Mundo, Demonio y Carne (Por lo eclesial)
Son tres clásicos. Enemigos, los tres, de las almas y, por ende, de la misma Iglesia; y viceversa: de la Iglesia y, por ende, de las almas todas.
No será por no estar avisados, tanto a nivel personal como Eclesial. De entrada, por San Juan y, de él, a todos: almas e Institución.
Pero no es el único aviso, como es natural y lógico: los ha habido ya antes de él; y, por supuesto, también después: no ha cesado de ser una advertencia presente a lo largo de toda la Historia de la Iglesia.
Tan clásico que, en la Iglesia, se han convertido en Patrimonio Moral Perenne, presente en cualquier Manual de Teología Moral y en todos los tratados o manuales que tratan de Vida Espiritual o Vida Interior.
Ya digo: un auténtico clásico.
No es nada aventurado por tanto, pensar que, si la misma Institución Eclesial, más las distintas y diversas Instituciones Eclesiales hubiesen sido fieles a esta advertencia, ni una ni otras hubiesen sido masacradas por esta trilogía demoníaca.
Porque todo pivota sobre el Demonio: que se apoya en el Mundo -con sus máximas y halagos: es “el cebo", de calidad y resultados muy bien contrastados-, y en la Carne, con sus placeres; porque “a nadie amarga un dulce". Da la impresión, contrastada también, de ser el “premio” más a mano y, al parecer, el más demandado desde que el mundo es mundo, con diferencia. Por algo será.
Lo primero en lo que algunos de la Jerarquía de la Iglesia desbarrarron profundamente, arrogándose el “hacer y deshacer a su antojo", sin mirar a Cristo y obviando su Vida y Doctrina -es decir, sin DISCERNIR-, fue que se lanzó de cabeza al mundo. Y se mundanizó. Que estaba bien advertida! Pues nada…
La intención era buena, o así lo pareció: “entenderse” con el mundo; pues, decían los muñidores del “gato por liebre": “no nos entienden", “estamos alejados, como en un ‘mundo’ aparte", “no podemos seguir con que poseemos la Verdad"; todo así…
Por cierto: esta actitud, lejos de ser un acto de humildad, o un intento de servir a las almas y a las sociedades, fue un acto de profunda soberbia, en línea con el “seréis como dioses".
La traducción lineal es siempre pretender corregir a Dios: “Él está demasiado callado, demasiado alejado, parece que no escucha ni atiende… Ya vamos nosotros a remediarlo". Y van, y la pringan.
Porque lo primero que hacen es despreciar lo que Él nos ha puesto entre las manos; como es lógico, viniendo de Él, con los divinos condicionantes que más nos sirven para vivir como hijos suyos en su Iglesia en medio del mundo: cuando hay que tirar de Fe, se tira de Fe. Y punto. Y hay que tirar siempre de Fe.
El problema fue que, con total evidencia, estaba mal valorada la apuesta; y aún peor resultó su puesta en práctica.
A los hechos y a los frutos me remito; porque ambos a dos son ilustrativos y demostrativos: tozudos y claros en sí mismos: “los datos son los datos".
Que estaba mal valorada es manifiesto: frente a las severas advertencias del mismo Jesucristo -ya antes de San Juan, como es claro-, sobre NO ser mundanos y, por el contrario, ser Sal, ser Levadura y ser la Luz del mundo, una parte de la Jerarquía, vendida al mundo -o sea: al Demonio-, pretendió “darle la vuelta a la tortilla".
Y se la dió: con los poderosos a su alcance, y con todo su empeño personal, el tiempo jugaba a su favor: es más fácil corromper y destruir que sanar y edificar. Y pasó lo que pasó. Lo que vemos hoy hecho tristísima realidad.
San Pedro nos había dejado escrito para que nunca se nos olvidará que, cada uno debíamos ser: Quasi lucente luce in caliginoso loco: “Como una luz encendida en medio de un lugar tenebroso", a oscuras. Y, por ende, la Iglesia entera y verdadera.
Porque el mundo y la sociedad, sin Dios -sin su Iglesia, y sin los Católicos-, está a oscuras: con la oscuridad en las que mete el pecado a vidas y sociedades.
Porque se fueron asumiendo las coordenadas mundanas; empezando por aquello que tanto éxito le ha dado al Demonio: “Montarnos la vida ‘ut si Deus non daretur’: como si Dios no existiese…". Y desde entonces, así le va al mundo -o sea: al personal-, y a la Iglesia.
