Isabel de España y España de Isabel
Al desarrollarse la conquista el trasplante cultural realizado fue obra de una nación grande; como señala el gran hispanista José María Pemán,
“Fue maravillosa la rapidez con que aquellas tierras de América variaron de aspecto y entraron en la civilización. Al fin del reinado de Carlos V, a los sesenta años del descubrimiento, ya tenían Universidades, Escuelas y Colegios. Había indios que habían llegado a aprender hasta latín. Se habían construido canales, puertos y caminos: y se habían establecido muchas industrias. En 1582, había imprenta en Lima, en Guatemala en 1660. Además, todo se había hecho con lujo, con derroche, tratando a aquellas tierras como iguales a las de España. Todas las demás naciones, en las tierras que dominaban, construían las casas y ciudades de un modo pobre y económico, sin atender más que a lo preciso. Todas crearon un estilo llamado ‘colonial’, frío, sin arte, de pura utilidad. Solo España trasladó a las tierras americanas, sin regateo, todo su arte y estilo de construcción: y las llenó de palacios y catedrales iguales en un todo a las que en España se hacían. Solo en España, estilo ‘colonial’ es sinónimo de un barroco lleno de lujo y exuberancia. Y es que España se sentía, no ‘dueña’ de aquellas tierras, sino ‘madre’. Quería desdoblarse en ella y hacerlas iguales a sí misma. Hasta los nombres que daba a las nuevas ciudades y tierras, lo demuestran. Las llamaba Nueva España, Nueva Granada, Cartagena, Toledo… Las ponía sus mismos nombres, como se les pone a los hijos que más se quieren”[1].
Solo ella quiso realizar su empresa con una verdadera visión sobrenatural.
Pero no solo Colón fue grande en sus motivos, sino también los gobernantes que llevaron a cabo la gran maravilla.
Cuando se trata de una “nueva hazaña”[2], como dice Pemán, Dios no se anda con chiquitas y normalmente se busca corazones anchos para ello. Han sido estos corazones, los de los reyes españoles, los que se lanzaron a una cruzada en la que les iba la vida. Entre ellos, casi como para incentivar a los que vendrían luego, ha sido Isabel de Castilla quien puso las bases espirituales del Nuevo Mundo, como lo señala el Papa León XIII:
“La Reina (era) mujer piadosísima y dotada al mismo tiempo de ingenio varonil y de alma grande. Suya fue la afirmación de que Colón se había de lanzar al vasto Océano ‘para llevar a cabo una empresa magnífica, para gloria de Dios’. Y al volver Colón de su segundo viaje, le escribió que ‘habían sido muy bien empleados’ los gastos que ella había hecho en las dos expediciones a las Indias, y los que pensaba hacer en adelante, porque todo ello había de redundar en aumento de la religión católica”[3].
Respecto de Isabel no solo solventó las expediciones de Colón sin importar por ello la existencia de las ganancias que hubieren (recordemos que en los primeros viajes fueron más las pérdidas que los dividendos recibidos) sino que desde siempre tuvo en mente un espíritu misionero que todo lo dominaba, como quedó plasmado en su famoso Testamento:
“Cuando nos fueron concedidas por la Santa Sede Apostólica las islas y Tierra Firme del mar Océano, descubierto y por descubrir, nuestra principal intención fue, al tiempo que lo suplicamos al Papa Alejandro VI, de buena memoria, que nos hizo la dicha concesión, de procurar inducir y traer los pueblos de ellas, y los convertir a nuestra Santa Fe Católica, enviar a su dicha personas doctas y temerosas de Dios, para instruir los vecinos y moradores de ellas a la Fe Católica, y los doctrinar y enseñar buenas costumbres, poner en ello la diligencia debida, según más largamente en las letras de dicha concesión se contiene. Suplico al Rey mi señor muy afectuosamente, y encargo y mando a la Princesa mi hija, y al Príncipe su marido que así lo hagan y cumplan, y que este sea su principal fin y en ello pongan mucha diligencia, y no consientan ni den lugar a que los indios, vecinos y moradores de las dichas Indias y Tierra Firme, ganadas y por ganar, reciban agravio alguno en sus personas y bienes; mas manden que sean bien y justamente tratados; y, si algún agravio han recibido, lo remedien y provean, de manera que no se exceda alguna cosa de lo que por las Letras Apostólicas de la dicha concesión nos es mandado”[4].
Su “hombría” e hidalguía han tenido pocas émulas a lo largo de la historia y quien lea su biografía desapasionadamente se encontrará en ella alguien a quien la Iglesia algún día elevará a los altares.
Pero no fue solo Isabel quien intentó llevar adelante esta empresa titánica del Nuevo Mundo. La Idea de España, la gran hazaña española, seguiría viva en varios de sus sucesores, tanto en Fernando como en Cisneros, en Carlos V y Felipe II; todos ellos creyeron que su deber primario y fundamental era el que señalaba Isabel en su testamento. Era un programa a seguir.
