Santa ira

Santa ira

por Juan Manuel de Prada

A veces recibo reconvenciones de hipócritas que reprochan mis palabras gruesas e injuriosas, mis intemperancias y raptos coléricos; aunque, más frecuentemente, los hipócritas, en lugar de decírmelo a la cara, se dirigen a quien puede hacerme más daño. Es cierto que a veces deslizo expresiones agrias en mis artículos; pero siempre van dirigidas contra iniquidades que claman al cielo, o contra los canallas que las conciben y ejecutan, por lo que mucho más escandaloso sería callar. Pero el hipócrita, bajo sus modales suavones y sus afectaciones pazguatas, es siempre un monstruo de iniquidad que desea que las iniquidades queden impunes. Mucho me repugnan los reproches de los hipócritas; pero mucho más todavía me repugna que, para reconvenirme, me digan melifluamente que es «muy poco cristiano» adoptar actitudes arriscadas, porque lo que Jesús deseaba es que fuésemos mansos y pusiésemos la otra mejilla.   

Tal sonsonete se funda, naturalmente, en una imagen totalmente tergiversada de Cristo, que cuando exhortaba a la mansedumbre no nos estaba pidiendo que fuésemos unos eunucos con horchata en las venas, ni unos pánfilos miramelindos, ni unos moderaditos inofensivos, sino personas que acatan dócilmente la voluntad divina. Tampoco cuando emplea la imagen retórica de poner la otra mejilla nos está pidiendo Cristo que nos convirtamos en unos seres pasivos que se dejan vapulear por sus agresores, sino que nos recuerda que Dios está con quien recibe una agresión por su causa; y que debemos hacérselo ver al agresor, para que entienda que el daño de su bofetada es ínfimo, comparado con el beneficio de la caricia divina. Que Jesús fue misericordioso y compasivo ante las debilidades del prójimo es algo que está fuera de toda duda; pero que fuese ese ser almibarado y merengosín que pretenden ciertos hipócritas, una especie de paladín del pacifismo más bobalicón y soplagaitas, es falso de toda falsedad. Jesucristo fue el Cordero de Dios, pero también el León de Judá; y de sus rugidos y zarpazos están llenos los Evangelios, que basta leer para que este falso Jesucristo de pitiminí que los hipócritas han construido se derrumbe ante nuestros ojos. Cuando leemos los Evangelios descubrimos, por ejemplo, que Jesús empleaba palabras consoladoras para sanar a los afligidos; pero descubrimos que también empleaba silencios enigmáticos, respuestas irónicas, parábolas terribles, discursos airados y hasta arrebatos coléricos. Jesús, en fin, nada tiene que ver con un predicador capón y melifluo que sonríe condescendiente ante las travesuras de los hombres, a los que mira con plácida benignidad; por el contrario, se revuelve viril y enojado contra los hombres cuando los sorprende en falta, los maldice e increpa con palabras acres, los reprende sin paños calientes y, llegado el caso, se lía a zurriagazos con ellos.

Esta santa ira nos sobrecoge a veces por su ferocidad; pero nos sobrecoge todavía más porque estalla cuando menos lo esperamos. Así, por ejemplo, en el Cenáculo, cuando Pedro se pone suavón y pazguato y lo invita a rehuir la Pasión, Jesús le lanza un anatema brutal (sobre todo teniendo en cuenta que antes lo ha elegido su vicario en la Tierra): «Apártate de mí, Satanás». No tiene empacho Jesús en llorar amorosamente sobre la ciudad que está a punto de inmolarlo; pero tampoco tiene empacho en profetizar que Cafarnaum y Betsaida padecerán mayor condena que Sodoma. A la higuera estéril la maldice, aunque como el mismo evangelista reconoce «no era tiempo de higos». A los mercaderes que se habían instalado en el atrio del templo los expulsa sin miramientos, armado de un látigo. Y a los fariseos les lanza una portentosa filípica, sin recatarse de acribillarlos con las palabras más gruesas e injuriosas: «Raza de víboras, sepulcros blanqueados», etcétera.

Y, en fin, no encontramos en toda la predicación de Cristo ninguno de los tópicos habituales a favor de la paz que tanto gustan de atribuirle los hipócritas. No hallamos en sus palabras ninguna execración de la guerra; y hasta llegó a cultivar cierta amistad con algunos soldados romanos. La paz que repartía a manos llenas entre sus seguidores nada tiene que ver con la paz del mundo, sino con la paz del alma, que se llena de la fragancia de los nardos cuando Dios anida dentro de ella. Y, en fin, Jesús nos advierte sin ambages que no ha venido a traer la paz, sino la espada, y a revolver al hijo contra el padre y a la nuera contra la suegra. Nada más natural, pues, para afrontar tales batallas, que armarse de santa ira. El León de Judá nunca dejó de mostrarse airado ante quienes lo merecían; y reservó sus iras mayores para los bellacos hipócritas.

Juan Manuel de Prada

Fuente: aquí

52 comentarios

  
Rexjhs
Esta Santa Ira de Cristo llamando al pecado pecado y reprendiendo severamente a los fariseos se compadece mal con la revolución de la "ternura" y de la "dulzura".
23/09/15 12:21 PM
  
Palas Atenea
Me parece que de Prada y yo estamos pensando en lo mismo: en el apaciguamiento que se nos recomienda continuamente ante las mayores iniquidades. La ira está bastante bien tratada por Aristóteles y no es un pecado mortal, pretender que alguien vea morir a los cristianos pakistaníes, o sudaneses o sirios como si nada es pretender que seamos budistas y no cristianos. La Santa Ira aparece, desde luego en el Evangelio, y su protagonista es el mismo Jesucristo que en ninguna parte del Evangelio aparece dulce y blandito como sobao pasiego.
23/09/15 12:44 PM
  
antonio
Ese el SEÑOR!!!!!!!de TERRIBLE MAJESTAD, que CADA MISA, pone la CARA DE PEDERNAL, de acuerdo a las ESCRITURAS,lleno de MAjestad!!!!NO es el rubio bonachon y tontito, que perdona todo!!!Que muchisimas Espiritualidades erradaas nos quieren vender!!!!!!!
Lo qu dice Juna Manuel de Prada es lo que es el SEÑOR!!!!!CUIDADO!!!NO SE CONFUNDAN!!!!!!!!!

