¡Sacerdotes! ¿¡Qué estamos haciendo!?
Ayer, 10 de Mayo, san Juan de Ávila, Patrono de los Sacerdotes Españoles.
Aprovecho -¡cómo no!-, para felicitaros y encomendaros a todos, y encomendarme a vuestras Misas. Que son la Única y la Misma Misa de Jesucristo, porque no hay otra, ni la puede haber: todo lo que se presente con esas credenciales “diferenciadoras” y, por tanto, de espaldas y “alejadas” de la de Cristo, de lo que Cristo dijo e hizo el Jueves Santo, el Viernes Santo y el Domingo de Resurrección, no es la Misa Católica, sino un mero trampantojo blasfemo, que destruye, asola y arruina.
Tal como están las cosas, hemos de pedir TODOS -laicos y sacerdotes- al Dueño de la mies, que envíe operarios a su mies. Las gentes están -lo he comprobado una vez más este fin de semana, por dos diócesis del norte de España-, “dejadas de la mano de Dios”: como ovejas sin pastor. Y es un DOLOR.
Sacerdotes o religiosos que tienen que atender -es un decir: pues es solo sobre el papel, por imposibilidad hasta física; pero no es la única imposibilidad-, un montón de pueblos cada uno. Y no pueden ni queriendo, que seguro que quieren…
A esto se suma, para abundar más en la sima abisal en la que se ha metido la Iglesia Católica -desde sus cimas más señeras-, a la hora de “construir” un sacerdote en un Seminario, que es -porque siempre lo ha sido, desde que se pudo- el lugar más idóneo para ello. Y en diversas diócesis de España ya ni lo hay: ha desaparecido.
A esto se ha llegado por cambiar el paradigma de SACERDOTE -“el Sacerdote, otro Cristo”, era el referente que se tenía delante del alma, en el corazón y en el entendimiento-, desde el CV II y a propósito de los soplos del “espíritu".
Que ya se ve que no era sino el Demonio abanicando a los “cabezas rezantes, pensantes y gobernantes” -por poner un poner, y por decir algo- de cada diócesis en particular, y de la CEE, en general.
Un éxito, personal y comunitario de la Iglesia en España, entregada a… Aquí que contesten los protagonistas y sus sucesores, que para eso están y cobran; con las honrosas excepciones, que claro que las hay.
¡Un desastre de dimensiones apocalípticas, como no se ha conocido desde el mismo echar a andar de la Iglesia, con los Apóstoles al frente, el mismo día de Pentecostés! Que ya ha llovido desde entonces; y, también desde entonces y hasta hace unos años, con rotundo ÉXITO.
Para que se entienda y conste en acta: yo pondría -caso de poder hacerlo, que no lo puedo; pero sí como sugerencia al menos, y allá cada uno con su conciencia-, como obligatorio, y en todos los seminarios españoles, la lectura reposada -meditada incluso, a nivel personal-, o convertida en asignatura de obligado currículum para los seminaristas, de los tomos que van saliendo -hay varios disponibles ya en el mercado- sobre los Procesos de los martirios de sacerdotes y religiosos en la Guerra Civil española. Y desde el año 1931, también.
Son un ejemplo acabado -cercano hasta en el tiempo, aunque muy lejano en cuanto a lo que significa y a lo que hay detrás, dentro de la Iglesia en los tiempos actuales-, de fidelidad a Cristo, a la Iglesia y a las almas todas.
También -y hay que decirlo bien alto y con orgullo por nuestros antecesores-, a las de los no creyentes, y a las de sus verdugos -no dudaron en morir perdonando-, de tantísimos de ellos que, incluso pudiendo salvarse, no lo hicieron.
Fueron al martirio, a IMITACIÓN REAL de Jesucristo: sabían a lo que habían venido a la Iglesia al Ordenarse Sacerdotes. O, para mayor gloria suya y de la Iglesia, siendo solo seminaristas: que más de uno murió por serlo y no querer dejarlo.
Si esto no se entiende y/o no se “asimila", tirar para adelante y ordenarse cura, no vale para nada: lo estamos viendo y padeciendo, a diario.
