relacionarnos con otras religiones, la puede leer en
"www.vatican.va/archive/hist_councils/ii_vatican_council/documents/vat-ii_decl_19651028_nostra-aetate_sp.html".
No identifico ninguna parte relacionada con Isabel de Castilla, ¿Puede ser mas específica al respecto? ¿Será la parte en que condena el antisemitismo? Si ese es el caso, le recuerdo que Antisemitismo es odiar o condenar a los judíos por el simple hecho de ser judíos. Pero muchas veces se trata de imponer una definición equivocada: llamar antisemita a quien no acepta lo políticamente correcto en particular a los a niegan que los judíos son inocentes por el simple hecho de ser judíos. Cuando algunos de sus miembros cometen delitos deben ser castigados cuando lo hacen, y eso aplica a los miembros de cualquier nacionalidad, judíos, mexicanos, argentinos, españoles, etc. No se puede atentar contra el estado y no recibir castigo, ni cuando se es ciudadano y menos aún cuando se es huésped no ciudadano.
A los que nos gusta la historia y somos católicos, nos encanta hacer comentarios, entre muchos posibles sub-temas relacionados, podemos comentar hasta que punto justo el castigo, si había otras posibilidades dentro de la circunstancia en que vivió la reina, si la reina fue o no engañada por sus ministros y jueces, etc.
Padre Javier: Muchas gracias por poner orden.
"
De Isabel y Fernando el espíritu impera
moriremos besando la sagrada bandera
Nuestra España gloriosa
nuevamente ha de ser
la Nación poderosa
que jamás dejó de vencer.
"
Lamentablemente estamos en una situación más parecida a los años treinta que en esta España gloriosa que canta la estrofa.
La decadencia en nuestra Católica España es tan notable, que estamos muy lejos de volver a ser el Imperio que siempre fué.
Con lo cual, debemos darle gracias a la democracia que nos ha llevado, paso a paso, a una situación practicámente irreversible.
Y en esta lucha estamos: Por Dios y por España, lo que haga falta.
Saludos cordiales.
Estoy un poco perdido, no encuentro relación entre tu comentario con el tema que es "¿Por qué Isabel aún no es santa?" Por favor, ayúdanos a establecer la liga entre ambos.
No es cierto como dice Vd. que el "Antisemitismo es odiar o condenar a los judíos por el simple hecho de ser judíos". Esa no es la realidad, ni de lejos, y me explico.
La declaración Nostra aetate constituye uno de los documentos más transcendentales del Concilio Vaticano II, cuyo contenido trata sobre las relaciones de la Iglesia con las religiones no cristianas, sobre todo con el Judaismo.
Entiendo que el pueblo judío condenó a muerte a Cristo Nuestro Señor, y ellos mismos dijeron "caiga su sangre sobre nosotros y sobre nuestros descendientes". Luego, sabian muy bien a quien mataban y el porque.
Desde aquel momento la Iglesia siempre consideró al pueblo judío como deicida y todos los siglos posteriores hasta esta declaración se mantuvo así.
Alberto: O todos o ninguno, no. La Reina Isabel II de Inglaterra ya no es Sajonia-Coburgo porque se cambiaron el nombre que sonaba a alemán, pero procede de esa casa. El Rey Felipe VII es Borbón, pero es una tontería decir que la una no es inglesa y el otro no es español por sus orígenes. Se puede traer a un rey de la Conchinchina y coronarlo y ya es rey de un país porque las monarquías funcionan así.
Los normandos vencieron a los sajones y se adueñaron del trono inglés por mucho que vinieran de Normandia.
No conozco ningún país que haya sido gobernado por reyes originarios de ese país en periodos prolongados de su historia, ni todos los países tienen casas reinantes propias.
Si fuera así España no ha tenido reyes desde Isabel y Fernando, lo cual es una boutade.
La expulsión de los judíos, así como la movilización de los moriscos con Felipe II estuvieron TOTALMENTE justificadas por razones de prudencia política de la epoca. Sin embargo, sus consecuencias para España fueron desastrosas. Que no nos vengan ahora con culpabilidades.
¿No era Hedwig Konrad-Marthius, judía conversa, la que decía que el pueblo judío es "capaz tanto de lo mejor como de lo peor"? ¿Y el severísimo juicio de Simone Weil a los de su raza? Me refiero a dos mujeres, judías, del siglo XX y en el contexto de la persecución en Alemania.