PONE la Cara de pedernal y los arenga y nos arenga a los apostoles y a nosotros enferentar la CRUZ, lleno del ESPIRITU SANTO, UN DIOS(Padre PHILIPON!!!!!LA IRA cuando está GUIADA POR LA JUSTICIA, pone en evidencia la Fuerza del alma(PIper)Y En NOSOTROS, SI ESTÄ EL ESPIRITU SANTO!!!!!

Que Dios los bendiga y bendiga a la Iglesia!!!!

Muchas Gracias.
23/09/15 1:40 PM
  
Antonio1
Cristo no era un blandito. Lo que tenemos que hacer los cristianos es imitarlo. Para eso tenemos que ver: ¿qué tipo de comportamientos descargaban su santa ira? Fariseos, hipócritas, aquellos que se creen mejores que nadie, mercaderes del templo, los que confunden la casa de Dios con un negocio, dirigentes sin escrúpulos ni respeto...
Y también tenemos que preguntarnos con qué tipo de situaciones muestra no su ira sino su acercamiento y compasión: prostitutas, publicanos, adúltera, pescadores públicos, herejes samaritanos...
Es un ejercicio muy interesante y muy cristiano.
23/09/15 4:15 PM
  
Rafael de Higuera
Está circulando bastante este extraordinario artículo de Juan Manuel de Prada, una de las mentes más preclaras que tiene España ahora mismo.
Tengo varias de sus obras y suelo guardar muchos de sus artículos.
Me gustaría tener una larga conversación con él.
23/09/15 4:18 PM
  
Pierre
Estoy de acuerdo con todo lo que dice el articulo, pero me sorprende que este en esta pagina, sin ofender.

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Pierre: disculpe, pero realmente no entiendo el por qué de la sorpresa. Quizás algo se me escape. PJOR
23/09/15 5:51 PM
  
Juan Carlos ⛪
Se tiene la idea que un cristiano tiene que ser un hippie bobalicon que le parece buena la permisividad y el unico pecado deberia ser "juzgar" o señalar lo que va en contra de Dios.
23/09/15 6:43 PM
  
Palas Atenea
El pecador no suscitaba la ira de Jesús ¿y el pecado tampoco? Si rompió las mesas de los cambistas ¿qué pensaría de los que entran en sagrado para profanarlo? Porque estas cosas suceden hoy en día sin que les demos mucha importancia.
23/09/15 9:54 PM
  
Miguel Antonio Barriola
Cuando al mismo Jesús lo abofetearon, no puso la otra mejilla, sino que replicó:"SI he faltado al hablar, muestra en qué he faltado; pero si he hablado como se deve, ¿por qué me pegas?" (Jn 18,23).
24/09/15 3:24 AM
  
Ma. Teresa Gallegos
Y también Nuestro Señor dijo, que quien se declaré en su nombre, El también se declarará por esa persona, en otras palabras debemos de defender y hablar sobre Cristo y nuestra fe defendiéndola, cuando sea necesario y no tener miedo de hacerlo con firmeza y valor; y como dice el padre no poner excusas para no hacerlo, dar testimonio de lo que somos. Ma. Teresa. México.
24/09/15 5:11 AM
  
Palas Atenea
El lenguaje de Jesús, no sólo contra fariseos, a veces hay que entenderlo, porque llamar Satanás a Pedro por una incomprensión bastante lógica, o impedir que alguien fuera al entierro de su padre diciendo: "Dejad que los muertos entierren a los muertos" y otras parábolas como la de la higuera seca no se refieren sólo a que sacara un látigo contra los mercaderes del Templo. Hay muchas contestaciones rudas en el Evangelio, muchas. El establecer categorías de pecadores buenos y pecadores malos según el tipo de pecado me parece arriesgado, otra cosa es que Jesús viera el corazón de cada uno y su reacción se debiera a eso. No sabemos si con Herodías, que al fin y al cabo era lo que antes se llamaba "una mala mujer", habría sido tan comprensivo como con la adúltera aunque nada hace pensar que esa mujer fuera hipócrita. Mala, es posible, pero hipócrita lo dudo.
En la legión de prostitutas habría de todo, desde las arribistas hasta las infelices, no creo que Jesús reparara en el pecado tanto como en la persona en sí. Suponer que a Jesús le encantaban todos los samaritanos, los herejes, las prostitutas y los pecadores públicos tal como eran es mucho suponer, porque entonces estaríamos obligados a seguir ese modelo que Jesús nos propone. Lo cual es bastante peligroso si se lo toma uno así.
24/09/15 11:26 AM
  
hidaspes
Y Nuestro Señor Jesucristo expulsó a los mercaderes del templo. ¿Saben cómo? A patadas, literalmente. En el fondo de lo que expone y denuncia D. Juan Manuel de Prada subyace la burda tergiversación, últimamente muy empleada, del concepto de misericordia, entendida perversamente como buenismo convalidador de la dictadura del relativismo. Y no es eso, por supuesto. La úlitma carta pastoral de Mosneñor Reig-Plá ya se pronuncia sobre esta cuestión, y aclara magníficamente que "Querer compatibilizar la misericordia con la resistencia en el pecado, o con la tolerancia del pecado, es hacer de la misericordia la puerta que se abre para que entre por ella el relativismo en la Iglesia. La misericordia no crea leyes contrarias a la justicia sino que regenera lo que la justicia, por sí sola, no está en condiciones de lograr".
24/09/15 12:28 PM
  
Chimo
No he leído el artículo pero me extraña que si tan interesante es desde el punto de vista de la ortodoxia católica se haya publicado en un medio de la derecha pagana como es el XL Semanal, salvo que los responsables de esta revista piensen que sus palabras pueden entenderse en un sentido distinto al real. Precisamente, por ello, no tengo interés en leerlo.