Ésta fue la Gran Apostasía desde la Iglesia, por mor de algundos sus Jerarcas: volverse al mundo desasiéndose del Señor. A partir de aquí todo vino rodado, como un alud incontenible, arrollador.
* Se desmanteló la Liturgia, empezando por la Santa Misa, y todo el Culto Eucarístico.
* Se cambiaron las traducciones de la Sagrada Escritura; y no sólo cambiando de sitio una coma, sino el sentido de párrafos enteros; cuando no, suprimiendolos de un plumazo.
* Dejó de ejercerse la vigilancia sobre la Disciplina de los Sacramentos; que ya se administran de cualquier manera, sin ton ni son. Con múltiples Sacrilegios a las espaldas de administradores y administrados. En una rutina cuasi blasfema por parte de la Jerarquía que mantiene este sistema.
* La Doctrina, inmutable en sí misma, se abrió a “novedades” mundanas, “más viejas que la tana” todas ellas; incluyendo herejías, día sí y día también. “Novedades” que no sólo desdibujan sino que desmantelan hasta los mismos contenidos de la Fe y de los Mandamientos.
* Pero, para poder llevar todo ésto a cabo, y como primera premisa, bastantes Miembros de la Jerarquía se desvirtuaron y mutaron en verdaderos “mercenarios", sin los que nada de lo anterior hubiese sido posible: no hubiese pasado de meros intentos, inútiles y vanos en sí mismos.
Pero, ya en/desde el mismo Concilio, se puso todo en marcha; y se fueron desmantelando, uno a uno, los grandes y necesarios pilares de la Santa Madre Iglesia. Hoy, en muchos sitios, puras ruinas ya.
Como pasó, por ejemplo y para escarmentar en cabeza ajena, con las Siete Iglesias del Apocalipsis, nombradas una por una, señalando también el por qué desaparecieron. Y habían sido fundadas por el mismo san Pablo!!!
Desde aquí, y con estas bases -amén otras más que podríamos haber señalado-, la Iglesia Católica se dió de bruces con el devastador huracán de los abandonos masivos de religiosos y Sacerdotes, como primera “cosecha"; porque se desposeyó a sus actores, de sus coordenadas como tales: y se fueron.
En una segunda vuelta de tuerca, y ya desbocados, vino luego, en tantos de los que se quedaron y en los nuevos que se incorporaron, la locura y la tragedia de los abusos; de las mafias gays; de la acogida de todo género de personal, de pelajes y colores a cual más vistosos, etc., etc.
Simplemente, era cuestión de tiempo que todo ésto se desbordase, como un río fuera de madre.
De este modo, con tiempo y leyes o recomendaciones “ad hoc", se fueron asentando en tantos sitios y en muchos personajes Eclesiales todas estas prácticas.
El que se empezase a saber de su existencia, y ya también ahora de su extensión, era sólo cuestión de tiempo.
Quedando claro que hay muchísima más gente implicada activamente de lo que ha trascendido, frente a la ocultación y opacidad oficiales.
El “humo de Satanás” ha derivado en el reinado de la Carne: único “servicio” que todavía parece que se presta en “buenas condiciones".
Y así se han hecho manifiestas las obras de la Carne, como las denuncia San Pablo: lujuria, impureza, desenfreno, idolatría, supersticiones, enemistades, disputas, celos, iras, litigios, divisiones, partidismos, envidias, homicidios, borracheras, comilonas y cosas semejantes a éstas (Gal, 5, 19-21). Es decir: Corrupción a granel: barra libre.
Pero, no contento con esta clara denuncia respecto a la Carne y sus flecos, que son muchos, variados y devastadores -casi dan ganas de decir que del desenfreno de la Carne salen casi todos los males-, en el capítulo siguiente rematará:
No os engañéis: de Dios no se burla nadie. Pues lo que el hombre haya sembrado, eso mismo cosechará. Porque el que siembra en su propia carne, de la carne cosechará corrupción; pero el que siembra en el espíritu, del espíritu cosechará la vida eterna.
No parece que haya la más mínima rendija por donde escaparse o cómo ningunear tal denuncia, enraizada de Doctrina y de Vida Católica.
Por cierto: lo de San Pablo tiene permanente vigencia tanto por lo civil como por lo Eclesial.