No, los judíos no tienen bula por el hecho de serlo, ni individualmente ni como grupo.
Dicho lo cual: Isabel nunca serà canonizada por que eso serïa subir s los altares a una reina que puso toda la estructura de sus Estados en el empeño de la evangelización. Ésta es la razón. Y esto es lo que escuece.
Si fuera correcto que la Iglesia en general consideró Deicida al pueblo judío en su conjunto, no hay ningún sentido en que hubieran tenido tantas libertades los judíos en los reinos cristianos de España durante la Edad Media. Es un hecho conocido que fueron tan completas que sin duda fueron las mayores que las de cualquier otro reino de la Epoca.
Aunque me imagino que no es imposible que haya habido cristianos particulares en la historia que así lo hayan pensado, es innegable que es contrario al concepto cristiano de que la justicia que es personal: creemos que nuestro juicio final es individual.
Una pregunta muy interesante y válida sería el por que Isabel aprobó un castigo general y no particular, pero con toda seguridad, en las siguientes entregas lo explicarán con lujo de detalle. Adivinaré, las circunstancias la obligaron y, por lo tanto, no es obstáculo para ser canonizada.
La Doctrina cristiana sobre los judíos es muy clara. En cualquier caso ningún católico puede creer nada que vaya contra el sentir unánime de los Santos Padres.
Todos los Padres de la Iglesia manifiestan unánimemente el mismo sentir respecto a los judíos. También el Magisterio conciliar y pontificio reitera la misma enseñanza, como no podía ser de otra manera.
Harían falta muchos libros para recopilar todo lo que los Padres dicen contra el pueblo deicida.
Para empezar, podríamos citar a San Juan Crisóstomo Padre y Doctor de la Iglesia, el más importante de los Padres orientales, así como a San Eusebio de Cesarea reafirmándose sobre el pueblo judío.
En la misma línea se posicionaron los Padres Occidentales como San Ambrosio de Milán, maestro de San Agustín y San Jerónimo, a quién debemos La Vulgata.
San Tomás de Aquino máximo expositor de la Doctrina de la Iglesia, no se desvío ni un ápice de la doctrina de los Padres de la Iglesia sobre los judíos.
De San Pío V podemos citar la famosa bula Hebraeorum Gens : "El pueblo judío... llegado el tiempo de la plenitud, ingrato y pérfido, condenó indignamente a su Redentor a ser muerto con muerte ignominiosa..."
También dice: " Y decretamos que (estas doctrinas) quedarán PERPETUAMENTE en vigor, y bajo conminación de Juicio Divino ordenamos y mandamos que también en el futuro todo sea observado firmemente"
San Pío V, bula Romanus Pontifex, sobre los judíos.
Y para terminar citemos a San Gregorio Magno, por haber conjugado en su persona el ser el último de los Padres latinos y Papa a la vez. Puesto que ahora hay quien cree que los judíos son hermanos de Abraham, no está de más traer a colación la siguiente enseñanza:
"Sí nosotros, por nuestra fe, venimos a ser hijos de Abraham, los judíos por su perfidia, han dejado de serlo".
Existe el concepto de "Religión de Estado", según el cual, para gozar de todos los derechos de ciudadano debes tener la religión oficial. Desde siglos antes del nacimiento de Isabel en reinos cristianos se debía ser cristiano para ocupar importantes puestos políticos. En el pasado era un concepto muy común y no exclusivo de reinos cristianos. En la actualidad no común en absoluto, pero al menos Estado de Israel como Inglaterra tienen religión de estado, un católico no puede ser rey de Inglaterra por ley ni tampoco puede formar parte del gobierno del Estado de Israel. Me imagino que nadie se escandaliza por eso y, en consecuencia, tampoco debe de hacerse por la condición de los reinos cristianos ibéricos.
En la España medieval, algunos judíos ambiciosos de poder, deseando tener poder, fingieron convertirse a la religión católica, pero siendo judíos en secreto, de ahí el nombre de judaizantes o cripto-judíos. Es un grave crimen de estado, y solo con el propósito de ponerlo en perspectiva del contexto actual: imagine que un palestino finge ser judío y llega a ocupar importante puesto en Israel para finalmente ser descubierto por el Mossad ¿Que cree que le pasaría? Me imagino que ni siquiera viviría para ser juzgado, así es como se manejan las cosas en seguridad nacional. Pero no creo que nadie condenaría a Israel por defenderse de alguien que fingió ser lo que no era, así tampoco podemos hacerlo con la España del medioevo.