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Chimo: no conozco la revista que ud. menciona. Ahora veré; sea como fuere, "la verdad, venga de donde venga, viene del Espíritu Santo", según Santo Tomás. PJOR
24/09/15 2:21 PM
  
Palas Atenea
Y hay que recordar también que es posible que Jesús más que a los pecadores amara a los desgraciados, lo cual se entiende mejor. Porque no deja de ser paradójico que amara a las prostitutas, a los recaudadores de impuestos y a los herejes (si es que los samaritanos eran herejes, cosa que no está claro) diciéndonos a la vez que no seamos prostitutas, avaros ni herejes ¿o sí? El hablaba de una categoría de pecadores, marcados por la sociedad, que eran los pecadores públicos cuando ahora ya no los hay. Todos los pecadores somos privados y nadie va señalado por su linaje. Si así fuera deberíamos decir que Jesús ama a los corruptos (reciente categoría social según la mass media), concentradores del dinero público, que sería el equivalente a los publicanos de la época. ¿Por qué a nadie se le ocurre hacer la correlación cambiando "publicano" por "corrupto"? Los publicanos eran unos señores que cobraban los impuestos de los romanos con un IVA considerable que iba a parar a sus manos. Supongo que habría publicanos menos ricos, los de las aldeas más pobres, y otros que tuvieran territorios más que sustanciosos. En cuanto a las prostitutas, pasaría lo mismo, las habría de la calle y las habría cortesanas. Así que, tiene razón Antonio 1, cuando dice que la cosa da mucho que pensar. Pero mucho. Y algún despistado podría llegar a entender que si no es publicano, prostituta o samaritano no entrará en el Reino de los Cielos. Despistado: te aviso que los apóstoles no entraban dentro de esas categorías, con la excepción de Mateo, ex-publicano, y Jesús también les amaba.
24/09/15 6:27 PM
  
Chimo
Antonio1, en la época que nos ha tocado vivir, "los que se creen mejor que nadie" son los que dicen que para ser buenos no hace falta creer en Dios y menos en Su Iglesia, y no los que practican los sacramentos. Por cierto, CRISTO no era sino ES. Por otra parte, las palabras de Cristo decepcionan a muchos pobres, por ejemplo en Cafarnaúm, que esperaban a un mesías político, y le acaban abandonando.
24/09/15 9:40 PM
  
Juanlu - Sevilla
Antonio1: tu comentario es magnífico. En general me encantan tus puntos de vista y planteamientos.
En mi opinión sincera y personal eres de lo mejor que escribe en Infocatolica.
No lo veo a día de hoy posible, pero me encantaría que te asignarán un blog. Y creo que sería bueno para la web. Abriría un poco este portal a las miras de lo que es hoy la Iglesia Universal.
Gracias por tu labor.
24/09/15 11:04 PM
  
Quico
De acuerdo pero añadiendo un matiz que me parece importante. En Cristo, como en el Padre, la ira no es una pasión descontrolada como lo suele ser en nosotros, sino el límite que la justicia de Dios pone al mal. Creo que es importante no vayamos a confundir nuestros desfogues más o menos extemporaneos con la ira de Dios, que es algo muy serio... y muy santo.
24/09/15 11:39 PM
  
Ramvel
Siempre he buscado comprender mejor porqué la hipocresía (con sus matices) golpeaban tan fuerte la sensibilidad de Jesús.
Todas las veces que he meditado quedé con cierta insatisfacción, con que "no cerraba" en mi pobre comprensión algunas palabras y actos de Cristo.
Este artículo propone puntos de vista audaces que con una relectura espero ayude a despejar un poco más mi limitada comprensión.
Mientras ronda aun en mi mente "hipocresía", "sepulcros blanqueados"...
25/09/15 12:00 AM
  
María José
Jesús, obvio, hace distinción de cuándo hacer algo y cuándo hacer lo opuesto. Lucas 22,35: "Os envié sin dinero, sin provisiones, sin doble muda. Nada os faltó entonces. Pero ahora, quien tenga dinero, tómelo; y también provisiones. Y quien no tenga espada, venda su manto y compre una." Lo de poner la mejilla ya no vale. ¿O la espada era para adornar la cintura mientras pone la otra mejilla?
25/09/15 1:32 AM
  
Palas Atenea
Los griegos combatían la ira, cuando se despendolaba, con la Frónesis. Esta virtud, la más importante de las cardinales, que Santo Tomás llamó Prudencia, fue despreciada durante todo el siglo XX. Y fue despreciada porque se considera opuesta a lo heroico. Tal cosa no es cierta en absoluto porque la Prudencia es la Cordura que lo griegos opusieron a la Hybris. Como es virtud va dirigida al bien, pero a un bien pequeñito que sólo nos afecta a cada uno de nosotros, por eso no tiene la grandeza de la Sophia que es universal. La Sabiduría, que vivía en el mundo de las ideas de Platón, es un marco universal pero el comportamiento de cada cual tiene que ser necesariamente individual. ¿Cómo se baja del mundo ideal al real? Por medio de la Prudencia.
Pongamos la situación de Monseñor Romero, el marco ético ya lo tenía, pero el marco real era la situación de El Salvador y su propia persona, que era el obispo. Ante eso la conciencia, viendo lo contingente, delibera y genera una praxis, que es, exactamente, lo que hizo. Sin embargo, en su caso, la Frónesis no consistió en callar sino en dar un paso al frente y hablar. Lo que Monseñor Romero hizo está encuadrado dentro de lo más excelso de la Iglesia Católica, la protección de los desvalidos, pero aplicado a su situación particular, porque en otra situación habría sido distinto. Sin embargo, si tomamos como modelo su conducta particular guiada por la Prudencia nos elevamos hasta la Caridad.
Las personas pueden ser sabios pero eso de nada les sirve si no se comportan como prudentes. El mundo del Ideal puede llevar a la locura pero la frónesis lo evita.
Suponiendo que los de ISIS tengan ideales lo que está claro es que no tienen prudencia de ninguna clase. No estaría nada mal ejercitarse en esa despreciada virtud que procede de la conciencia y rige la Justicia, la Fortaleza y la Templanza. No tiene rango de virtud teologal pero es absolutamente necesaria.
25/09/15 3:26 PM
  