De ahí, la tremenda BRONCA que Jesucristo -porque Jesucristo también abronca en el Evangelio, aunque pretendan silenciarlo los miramelindos y demás “fariseos por lo eclesiástico", tan “escandalizados” o más con Jesús que sus primigenios antepasados- lanza contra nosotros, los sacerdotes, y que se recoge en los “Dictados de Jesús a Marga” (T. II, pp. 145-146 / 26-9-2009). Habla Jesús:
“¡Sacerdotes!
Mira que contra ti, sacerdote, tengo puesto mi pleito, tengo mi litigio. ¿Dónde está la grey a vosotros encomendada?
Sacerdotes, llamados a conducir a las ovejas entre las cañadas oscuras de la Gran Tribulación, sacerdotes, que habéis perdido el rumbo, habéis perdido el norte.
¡No! No es que no lo sepáis, no es que no sabéis por dónde ir, ¡es que no queréis emprender el camino, sacerdotes, y lleváis a mi pueblo a la perdición!
“Perece mi pueblo por falta de discernimiento y mira que contra ti, sacerdote, tengo puesto mi pleito, contra ti tengo mi litigio” [Cfr. Os 4, 4; Jr 2, 8; Ml 1, 6ss].
Porque preferisteis el lodazal a las aguas puras y cristalinas de mi liberación [Cfr. Jr 2, 13].
Porque sacerdote que nada en un mar de inmundicias, no puede mostrar el camino a mi pueblo y lo lleva por la senda de la perdición.
¡Oh, sacerdote! ¡Oh, llamado a las altas cumbres de la salvación, que te condenas y precipitas a mi pueblo hacia la perdición!
Jesús mío: ¡dime cuál es la solución a esto! Cómo pueden poner remedio (Interviene Marga, la Interlocutora de Jesús).
Que recen. Que oren y se sacrifiquen. Camino para todos los santos en mi Iglesia, no menos para ellos. ¿Es que estos tiempos no requieren de oración y sacrificio?
¿Ahora se han abolido las enseñanzas de mi Iglesia? Aquellas vigentes durante veinte siglos, ¿por qué ahora no tienen vigencia y validez?
Que hagan aquello que han hecho e hicieron todos los santos de la historia. Vivan lo que ha sido válido para la Iglesia y para los hombres de la Iglesia en todos estos siglos.
Para ello, que cojan la figura del Cura de Ars. ¿No les gusta? ¡Oh, hijos, que creéis que fuisteis llamados a una fiesta de la sociedad y a ser encumbrados en un Trono cuando Yo os llamé al sacerdocio! ¡Qué equivocados estáis!, ¡qué necios y torpes para comprender! ¡Así solo vais camino de la perdición! Y lo que es peor: lleváis detrás a muchas ovejas.
Sí, hija: ora y sacrifícate por ellos. Se necesita mucha oración y sacrificio para salvar al menos un alma de todos mis hijos estos sacerdotes impuros [’Infieles’, lo anota Marga] que caminan por el camino de la perdición, y conducen a ¡tantas almas!
¡¡¡No!!!
(¡Qué grito de Dolor!) [Es Marga la que escribe esto]
¡No! Ellos lo saben y no quieren hacerlo.
¡No!; conducirán a muchos mis pequeños tras de sí.
¡No!; tiempo cruel, que te llevas a los míos al abismo.
¡Almas! ¡Almas!
(Se vuelve a nosotros, las “almas víctimas”) [Marga, nuevamente, puntualiza]
¡Almas! Venid, acudid a mi llamada [Cfr. Rm 12, 1].
Necesito mucho sacrificio, mucho, mucho sacrificio.
Necesito inmolaciones de vida.
Necesito donaciones totales.
Almas: que el Anticristo tiene su poder sobre el mundo y vomita su hedor sobre todos. Almas: que nosotros lograremos pararle.
Para ello: ¡más almas!, ¡más almas!, necesito más almas que, unidas a mi Sacrificio, se inmolen por sus hermanos. Almas que en el suplicio sean valientes y no abandonen su puesto. Almas víctimas. Almas-Amor.
