"Me dan celos con un dios que no es dios"
Con estas Palabras denuncia Yahweh-Dios las idólatras composturas de los judíos. Quienes, después de prometer la sujeción a la Ley entregada por su Dios, y su plena observancia, se prostituirán una y otra vez en/con sus idolatrías.
Palabras Reveladas, que me han ilustrado respecto al presente de la Santa Iglesia, antes Católica; hoy ni se sabe a tenor de lo que se ve y se oye. Y de lo que se pretende imponer desde arriba a través de la cadena de mando. Que la hay, y ejerce.
Bien podría Jesús decirnos hoy: “Me dan celos con una iglesia que no es iglesia". Fórmula que en nada se distancia de la que nos procura el AT.
Palabras que, además de su carga de reproche y condena, no disimulan la ironía que esconden. Porque, muy difícilmente se pueden dar celos a Dios yéndose a “dioses” que no son tales; o yéndose tras iglesitas ridículas que ni son LA Iglesia, ni lo pueden ser jamás: se pongan como se pongan sus componedores.
Son Palabras -Palabra de Dios-, que Él las dice por boca de Moisés para intentar, una vez más, que el Pueblo Escogido se reconozca como tal, recuerde y renueve sus promesas, y recupere la cordura junto con la Alianza. Postura que siempre le ha acarreado abundantes bienes al Pueblo Escogido: no tienen otra experiencia.
Igualmente podrían servirnos hoy para darnos la vuelta también nosotros -se llama Conversión-, y darle la vuelta a todo este destrozo que nos sobrepasa en realidad, y que no nos reporta nada bueno. Al contrario.
El necesario itinerario, que se nos brinda de la mano de Jesús en la escena de las tentaciones en el desierto, es: Adorarás al Señor Dios tuyo, y a Él sólo servirás. Lo que no sea esto, del maligno viene y al maligno lleva, necesariamente.
Pero, además, ¡es que hay que ser profunda y obstinadamente ridículo para pretender dar celos a Dios con el mundo o con el hombre: todo ello hechura de sus manos!
Hay que ser ridículo con pedigrí y, como dice la Escritura Santa, stultus a radice y con honores, para intentarlo siquiera.
Como canta el Salmo 2, ante el vano intento por parte del hombre -unico ser en la tierra que, sabiéndose de Dios, así se lo plantea-, de “romper sus ataduras” y “sacudirse su yugo”: El Señor, que habita en los Cielos se ríe de ellos, el Señor se burla de ellos.
Es penoso “a mayores", como se apostilla en Galicia. La “prostitución", como denuncia Yaweh en el AT -el volverse el Pueblo Judío a “los Baales y a los Astartés”, después de que le ha jurado reiteradamente Fidelidad Eterna-, es “lo práctico y lo impuesto” a día de hoy en la Iglesia, antes Católica; hoy, ya se ve: prostituida.
Como es lógico, hoy, las gentes de iglesia, no se van a volver a los ídolos: si no creen en Dios, ¡como para creer en diosecillos! Pero se echan en manos del NOM: de hombres totalmente poseidos, que luchan las batallas del demonio: les ciega el poder de hacer el MAL: ¡Seréis como dioses!
Pero en/con una frustración íntima y permanente, aunque muy real, que siempre les impedirá disfrutar del Poder, y ser felices: NUNCA podrán serlo -dioses-, y lo saben.
Precisamente por todo esto no ha tardado la Iglesia en llenarse de tufos de “mariconeria", tras haberse inmolado al mundo, al demonio y a la carne por todo horizonte y presencia.
Porque en esto se acaba. Como decía una sabia conseja de la vida espiritual: “Soberbia oculta, lujuria manifiesta”. Y viceversa, claro.
¿No nos bastan las muy serias advertencias de san Pablo -auténtica denuncia profética-, cuando nos escribe que: Debes saber que en los últimos días vendrán momentos difíciles. Pues los hombres serán egoístas, amigos del dinero, altivos, orgullosos, blasfemos, rebeldes con los padres, ingratos, injustos, desnaturalizados, desleales, calumniadores, desenfrenados, inhumanos, enemigos de todo lo bueno, traidores, temerarios, obcecados, más amigos de los placeres que de Dios, los cuales tienen una apariencia de religiosidad, pero en realidad están lejos de ella. Apártate de ellos. (…) Lo mismo que Janes y Jambrés se opusieron a Moisés, así también éstos se oponen a la Verdad, hombres de mente corrompida, pervertidos en cuanto a la Fe.
Es la “prostitución” perfectamente descrita, con pelos y señales. Y bien anticipada, por cierto.
Tampoco se olvida san Pablo de ponernos un ejemplo de la vida real, que le tocó sufrir: Dimas, llevado por el amor a las cosas de este mundo me ha abandonado.
Este rechazo de Cristo y de su Iglesia “por el amor a las cosas de este mundo” es lo que he llamado en un post anterior “la iglesia fallida”, ya que realmente no le queda otro sitio en el que instalarse, buscando su acomodo.
Pero el peaje es brutal. Lo estamos viendo y padeciendo. Cada día.
No se puede pretender -vana e inútil pretensión, además de impostada-, que “se adore al mundo” y no perezca la Vida de la Iglesia, en todos sus horizontes y estamentos. Con todo lo que eso supone, hacia dentro y hacia fuera de Ella misma.
