Presupuestos de las democracias, liberales o así.

O sea: de las “democracias liberales” nacidas masónicas, materialistas y anticatolicas, por ateas: se coloreen como se coloreen. Que, de cierto, ni son liberales, ni son democráticas: son un engendro demoledor para todo el que no pertenece, en cuerpo y alma, al Poder.

Porque estos Sistemas piden la entrega de cuerpo y alma. Lo note el ciudadano o no; caiga en la cuenta o no; lo discurra así o no. Que siempre será problema única y exclusivamente del ciudadano, nunca del que detenta el Poder. De sus adláteres, tampoco.

El orden del desarrollo de este post es aleatorio: no por orden de importancia de los enunciados, que van a ser pocos. Tres, en concreto.

1. El Positivismo Jurídico. Que establece que “el fundamento de las leyes no es otro que la VOLUNTAD del legislador”. Y punto. Único elemento que se levanta y esgrime como “derecho"; aunque esté al otro lado del mismo, y sea un atropello del Derecho.

Porque esto significa, exactamente, que El Derecho como tal, pierde su relación con todo lo que significa “moral"; es decir: con todo lo que significa como construcción humana para establecer y defender las relaciones de Justicia entre las personas. Y que tiene y dice, como no puede ser de otra manera, relación de “bien” o “mal’, objetivamente considerados.

De este modo, destaca lo que es digno y meritorio de hacerse, amén de lo que debe ser evitado a toda costa. Y, para el que no lo evita, se le castiga conveniente o inconvenientemente: son las penas que acarrean los delitos.

Este Positivismo -puro subjetivismo, pura arbitriaridad, pura ficción jurídica-, se camufla con la voluntad de “las mayorías"; unas mayorías que se fuerzan y/o se esconden, a voluntad de los gobernantes y sus tentáculos.

Llevado a la práctica, el PJ se postula como la máxima expresión de lo que la Ley debe ser y significar. Es decir: nada que no sea la voluntad del que manda, que se convierte, automáticamente, en omnímoda e incontrovertible, fuera de toda discusión.

Esto implica varias cosas, evidentes todas ellas.

La primera: los Partidos -y los Parlamentos en los que pululan y se pavonean-, sólo respiran por la nariz/boca del Jefe Supremo: no hay más conductos por los que se pueda acceder al oxígeno, tan necesario como imprescindible. Son instrumentos al servicio del Poder. Y cuando los Estamentos Jurídicos o Judiciales son elegidos según los políticos, también se convierten en longa manus del mismo. Cobrando, como es preceptivo. O saqueando impunemente -o casi: cuando les conviene para blanquearse, siempre tienen a un pardillo que pague el pato-, que también.

Que esta es otra de las características de las susodichas y pretendidas “democracias": todo es cobrando para unos, y pagando siempre para el resto.

Nada escapa al Poder establecido. Exactamente lo que caracteriza a las más ferreas Dictaduras, que es lo que tenemos en la práctica, en estas “democracias", tan liberales y tan al servicio del ciudadano, que éste no cuenta para nada. Excepto para que vote; pues así se sostienen estos repugnantes Sistemas, por inhumanos.

Esta es la segunda consecuencia: todo el que no comulga con las leyes que emanan del Poder, es considerado como Enemigo del Sistema, y perseguido a conciencia; bien para ser “reeducado", bien para ser “encarcelado” o, directamente, “eliminado".

Tan nada escapa que, desde hace ya un montón de años, ni siquieran gobiernan las democracias liberales o así, sino el NOM: un Sistema extra nacional -Nuevo Orden Mundial-, que dicta las leyes y las fechorías de todas estas “democracias": tan “democráticas” que son “la voz de su amo": es el que paga. Y paga muy bien. Tambien castiga, naturalmente: en la mejor tradición de las familias mafiosas.

¿Porqué se llega a esta “okupacion” del Poder, más totalitario que todo lo que se ha acusado a los Regímenes Absolutistas, donde había más Libertad para los pueblos que gobernaban de la que disfrutamos con este Sistema? Es trágico, pero real. Para llegar aquí:

2. Se suprime cualquier referencia a la VERDAD, en todos sus órdenes. “La verdad” queda reducida a la opinión dominante: es decir, la opinión del Poder, que es la única que domina, apretando bien, en la vida cotidiana.

Esto significa que el Poder siempre gana: porque es quien dice lo que es “verdad” o “mentira": “todo es según el color con que se mira". Y el único color admitido de curso legal, es el color del Poder. Bien podríamos denunciar que lo que establece el Poder, por sus pistolas -que para eso las tiene-, es que: “la verdad soy yo".

Lo más que te conceden, caso de que te lo concedan, es que “esa es tu opinión". Y no va más. Pero lo que vale e impera es lo que viene de los poderes públicos. 

De este modo van coartando toda iniciativa privada: se la comen. Da igual que sea en el orden intelectual, que en el orden educativo, que en el tema de la ingeniería social, la familia, o lo que sea. Hay que dominarlo todo, para gobarnar sobre todo y sobre todos.

3. La necesidad de “okupar” todos los resortes que podrían coartar el Poder más absoluto. Y se ponen al frente de instituciones estatales o paraestatales a hombres de confianza: otra vez el modus mafiosus de operar.

Con esta finalidad, se establece que serán los Partidos los que se repartirán los Poderes Judiciales, nombran las Ejecutivas de las Empresas Estatales y afines, ahogan la Iniciativa Privada -salvaguarda de libertad-, lo mismo que sofocan todas las Iniciativas Ciudadanas que no sean de su cuerda, etc.

No se buscan personas preparadas: sino personas que obedezcan ciegamente; y se encarguen también de los “trabajos sucios": lo que se ha llamado “las alcantarillas del poder”. Una “denominación de origen” de tan manifiesta procedencia, que se ha dejado de hablar de ella. Curioso.

Si esto no es una Dictadura, ferrea y demoledora, “que baje Dios y lo vea”.

¿Qué más tendrían que hacer estos personajes que nos gobiernan para que se nos abriesen los ojos? Porque da la impresión de que todo el País, todo el personal, está con el famoso “síndrome de Estocolmo", que paraliza cualquier reacción.

O como sumergidos en los mejores métodos de comedura de coco o de reeducación: da igual lo que se nos haga tragar, por infumable que sea, que siempre les daremos la razón…, no vaya a ser que nos pase algo peor. Dominados por el MIEDO que ata y anula, como en el mejor y más refinado Campo de Concentración.

Seguiremos, que quedan más cosas. Y también porque la inercia y la resistencia a vencer son muy fuertes.