Los neo-fariseos-hipócritas
O sea: los “buenistas". Todos, con su bie.n asimilado “buenismo” a cuestas. Y, además, con ínfulas proselitistas. Ver para creer.
Y me han hartado. Así que me vais a permitir un desahogo. Por si le sirve a alguien para pensar: el mejor deporte, y del que se sacan mejores prestaciones.
Los “buenistas” tienen múltiples caras o aristas. Pero se les puede definir o explicar con unas pocas de ellas: las que me parecen más relevantes.
1. En primer lugar: recordar aquello que hace muchos años -yo era un chaval aún-, que se decía para alertarnos de los mansitos: -"te apuñalarán por la espalda", con la misma media sonrisa con que te acogen por delante; y sin armar ruido alguno: a la chita callando. De ahí, aquello: “de los mansos, liberanos Domine!".
Como es lógico: NO confundir con “los mansos de corazón", que ocupan un lugar de privilegio en el Corazón del Señor, y que están en las antípodas de todos estos “mansitos buenistas"; que son malos de fondo, aunque las formas sean impecablemente modositas: en ellas se escudan; y, de paso, justifican en ellas su conciencia. Vamos: de concurso.
2. En segundo lugar: no tienen el más mínimo inconveniente en cercenar los dichos y hechos de Cristo. No se cortan: cortan al Señor Jesús.
Para lograr sus propósitos, expurgan el Antiguo y el Nuevo Testamento, para quitar de la Sagrada Escritura todo lo que va contra sus “principios", y sus intereses. Con un par, oigan.
3. En tercer lugar: debemos preguntarnos qué pretenden. Es lícito, y es necesario hacerlo; y también darlo a conocer.
Lo que pretenden es tapar la boca a Dios, como primera provisión; y ya puestos: a todo el que pretenda hablar en su Nombre, con la legitimidad de su Ordenación Episcopal o Sacerdotal.
4. Finalmente: sólo hacen un servicio cierto y seguro al Diablo. Contra el Señor, contra su Iglesia y contra sus hijos.
Eso sí: con modales impecables, vuelvo a insistir. Porque finos, sí son. Con las excepciones de rigor, que alguna habrá; porque santos, lo que se dice santos, no son. O no todos. Con perdón.
Un ejemplo. Van con la idea preconcebida -o eso dicen, como cobertura- de que Jesús es tan dechado y tan bueno, que no admiten otra forma de verle, o de mostrarle. Aunque la Escritura Santa de pié para ello.
Por poner un poner. No deben recordar -o lo han recortado; como los protestantes y asimilados, que cortan y pegan a su antojo- lo de los mercaderes, echados a patadas y a latigazos del Templo…, sí: por Jesucristo!!!
Y para rematar bien la faena, porque Cristo todo lo hace bien, les deja con las vergüenzas al aire: Habéis convertido la Casa del Señor, que es Casa de Oración, en una cueva de ladrones.
Que, como “mansito” no está nada mal.
Rechazan que: El celo de tu Casa me consume.
No digamos el concepto de “la Ira Santa de Dios", que aborrecen. Estos prefieren vivir en el providencialismo más cómodo: que todo lo haga Él. Y, ya si eso, lisa y llanamente, se cierran a cal y canto las iglesias y a correr, que son cuatro días.
Que tampoco está nada mal, no vaya a ser que alguien quiera ir a rezar un rato, o a confesar, o a acompañar esos Sagrarios Abandonados…, por los propios Sacerdotes y Obispos.
Y qué decir de lo que nos enseñó, con toda Verdad, respecto al Juicio Final???
Apartaos de Mi, malditos, al fuego eterno…!!!
Con lo que da toda la impresión de que NO se salvan todos, ni todas, ni todes… Se ponga la progrez como se ponga.
Es lo que tiene la Palabra de Dios: que uno podrá pretender que Dios no ha dicho lo que ha dicho, ni ha hecho lo que ha hecho… Pero, “es tontería tía María". Ahí está su Palabra, tozuda, para que nadie nos tome el pelo.
A los “buenistas con pedigrí” se les puede aplicar, y sin demasiadas salvedades, todo lo que Jesús dice de los fariseos, hipócritas. Es lo más fino que les dedica, y con lo que los clava: hipócritas.
Hasta el punto de que, al menos en castellano, decir “fariseo” es decir “hipócrita"; y viceversa.
15 comentarios
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Por eso, no te preocupes: Él se apiada siempre. Los duros de corazón y de mollera somos nosotros. Y así nos va...