Por citar solo un ejemplo, veamos qué decía Felipe II al Consejo de Indias el 12 de agosto de 1581, cuando pedía explicaciones sobre ciertas quejas respecto del maltrato a los indios: “adviértase que, en aquellas partes, hay muy gran falta de personas doctas y de conciencia, que traten de descargar la de Su Majestad, en cuyo nombre gobiernan, y piensan que solo consiste el servicio de Su Majestad en allegar muchos dineros…”. Interpelados con esta carta, el Consejo de Indias no tardó en contestar y pedir más ayuda para que enviasen más misioneros a aquellas tierras: “a esto ayudará también mucho que Vuestra Majestad sea servido de favorecer el pasar los religiosos a aquellas partes, porque siempre tienen mucho cuidado, de más de lo que toca a la doctrina de los indios, de procurar que sean bien tratados, y no se les hagan agravios, y, cuando se les hacen, dan noticia de ello, para que se remedie”[5].
Vale recalcar que fue la corona española y no la holandesa o británica la que siguió las enseñanzas evangélicas de “propagar el Evangelio”; ha sido España la que civilizó y creó este crisol de razas que es América. Según la otra cosmovisión, la del norte, no solo no había que evangelizar sino que había que hasta borrar del mapa a los moradores de estas tierras vírgenes sin importar derechos o dignidades; era la mentalidad calvinista la que prevalecía, con todo su racismo a cuestas[6].
[1] José María Pemán, Breve historia de España, Cultura Hispánica, Cádiz 1950, 233-234.
[2] Cfr. Zacarías de Vizcarra, La vocación de América, Gladius, Buenos Aires 1995, 31-36.
[3] Ibídem, 31.
[4] Dicho testamento fue incluido en las Leyes Indias, ley lº, tít. X, 1 VI.
[5] C. J. García Santillán, C. J., Legislación sobre indios del Río de la Plata, Madrid 1928, pág. 389 y 392, citado por Zacarías de Vizcarra, op. cit., 35.
[6] “Es esta ridícula secta (los mormones), y no la Iglesia Católica, la que enseña expresamente, que el color de la piel de los indios americanos no es natural, sino ‘una penosa maldición de Dios’; que los que tengan este color ‘repugnante’ se volverán blancos al arrepentirse; que los que se mezclen con tales ‘suciedades’ se tornarán como ellos, aun siendo blancos, y que la ‘santidad’, en definitiva, se mide por el color de la piel. Es notable, que aunque los Mormones ofrezcan servido en bandeja los argumentos para hacer bramar de indignación al más suave de los indigenistas, no aparezcan nunca en la nómina de los repudiados, pese a que su acción ‘misionera’ se extiende vertiginosamente por América, con recursos económicos de gran calibre. Bastaría este hecho -si no hubiera tantísimos otros- para demostrar una vez más el odio exclusivo al catolicismo que mueve a los ideólogos indigenistas y la ignorancia o la insidia, o ambas cosas combinadas, que los alienta en sus consideraciones” (Cfr. El Libro del Mormón. Ed. La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Salt Lake City, Utha, EE.UU. 1952, pptte.: 1 de Nefi 2,23; Mormón 5,15; 2 Nefi 30,5; Alma 23,16; Jacob 3,8 y 9; Alma 3,6; etc.; citado por Antonio Caponnetto, op. cit., 193).
52 comentarios
La envidia que ha suscitado ese hecho sin parangón, alimenta la pervivencia de ese monumento al resentimiento que es la Leyenda Negra.
Que Dios lo bendiga.
La gran reina debería estar hace tiempo en los altares si no fuera por la campaña ad extra y ad intra que ha recibido.
Tengo en mi poder la "positio" canónica (actas del proceso de canonización de la reina). En cuanto pueda hacerme un tiempo las escanearé (son casi mil páginas A4) y trataré de compartirlas con quien las desee. He hecho un trabajito en estos últimos meses y, lo que iba a ser un capítulo terminó siendo una mini-biografía. Quizás la publique por partes aquí, algún día.
Dios la bendiga
P. Javier
De Nuria desde México
Me gusto. mucho ,
Su artículo de Isabel de España y España de Isabel, estoy de acuerdo, que debería estar en los altares. En México ,en los colegios. públicos, se enseña
Con mucha saña. la leyenda negra,vivo. en una ciudad. Colonial llena. de hermosas
Iglesias y conventos!,que hoy son museos, dominicos,franciscanos,agustinos, hoy esta
Llena de nuevas congregaciones,y luchando. Como todo el. mundo,contra las sectas que nos inundan.
Saludos y Bendiciones.
Plantearse en cambio lo-que-hubiese-pasado-si-no-hubiese-pasado-lo-que-pasó, no es Historia sino ficción.
Y no digo que esté mal, pero la historia es una cosa y la poesía, la epopeya, la loa imperial, otra.
Sobre todo por ese afan de exclusividad que no es cierto "solo ella", y por ese paternalismo propio de ciertos regímenes "no dueña sino madre".
En fin, en España ya sabemos bien quién fue mi paisano gaditano Pemán, y los méritos que hizo para que Franco le nombrara presidente de la Real Academia.