Solo así, solo así lograremos pararles.
Ve y diles a ver quiénes se inmolan por los sacerdotes. Ve y díselo. Díselo para cuando os hayáis repuesto y cuente y seáis todos los que estáis.
Hija, sufro mucho por todos los sacerdotes infieles, ¿querrás consolarme?
Ve y hazlo haciendo todo lo que debes hacer.
(En el día de hoy: casa, familia, niños…) [Sigue puntualizando Marga]
Demuéstramelo con tu vida.
Te bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén".
Hasta aquí estos “Dictados".
No tengo yo nada más que añadir. Excepto animaros a responder a la “invitación” del Señor, que es vocaciòn y misión, para salvar y rescatar a muchos.
25 comentarios
Tomado del documento "EL PRESBITERO, MAESTRO DE LA PALABRA, MINISTRO DE LOS SACRAMENTOS Y GUIA DE LA COMUNIDAD ANTE EL TERCER MILENIO CRISTIANO. 19 de Marzo de 1999. Congregación para el Clero.
Excelente doctrina.
Pero, visto lo visto, me da que hasta los de la Congregación del Clero, que tienen como misión la que tienen y no otra, con el correspondiente Cardenal o así al frente, ya no sabe ni lo que escribe o ha escrito. O, son tan "fieles" a lo que escriben, que se han agarrado a aquello de "que no sepa tu mano derecha lo que hace la izquierda". Y así va todo.
La Iglesia se está convirtiendo en el hazmerreir de cualquier observador medianamente "lógico", católico o no. A estas alturas, presentarnos al James como "apóstol" (sic), cuando postula lo contrario que la Doctrina Católica en materia sexual... tiene mérito. Es solo un ejemplo, de los cuasi infinitos que se podrían enumerar.
Pero sí me quiero referir a la importancia de la maternidad espiritual, como medio eficaz para engendrar espiritualmente, en perfecta imitación a la Santísima Virgen María, almas sacerdotales: sacerdotes según el Corazón de Jesús. Para tan elevada misión no es necesario ser necesariamente monja de clausura, ni siquiera religiosa consagrada. Se trata de una posibilidad perfectamente abierta a las mujeres laicas, con independencia de su estado civil. Tenemos ejemplares mujeres que la ejercieron de forma admirable; santa Teresita de Lisieux, sí, pero también la beata Concepción Cabrera Hermida, esposa y madre de 9 hijos; o la beata Alexandrina da Costa, soltera.
Quizás porque no se confía en sus frutos, no se oye hablar mucho (nada) de este asunto tan importante para la Iglesia que es la maternidad espiritual, como instrumento eficaz para arrancar del Corazón del Señor santos obreros para su mies. Pero el propio Benedicto XVI detectó su invisibilidad y puso empeño en promocionarla:
"La vocación a ser madre espiritual para los sacerdotes es demasiado poco conocida, escasamente comprendida y, por tanto, poco vivida a pesar de su vital y fundamental importancia. Esta vocación a menudo está escondida, invisible al ojo humano, pero apunta a transmitir vida espiritual".
Merece la pena leer con atención este documento cuidadosamente elaborado por la Congregación del Clero en 2007: www.clerus.org/clerus/dati/2008-01/24-13/Adoracion_sp.html. Y que, la que tenga oídos para oír, que oiga...
Todos los primeros sábados de mes, me 'enorgullece' apuntar, si se me permite la expresión, hay un retiro de señoras precisamente fe "madres espirituales para sacerdotes". Retiro que acaba con una meditación, ante el Santísimo Expuesto, y, tras retirarlo, la Santa Misa. Todo en la capilla de las Concepcionistas Franciscanas, en Madrid, calle Blasco de Garay, 53. En este convento fue Madre Abadesa Sor Patrocinio, que padeció persecución en vida... Y también tras su muerta, como le reveló la Santísima Virgen del Olvido, Triunfo y Misericordias.