En unos tiempos como los que vivimos donde todo es confusión y liquidez hay que decir las verdades claramente y por ello le felicito y se lo agradezco.
Un abrazo padre, pido por usted y le ruego me encomiende en su oración.
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Cuenta con mi oración, en la Santa Misa, como yo cuento con las tuyas.
San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla.
2. El perverso es el que conscientemente sabe y mediante la hipocresía miente con apariencia de verdad. Y el estulto es el que cree al perverso pensando que dice la verdad sin reflexionar desde la Verdad. Pero, porque también le interesa ser buenista por algún apego mundano, siendo también hipócrita en un grado inferior, que no por repetir el credo del perverso. Veamos algún ejemplo.
3. Me contaba un feligres que estando en una conferencia, conoció a un Sacerdote y en conversación privada expresaba no creer en el Infierno ni en el Diablo, que lo que importa ws el Amor de Dios. Éste es el buenista hipócrita estulto.
4. Después está el católico y masón o marxista o etc. que niega, por su pacto con el Diablo, a Cristo, reniega, y pregona "su credo buenista hipócrita". Éste es el perverso que conoce la Verdad y la rechaza por anteponer su deseo o voluntad en la idolatría de la Creación a la Voluntad del Creador.
5. Al Sacerdote buenista hipócrita estulto que predica la no existencia del Diablo y sus demonios, y la no existencia del Infierno, por defecto de formación y por creer al hombre viejo antes que a Dios le respondo: qué tontería, qué hace Ud. de Sacerdote, cierre la Iglesia, quítese la Sotana (si la lleva), y a comer y beber, y a hacer lo que nos de la gana que todos estamos salvados, somos ya angelitos terrenales. Pues, ¿no sabe Ud. que reza en voz alta el Credo y profesa en cada Misa la Creación de los Ángeles y el descenso de Cristo a los infiernos? Claro, el bosquejo de estulticias no le deja ver que la Fe católica afirma sin ambages que hay condenados en el Infierno y que no fue destruido por Jesucristo. Como dice el Catecismo de la Iglesia Católica, citando enseñanzas anteriores del Magisterio de la Iglesia: “Jesús no bajó a los infiernos para liberar de allí a los condenados ni para destruir el infierno de la condenación, sino para liberar a los justos que le habían precedido”.
6. Y brinca como una cabra en referencia a su maestro perverso eclesial y/o teólogo, que Dios es Amor y el Infierno está vacío, y que Jesús muere en la Cruz por todos.
7. No lo niego, Dios es Caridad. Pero, debes cooperar como el hijo pródigo en volver a Dios y no en seguir prodigando. Pues, el Hijo de Dios se ha Encarnado y muerto en muerte de Cruz por todo el género humano con la condición de que también seamos Caridad amando a Dios sobre todas las cosas y no idolatrando Su Creación. Pues, la Verdad, la Persona divina de Jesús, la Palabra de Dios, nos ha revelado que el Infierno existe y que allí hay y habrá condenados, y los que tienen un mínimo de sentido común deducen: “Y yo puedo ser uno de ellos. Pondré todos los medios para evitarlo”. Me parece que los Mandamientos y el Evangelio quien los transgrede tienen un nombre y apellidos concreto. ¿O ya los apóstatas, herejes y cismáticos no van al Infierno? Para que no le quepa duda a nadie de la oficialidad de que el Infierno no está vacío: el IV Concilio de Toledo ordenó en el año 633: La autoridad de muchos concilios y los decretos sinodales de los santos Pontífices romanos prescriben que el Libro del Apocalipsis es de Juan el Evangelista, y determinaron que debe ser recibido entre los Libros divinos, pero muchos son los que no aceptan su autoridad y tienen a menos predicarlo en la Iglesia de Dios. Si alguno, desde hoy en adelante, o no lo reconociera, o no lo predicara en la Iglesia durante el tiempo de las Misas, desde Pascua a Pentecostés, tendrá sentencia de excomunión. La Iglesia tiene la Tradición y la Sagrada Escritura, y el Magisterio oficial ha aprobado el Libro del Apocalipsis, porque la Fe de la Iglesia no es opinión deformada ni progre, que el Dragón rojo, el Diablo y sus demonios, y la Bestia del mar, hombres, Bestia de la tierra, hombres, y el Anticristo, un hombre, serán arrojados definitivamente al fuego eterno. Por tanto, el Infierno no está vacío de hombres, oficialmente por la Iglesia. Así que, olvidemos el todos, todos y todos en el Cielo, pero por voluntad de hombre viejo, que no de Dios.