Palas Atenea
En el caso de Monseñor Romero la Hybris (desmesura) estaba en la sociedad en que vivía y, por lo tanto, consideró que su obligación era atajarla; en otras situaciones, sin embargo, la que pueda estar instalada en la sociedad es la abulia (dejadez, blandenguería), en cuyo caso lo prudente sería atajarla también con contundencia. Cada uno sabrá en qué situación vive, cómo le afecta, deliberar y obrar en consecuencia. Pero para eso tendrá que bajar de las alturas y aplicar la teoría a situaciones concretas. Es decir tendrá que ejercitar la Prudencia y las otras tres virtudes-una de ella dirigida al prójimo, que es la justicia-según circunstancias sociales y personales. La Sabiduría, siempre teórica, es general pero no sirve para aplicarla por igual en todas las circunstancias. Esa es una de las diferencias entre Platón, que escribió una Utopía, y Aristóteles, que no escribió ninguna.
25/09/15 3:52 PM
  
Antonio1
Gracias, Juanlu.
25/09/15 5:17 PM
  
Beatriz Mercedes Alonso (Córdoba - Argentina)
Excelente artículo. Muchísimas gracias por transmitirlo. Que Dios lo bendiga y la Santísima Virgen María y San José lo protejan siempre.
25/09/15 6:22 PM
  
Luiscar73
La ira que viene del orgullo nos ciega la razón porque trae con ella el humo de satanas, las tinieblas del egoísmo; esta ira no es de justicia, no es de recibo, y no es del Espiritu de Dios. La que viene del Espiritu Santo nace del Amor de Dios y a Dios mira como fin de las almas por las que a su favor se aira. La ira santa por tanto siempre esta bien ordenada por la Caridad, para alumbrar la Verdad y guiar al arrepentimiento y la conversión.
La ira es un desgraciado movimiento del ego herido y la ira santa del Amor que sana por la Gracia de Dios.
La primera busca un bien desordenado y la segunda ordena a los hombres al bien.
No vayamos a justificar nuestra ira si no esta ajustada a santidad.
La Paz de Cristo.
25/09/15 7:02 PM
  
Palas Atenea
Luiscar73: No estoy segura de que la ira proceda del orgullo, puede proceder de una injusticia propia o ajena. El orgullo no desemboca en ira necesariamente, como el odio puede generar estrategias destructivas pero no violentas. Socavar los cimientos de una relación a base de chismes o mentiras no tiene nada que ver con la ira, es una labor paciente que es opuesta a la acción-reacción que provoca la ira, la cual tiene que ser instantánea. Yo creo que los arrebatos de ira son provocados casi siempre por injusticias de las que uno no se puede defender, si la ira es provocada aleatoriamente entonces la persona tiene un carácter iracundo que reacciona desproporcionadamente y es un peligroso rasgo de carácter que no tiene nada que ver con lo que se comenta aquí. La ira puede ser provocada al observar el maltrato a un indigente, por ejemplo, o ante una bronca injusta que te eche tu jefe. Yo diría que en las personas normales el desencadenante mayor de la ira es la injusticia, sin ninguna duda, pero no el odio ni el orgullo.
25/09/15 7:50 PM
  
Luiscar73
Palas:
-La ira. Pecados capitales III -
Esta charla, que la puedes encontrar en YouTube ,es muy interesante.

Si no es ira santa, será ira pecadora y si es pecadora ,el orgullo será su cabeza ,aunque el detonante sea la injusticia ,la envidia, el odio, la codicia etc . Porque es el orgullo o amor propio desordenado, el primogénito de todo pecado ,pues dejando de mirar a Dios para mirarse a si mismo, cayo al infierno de las bajas pasiones.
"Guarda a tu siervo del orgullo, que el orgullo no me domine nunca; asi sere perfecto y libre de pecado"(Salmo;19;14)
La Paz de Cristo.
25/09/15 8:54 PM
  
Palas Atenea
Luiscar: Pues me parece demasiado absoluto ese concepto. Poner al orgullo como detonante de todo, porque supongo que también lo será de la insidia, de la mentira, etc... Una persona que se deja llevar por la ira porque ve apalear a un inmigrante puede que no sea santa ira pero achacar el arrebato al orgullo me parece muy traído por los pelos; lo mismo que el niño que le dio una torta a un compañero porque cada vez que pasaba a su lado le insultaba al oído.
La ira, como defecto, es una tipología que se da con cierta frecuencia entre los vascos y te puedo asegurar que va mucho más asociada a la timidez que al orgullo. El irónico no suele caer en la ira, se defiende con la lengua, y el sarcástico mucho menos.
Tú me hablas desde la Biblia y yo te hablo desde la psicología. Son puntos de vista distintos.
El orgullo es parte de la cotidianidad, el orgulloso se manifiesta continuamente pero me resulta difícil verle caer en un arrebato de ira, más bien es displicente, altanero y va de sobrao por el mundo.
25/09/15 10:29 PM
  
Luiscar73
Palas:
Permiteme que te sugiera ahora esta otra charla:
-El orgullo, pecados capitales I-
Antes te dije que era una charla muy interesante. Pero seria mejor decir que son charlas muy provechosas para el espíritu.
Pero claro, hay que escucharlas.
Obviamente, soy cristiano y considero las enseñanzas espirituales de la Palabra de Dios y de los santos ,y me confirma en ellas el Maestro interior, que es el propio Espiritu Santo, que Cristo nos envio para que nos enseñara todas las cosas en orden a la santificación.

La timidez no deja de ser también amor propio desordenado; respetos humanos; inseguridad, desconfianza, por que nos apoyamos en nuestras propias fuerzas en vez de en Dios. Pensamos en salvaguardar nuestra propia imagen en lugar de buscar la gloria de Cristo. Estamos pendientes de la valoración de los demás y suele estar asociada a complejos de algún tipo.