Claro que, aquí, es mucho más devastador: no tanto por la extensión sino por la “calidad” de las personas implicadas. Y por sus efectos: la Condenación de tantos y tantos, empezando por los verdugos, en palabras del mismo Cristo.
22 comentarios
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Pero eso estaba únicamente en los apócrifos...
Que es donde se ponen los católicos que ceden ante el mundo, el demonio y la carne.
Quod est demonstrandum!
¿Se refiere a que nos robaron la Santa Misa Tradicional?
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Se refiere a lo que ha pasado con toda la Liturgia, no sólo con la Santa Misa.
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La debacle no debió ni comenzar.
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La culpa no fue porque las setas eran venenosas, sino porque se cogieron con las manos sin lavar.
Pues eso.
Y tan mala. Pero el veneno estaba allí.
En el Concilio se coció la pócima, nada mágica, de la demolición de la Iglesia.
La aplicación fue una consecuencia, NO la causa.
2. Me pregunto, si el mundo es el reino del demonio, ¿cuál es el diálogo de un clérigo, monje o laico católico con el mundo?
3. La respuesta se supone que debe estar en los documentos del Vaticano II.
4. Pero, de la aplicación postconciliar vaticanosegunda ha resultado que la Iglesia está aggiornada de la moda del mundo y ha convertido en papel mojado-missing el "Patrimonio Moral Perenne, presente en cualquier Manual de Teología Moral y en todos los tratados o manuales que tratan de Vida Espiritual o Vida Interior."
5. Ahora es tiempo de rezar el Santo Rosario y practicar Yoga o Budismo Zen indistintamente (por ej. Pablo Dors); de ejercicios espirituales orientales; de monjes de clausura con claustrofobia por la renovación y formación; de alergia al hábito sacerdotal y religioso; de celebrar bautizos protestantes y celebraciones interreligiosas de Eucaristía en Iglesias particulares católicas, de camaderías con la masonería especulativa, de vidas nocturnas asacerdotales, de conciertos de rock en catedrales, de sermones mundanos, de Eucaristías en bañador, de piscina, de cumpleaños de niños, de fiestas de pistolas de aguas, disfrazados de payasos y animales, de ecologías verdes y rojas, de raperos, flamencos, DJ, guitarreros y otros bailarines, de arquitectura y decoración masónica (corazón de Francisco), de pastorales mundanas en la multiplicación del pan, de lobbies y mundillos arcoíris, de abusadores, de convivientes masculinos en casas sacerdotales, de bendiciones del Pecado sodomita y adúltero, de teologías del pueblo liberadoras marxistas e indígenas, de perdones, de universidades y colegios católicos, de Sínodos que ya no son de obispos sino democráticos, de saltar juntos por caminos sinodales anticristianos, de ritos paganos y pachamámicos, de odio a la Misa antigua y a lo clásico, de un largo etc. todo por la creatividad humana para animar a la Asamblea.
6. Este es ahora el auténtico clásico del hagan lío record guiness en tan solo una década de mundo y carne dentro de la Iglesia. Lo siguiente es el demonio directo. Miedo me da el próximo cónclave con tanto voto cardenalicio heterodoxo para que salga un amigo Tucho: ¿el falso profeta cordero con boca de Dragón?
7. O clérigos, monjes y laicos juramentados con el mundo, la carne y el demonio, mercenarios del poder, poseer y placer; o clérigos, monjes y laicos refractarios contra el mundo, carne y demonio, auténticos soldados de Cristo.
Personalmente, le agradezco que diga públicamente lo que dice, pero ésto, tendría que ser respaldado por todos o por muchos sacerdotes.
Que el Señor le bendiga y proteja para que pueda seguir en la lucha, valga la expresión.
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Me consta que, en la primera traducción tras el Concilio de los textos para las lecturas en la Santa Misa, se elevaron al Vaticano múltiples y "sonoras" correcciones, pues se nos pidió esa ayuda. Me da, que sirvieron de poquito.
En las versiones posteriores, que ya son varias, han ido a peor.
La última versión oficial de las Escrituras por parte de la CEE está trufada de "innovaciones"; y no me refiero al estilo, precisamente.
