Levitando de gusto con la 2030. (Por lo eclesiástico)

No salgo de mi asombro -por decirlo suavemente-, con los intentos de integración de los ODS de la Agenda 2030, de clara autoría masónico-globalista -para entendernos: ATEA y ANTI-CATÓLICA-, en los Programas de Religión ¡CATÓLICA!. “¡Átame esa mosca por el rabo, Ramona!”.

Da la impresión de que, en lugar de convertirnos mirando al Señor, que es lo suyo, vamos a intentar “convertirnos” mirando, acariciando y festejando a la “madre naturaleza", la pachamama, la amazonia, o lo que sea -incluidas las políticas anti persona, como si se tratase de esas minas que, en los frentes de guerra, pueblan la tierra de nadie y, si las pisas, te destrozan-, con tal de estar entretenidos y cerrar los ojos a Dios.

“P’abrir boca, vamos, y echar p’alante”. Siempre triunfando: para menos no nos ponemos. Y, como dicen en Italia: “in linia di massima”. O sea: en principio, por princi y pio, y como linea de partida.

Hemos pasado de la EVANGELIZACIÓN -llevar a Cristo todo y a todos, para vivir como hijos de Dios en su Iglesia en medio del mundo-, a la “religión universal". O sea: al ateísmo rampante.

A nuestros Jerarcas más encumbrados -con las excepciones de rigor, que las hay: auténticos martires, aunque no derramen su sangre: derraman su fama, su honor y su carrera-, no les debe parecer suficiente la descristianización que ha arrasado ya todo el primer mundo, y en expansión; sino que, siguiendo al pie de la letra las directrices de Roma -sin discernir; o discerniendo, que es aún peor-, han apostado por la Agenda 2030. “Amén", que se dice.

No me extraña que, en los Dictados de Jesús a Marga, califique a “esta” iglesia de APÓSTATA y de ASESINA, con calificativos finos y certeros; y, por demás, expresivos y esclarecedores. Y muy en concreto, referidos a algunos de la Jerarquía de la Iglesia en España. Donde la masonería ha apostado -echando el resto- para arrasar a la Iglesia Catñolica en España, y trasladar luego esta misma estrategia a los demás países.

Ante este panorama de entreguismo apóstata, ¿qué nos queda a los católicos, cuando queremos seguir siendo fieles a Nuestro Señor Jesucristo en su Iglesia?

Varias cosas.

La primera de todas, la mas urgente y necesaria, la más eficaz: REZAR, en especial ante el Sagrario, o ante el Santísimo Expuesto. Acudir al Señor para que se apiade de todos nosotros, de su Iglesia, de las almas todas.-

Que no nos abandone -sabemos que no lo hace, ni lo hará, pero debemos pedírselo con confianza ciega: ¡Sálvanos, Señor, que perecemos!-, y menos en esta larga etapa de Pasión que sufre su Iglesia, a imitación de su Dios y Señor.

Que nos sostenga con su Palabra, con su Gracia, con su Eucaristía.

Que nos ayude y nos enseñe a ser también nosotros mártires, con o sin derramamiento de sangre. Pero ofrecidos como víctimas y en perfecto olocausto, por la Iglesia y por las almas todas, empezando por las de los jerarcas de turno y nómina.

En segundo lugar: es más necesaria que nunca una Formación fuerte, tanto doctrinal como espiritual, para no dejarnos arrastrar por esta zizaña que, con ensañamiento contra el Dueño del campo, han sembrado sus enemigos. Está todo en los Evangelios, que quizá han leído nuestros queridos jerarcas.

Y, además, para hacer frente -"dando razón de nuestra Fe y de nuestra Vida"-, a todas estas ideologías que tan necesarias para nosotros les deben parecer a nuestros entregados jerarcas. Porque supongo que lo harán por nosotros: “To’o p’al pueblo”, por lo eclesiástico.

Porque no podemos dar la “batalla cultural” sin Cultura Católica, que es la verdadera Cultura, la única digna de ese nombre, y la única con ARGUMENTOS para defender  y esclarecer la Verdad. La única, también, que SALVA, por Salvadora.

Y, en tercer lugar: no podemos seguir a unos jerarcas sin DISCERNIR. Si nos quieren vender la moto del globalismo y demás ideologías -siempre y por definición, contrarias a la Doctrina y a la Fe-, “con su pan se lo coman”.

Por otro lado, siempre también nos encontraremos miembros de la Jerarquía, dignos y orgullosos de su Condición de Buenos Pastores: a estos sí les siguen las ovejas, pues les conocen, escuchan su voz, le reconocen y le siguen.

Dios no nos abandona tampoco en este terreno, absolutamente necesario para nosotros: para que no estemos como ovejas sin pastor.

Se me hace realmente incomprensible este entreguismo cuasi patronal, que solo se lleva a cabo dándole la espalda a Cristo, a su Iglesia y a las almas todas. Traicionando a todos. Porque hemos pasado, como nos dice la Escritura Santa, de arrancar de la creación la corrupción y el pecado, a arrancar las malas yerbas y recoger plásticos, pasando por cargarnos 100.000 niños al año. Redondeando.

¿No hay suficiente experiencia acumulada -negativa toda ella-, ni suficiente perspectiva temporal para deducir que el camino de la Iglesia es exactamente -¡debe ser!- el contrario a la dirección que se está llevando por algunos desde los años inmediatamente posteriores al CV II?

¿No nos acordamos ya del lamento de Pablo VI, a los poquitos años de clausurar el Concilio: cómo clamaba contra lo que se estaba haciendo, hasta el punto de calificarlo de Demoníaco? No se cortó para decir que el humo del infierno -el mismo Satanás- se había introducido en la Iglesia, por las grietas que se estaban produciendo en sus muros. ¿Se equivocó tal vez, o se quedó corto, visto lo visto?

Y Pablo VI sabía de lo que hablaba: no en vano había sido uno de los muñidores del Concilio; y el que lo clausuró, ya como Papa, aunque ciertamente por derribo. E incluso ha sido beatificado. Ya no se escucha ni a los Santos.

¿Dónde se alimentan nuestros jerarcas? ¿En qué fuentes beben? Les deben llevar agua del Orinoco, amazonía profunda. Y así están. Con bichos intestinales que les destrozan por dentro. Y sin medicina tradicional indígena para que se alivien… Una pena.