Y respecto a Isabel, canonizar a aalguien supone convertirle en ejemplo universal, y ella no está canonizada entre otras cosas porque a los judíos les dio a elegir entre bautismo o expulsión, algo que está mal, y no juzgado con nuestros ojos sino con los ojos de cualquier época.
Pues si malos eran los reyes paganos que obligaban a los cristianos a cambiar de religión, pues también será malo que los cristianos intenten forzar, chantajear o amenazar a otros para que se conviertan.
A no ser que me digan que los cristianos pueden forzar las conversiones.
Supongo que si en Egipto el nuevo presidente diera a los coptos la opción de convertirse al islam o marcharse del país lo considerarían intolerable.
Pues más a mi favor.
Violar la libertad religiosa es un crimen universal.
Da igual que se haga en Roma hace dos milenios, en España hace quinientos años o en Iraq hoy en día.
Los que tienen que tener ciudado sois vosotros los católicos con quienes escogeis como ejemplo.
Porque proponer a Isabel como espejo de virtudes le resta credibilidad a las denuncias de intolerancia contra otras religiones.
Lo cierto es que los reyes Católicos juraron sobre los evangelios los artículos del tratado de paz con Granada, comprometiéndose a respetar la religión y costumbres de los granadinos musulmanes y judíos.
Sin embargo al poco traicionaron su palabra (y cometieron perjurio) y obligaron a todos a bautizarse o marcharse.
Y en cuanto a los indios al convertirlos en súbditos de la Corona por las buenas o las malas, se les impuso igualmente la conversión y sus antiguas creencias quedaron proscritas.
concreta y cuanto mas lejos de los valores cristianos mejor)
Y eso está bien, juzgado con los ojos de cualquier época.
Que en esta época no se entienda a la Nación como un Cuerpo -cosa harto constatada-, no afecta lo dicho más arriba.
La razón del cajoneo de la beatificación de la Reina Isabel responde a razones análogas (que no idénticas) a las de las postergaciones de los Santos Mártires de la Guerra Civil: inoportunidad política.
La inoportunidad política de las canonizaciones martiriales se cayó, pero la de Isabel sigue en pie, porque tiene un origen diverso.
Gracias por decir la verdad sobre lo que España hizo en la despues llamada Hispanoamérica. La gran promotora de todos los viajes que se realizaron en el nuevo continente, la reina Isabel de España, que continuaron Carlos V y Felipe II.
Ningún país de Europa hizo tanto bien como España, no solo religiosamente sino tambien culturalmente.
Su colonización fué una auténtica enseñanza, como una continuación de nuestra Madre Patria como dicen muchos de Vdes.
Tengo excelentes amigos por esos lares, y creo que incluso algún amigo común.
Espectacular P.Javier, imposible decirlo mejor.
Un afectuoso saludo.
Ni una sola palabra de odio o de desprecio por parte de la Reina Isabel hacia los judíos.
Además es bien sabido que el promotor fue el Rey Fernando, y la Reina, como en muchas cosas tan sólo le siguió.
En aquella época fue una buena decisión para apuntalar la identidad católica de España. Esa fue la razón principal de la decisión.
De nuevo la Reina actuó teniendo a Dios y la Santa Fe católica como norte de su hacer. Otro punto a favor de su santidad.
Si fuese francesa, ya sería tres veces santa.
Lamentablemente, las canonizaciones están muy condicionadas por lo político.
El Nuevo Mundo, la evangelización y colonización debido a la preocupación y la grandiosidad de la Reina de España, Isabel la Católica
Esta es la Historia Real de España y no la leyenda negra... no se dejen engañar.
"A ver si los españoles, de una vez por todas, se les pasa ese absurdo complejo de inferioridad"
Hugh Thomas (Historiador británico)
Dedicado a los comentaristas que lo ninguneen, y a los que se van por los cerros de ubeda.
Sobre la reina Isabel, son muchos a los que les gusta atacar a su figura, y aquí mismo en España y desde hace aproximadamente treinta y tantos años, se ha hecho repetidas veces. Aquí en Granada se va a representar en los próximos días, si no se está representando ya, una obra de teatro, que por el título, me parece que va por ahí. Estamos en una desgraciada época en la que lo que antes era bueno, ahora es malo; lo que antes era elegante, ahora es cursi. Es la época de los contravalores, y es lo que tenemos, pero a mí me da igual. He estudiado la figura de la reina Isabel, que al igual que la de su hija Juana I de Castilla, tienen para mí un atractivo singular y una admiración dificilmente explicable, y por lo tanto las insidias que de ella digan unos u otros no harán disminuir ni un ápice la extraordinaria opinión que tengo de ella.
De hecho, cuando paso por delante de su monumento, que está en la plaza de su nombre, (Plaza de Isabel la Católica, muy cerca de su enterramiento en la Capilla Real), me dan ganas de santiguarme. Lo digo en serio.
Muchas gracias por todo lo que comparte con nosotros.
Dios le bendiga y le guarde.