Y como lectora habitual, no me gusta el nuevo leccionario por varios motivos: al Señor siempre se le pone en minúscula, los signos de puntución están, muchas veces, mal colocados y hay párrafos que tengo que leer varias veces para encontrar algún sentido y no siempre lo encuentro y no es por mala comprensión lectora mía. Tema aparte pero que guarda relación son esas antífonas tan largas (difíciles de retener) del
salmo responsorial que muchas veces hace que parezca una asamblea de mudos porque casi nadie contesta. En fin...
Muchísimas gracias por hablar tan claro . Dios le bendiga. Siempre en mis🙏
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Muchísimas gracias por tus oraciones.
Es una buena medida, de piedad y de prudencia, tener una Biblia editada antes del Concilio: se tiene la seguridad de lo clásico.
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Puedes creer lo que te dé la gana, porque es tu problema. Pero, en lo que se refiere al CV II, te equivocas en todo lo que afirmas.
La Iglesia, ciertamente y en sí misma, es Una, Santa, Católica y Apostólica. Otra cosa es lo que hace la Jerarquía, y lo que hacen los fieles.
Dos ejemplos:
* Si un Jerarca aboga porque los arcoiris tienen cabida en la Iglesia en su condición de 'arcoiris ejercientes', se equivoca, y ahí el Espíritu Santo NO tiene nada que hacer, porque lo han echado de su Misión en la Iglesia. Lo mismo sucede si son todos los Jerarcas los que afirman lo mismo.
* Si un fiel como tal, pretende comulgar en regla, y está a favor del aborto, si comulga, comete un sacrilegio y, evidentemente, NO ejerce ni como Católico ni como fiel dócil y en comunión con Cristo y con el Espíritu Santo.
Se siente, Pedro1.
Pero tú conciencia es tuya y de nadie más. Tú sabrás qué haces con/desde Ella.
"Pero, ya en/desde el mismo Concilio, se puso todo en marcha; y se fueron desmantelando, uno a uno, los grandes y necesarios pilares de la Santa Madre Iglesia. Hoy, en muchos sitios, puras ruinas ya".
No es verdad. El desmantelamiento ha sido provocado por el clero católico, por la lujuria, impureza, desenfreno, idolatría, supersticiones, enemistades, disputas, celos, iras, litigios, divisiones, partidismos, envidias, homicidios, borracheras, comilonas y cosas semejantes de bastantes miembros de la Jerarquía.
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Tú mismo...
Quien conoce realmente los avatares por lo que pasó la Esposa de Cristo últimamente, puede hacer un resumen de lo más importante.
Neoconservas y avestruces abstenerse de decir tonterías que rehunden en el error y la corrupción.
Ni el sedevacantismo es salida ahí, porque si la Iglesia toda ha aprobado la herejía, ¿de qué serviría que la Sede de Pedro estuviese vacante?
Y si no son heréticos ni el Concilio ni la Misa, entonces son católicos, son de la Iglesia, y entonces ¿cómo hablar de ellos en esos términos tan negativos?
Otra cosa, obviamente, es que hay mucho que corregir y mejorar, sin duda, y además, combatir, sin duda también.
Saludos cordiales.
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Te pasas de frenada, como se dice coloquialmente.
Saludos muy cordiales.
Al terminar los funerales se saluda la gente como si estuviese en una taberna. También se leen esas cartas que son panegíricos del difunto en las que se dice que ya está en cielo disfrutando de sus aficiones y jugando a las cartas con la tía Conchita que se nos fue el año pasado.
En las bodas, la gente sentada a la espera de los novios, habla también como en las tabernas. Los fotógrafos se pasean por el altar para hacer las fotos de los novios, incluso durante la consagración.
En el rito de la paz , durante la misa, todo el mundo se saluda a distancia, se abraza con palmotadas en la espalda y suena plas plas plas, se besa, se sale del banco para saludar a otro en otro banco , los monaguillos participan del jolgorio general, etc. Es la parte de la Misa más celebrada. Y casi nadie se entera que se está recitando el " Cordero de Dios... "
Son unos pocos ejemplos de lo que vemos cuando vamos a la iglesia.
Rezo por su sacerdocio.
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Muchísimas gracias por tus oraciones.
No en todas partes, gracias a Dios, sucede como refieres. En muchas, sí.
¿Por qué se ve a católicos devotos mantenerse de pie en la consagración sin que tengan aspecto de artrósicos? ¿Hay algún movimiento o grupo en la Iglesia, o corriente de pensamiento, que proponga estar de pie en ese momento por alguna razón?