En todo caso, si vuelves a leer con atención, encontraras que no he dicho exactamente lo que me atribuyes. Por ejemplo; no he dicho que el detonante de todo sea el orgullo, sino que es cabeza de todo pecado ,algo que esta avalado por la doctrina espiritual cristiana.
La Paz de Cristo.
25/09/15 11:11 PM
  
Beatriz Mercedes Alonso (Córdoba - Argentina)
Palas Atenea: La soberbia es la madre de todos los vicios. Tenía un director espiritual, ya fallecido, que solía decír: "el orgullo muere 6 hs. después que la persona". Analiza cada acto iracundo y encontrarás el orgullo detrás de él. Bendiciones.
25/09/15 11:13 PM
  
Chimo
Juanlu respecto a Antonio 1. La ironía no se capta por escrito. No utilicemos conceptos equívocos.
26/09/15 12:32 AM
  
Palas Atenea
Entonces no hay más vicio que el orgullo y habrá que suponer que el iracundo, el libidinoso, el glotón y hasta el perezoso son orgullosos. El orgullo es el peor de los pecados, y mejor si decimos soberbia, pero no es el único ni el origen de todos. La soberbia es el peor porque es el pecador de Lucifer y es conveniente decir con San Miguel Arcángel: "¿Quién como Dios" para no ser antropocéntricos sino cristocéntricos, pero Lucifer por su condición de espíritu no puede ser glotón, ni perezoso, ni libidinoso.
La ira, efectivamente, es un pecado del espíritu pero, en mi opinión, su origen es muy variable y, analizando cada acto iracundo no encuentro el orgullo de ninguna manera.
26/09/15 8:21 AM
  
Antonio1
Chimo, lee bien a Juanlu, no lo has entendido.

Completamente de acuerdo contigo, hoy hay muchos que no creen en Dios y han abandonado los sacramentos. La vida sacramental es el eje de la vida del cristiano, ( especialmente se ha abandonado hoy un sacramento esencial que es una verdadera riqueza: el sacramento de la penitencia) pero eso no tiene nada que ver con lo que estamos hablando.

Tampoco es Cristo un mesías político, como bien dices, por mucho que muchas ideologías políticas mundanas hayan pretendido apropiarse de su nombre, y utilizar el nombre de Dios en vano con fines políticos (en España sin ir más lejos no hace mucho) Completamente de acuerdo contigo también en esto, y claro que Cristo decepcionarà a muchos pobres que no entiendan su mensaje o que no sean capaces de ver más allá de su pecado. Completamente de acuerdo contigo de nuevo, pero no estamos tampoco hablando de eso.

Cristo ES, porque vive y vivirá por siempre. Pero cuando nos referimos al paso de Cristo por la tierra en el Oriente Medio durante poco más de tres décadas hace 2000 años tenemos que usar el pasado si no queremos cometer un atentado contra la gramática.
Un abrazo en Cristo.
26/09/15 12:26 PM
  
Antonio1
Palas, Claro que Jesús es duro en muchas ocasiones pero todas van por el mismo lado:

A Pedro le llama Satanás con toda propiedad, porque actúa como el tentador en el desierto. Le acaba de nombrar roca sobre la que construye la Iglesia, por lo que ahora no se dirige a un pobre pescador, sino a un dirigente de la iglesia y las palabras de Cristo vienen que ni pintadas para la jerarquía o cualquier puesto de poder en la Iglesia. Cuando Cristo está ayunando en el desierto Satanás le tienta con lo que luego serían también las grandes tentaciones no sólo de su vida sino de la Iglesia ( lo material, el poder y la vanagloria). Aquí de nuevo el que acaba de ser nombrado Roca de la Iglesia no concibe la misión como entrega y servicio sin límite, hasta la muerte, y por eso actúa como tentador. Como esos jerarcas de principescas maneras que no hacen del servicio la razón de ser de su autoridad y viven envueltos en oropeles y mundanos privilegios ? Tentaciones satánicas).

Igual cuando Cristo habla de que los muertos entierren a sus muertos o de odiar al padre y a la madre se está enfrentando a lazos tradicionales familiares muy arraigados en el pueblo judío. Y no se puede poner la tradición y la sangre por encima de la escucha de la palabra de Dios y su puesta en práctica. De nuevo nos enfrentamos a losas ( en este caso procedentes del mundo de la familia, el pasado y la tradición) que impiden el desprendimiento necesario para el seguimiento de Cristo.

Y no entiende usted lo que quiero decir, en ningún momento digo que a Cristo le parezcan bien los herejes, o que todas las prostitutas son buenas ni cosas por el estilo, no caricaturice lo que digo porque creo que me he expresado con caridad. Simplemente le digo: ¿Me puede citar un solo ejemplo en que Cristo trate bruscamente a un marginado, a un rechazado por los poderes religiosos, económicos o políticos, a un samaritano, a una mujer adúltera o pecadora?

A eso me refiero.
26/09/15 1:30 PM
  
Palas Atenea
Antonio 1: Pues entonces hable con propiedad y llámelos marginados, porque marginado no es lo mismo que pecador. El término pecador es absoluto para el hombre porque todos los somos, mientras que el de marginado no lo es.
Si decimos que Jesús ama a los pecadores no decimos lo mismo que si afirmamos que ama a los marginados. Podemos hacer un conjunto con los pecadores y dos subconjuntos con "marginados" y "no marginados" pero nunca confundir los términos. "Jesús ama a todos los pecadores pero más a los marginados" sería más exacto.
Lo cual también podría ser objeto de discusión porque no sabemos si Jesús amaba menos a José de Arimatea, que de marginado social no tenía nada, que a Zaqueo.
No, no puedo citar ni un solo ejemplo de tal cosa pero eso demuestra que amaba a aquellos que eran marginales, no específicamente a los pecadores. Me parece que confundir ambos términos no nos lleva a ninguna parte y la Iglesia no lo ha explicado suficientemente bien.
26/09/15 3:05 PM
  
Palas Atenea
Para ser más claros aún, Asia Bibi-marginal donde las haya-puede ser más amada por Dios que yo. Sin embargo no se trata de criterios de pecado, porque es posible que yo sea mucho más pecadora que ella, sino de criterios de marginalidad. Que Jesús me abronque a mi más que a ella es algo que todos podemos entender, incluso con nuestro pobre entendimiento humano. Dios tiene sus preferencias y no tiene por qué amarnos a todos por igual pero no creo que el ser más o menos pecador tenga que ver con eso. El Evangelio es paradójico y no siempre se puede tomar al pie de letra o muchos entenderán que para que Jesús les ame tienen que ser pecadores cuando esa condición ya viene con nuestra propia humanidad. Jesús prefería a los pobres o a aquellos que eran pobres de espíritu, dejemos a los pecadores aparte.
26/09/15 3:25 PM
  