Gringo:
Tu opinión está descontextualizada. Los reyes católicos tuvieron un reinado difícil, es posible que se equivocasen en cosas, pero en mi opinión obraron con buena voluntad. España era un crisol de culturas, legislaciones y poderes fácticos repartidos entre los señores feudales, con infinidad de conflictos internos, muchos sangrientos. Entre sus grandes méritos estuvo el de intentar modernizar el país racionalizando la legislación y la administración.
Voy a poner un ejemplo.
Yo soy asturiano. Respecto a la Junta General del Principado de Asturias, órgano de gobierno provincial. Reales provisiones, Barcelona 6 de Septiembre, 1493.
"... para celebrar Junta General trayendo a ella todas las ordenanzas de los Concejos, y vistas las que se hallaren ser justas, se aprueben, confirmen y guarden".
"... para que los procuradores o diputados que se nombrasen para las Juntas Generales del Principado, se elijan libremente por el vecindario del concejo".
"... los caballeros e escuderos e parientes mayores que los gobiernan e mandan... e procuran e trabajan, rogando a los unos e atemorizando e amenazando a los otros, que se faja en la tal junta lo que cada uno dellos quier, e diz que cuando van a las Juntas non van quietos nin pacíficos, mas antes diz que van con gentes que los acompañan e armados, de que resultan muchas veces escándalos e ruydos e ynconvenientes".
En vista de los cual, bajo pena de 40000 maravedís y destierro por dos años del Principado a quien desobedezca se decreta que los procuradores de la Junta sean elegidos "en forma, a campana tañida, juntándose a ello todos los que quisieren ser presentes, vecinos del dicho concejo ... (entre) personas suficientes, e sin parcialidad alguna, e sin aver respeto, amor nin desamor de cavalleros e escuderos"
Ciertamente que los reyes católicos debieron de asentar su poder enfrentándose a los señores feudales, de todas formas no encuentro una forma mejor de mostrar el modo en el que quisieron modernizar el país.
¿Te imaginas que este modelo de municipalismo en el que todo el mundo tenía participación sin atender a su condición hubiese triunfado?
Por desgracia sabemos que cuando los señores feudales dejaron de ser una amenaza para los reyes se asentó el estamento de la aristocracia como una clase social privilegiada. Las razones del por qué también son complejas.
Los reyes católicos quisieron modernizar y racionalizar el país pero se encontraron con poderes locales y de diversa índole. La empresa americana se pagó con dinero de Castilla. Es más, Castilla fue siempre donde se sostuvo la mayor parte de la carga fiscal del reino. Aún así, los aragoneses también están presentes a lo largo del proceso.
Tiene ud. razón. Ese material debe conocerse. En cuanto termine de escanearlo lo ofreceré por este medio. Será dentro de algunas semanas porque las actividades sacerdotales me lo impiden por ahora. Avisaré.
Dios la bendiga
P. Javier
Tengo miedo, Señor,
De tener miedo
Y no saber luchar;
Tengo miedo, Señor,
De tener miedo
Y poderte negar.
Yo te pido, Señor,
Que en Tu grandeza
No te olvides de mí,
Y me des con Tu amor
La fortaleza
Para morir por Ti.
(Agradecería si alguien me pudiera decir si se encuentra en alguna fuente confiable)
Esto lo escribe Ricardo de la Argentina, y podría haberlo dicho un Videla o un Goebbels.
Y quién decide quiénes son esos gérmenes, y si alguien cree que la infección del cuerpo que es la nación son los cristianos?.
Ah, entonces es un crimen! .
Y si es un gobernante cristiano el que "extirpa" a otro grupo?
Pues depende pero ya encontraremos forma de justificarlo.
En fin, como no soy católico ni me va ni me viene que canonicen a Isabel.
El que la quiera tener de ejemplo allá él.
Desde luego si la elevan a los altares Israel romperá relaciones con el Vaticano y todo el mundo acusará a la Iglesia de antisemitismo.
Descontextualizas totalmente las cosas. Tiendes a ver el siglo XVI como al siglo XXI.
Comparar el hoy, la época de la información, de las telecomunicaciones, de los vuelos y los trenes de alta velocidad, etc.; con una época en la que las comunicaciones tardaban días, los viajes semanas, las resoluciones dependían de la calidad de los informes, las lealtades no estaban garantizadas, los recursos eran escasos, los conflictos múltiples . . . el margen de maniobra era el que era.
Si consideras sencillamente que la expulsión de los judíos fue un acto de despotismo intolerable es que no entiendes nada de aquella época.
Dios lo bendiga.
No, yo no saco de contexto nada.
Sois vosotros los que muchas veces relativizais las cosas. Precisamente los que tanto se quejan de relativismo.
Hay crímenes universales.
Para vosotros el aborto es un crimen, siempre, en todo momento y lugar, sin excusas ni contexto. Da igual que la madre sea rica o pobre, que viva en la antigua Roma o en la España actual, que esté sana o enferma.
Igualmente violar la libertad religiosa es un crimen universal. Ningún gobierno está legitimado para dar a escoger a una minoría religiosa entre la conversión o el exilio y además amenazar de muerte a quien ose quedarse sin bautizarse.