Por cierto: a la hora de la vocación, o de las diversas vocaciones, no hay que olvidar que "muchos son los llamados...". Lo mismo que la Redención fue "universal", pero se salvan "los que quieren luchar por ello".
Es algo maravilloso.
Le agradezco mucho la información. Madrid siempre es un lugar de paso frecuente para mi. Quiera Dios que pueda unirme en alguna ocasión.
Como le iba diciendo, el modelo de piedad de aquellos mártires, querido padre, hoy mueve a la risa a la mayoría de nuestra clerecía, y aquellas prácticas de mortificación y fidelidad, a burla por "desfasadas". Y esa es la fuente de aquel martirio, de una fidelidad a Cristo no de boquilla, sino asentada en una vida distinta a la del mundo, que no deja de tener presente a Cristo. Algo que no sólo era propio de sacerdotes, sino de muchos laicos que hoy resultarían mucho más piadosos que muchos sacerdotes, con las cosas más claras en todo: en lex orandi y en la lex credendi, y, por lo tanto, en su comportamiento. PAra qué nos vamos a engañar: la modernidad del cura actual se cifra en que no lo distingan, o que sólo lo distingan a sus horas de funcionario, de x a y, y luego se saca la blanca doble y se abre el cuello y, ¡magia! ya es como los demás, como si creyera que eso puede ser así, como si la imposición de manos y el sagrado crisma no hubiera hecho nada. Qué pena de gente. Y la razón la señala muy bien Vladimir: ya no hay lógica, que es la manera que evidencia la entrada del liberalismo en la Iglesia, pues el liberalismo es esencialmente antilógico, contradictorio (no paradójico, como la fe), así que nuestros sacerdotes viven, como dice un político, ideal de más de un sacerdote, cabalgando sus contradicciones, sin preocuparse de las de los demás, y no digamos de las almas, que es esa cosa que la modernidad se esfuerza por querer olvidar.
En la década de 1970 el sacerdote Octavio Michelini recibió locuciones de Jesús, mensajes dirigidos a los sacerdotes, que se plasmaron en este libro. Se puede descargar de Internet.
Insisto, lectura obligatoria para un sacerdote y, por supuesto, los seminaristas. Naturalmente es muy interesante y aleccionador para todos.
Que Dios le bendiga.
Quizás así se desintoxicasen los seminaristas de las funestas teologías de los verdugos teólogos que les enseñan en los Seminarios y academias.
Es llamativo que Satanás no se ha "aggiornado" ni un pelo desde los tiempos del Paraíso.
No ama a las almas, pero colecciona todas las que puede.
¿Acaso sabe (y lo sabe muy bien) lo que vale un alma?
Pues parece ser que sí, pues va a por todas.
¿Tanto valor tiene un alma que a un personaje tan perverso como el Demonio, padece anhelos y ansias de almas?
¿Será que es verdad que cada alma vale toda la Sangre de Cristo?, ¿Será verdad que hemos sido comprados a ese precio?
¿Tanto puede un alma?, ¿tanto puede "tu" alma que merece la muerte de Jesucristo para rescatarla, y que Satanás procure por todos los medios quedarse con ella?.
Satanás organiza también sus organizaciones, masonerías, bancas, sectas, prensa, radio, televisión, ONU, ONGés, Conferencias de El Cairo, Pekin, Cumbres del Desarrollo sostenible, del Planeta... y curiosamente todas, siempre, y cada día más eficazmente van como desde el Paraíso, "a por las almas". El mal sabe hacer sus cosas muy bien.
Bien lo ha dicho Ud. D. José Luis a través de las palabras de Marga, que yo desconocía: Nuestro Señor quiere necesitar "almas víctimas" almas corredentoras con la misión de la más alta Caridad posible en esta tierra: ¡la salvación de un alma!.
¿Y qué pasa con las almas de los niños educados en ideología de género?
¿Y con las de las madres que abortan?
¿Y con las de bautizados y estudiantes en colegios católicos que han salido con la "certeza" de que como Dios es misericordioso, ¿pa qué preocuparse?
¿Y...?
Sí, cada alma creada es valiosa, pero también es devaluable. Satanás (y sus auxiliares católicos o no) acumula las almas arruinadas.