Luiscar73
De la misma manera que no se puede ser bondadoso, generoso, misericordioso, paciente, humilde, manso,diligente o casto sin el Amor(Caridad) que viene de Dios , tampoco la lujuria, pereza, ira, codicia, envidia o gula aparecen sino por que el hombre se ama desordenadamente a si mismo(orgullo o soberbia). La Caridad es la cabeza de toda virtud y el orgullo o soberbia(son sinónimos) es la cabeza de toda pasión desordenada.
No es que no haya mas vicio que el orgullo, sino que de de ese amor a si mismo por encima de Dios(desordenado), descienden los demás como ramificaciones. Es algo elemental.
Si Dios me manda comer con moderación y yo hago caso omiso y como hasta reventar, estoy poniendo por delante mi deseo desordenado de placer, a la voluntad de Dios. Luego estoy amando desordenadamente(orgullo): a mi deseo antes que a la voluntad de Dios. También se puede tener gula intelectual(ansias desordenadas de conocimiento para mi propia gloria) y espiritual(deseos de recibir sabiduría divina para gloriarme yo y no a Cristo);como vemos, tienen como cabeza el orgullo o soberbia o vanagloria y no puede ser de otra manera, ya que o nos movemos por Amor a Dios y por ese Amor a los hombres, o nos movemos por amor propio por encima de Dios y del prójimo.

Lucifer no será perezoso para el bien , como nosotros, pero será extremadamente diligente para el mal, lo que en el fondo tiene la misma raíz; el orgullo. No tendrá ,porque no tiene cuerpo físico, apetitos desordenados de comer ,pero si ansias de que nosotros lo hagamos desordenadamente, tanto por exceso, como por defecto(anorexia), y el fondo siempre es el mismo; amor propio desordenado o orgullo. Lo mismo con la lujuria

Ya le comnente que el detonante de la ira es variable, pero la ira(desordenada o no santa), siempre tiene como Padre al amor propio desordenado.
Bueno, quizás a nosotros nos cuesta mas identificarlo, dependiendo del nivel espiritual de cada uno, pero los santos lo sabe bien, porque tienen un discernimiento espiritual muchísimo mas agudo que el nuestro y una penetración psicologica muy elevada, al tener una estrecha relación con el Espiritu de Dios y estar su espíritu mejor informado que el nuestro.
La Paz de Cristo.
26/09/15 7:05 PM
  
Luiscar73
El ego no es nuestro ser verdadero ,es el caído y no puede participar del Amor de Dios ,del SER de Dios ,que es Amor, por ser antagonista suyo. Ese es el que Cristo nos manda negar y llevar a la Cruz. Esa es la naturaleza que El llevo a la Cruz y nos da SU Espiritu, porque solo con EL, que es Amor, nosotros podemos llevar a nuestro amor propio desordenado o orgullo o ego, también a la Cruz. Ese es el propósito por el que Dios se hizo hombre, para que el hombre se divinice. Tenemos que perder, que renunciar a nuestra vida egocéntrica para encontrar la Vida eterna en el Amor, que empieza ya aquí y ahora, imperfectamente ,pero que no tiene fin y gradualmente tiende a la perfeccion en el Amor. Porque el Amor de Dios es eterno, y conocer y experimentar esa Verdad nos hace libres. Pero el ego no puede trascender y por eso el vivir en el, nos esclaviza. Porque el ego no participa de Dios y por tanto en el, nosotros no somos, estamos excluidos de la Vida de Cristo ,de la Vida eterna, de la Vida en el Amor.
Por tanto el orgullo ,el ego el yo-sin-Dios, nos hizo caer del Amor y descendimos al infierno, al fuego de las bajas pasiones. Asi pues, todo pecado es la consecuencia lógica de amarme a mi mismo desordenadamente. No por nada el primer mandamiento es Amar a Dios por encima de todo, porque solo en ese orden nuestro ser participa de Dios y de la Vida divina. "El que tiene al Hijo tiene la Vida y el que no tiene al Hijo no tiene la Vida".

La Paz de Cristo
26/09/15 7:55 PM
  
Palas Atenea
Luiscar: Pues, vale. Simplificando: no hay más pecado que el orgullo que diversifica en subpecados de menor entidad.
26/09/15 9:00 PM
  
Chimo
Antonio1, cuánta enjundia le saca a un simple comentario mío de línea media.
Entenderá que no me haya tomado la molestia en leer su réplica.
26/09/15 9:10 PM
  
Luiscar73
Bueno, digamos que hay muchas virtudes ,y que todas descienden del Amor y tambien hay multitud de pecados ,pero todos tienen la misma cabeza; amarse a si mismo por encima de Dios.

Por ejemplo; la envidia es envidia, no orgullo ,igual que un hijo no es el padre, pero desciende de el. La envidia tiene su particularidad propia ,pero no puede dejar de ser hija de su padre y llevar la misma sangre. Creo que son perogrulladas evidentes.

Recuerda que tambien Cristo simplifica toda la ley y los profetas en dos mandamientos; Amar a Dios por encima de todo,y al projimo como a nosotros mismos, es decir, con el Amor que Dios nos da. Porque el hombre cuando es amado por Dios, no necesita amarse a si mismo con otro amor diferente; se olvida de si mismo,para darse a los demas por la gloria de Cristo y eso es amarse a si mismo ordenadamente; amar a Dios y a los demas con el Amor que Dios le da.
Ciertisimamente cuando la mano de Dios esta sobre un alma, esta alma fija los ojos en Cristo ,esta enamorada, y se olvida de si y todo su afan es glorificarLE ,y la gloria de Dios es que le conozcan,y le amen, porque ese es nuestro mayor bien, que es lo que Dios quiere.