Para vosotros lo mismo da la Roma imperial, la Arabia de Mahoma, la Ginebra calvinista, el Japón del s.XVII o la URSS, que cualquier agresión contra la Iglesia la considerais un crimen. Sin importar el contexto.
Pero cuando habeis sido los agresores, contra los cátaros, contra los paganos, contra los judíos, ah entonces es que no se pueden juzgar otras épocas con nuestros valores, es que el contexto y blablabla.
Parece que el islam, el comunismo, la revolución francesa no tienen contexto, solo el cristianismo! .
Lo que hizo Isabel estuvo mal y además repito que juró respetar la religión de judíos y musulmanes como parte del tratado de rendición de Granada. Así que cometió perjurio.
Que de todas formas no extraña en alguien que se pudo casar con su primo Fernando gracias a un documento papal falsificado, y que embarcó al país en una guerra civil por el trono en contra de la legítima heredera, la hija del rey Enrique, Juana mal llamada la Beltraneja.
Es de las cosas que mas me fastidian cuando discuto con creyentes, catolicos en particular. Cuando es algo que les afecta, pierden la coherencia como creyentes, cuando deberia ser firme como la fe que dicen que les sustenta.
De verdad, es muy dececpcionante cuando ves que un tema (el que sea) que se torna desfavorable o poco agraciado para un creyente, este se revuelva y responda con argumentos que igual son razonables y hasta brillantes, pero que supone en realidad una inconsistencia con lo que dice creer. Y eso me lleva a pensar en serias dudas sobre si en realidad, en el fondo de las conciencias, se cree.
(no es un reproche, yo siempre he dicho que el mayor de los milagros es tener fe, fe en Dios) (es decir, tiene que resultar ser muy dificil, pero mucho, ser catolico 100% integro (que no integrista!))
En el caso de Isabel I, lo comentado por gringo es asi, asi ha quedado en la historia. Y si queremos ver a su posible canonizacion en clave de presente, su subida a altares sin duda que tendria las consecuencias apuntadas en el juego de la diplomacia. Imagino que es por eso que no se la canoniza, la Iglesia sera o no la unica o verdadera, pero de momento tiene que convivir con otros poderes, asi que el pragmatismo debe imponerse. Voces para llevarla a los altares tampoco faltan.
Ademas segun tengo entendido un santo ante todo es un modelo, ejemplo para una persona catolica. No se si el perjurio, ni aun por razon de estado, sea algo modelico.
1) La única religión verdadera es la católica apostólica y romana. El resto de las religiones son falsas y sólo se toleran, pero el error no tiene derechos. Es verdad que hay "semina Verbi" (semillas del Verbo) en otras religiones, pero son pequeños hilitos de agua que pueden o no llevar a la verdad. La Iglesia Católica siempre ha postulado esta doctrina incluso en el Concilio Vaticano II (vea el documento "Dignitatis humanae").
En el plano histórico.
1) Isabel no cometió perjuro pues fueron los judíos los que hicieron imposible la convivencia y rompieron los pactos, al igual que los musulmanes luego de la rendición y pacto con Boabdil.
2) No hubo expulsión de los judíos, como bien señala T. de Azcona, sino cese de permiso de residencia que es diverso. Intente comprender el régimen de "cristiandad" en que vivía gran parte de Europa: la Fe verdadera era el centro de la vida del hombre (ahora la fe es la "tolerancia", los "derechos humanos", la "democracia" y demás dogmas modernos, fuera de los cuales no hay salvación, obvio) y si alguien quebrantaba el orden cristiano o ponía en peligro el alma de España (la Fe) y no cambiaba, podía ser expulsado como cualquier hispanoamericano indocumentado que viva en USA y dañe el orden público.
3) Se casó Isabel con su primo por medio de una bula falsa, es cierto, QUE ELLA NO CONOCIÓ sino tiempo después de su casamiento y que luego el mismo Papa refrendó y solucionó con su poder preceptivo (igual, si ud. no es católico, pregunto: ¿qué problema se hace con esto?)
Última: le pido que lea el próximo post que publicaré. Es un artículo de un reconocidísimo hispanista; creo que dará un poco de luz a todo esto.
Su comentario es sensato. La canonización es un acto político (en el sentido más riguroso de la palabra), pues se da en la "polis" no sólo eclesiástica, sino mundial, de allí que deba ser guiada por la prudencia política (un tipo de la virtud cardinal de la prudencia).
Es por ello que Isabel no es canonizada, no porque le falten virtudes heroicas.