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Forma parte de lo que es la desacralización de lo sagrado, arrancando de las almas y de las conciencias las actitudes más propias de Piedad y de Reverencia. Todo impuesto desde arriba, como no puede ser de otra manera.
Hay parroquias donde incluso se han quitado los reclinatorios de los bancos: que ya son ganas...!
Las democracias que realmente existen no reconocen ningún límite en la ley de Dios.
La laicidad que realmente existe no consiste en distinguir lo temporal de lo espiritual, sino en separar al Estado de la Iglesia, negar la subordinación del primero al segundo y, finalmente, someter la Iglesia al Estado.
Del mismo modo, los textos del Concilio Vaticano II fueron realmente aplicados por el mismo Pablo VI y los mismos obispos y peritos que los habían engendrado, y produjeron la hecatombe posconciliar que, en distintas fases de pausa y aceleración, llega hasta hoy.
Y, por último, las misas nuevas que realmente existen son múltiples variantes, algunas en la frontera del abuso y otras abiertamente abusivas y fantasiosas, sin nada que ver con la estabilidad de un rito, por supuesto siempre en lengua vulgar y por supuesto siempre cara al pueblo.
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Esto que escribes ahora, no es lo que escribiste hace pocos días, donde todo era herejía si, y herejía también. Y no está todo en este plano.
No todo lo que se hace mal es herético. La herejía es la negación pertinaz de, al menos, una Verdad de Fe. Y, mientras no haya este pronunciamiento, no puede hablarse de herejía.
Puede señalarse: "tal cosa no es católico", o choca con lo católico; pero no se puede calificar de herético.
Por otro lado, la Iglesia a través de sus Autoridades legítimas y en uso de sus legítimas facultades, puede cambiar la Liturgia cuando hay causas que lo justifiquen. Si lo hacen de mala fé, gravan muy seriamente su conciencia. Por eso, en Trento pudo establecer la Liturgia que estableció, y que toda la Iglesia -jerarquia y fieles- fue acogiendo paulatinamente, con las caquesis correspondientes.
Tolerar los abusos, en el orden Doctrinal y en el orden litúrgico es un auténtico desastre para todos, y grave muy especialmente las conciencias de los Jerarcas implicados.
"En mi época joven decían que los Enemigos del Alma eran "Mundo, Demonio y Carne, y Fraga Iribarne".
No conocía el dicho, brillante
Supongo que ligado a la Ley de Prensa de 1966, llamada ley Fraga, que entreabrió las puertas de España a la corrupción de la moral pública en forma que enseguida comenzó a hacerse sentir.
2. Esto quiere decir que los documentos conciliares son una composición literaria para el mundo de los pastores y el Pueblo de Dios.
3. Es decir, que el Vaticano II supone e implica un cambio radical en la forma de pastorear del pastor y en la vida cristiana del Pueblo de Dios.
4. El motivo lo desconocemos, los resultados saltan a la vista. 5. Un cambio pastoral lo hace un pastor y si pastorea en contra de la misión ppal de la Iglesia: la salvación de las almas, el hereje es el pastor por negar alguna verdad de fe revelada.
6. Por ello, en función del Papa, Obispo, Sacerdote o monje si hay herejía es el clérigo o monje, no el Vaticano II. Lo que ha venido ha denominarse el Espíritu del Concilio.