Pero el buenismo imperante se ha esparcido como una pandemia. Determinados pasajes de los evangelios , o nunca los escuché o no recuerdo haberlos escuchado; como ejemplo, "apartaos de mí, malditos, al fuego eterno", y no digamos aquello de "allí será el llanto y crujir de dientes". Y en el libro de la Sabiduría, que se habla del pecado de hombres con hombres y mujeres con mujeres, está también suavizado, comparando con otras biblias anteriores.
Por eso, con este buenismo, a más de uno, pueden darle "gato por liebre". Más de uno tienen complejo de hablar de la Verdad a los fieles.
Con todo respeto no son neo fariseos, son los fariseos de antes y de siempre, tenemos la ventaja de conocerlos a tiempo y la Gracia de Cristo que especialmente los indicó y detalló expresamente.
Padecen actualmente de misericorditis que se concreta en que es posible e incluso bueno (buenismo) ajustar la conducta de Dios a la mía y no la mía a la que Dios enseña.
Si hay algo útil en la figura de Judas el Iscariote es demostrar que la traición es siempre de dentro, el traidor es de los nuestros y siempre lo será...
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Únicamente desde dentro puede uno reconvertirse en traidor. Sí se hace daño desde fuera, no se es traidor, ni queriendo.
Con todo respeto el término que usas "reconvertirse" me ha hecho temblar porque es tremendamente, certeramente cierto, incuestionable.
No se puede traicionar lo que no se conoce y bien conocido.
De alguna forma es lo que exige el Derecho, Canon Canon 751: Se llama herejía la negación pertinaz, después de recibido el bautismo, de una verdad que ha de creerse con fe divina y católica, o la duda pertinaz sobre la misma; apostasía es el rechazo total de la fe cristiana.
No cualquiera puede ser hereje o apóstata, para serlo hay que saber profundamente y en forma "pertinaz" negar o dudar, eso únicamente lo pueden hacer "pocos", analógicamente aplica para la traición, reconvertirse en traidor, terrible...
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Lo de "profundamente" te sobra: NO hace falta para ser hereje, apóstata o traidor.
Es cierto, olvidé ponerlo entre comillas como ironía (como profundamente pelotín), pero la profundidad es totalmente ajena a las figuras...perdón...
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A mandar...
Sirva esa frase para ayudar al argumento de que si se quiere ser "más bueno" que Dios, se convierte en algo muy parecido a un ángel caído, disfrazado de ángel de luz, que engañando promueve una falsa bondad, que no lleva más que al pecado o al error.
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Ese dicho que atribuyes a Voltaire lo he oído de este modo: "lo mejor es enemigo de lo bueno".
Lo bueno es no hablar del infierno, y ahí resulta que lo bueno es lo malo, porque Santa Faustina Kowalska estuvo allí y nos contó como es:"...estuve en el infierno ...para dar testimonio de que el infierno existe... he observado una cosa: la mayor parte de las almas que están allí son las que no creían que el infierno existiese".
Hace usted lo que debe: predicar en católico, para expurgar la Biblia ya están los protestantes.
Son una avanzada del mismísimo Demonio, con el que colaboran mientras cantan cánticos protestantes.
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Sí por "tradicionalista" entiendes algo negativo y fuera de la Iglesia, te equivocas. "Tradicionalista" es "seguidor de la Tradición", que en la Iglesia es un puntal: fuente de Revelación y, a la vez y por lo mismo, valor de supervivencia.
Si te refieres a que utilizan la Tradición como "piel de cordero" para camuflarse, puede que sí.
Me ha apasionado el artículo, aunque esta lucha que se da hoy día me deja muchas veces sin fuerza para seguir en la brecha.
Me horroriza la idea de "Tradicionalistas vs Progresistas" porque lo único que interesaría sería "¿es Verdad?" y si lo es, lo va a ser siempre, como lo ha sido hasta ahora.
La verdad no cambia.
Aunque se puede decir que es más frecuente entre los grupos tradicionalistas encontrar la verdad.
"Los que se dicen -buenos-" persiguen sin cuartel a todo aquel que defiende por ejemplo, aquello que ha promovido la Iglesia durante siglos. Y lo hacen porque quieren justificar su comportamiento, por aberrante que sea.
Muchisimas gracias Padre
Teresa
Apéndice. Se está tratando de averiguar todavía qué relación pueda tener esa actitud más bien agresiva con la bondad.
Apéndice II: Suelen encomiar el silencio. Hablando, claro.
Saludos cordiales.
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