Por otra parte, es muy humano juzgar en bloque pero muy imperfecto, ni todos los judíos fueron traidores ni todos los migrantes mexicanos son delincuentes y asesinos como parece afirmar Trump. Pero, ante la dificultad humana de analizar cada situación en particular, y para evitar males mayores, a veces se toman decisiones globales, como deportar a todos.
Comparto con usted la curiosidad de los argumentos que se usarán para intentar justificar que el castigo aplicado fuera global, por comentarios del Padre Javier, me imagino que la decisión se usó para prevenir mayores mayores males y forzada por las circunstancias. Cuando publique las justificaciones ya las comentaremos.
Dice Vd. "El sumo sacerdote dijo "caiga su sangre sobre nosotros".
No fue así, no tergiversemos ni inventemos.
Sucedió de esta manera:
Cuando Pilatos se lavó las manos delante de la multitud dijo "Yo soy inocente de esta sangre. Es asunto de vosotros".
Y todo el pueblo respondió : "Qué su sangre caiga sobre nosotros y sobre nuestros hijos" (San Mateo, XXVII: 24-25)
Esa es la maldición que cargan los judíos por causa del crimen de deicidio.
La iglesia siempre condeno el bautismo forzado, en la posicion bautismo o muerte.
En España se dio la condicion: bautismo o exilio, el padre Javier supongo que podrá exponer mejor las diferencias morales (que las hay) al respecto.
No entran en el mismo plano de discusion la conversion forzada con el juicio de la iglesia sobre el pueblo judío (cuya doctrina sintetizó muy bien Maite C).
¿Por qué la Iglesia puede decir que el pueblo judío (en su totalidad) era acreedor de la maldición por la sangre de Cristo?
Porque Ella es la Esposa de Cristo, y como tal puede decir, con verdad, que el pueblo judío, a quien Dios había reservado la salvación (y para eso lo guió y preservo) la rechazo totalmente.
Cristo mismo habla en la parábola de los siervos del Señor que matan a su Hijo cuando lo envió a cuidar su tierra.
Tercer punto: este juicio sobre el pueblo judío, ¿acarrea la falta de caridad? no, porque definirlo como deicida es conforme a la verdad. La caridad se da en buscar su conversión.
¿Nostra Aetate da un giro en cuanto al lenguaje con que la Iglesia define a los judíos? Si. ¿Es este lenguaje conforme al tradicional? No. Y hay muchos estudios al respecto.
Puede seguir pataleando porque a los judios se los trate de deicidas y perfidos, pero no pretenda que eso sea contrario a la doctrina católica, porque no lo es.
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Continúa su mensaje
Fanni: La expulsión de judíos fue bastante frecuente en Europa. El caso español es más conocido porque a los propios judíos, habría que averiguar el porqué, les dolió más la expulsión de España que de ningún otro país y se aferraron a las costumbres y el idioma. Sefarad pervive en el alma judía y, en cambio, otras naciones no, lo que casa bastante mal con el supuesto mal trato que recibieron. ¡Cosas veredes!
Los dos idiomas que hablaron los judíos y los llevaron consigo fueron el judeo-español y el yidish (que, aunque mezclado, era prácticamente una variante del alemán). Los judíos de Tesalónica hablaban judeo-español y los de Polonia yidish. ¿Por qué tomaron estos idiomas como base y no el inglés, el polaco, el ruso o el italiano? Supongo que por la misma razón que el arameo había desterrado al hebreo en la época de Jesús y no otros idiomas de Oriente Medio.
Maite C: Los judíos no cargan ninguna maldición y decir esto no es precisamente estar de acuerdo con el Magisterio de la Iglesia. Todo el Pueblo de Israel no es deicida porque entonces deicidas serían desde la propia Virgen María hasta San Pablo. Y sí no lee el Magnificat. Decir eso es clavar un puñal más en el Corazón de la Virgen, judía hasta la médula de sus huesos por ser hija de Joaquín y Ana; y tampoco celebres la fiesta de San Juan Bautista, cuyo padre, Zacarías, era sacerdote de Israel; ni la de Santiago Apóstol, hijo de Zebedeo. ¡Qué barbaridad!
Continúa el comentario de Palas.