7. La diferencia del Vaticano II con respecto a otro Concilio Ecuménico es que no hay anatemas para los herejes, lo que da pie a liberalismo eclesial y laxitud. Esto es lo que han aprovechado los del Espíritu del Concilio en modo revolución, de arriba a abajo. ¿Cuántos Obispos votaron un radical cambio litúrgico? ¿Y el Pueblo pidió algún cambio litúrgico? No se si detectan el proceso revolucionario. El Concilio Vaticano II fue definido como el “1789 para la Iglesia” por el cardenal y masón belga Leo Jozef Suenens (1904-1996). El cardenal jesuita Louis Billot (1846-1931) empleó el término revolución —aunque con una connotación bien distinta— al advertir a Pío XI, cuando se habló en 1923 de la eventualidad de un Concilio, que éste podría ser manipulado por “los peores enemigos de la Iglesia, los modernistas, quienes ya se están preparando, como ciertas indicaciones muestran, a producir la revolución en la Iglesia, un nuevo 1789”. Más lejos fue el teólogo dominico Yves Congar, que escribió: “La Iglesia hizo pacíficamente su Revolución de Octubre” (Le Concile au jour le jour, deuxieme session, Éd. du Cerf, 1977). No es que el Papa y todos los obispos fueran herejes, sino que los herejes revolucionarios liberales (=alemanes, belgas, suizos, franceses, holandeses, masones todos) "tomaron el poder" en el decisivo primer período intersesional. Las prisas nunca son buenas consejeras y el Papa Juan XXIII no tuvo la intención, si era más pastor que teólogo, de ser revolucionario, pero lo fue por los resultados. Pues, al conocer la pronta visita de la muerte firmó apresuradamente los esquemas base de la discusión. Firmó el Libro de Quejas planificado en las logias masónicas que hacían la revolución. El cardenal y masón Julius Döpfner (1913-1976), arzobispo de Münich y Frisinga, y miembro de la comisión coordinadora (ejercía presiones sobre las demás comisiones conciliares para modificar o eliminar esquemas), convocó una reunión de obispos y teólogos en la capital bávara para trabajar sobre los futuros esquemas a presentar (Libro de Quejas), teniendo en cuenta de modo particular dos cuestiones claves para las futuras discusiones, sobre todo en lo tocante al esquema De Ecclesia: la colegialidad episcopal y la apertura ecuménica. El 25 de enero de 1963, los resultados de estos trabajos extra-conciliares fueron presentados al Santo Padre y al cardenal Ottaviani en forma de doce esquemas alternativos a los de la comisión preparatoria, de los cuales se enviaron. El Papa Roncalli aprobó y firmó los nuevos textos y los hizo remitir a todos los Padres conciliares.
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Los motivos NO los desconocemos pues se declararon antes, durante y después.
Las cosas son o no son, y ahí no caben los más o menos. Y hoy día, lo que ante todo importa aclarar, precisamente en la confusión reinante, es qué es y qué no es católico, dónde está y donde no está la Iglesia, qué eucaristía es católica y cuál no.
Además, ¿en qué sentido no es católico lo que no se opone a una verdad revelada por Dios y enseñada como tal por la Iglesia? Es cierto que las matemáticas no son católicas, pero obviamente que no es ese el sentido en que algunos dicen hoy día que el Concilio y la Misa no son católicos, porque no hay problema alguno con que los católicos estudien matemáticas.
Y el Concilio y la Misa no son acerca de las matemáticas, sino precisamente acerca de la fe católica.
¿Qué otra forma hay entonces de decir que "no son católicos", sino decir que son heréticos?
Sin duda que eso sería pasarse de todos los frenos posibles.
Saludos cordiales.
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Vamos a intentar, una vez más, que te aclares, para que te tranquilices y no te estanpilles.
Da la impresión de que identificas "No-Católico" con "herético" o, directamente con "herejía". Y en esta identificación que haces es donde te equivocas rotundamente.
Vamos a ver: todo pecado es un acto No-Católico, pero NO es una herejía.
Sí vas al Concilio de Trento, que te parecerá 100% Católico, mira cómo define la "Herejía": y sólo eso, lo que viene definido como tal, es exactamente "herejía". Y sólo eso.
Sí vas a Benedicto XVI verás cómo magisterialmente establece que NO hay oposición entre el Vetus y el Novus Ordo: hay DOS modos, en el Rito Latino de celebrar la Santa Misa. Pretendía acabar con posturas no-catolicas al respecto: las que enfrentan un rito contra el otro, en una batalla tan nefasta como inútil; con la que el demonio, que es división, se frota las manos al ver como se le va llenando el infierno tan gratuitamente.
Vuelvo al principio: que la herejía es algo No-Católico es evidente. Pero NO todo lo que se puede calificar como No-Católico es herejía.
No le des más vueltas: cuántas más le des, pensando que tienes razón, más te vas a liar..., pasándote de frenada.
Saludos muy cordiales.
Pero no parece que lo tengan tan claro muchos que atribuyen la culpa de la situación actual en la Iglesia al Concilio y a la Misa "novus ordo".
Y por eso digo que en esa situación, conviene siempre aclarar que el Concilio y la Misa son católicos. Más allá de todo lo que luego se pueda querer mejorar y reformar.
Saludos cordiales.
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