La Fe (como Dios manda) abre las almas a la "magn-animidad", a ser más grandes, a parecerse más a Dios, a que nuestra semejanza con Dios se exprese en "magnanimidad".
¿Qué no lograría un puñado de almas magnánimamente víctimas, adoradoras y en Caridad Eucarística y corredentora?
Lucía Victoria comenta: "Dejo al margen la conveniencia o no de postularse como almas víctimas en favor de los sacerdotes, pues dudo que eso pueda siquiera intentarse por iniciativa propia, toda vez que sólo puede corresponderse con una gracia especial de Dios."
A mi entender (corríjaseme si yerro), no sólo es "requisito" la gracia especial de Dios, sino también el "contexto" de una sana y santa dirección espiritual.
Aunque eso no obsta a ofrecer ayunos, sacrificios, oraciones, etc. por la Iglesia, los pastores y las almas.
Muchas gracias, Lucía Victoria por tu importante aportación. Cuando reflexionaba en la información q nos muestras sobre la maternidad espiritual como misión para engendrar futuros sacerdotes, no puedo dejar de pensar, que a la par y al mismo nivel, los sacerdotes necesitan vivir en sus vidas esa misma maternidad espiritual que vivieron los primeros discípulos de Jesús junto a la Santísima Virgen, que con su Santa maternidad operante ayudaría en la orientación, discernimiento y fortaleza de estos primeros sacerdotes. La misma Sta Teresa de Lisieux ejerció esta misma labor con algunos sacerdotes.....
La Virgen del Pilar es el testimonio más genuino de esa Maternidad Sacerdotal de María: en carne mortal se vino hasta Zaragoza a confortar a su hijo Santiago. Y les valió a los dos: María y Santiago. Los frutos están a la vista, hasta en forma de Basílica.
Pero, visto que todos estamos llamados a ser almas víctimas, desde el momento en que se nos interpela a "cargar con su cruz cada día" (Lc. 9, 23; Mt. 16, 24) y a completar de este modo "en nuestra carne lo que falta a los padecimientos de Cristo, para bien de su Cuerpo, que es la Iglesia" (Col 1, 24), creo que lo más sencillo y asequible es procurar vivir lo más estrechamente unidos al Señor, sobre todo a través de la Eucaristía, tratando de consolarle y de reparar y desagraviar, con pequeños actos de amor y de renuncia, tanto como se le ofende, sobre todo por parte de quienes Él más ama.
Que conste que eres tú quien lo dice: yo, NO.
Qué Dios lo bendiga a vd. y a los sacerdotes que sí son testigos de Cristo
En primer lugar, para celebrar la Santa Misa.
Y para confesar y dispensar los demás sacramentos que precisan de ellos, como ministros ordinarios de los mismos.
Pero también, para dar ejemplo, predicar, guiar …
La paulatina sustitución del sacerdote por el laico o el diácono , incluso cuando legítimamente se puede, va en detrimento de la sacralidad de la comunión, la unción de enfermos, matrimonio …
Sé que lo que digo no está de moda, pero lo veo así.
La Santísima Virgen no es q actúe igual que con Santiago en el Pilar: ahora actúa mucho más; y, además, públicamente y con milagros innegables.
Será eso: no t lo voy a discutir a estas alturas. Simplemente preguntarte: y esa interpretación quién la ha hecho, y quién la ha impuesto en la Iglesia Catálica...
Por si nos puedes contestar.
Casi nada. Qué gracias no podrá obtener el sacerdote consciente de esa unión cualificadísima con Nuestra Señora....
En la Iglesia la han impuesto los que no saben de qué va el Vaticano II.
Para ser solo "algunos" han conseguido imponerse a todos los demás, y han conseguido descristianizar naciones enteras. Me da que no se sostiene lo que dices.
Lo que acaba de decir de ese modo tan contundente, es lo que necesitamos recordar todos, no solo ustedes los sacerdotes, hijos predilectos, si no Todos sus hijos!!!