La Paz de Cristo.
26/09/15 10:00 PM
  
Antonio1
Claro que lo entiendo, Chimo. Entiendo perfectamente que rehúya el debate con argumentos.
26/09/15 10:27 PM
  
Antonio1
Es que Jesús ama a los pecadores, los ama profundamente y da su vida por ellos hasta morir en la cruz. Y viene no para salvar a justos, sino a pecadores. Otra cosa es que aborrezca el pecado.
Y también ama a los enemigos, y por supuesto a los que le siguen. Es que parece que no hemos descubierto las enormes implicaciones del amor de Cristo. Lo grande y gratuito que es su amor.
26/09/15 10:31 PM
  
Palas Atenea
Luiscar: Quieres decir que han quitado del Catecismo los siete pecados capitales, las virtudes cardinales y las teologales. La teología es ciertamente muy fácil tal como la planteas y lo que no me explico es porque el Catecismo es tan gordo, ni porque Santo Tomás de Aquino se molestó en explicar cada uno de los pecados y cada una de las virtudes. Con la síntesis que haces ya vale: Todo pecado es orgullo y toda virtud amor. Ahora bien en cuanto a aplicación en la vida ordinaria yo necesito el Catecismo porque ir ante el confesor para decirle que todo es orgullo, desde el hurto a la glotonería, me parece demasiado abreviar y, además, tengo la sensación de que si me acuso de orgullo por atiborrarme de comida el sacerdote puede decir: ¿mande? y me manda a hacer un cursillo urgente de Catecismo.
26/09/15 10:57 PM
  
Luiscar73
No,ni quiero decir eso ni lo he dicho. Lo que he dicho es lo nuclear, lo principal, lo basico ; he ido a la raiz, pero es evidente que luego hay un gran desarrollo con sus particularidades ,distinciones y complejidades. Y no he dicho nada que no hayan dicho los grandes santos y misticos y que cualquier sacerdote y cualquier cristiano deberia saber. No he dicho nada que no revele la Palabra de Dios y que el Espiritu Santo no informe a nuestro espiritu.

La Paz de Cristo.
27/09/15 1:10 AM
  
Palas Atenea
Tanto Luiscar como Antonio 1 se aferran a lo que es doctrina fundamental de la Iglesia pero no salen de ahí. Dándole vueltas siempre a lo mismo impiden el pensamiento, pensamiento que desarrolló la iglesia desde sus primeros tiempos: "Dios ama a los pecadores" y "todo es orgullo". Aunque se escriban doscientos mil posts diferentes estos comentarios servirían para todo. En este caso es la ira, pero daría igual que fuera la lujuria o la pereza. Francamente estas posturas tan lineales y poco razonadoras no alientan mucho que la razón acompañe a la fe.
A alguien que dice que Dios ama a los pecadores-siempre que sean una determinada clase de pecadores-hay que decir: ¡Amén! y a otro que diga que todo el mal procede del orgullo también: ¡Amén! Y aquí se acaba todo.
Luiscar: No digas que no has dicho lo que si has dicho. A cualquier explicación que se quiera dar para los motivos de la ira tú contestas igual. Si un tímido tiene un arrebato de ira porque le faltan recursos verbales para defenderse, es orgullo; si alguien muy lastimado por la vida da una mala contestación porque en aquel momento no domina sus emociones, es orgullo; si alguien agarra del cuello a un maltratador, es orgullo, y así hasta el infinito. Y Antonio 1 diciendo que Dios ama a los pecadores sin poder explicar porqué a algunos pecadores les llama sepulcros blanqueados y a otros les sonríe. O niega el pecado original y acota a los pecadores o esa frase es lo mismo que decir que Dios nos ama a todos. Si Chesterton o C.S. Lewis hubieran ido sólo a esas dos frases no tendríamos las obras de los mayores apologetas cristianos del s. XX. El aburrimiento es también parte de la táctica del Maligno para distraernos de Dios.
27/09/15 2:37 AM
  
Antonio1
"El no debe odiar a la persona por su falta, ni debe amar a la falta por la persona. El debe odiar la falta, pero amar al hombre" (San Agustín: Ciudad de Dios, XIV, 6)

"Debemos, pues, odiar en los pecadores el serlo y amarlos como capaces de la bienaventuranza. Esto es verdaderamente amarles en caridad por Dios." Santo Tomás. Suma Teológica.

"Tenemos que abrir nuestro corazón con la seguridad de que, aunque somos pecadores, Dios nos ama. Dios no se cansa nunca de venir hacia nosotros".

Benedicto XVI


"Dios ama al hombre así como es, también con sus límites, con sus errores, con sus pecados. Y por esto ha enviado a su hijo, para que tomara sobre sí nuestros pecados. Sed mensajeros y testigos de la infinita bondad y de la inagotable misericordia del Padre."

Papa Francisco.
 
27/09/15 4:42 AM
  
Palas Atenea
El pecado de orgullo es el más difícil de advertir porque se filtra por todas partes y necesita introspección para sacarlo a la luz. Es mucho más fácil darse cuenta de los excesos carnales: caída en la droga, ira, gula o lujuria que darse cuenta de que uno es orgulloso. El más orgulloso podría estar hablando continuamente del orgullo sin percibir que es su propio pecado. Por otra parte, en ciertas situaciones hablar del orgullo podría se malinterpretado porque a la víctima, al maltratado, al drogadicto, al que se odia a si mismo o se desprecia lo que les hace falta es recuperar su dignidad de hijos de Dios. No creen ser el centro del mundo sino seres descartables así que el orgullo no viene a cuento porque, si encima de lo que sienten, se les dice que tengan cuidado con el orgullo no podrán levantar cabeza.
En cuanto al justo, lo primero que hay que decir es que no sabe que es justo, como el misericordioso tampoco lo sabe. La Gracia obra en ellos de tal modo que su conducta es la única posible, tampoco suelen reparar en lo que hacen los demás. Los que se creen justos son, precisamente, los que no lo son. ¿Se propuso San Maximilian Kolbe dejarnos un modelo excelso de caridad? Nada de eso, su caridad es un misterio y pensar que hubo un momento en que coincidió en Nagasaki con el doctor Takashi Nagai, otra alma caritativa, conforta el corazón.
Los pecadores, es decir todos, somos los amados de Dios pero los santos son los que obran según la Gracia. Por lo tanto el modelo a seguir siempre es el santo y el pecador, cuanto antes deje de serlo, mejor.
Esto no tiene nada que ver con la Redención, gratuito don sin el cual nadie, ni justo ni pecador, puede salvarse por si mismo. Y si esto no es doctrina de la Santa Madre Iglesia que me la expliquen mejor.
27/09/15 8:41 AM
  
Antonio1
Palas, usted puede pensar lo que sea y desarrollar los temas que desee. Yo podré hacer lo mismo, Y en un debate razonado y argumentado exponer nuestras tesis. Sólo así se verán qué argumentos parecen mejor construidos y más razonables. Eso es todo. pPena libertad de pensamiento y expresión y que sea el peso de los argumentos lo que permita a los lectores y participantes en el debate inclinarse por unos y otros.
27/09/15 9:27 AM
  
Ricardo de Argentina
Si me lo permiten, comentaré algo referido al artículo que hoy nos propone el Padre.