2) Los judíos presentes en la plaza pidieron expresamente la condena de Jesús pero no tenían la representatividad del Pueblo de Israel. Si una multitud en la Plaza Mayor de Madrid pide la muerte de alguien en nombre del Pueblo Español es como si piden naranjas de la China.
A ver si nos centramos bien: la una diciendo que no pidieron la muerte de Jesús, cosa absurda, y la otra hablando de maldiciones bíblicas, otro absurdo. El Sumo Sacerdote de Israel ostentaba una dudosa representación del pueblo concedida por los romanos y los zelotes, por ejemplo, tenían la extraña costumbre de asesinar a los saduceos. En una situación de ocupación las autoridades son concesión del ocupante y unos los aceptan y otros no. Eso nos llevaría a la ridícula situación de que si en una familia dos eran nazarenos y los otros dos no, la mitad eran deicidas y la otra mitad no lo era, porque si no es así nuestra propia religión nos fue transmitida por deicidas. Jesús murió por NUESTROS pecados, es decir, por todos.
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Nostra Aetate, con todo lo polémica que pueda ser, explica bastante bien la gradación de las responsabilidades respecto del deicidio. PJOR
" Pues sabía que los sumos sacerdotes se lo habían entregado por envidia.
Pero los sumos sacerdotes soliviantaron a la gente para que pidieran la libertad de Barrabás."
La Usura.
Estaban en contacto con los musulmanes siendo espías y favorecedores de una nueva conquista musulmana.
Eran un estado dentro de otro estado.
La política internacional: los habían expulsado de Italia, Alemania, Francia , Inglaterra...
Personalmente no conozco ningún documento magisterial de la Iglesia de ninguna época que interprete a Marcos 25 "Y todo el pueblo contestó: «¡Que su sangre caiga sobre nosotros y sobre nuestros hijos!»" en el sentido de que el "nosotros" significa el pueblo judío de todos los tiempos en forma exclusiva. Si alguien conoce alguno, suplico que ponga la liga.
Jesús murió por los pecados de todos, y desde el catecismo de la mas tierna infancia siempre se hace énfasis en el por "MIS" pecados. La única creatura sin pecado es la Virgen María, de los demás, ninguno podemos tirar la primera piedra.
Coincido con ella en que "Sefarad" es caso aparte en la historia del pueblo de Israel, así como en que España no fue precisamente de los primeros lugares de los que fueron expulsados los judíos. (Hay un San Luis,rey de Francia, de donde los hijos de Abraham salieron primero que de España).
Personalmente,creo que la causa de la Reina Católica no seguirá adelante con este Papa,ni con la ola indigenista iberoamericana,ni con la indiferencia abúlica de nuestros gobernantes.
Pero,independientemente de todo ello, Isabel I de Castilla es y será modelo de Reina Católica "per saecular saeculorum",pronúnciese Roma o no.
Lo que se ve es que todas las naciones de la Cristiandad, a medida que lograban una cierta unidad política, los expulsaban. Y no creo que por motivos religiosos principalmente, sino más bien por ser causa de sediciones y de especulación.
Y en el caso de España tengo entendido que hasta fue una necesidad de orden público, habida cuenta de la inquina popular que se habían granjeado.
Y que me temo dura hasta el día de hoy. Mi padre era hijo de un inmigrante maragato socialista, antifranquista visceral, que contribuyó económicamente a sostener a la República (tengo en mi poder los recibos que le daba la embajada española en Argentina, si mal no recuerdo del año 1.939). Y mi padre siempre tuvo una opinión pésima de los judíos, que sospecho había de ser la de mi abuelo, pues él personalmente jamás trató con los de esa raza.
Sin embargo en España se ha dado un fenómeno de rechazo tanto del moro como del judío, en un cierto momento de su historia, que bien podría catalogarse como de antisemitismo.
Añado: para que Isabel sea santa, le falta una cosa esencial: la fama de santidad y la devoción demostrada. Y lo cierto es que a su muerte NO se la honraba como santa ni se pedía su intercesión. En el siglo XIX Isabel estaba prácticamente olvidada. Su exaltación va de la mano del nacionalismo españolista (muy castellanocéntrico) y de la necesidad de exaltar a la reina Isabel II. Fue una mujer notable, sí, pero no una santa, e históricamente no tiene, ni de lejos, la importancia que se le está dando en estos artículos (fueron mucho más importantes su suegro Juan y sobre todo su marido, Fernando).
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