Ha dicho:
"La Santísima Virgen no es q actúe igual que con Santiago en el Pilar: ahora actúa mucho más; y, además, públicamente y con milagros innegables"
Viva la Virgen de Fátima, por ser hoy, Viva!!!!
Y bendito sea usted por dejar al Espíritu Santo hablar a través de usted!!!!
O mucho me equivoco o Dios ha querido seguir contando con María -que mantiene su fiat sostenido a través de los siglos- para que tal prodigio pueda continuar obrándose.
https://www.youtube.com/watch?v=IyQzFFNxzxY
Yo me voy a volver "acaparador" también, pues el primero que introdujo en estos comentarios a la Virgen María fue el propio padre Aberasturi, y ha salido también la imagen de María y la Eucaristía, así que con su venia, y ya que estamos en el mes de mayo, a título de Flores a María:
Santo y Bendito Pilar de las Españas;
Roca, Esperanza y Hogar donde al calor
materno que desprende tu imagen venerada,
Santísima María, mujer madre de Dios,
a él vienen tus hijos, a Tí vuelven sus ojos,
en Ti, el abatido encuentra tu favor
por Ti nos ha venido el don mas valioso
Corredentora y Madre de nuestro Redentor
Santo y Bendito Pilar … de mis entrañas,
lugar a donde acude mi alma en turbación,
ejemplo en el que aprendo del “Fiat” de tu palabra
a enamorarme más del más preciado amor.
Amores son… ¡Tú misma en tu Hijo Trinitario!.
Amores son España, su Fe, su Tradición.
Amores la Familia, amores… lo diario…
Amores que en ti hallan, Pilar, sustentación.
Maestra de Adoración.
… y mira María
el pan consagrado
y lo ve la Virgen,
y vuelve a adorarlo:
¡Cómo no adorarte
mi Señor amado!,
mi niño, mi hijo,
mi Dios encarnado.
Y la Madre adora
y vuelve a mirarlo
y ve en el pan
al que tuvo en brazos
después que en su seno
lo estuvo formando.
Y María lo ve
y lo está mirando
y nadie sabría
si mira adorando
o si es mirada
de madre adamando.
Los ángeles dicen:
“está adoramando."
Y finalmente, ésta que me curó de creerme y definirme "más mariano que cristiano", a partir de tropezarme en una misa de cumpleaños de la Virgen (8 de septiembre), con un cura que comenzó con una monición de entrada diciendo algo así como "La Virgen, vaaaleee, pero no vayamos a quererla más que a Cristo", y en la homilía, ni la nombró, así que cuando quise escribirle una carta para expresarle mi desacuerdo, empezaron a rimárseme las ideas y salió:
Si la llama el Padre "Llena
de gracia", ¿podría yo
excederme al ensalzarla
más que lo hizo mi Dios?.
Y por más que yo la honre,
... ¡si Jesús es su Honor!.
¿cómo temer que yo pueda
honrarla más que mi Dios?
Y si el Espíritu Santo
su seno divinizó,
... cuando yo logre adornarla
más que la adorna mi Dios
entonces, podré decirle :
¡Basta, Madre, se acabó!,
que ya conseguí amarte
más que te ama mi Dios.
Pero mientras llega el día
que se cumpla lo anterior,
te veneraré María,
Madre mía y de mi Dios;
y como la hiperdulía,
dónde acaba, no sé yo,
por si acaso, ¡Trinitaria!
veo a Tu Madre, mi Dios,
porque, a lo que yo entiendo,
¿qué puede ser la Asunción,
sino asumirla en el seno
Trinitario de mi Dios?;
que si Eres criatura,
la Trinidad se donó
a Sí misma a ti, María
por Voluntad de mi Dios.
Y si es Su Voluntad
verte digna de su Amor,
... ¿me pondré yo a tasar
lo que no tasó mi Dios?.
Y, si acaso, por exceso
llegara a la adoración...
¿mi adoración será más
que los dones de mi Dios?.
Desde ese día ya no me digo "más mariano que cristiano, sino "mariano como la Santísima Trinidad", que Ellos Tres, sí que son marianos.
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