Para canonizar a Santa Juana de Arco pasó algo parecido. Murió en el siglo XV y recién fue canonizada en el siglo XX por el conflicto entre Francia e Intlaterra
Yitzhak Baer cuenta que «un ejemplo de la reacción cristiana en estos casos lo encontramos en los desórdenes que estallaron en Monzón en la década de 1260. Cuando los judíos de Monzón obtuvieron una autorización especial del rey para cobrar sus deudas, los vecinos cristianos anunciaron que arrasarían el barrio judío si este decreto se aplicaba sólo con ellos y no con todo el país. Un capitán de los Templarios bajó del castillo en auxilio de los judíos, pero, falto de fuerzas, se mantuvo alejado. Cristianos armados penetraron en la calle de los judíos, expulsaron a un sastre de su puesto de trabajo, hirieron y dieron muerte a otros judíos y anunciaron que no permitirían a ningún artesano judío vivir y trabajar entre ellos»
El propio Baer ahonda más en las circunstancias de la situación: «El concepto fue explícitamente definido en el año 1176 en el fuero de Teruel, que sirvió de modelo a los de otras ciudades de Aragón y Castilla: "los judíos son siervos del rey y pertenecen al tesoro real"».
En época de los Reyes Católicos, que es lo que nos ocupa, la situación es la de unos judíos que vivían en sus aljamas, con sus leyes rabínicas, potestad para recaudar impuestos, sus carnicerías, cementerios, escuelas . . . En palabras de Stanley G. Payne como «una especie de estado dentro del Estado».
Si no caemos en anacronismos ni descontextualizaciones y tratamos de entender cual era el proyecto político de los reyes católicos: la modernización de un estado compuesto por hombres iguales y sometido a unas mismas leyes, podemos entender por qué el hecho de mantener comunidades separadas sometidas a leyes y costumbres diferentes no se debe de leer tanto en clave religiosa en cuanto a la conformación de un modelo político que buscael fin de la paz social.
Francisco Suarez lo explicaba así:
«El poder político procede inmediatamente de los hombres; se ordena únicamente al fin natural, especialmente a la paz del Estado, la justicia natural y la moralidad conveniente a aquel fin. En cambio el pecado de infidelidad está fuera de este orden natural y de aquel fin del Estado. No pertenecerá, por tanto, al poder político el castigo de esta clase de pecados, ni podrá imponerse lícitamente en virtud de este poder la coacción necesaria para convertirse. Esta coacción no puede imponerse justamente si no media un castigo justo del delito opuesto. Vemos también en la Iglesia que en tanto puede justamente obligar a los infieles apóstatas a convertirse, en cuanto puede justamente por razón de su apostasía de la fe que profesaron en el bautismo. Donde falta poder para castigar la infidelidad, falta también poder para obligarles a convertirse»
Por otra parte la asimilación de los judíos que aceptaron la conversión puede considerarse bastante exitosa.
En palabras de Joseph Pérez, «a los que regresaban se les invitaba a mezclarse con los cristianos y a recibir una instrucción religiosa adecuada. Por otra parte, una provisión del Consejo Real de 24 de octubre de 1493 amenazó con graves sanciones a los que injuriasen a aquellos cristianos nuevos, llamándoles «tornadizos», por ejemplo.»
De hecho no dejaba de ser contradictorio que judíos como Abraham Seneor, jefe de la comunidad hebrea de Castilla, y uno de los colaboradores más fieles de los Reyes Católicos, no se hubieran convertido cuando de hecho de alguna forma estaban traicionando a su propia ley, ya que según el Deuteronomio: "No podréis alzar por rey a hombre de otra nación".
Y la prueba más evidente de la asimilación conseguida viene del reconocimiento extranjero que, antisemita, reniega de España: así, Erasmo, que escribía en 1517 que «en España, apenas hay cristianos», y cuyo miedo a lo judío le hizo rechazar la invitación de Cisneros para venir a enseñar en Alcalá; Rabelais, en Pantagruel, señala que todos los españoles son más o menos marranos; hasta el propagandista protestante Languet, modelo del género, escribe en su Apología del príncipe de Orange (1581): «Ya no volveré a extrañarme de lo que todo el mundo cree, a saber: que la mayoría de los españoles, y en particular los que se consideran aristócratas, son de la raza de los moros y los judíos».
¿Se equivocaron los Reyes Católicos? ¿Justifica su proyecto político la medida? ¿Tenían más margen de maniobra?
No me atrevo a llegar a los extremos de juzgar el hecho. Eso corresponde a la más alta instancia. De lo que no tengo ninguna duda es de la buena voluntad que hubo detrás de la medida.
Me parece excelente que se haga justicia y se canonice a la Reina Isabel,pues gracias a ella y al Rey Fernando, millones de almas llegaran al cielo.
Para nosotros,los hispanoamericanos ,que les debemos la FE ,la lengua y las costumbres a España,como bien decia ese santo cura que fue Alberto Ezcurra,creo que es fundamental ver a la Reina Isabel en los altares.
Ya sabemos quienes son los que se opusieron y se oponen a que se haga justicia....
criollo y andaluz
Muchas gracias por el consejo. A ambos los he leído con gusto; mejor es el de Sáenz que el de Casas.