El genial De Prada pone el dedo en una llaga de los católicos que supura desde hace mucho, y que bueno sería curar de una vez y para siempre: tomarnos por buenas las definiciones sobre nosotros mismos que nos fabrican nuestros enemigos.
Ellos, que de cristianos ni jota, tienen la audacia de querer enseñarnos a nosotros lo que debe ser un cristiano. Y nosotros, necios como el que más, más de una vez se lo creemos.

Esto me trae a la memoria un episodio que me tocó vivir hace muchos años ha en una finca de mi propiedad. La cual tenía un hilera de frondosos árboles que molestaban al dueño de la finca lindera. Un buen día y amparado en ciertos vínculos familiares, el tal vecino se metió en mi finca y comenzó a tirar uno a uno los árboles con su motosierra. Eso me molestó pero dejé que lo hiciera, en atención a los aludidos vínculos familiares. Y me dije: "Bueno, tendré leña en abundancia".
Pero la cosa no terminó ahí : una vez que concluyó el derribo se apareció en su tractor, cargó el primer árbol caído y se lo llevó a su predio. Y ya volvía con ímpetu para cargarse la larga fila forestal, cuando se topó con la tranquera que yo acababa de cerrarle con candado.
Muy enojado me increpó - seguramente creería que los "vínculos familiares" le permitirían robarme- y como con su perorata no conseguía que yo le franqueara el paso, antes de retirarse se despachó con esta frase a modo de dardo "moral":
"¿Y vos qué clase de católico sos que procedés así?"
¡Y el tipo era un renegado que hacía años no pisaba una iglesia.!
Pero había comprado la versión de que para ser católico, era requisito previo rendir examen de idiota.

Que esto nos sirva para no olvidar que nos movemos en un campo minado por el Enemigo. Evitemos pues creer las insidias de quienes odian a la Iglesia de Cristo, tanto sean los Media, los anticatólicos (los furibundos o peor, los hipócritas), e incluso -y especialmente- los enemigos de adentro.
27/09/15 10:50 AM
  
Antonio1
Muy de acuerdo, Ricardo de Argentina. Los peores enemigos están dentro. Eso lo vio muy bien Cristo descargando su ira contra los fariseos y los que se creían más religiosos que nadie, contra los que imponían pesados fardos, contra los que ocupaban cargos políticos destacados mezclando y mancillando su mundana ideología con la religión ( como los saduceos) contra los ricos incapaces de renunciar a sus bienes para seguir a Cristo.
27/09/15 12:17 PM
  
CATALINA
ESE ES JESUS EN EL QUE DEBEMOS CREER,FUERTE YPODEROO SIN MEDO A NADA,SABIENDOSE PERSEGUIDO ANDUBO ,A PIE ,DE FRENTE ANTE TODO PELIGRO,NOS DIO EJEMPLO DE,QUE EL MIEDO LO ,UNICO QUE HACE ES APOCARNOS HASTA DESHAPARECERNOS,PERMITIENDO QUE PISOTEEN ,LA DIGNIDAD DE ,HIJOS DE DIOS QUE TENEMOS GRACIAS A ESE JESUS,CORAZON DE LEON.
01/10/15 6:21 PM
  
Alejandro Galván
Ya se que el comentario es viejo, pero seguro que puede servir para el futuro...

paparatzinger6blograffaella.blogspot.com/2013/04/joseph-ratzinger-un-gesu-che-sia.html

Joseph Ratzinger: Un Gesù che sia d'accordo con tutto e con tutti, un Gesù senza la sua santa ira, senza la durezza della verità e del vero amore, non è il vero Gesù come lo mostra la Scrittura, ma una sua miserabile caricatura

Un Gesù che sia d'accordo con tutto e con tutti, un Gesù senza la sua santa ira, senza la durezza della verità e del vero amore, non è il vero Gesù come lo mostra la Scrittura, ma una sua miserabile caricatura.
Una concezione del "vangelo" dove non esista più la serietà dell'ira di Dio, non ha niente a che fare con la vangelo biblico.
Un vero perdono è qualcosa del tutto diverso da un debole "lasciar correre".
Il perdono è esigente e chiede ad entrambi - a chi lo riceve ed a chi lo dona - una presa di posizione che concerne l'intero loro essere. Un Gesù che approva tutto è un Gesù senza la croce, perché allora non c'è bisogno del dolore della croce per guarire l'uomo.
Ed effettivamente la croce viene sempre più estromessa dalla teologia e falsamente interpretata come una brutta avventura o come un affare puramente politico.
La croce come espiazione, la come come "forma" del perdono e della salvezza non si adatta ad un certo schema del pensiero moderno.
Solo quando si vede bene il nesso fra verità ed amore, la croce diviene comprensibile nella sua vera profondità teologica. Il perdono ha a che fare con la verità e perciò esige la croce del Figlio ed esige la nostra conversione.Perdono è appunto restaurazione della verità, rinnovamento dell'essere e superamento della menzogna nascosta in ogni peccato.
Il peccato è sempre, per sua essenza, un abbandono della verità del proprio essere e quindi della verità voluta dal Creatore, da Dio.

Da Joseph Ratzinger, "Guardare a Cristo", pag. 76, Jaca Book 1986
05/10/15 10:05 PM

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