Únicamente van quedando, y no como testigos mudos precisamente, sino como clamorosos y acusadores testimonios, los vestigios de piedra: seminarios vacíos, casas de religión cerradas, conventos arrumbados, ermitas e iglesias pudriéndose… Y lo que es peor: países enteros descristianizados de raíz.
Lo de “testigos clamorosos y acusadores” no lo digo por decir. En el AT, cuando Josué, antes de entrar en la Tierra Prometida, recuerda al Pueblo la Palabra de Dios hecha Ley Eterna, y éste -el Pueblo- jura una y otra vez que la va a acatar “de pe a pa", Josué coge una roca hermosota que estaba allí, la planta en medio de todos ellos, la unge, y les dice a los suyos: Esta piedra se alzará como testigo contra vosotros. Ha oído la Palabra de Dios y vuestro juramento, y testificará contra vosotros si no lo cumplís. Tal cual, salvadas todas las distancias.
Lo único que aún se mantiene en la Iglesia, como en la vida civil, son unas supuestas estructuras eclesiales -por ejemplo: sigue habiendo Rector del Seminario en Diócesis donde no hay ni rastro del mismo-, que, curiosamente, nunca adelgazan, al contrario; sólo que ya no representan nada, pues nada son.
Y, por lo mismo, no se sostienen ni aggiornándose.
Ya pueden inventarse sínodos, ya pueden replantearse lo que no deberían, ya pueden hacer tabla rasa de la Doctrina y de los Sacramentos, ya pueden dar cabida a lo infumable, ya pueden travestirse de lo que les dé la gana y salir de drag-qeen, ya pueden creer que han canonizado la carne y sus fueros tras haber canonizado la soberbia… “¡Abandonad toda esperanza!".
¿Tiene arreglo, todo esto? Reitero que NO, atendiendo a la parte humana y visible de la Iglesia. San Pablo, nada dado al catastrofismo por amante de la Verdad de Dios, escribe, también proféticamente: Todo es limpio para los limpios; pero para los contaminados y los que no tienen Fe nada es puro, porque tienen contaminada su mente y su conciencia. Hacen profesión de conocer a Dios, pero le niegan con las obras, pues son odiosos y rebeldes, incapaces de hacer nada bueno.
Pero -volviendo al AT-, no podemos por menos que recordar que, cada vez que los judíos se volvían a Dios reconociendo su pecado -su “prostitución"-, Éste, después de dejarles unos cuantos años a expensas de sus enemigos, que los trataban cruelmente -con los cánones habituales y de plena vigencia en aquella época-, les volvía su favor, derrotaban a los enemigos y “aquí paz y después gloria”. Hasta la próxima, claro. Porque, los judíos…, erre que erre.
Porque Él siempre permanecía fiel a su Alianza, y los volvía a poner en su sitio: la Elección. Hasta que ya no hubo más tiempo: fueron dispersados, y no quedó piedra sobre piedra. Hoy, sólo les queda el orgullo: lo que tenían frente a Cristo. Por lo mismo, NUNCA serán lo que fueron. Ni lo pretenden tampoco: me da que ya ni saben lo que fueron con Dios.
Esta es la solución. La única. Aquí sí que “no queda otra”. ¡¡¡Si nos lo está diciendo la misma Virgen María -Madre de Dios, Madre de la Iglesia y Madre nuestra-, reiterada y constantemente…!!!
7 comentarios
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Reza x mí, y pide Sacerdotes según el Corazón de Cristo.
Benditos sacerdotes que como vd. denuncian lo que sucede. Pido por todos vds
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Todo esto es para Bien, incluso de la misma Iglesia, en cuanto a sus jerarcas: para que se conviertan y se salven. Y en cuanto a nosotros mismos, para que seamos totalmente de Dios.
Pide para que haya muchos más Sacerdotes. Es muy urgente.
Los que nos prostituimos, si acaso, somos sus miembros. Y con Baales de todo tipo; aunque uno de los que más estragos está haciendo últimamente, quizás porque es gaseosa, se llama "Ideología*. Hay que estar muy despierto y sacudiéndosela de encima continuamente, porque es ponzoñosa y embota ojos, oido y corazón
Ezequiel 16 es el pasaje perfecto para levantar la mirada al Cielo, aunque caigan chuzos de punta.
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La Sagrada Escritura es coherente sí o sí, xq no puede no serlo. Luego hay que saber leerla y entenderla.
Te podrá molestar lo que está pasando, pero no sé x q' razón te niegas a verlo y entenderlo.
Levantar la mirada al Cielo no prohíbe ni impide mirar lo que pasa de tejas para abajo.
Y por mucho que te moleste, cómo lo calificas? O acaso es que no pasa nada?
Coincido con usted: la Sagrada Escritura no sólo es coherente; es que no se contradice jamás. Por eso, a su pregunta, respondo que todo esto lo calificaría como simplemente "profético". ¿Significa eso que no me duela hasta en lo más profundo de mi ser? en absoluto. Pero la Palabra de Dios tiene que cumplirse y se cumplirá hasta la última letra, porque a eso ha venido Él y a eso volverá pronto el Rey de Reyes: a darle cumplimiento.
Está escrito: "ustedes se van a escandalizar a causa de mí. Porque dice la Escritura: Heriré al pastor, y se dispersarán las ovejas del rebaño." (Mateo 26, 31)
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Seguro que en el Diluvio hubo gente que se ahogó diciendo:"ya escampará". Y se ahogó, claro.
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Cuenta con mis oraciones, padre. Siempre.
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