Dios lo bendiga
PJ
La verdad es que en el caso de la figura egregia de Isabel creo que va de perlas lo que el P. Alfredo Sáenz escribe en sus "Arquetipos Cristianos":
"Quiera Dios que al hilo de la lectura de la presente obra, se vaya despertando en los lectores el noble sentimiento de la admiración, el deseo de imitar, en la medida de sus posibilidades, y en las actuales circunstancias, a los héroes y a los santos cuyas vidas y obras se exponen. Esperamos que se sientan impulsados a la grandeza, contagiados de magnanimidad, que es la apertura del espíritu a lo sublime, la tensión del alma a las cosas grandes.
En una época de tanta decadencia, de tantas felonías, de tanta frivolidad, de tantos falsos arquetipos, es fácil contagiarse y apuntar bajo, no vuelo de águila sino vuelo de gallina. «Qué difícil es / cuando todo baja / no bajar también» –escribió Antonio Machado–. ¿No es acaso advertible entre nosotros una terrible caída del ideal? ¿Cuáles son nuestros paradigmas, individuales o sociales?
Levantemos, pues, la bandera de los arquetipos, de los ideales. Enarbolemos la cruz a que alude Marechal, esa cruz formada por dos líneas: «la horizontal, con la marcha fogosa de sus héroes abajo, y la vertical, la levitación de sus santos arriba. La intersección de los dos travesaños: la vertical del santo, la horizontal del héroe, he ahí el gozne de nuestra esperanza».
Si no vivimos de ideales, no viviremos las realidades. El ideal es la forma sublime de la realidad. Pocas veces se alcanza el ideal, pero si por esta experiencia lanzamos los ideales por la borda, nos hundiremos más debajo de las realidades.
Impregnémonos de deseos elevados, dando rienda suelta a la admiración. Y sobre el telón de fondo de la imagen venerable de Cristo, el Arquetipo más excelso en esta tierra, contemplemos a los santos y a los héroes, y por sobre ellos contemplemos a María Santísima, la Reina de los santos y la Heroína por antonomasia, a la que no en vano las letanías lauretanas llaman Mater admirabilis".
-El error no tendrá derechos pero las personas sí, e incluso tenemos derecho a estar en el error y que nadie intente sacarnos de el con amenazas, chantajes y presiones.
Y recuerde que todas las religiones creen ser la única verdadera.
Por eso es tan importante el respeto.
-Llamar a la expulsión "cese del permiso de residencia" es como llamar al aborto interrupción voluntaria del embarazo, un eufemismo.
Igualmente se podría decir que cada vez que expulsaron a los cristianos de un lugar, lo que se hizo fue cesarles el permiso de residencia, como en Japón en el s.XVII.
Pero seguro que uds. consideran esas expulsiones agresiones violentas e injustas.
Caen otra vez en el relativismo, cuando lo hacen uds siempre hay una justificación cuando lo hacen contra uds siempre es injusto.
Aunque según su visión del mundo pensará que solo los cristianos tienen derecho a instalarse en cualquier lugar y predicar y vivir según sus costumbres sin ser molestados.
La ley del embudo.
La misma compresión que pide para el orden socio político de la Europa medieval la podría emplear para el Imperio Romano, o Japón, o cualquier otro lugar donde los cristianos alteraran el statu quo.
-Los judíos en España eran una minoría en decadencia que no ponían en peligro ningún orden. Más bien el peligro estaba en predicadores exaltados que empujaban a las masas a cometer progromos como la gran degollina de 1391.
La expulsión responde al nacimiento de los estados nación donde el pueblo está uniformado en la etnia y la religión, una idea que a la larga llevó a las guerras de religión y las guerras mundiales.
-Ud. como jurista debería saber lo injustos que son los castigos colectivos.
Se puede saber qué hicieron TODOS los judíos para merecer la expulsión, a pesar de los términos del tratado de rendición? .
Claro, por eso le permito comentar y no lo someto a la conspiración del silencio a ud. Vea qué diferencia con otras religiones.
- "Llamar a la expulsión cese del permiso de residencia es como llamar al aborto interrupción voluntaria del embarazo, un eufemismo".
Su planteo es inteligente pero no respeta la verdad histórica. Yo también me he planteado lo mismo pero realmente fue así. Le recomiendo que lea el próximo post, que no será mío sino de Jean Dumont, el gran histórico de España en el siglo XX. Ídem para los conceptos vertidos por Tarcisio de Azcona.
- "Igualmente se podría decir que cada vez que expulsaron a los cristianos de un lugar, lo que se hizo fue cesarles el permiso de residencia, como en Japón en el s.XVII."
sí, ¿qué problema habría en admitirlo? Si fue así, fue así.
- "Pero seguro que uds. consideran esas expulsiones agresiones violentas e injustas".
No todas; habría que ver caso por caso; pero la de los judíos no fue injusta. Y no lo dicen historiadores católicos; lea también lo que dice la Jewish Encyclopedia sobre los judíos en tiempos de Isabel para darse una idea de lo que pasaba.
- "Aunque según su visión del mundo pensará que solo los cristianos tienen derecho a instalarse en cualquier lugar y predicar y vivir según sus costumbres sin ser molestados".
Esto ya lo contesté en otro post sobre los "derechos de conquista"
-"Los judíos en España eran una minoría en decadencia que no ponían en peligro ningún orden".
"Eran minoría", sí, totalmente, pero que no ponían en peligro ningún orden, no...; no Gringo; lea las fuentes. Se les suspendió la residencia para preservarlos justamente de los linchamientos luego de la avanzada musulmana (no olvide ud. que es español, que fueron ellos quienes incitaron a la invasión musulmana de España).
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Esto solo configura per se un "crimen de lesa patria", llamado también "Alta Traición", y penado usualmente con la muerte.
Que los Reyes Católicos tomaran en su momento la misma medida defensiva (la expulsión) que pocas décadas antes habían tomado otros monarcas europeos, alarmados igualmente por la perfidia judaica y su creciente poderío, es cosa perfectamente entendible.
Hubo casi una veintena de expulsiones judaicas en la Europa medieval y renacentista, la última de las cuales fue la que decretó un Papa, echándolos de los estados Pontificios.
Señalar una característica esencial de ese pueblo (tiene varias, algunas muy positivas) a los efectos del debate, no implica ningún juicio de valor. Ciertamente que las circuntancias cambian pero lo esencial permanece, como enseña la buena filosofía.
Y en la Historia, cuyo centro es Cristo, todo tiene que ver con todo. Si así no fuese, su estudio perdería gran parte de su sentido y utilidad.
Pero qué tiene que ver el papel que pudieran jugar algunos judíos en el sVIII en la invasión musulmana, con la expulsión de todos ellos ocho siglos después? .
Además la invasión musulmana fue algo muy complejo, jugaron un papel más importante algunos cristianos como el obispo de Sevilla don Oppas que apoyaba a un candidato alternativo al trono.
Los visigodos vivían una guerra civil y un bando llamó a los árabes como mercenarios para combatir a su lado. Pero una vez llegaron los musulmanes vieron que en lugar de ayudar a un bando podían quedarse con todo el reino.
Esa es la razón de la conquista tan rápida y fácil.
En la batalla del Guadalete muchos nobles compinchados con los morosabandonaron a don Rodrigo.
Incluso cuando se vio que los árabes vinieron para quedarse muchos nobles se limitaron a cambiar de religión y así los Casio para seguir gobernando Zaragoza se convirtieron en los beni-Qasi.
Esa es la realidad y no las acusaciones contra los judíos para justificar tanta hostilidad hacia ellos.
Que por cierto si no lo sabía el concilio XVII de Toledo condenó a la esclavitud a todos los judíos del reino, y ordenó que los niños menores de siete años les fueran arrebatados a sus padres y educados por familias cristianas.
Con semejantes leyes no es de extrañar que algunos pudieran desear un nuevo régimen en España.
Y para rematar se dice que los reyes los echaron para protegerlos de las persecuciones. Vamos en lugar de castigar a los que animaban los progromos echan a las víctimas.
Como si ahora expulsan a los cristianos de un país árabe y dicen que es por su bien.
Y repito, los castigos colectivos y encima basados en lo que se supone que hicieron algunos siglos antes, son totalmente injustos.
Si tanto respeto tiene por la historia sabrá que a lo largo de todo el s. VII, desde Sisebuto y Recesvinto se llevó a los judíos hispanos a la conversión forzosa, ratificada en el concilio XII de Toledo.
Las medidas del concilio XVII prácticamente afectaban a todos los judíos, pues a todos se les había obligado a bautizarse y todos eran sospechosos de no ser sinceros en su nueva fe.
Eso demuestra la mentalidad radical y contradictoria de los reyes godos, que obligan a convertirse y luego se enojan si las conversiones no son sinceras.
Creo haber aprendido mucho de lo que no sabía. No voy a decir que aquí en España esta historia se oculta porque seguramente no es verdad pero casi puedo asegurar que todos los escolares salen de las aulas pensando en dos ideas que la reina Isabel, los reyes católicos, fueron verdaderos estrategas políticos y que violaron los DDHH que aún no existían y de la conquista de América, ni le digo...se asume el genocidio y la explotación, lo demás son "superestructuras" que no hacen sino bendicir la operación. Y esto no admite discusión. Lo digo porque soy profesor de ciencias y religión en mi colegio y si osas decir algo en contra te enseñan el libro donde dice en una línea el aserto en cuestión, a pelo, sin más recurso a documentos originales que supongan una mínima controversia. No cabe tal cosa ni derecho a defensa alguna. Sería risible. Todo el mundo lo acepta tal cual. No hay pluralidad de ideas ni necesidad de debate. Y esos temas ya no interesan la Humanidad aquí empieza con la caída del Antiguo Régimen, lo anterior es un mero trámite asumido al Paleolítico. En Secundaria obligatoria es así.
No sé si se trata de un complejo de culpa español tal como apunta Hugh thomas o de vergüenza por nuestro pasado religioso, origen y herencia de todos nuestros males que nos ha sumido en el oscurantismo y el retraso histórico según algunos, pero sí es un dogma bien introyectado lentamente por las ideologías imperantes que ha ido produciendo una revolución silenciosa aposentándose en las conciencias como una especie de atavismo imposible de desactivar.
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