¡¡Guerra!! "Sarna con gusto no pica". (Por lo civil)

Sí: hay guerra. Ocho días ya; de momento, claro. Y en Europa: la pacifista, la cobardica, la desnortada, la que ha abdicado de sus principios religiosos y, por tanto y por lo mismo, también morales: es en lo que se acaba, necesariamente, por la fuerza de las cosas.

¡Quién lo iba a decir…! Pues, “toma castañas, rica, que están recién hechas”.

Como decía, en esto se acaba cuando no se tienen principios y, por tanto, no se tienen arrestos para defenderlos: ¡si no hay nada que defender, se cede en todo, y todas las veces que haga falta!

Si enfrente tienes a una persona que sí los tiene -equivocados o no, le da lo mismo-, y no tiene reparo alguno en usar todos los medios a su alcance -animado precisamente por la cobardía que no se le va a enfrentar-, pasa lo que acaba pasando. Lo que está sucediendo, trágicamente, en Ucrania.

Pero, a Europa, le pasa lo mismo con Rusia, por ejemplo, que lo que hemos visto de los sucesivos gobiernos de España con el Pais Vasco y con Cataluña: los que quieren la guerra, o los separatistas, NUNCA se van a conformar con las sucesivas claudicaciones que, a su favor, se les conceden graciosamente: siempre pedirán más. Y más se les dará.

Tardarán más o menos, pero en cuanto ya no haya más teta que chupar, porque se ha agotado, pasarán a mayores… y los que deberían oponerse, con la Ley en la mano, se bajarán nuevamente los pantalones… ¡Todo por la paz! ¡No a la guerra!

Cuando resulta que la guerra, que es un horror en sí misma -como la definió no recuerdo quién: “la guerra es destrucción, muerte, y salvajismo sexual"-, es necesaria en ocasiones: ¡que se lo pregunten a los ucranianos!

O que se lo pregunten a nuestros bisabuelos o abuelos, respecto a la guerra que afrontaron los del bando nacional español frente a un ¿poder? masónico, que se había pasado al enemigo.

O a los cristeros, también frente al poder masónico: que pretendía -como en todas partes donde se instalan- echar a la Iglesia Católica de la faz de la tierra y, de ese modo y ya sin oposición real, esclavizar a las gentes más sencillas y pobres: “carne de cañón” para todo lo que manden los de arriba.

Si Catañuña y el Pais Vasco tuvieran el poder de Rusia, hace mucho tiempo que España no existiría: nos habrían invadido. Y si los sucesivos gobiernos hubiesen dicho que NO a las injustas exigencias de los separatistas desde el primer momento, y hubiesen cortado el dineral -¡a chorros!- que les han concedido para que nos hagan la guerra poco a poco, el separatistmo tampoco existiría.

Porque el separatismo existe con los fajos y fajos del dinero -¡de todos los demás españoles!- con que, injustamente, desde Madrid han regado sus exigencias… ¡para que sigan exigiendo cada vez más y más! Y, encima, y para más bajada de pantalones, les han otorgado la IMPUNIDAD jurídica más absoluta.

Con Rusia, y desde Europa, gobernada esta por masones o vendidos a la masonería, les ha pasado lo mismo. Han ido cediendo y cediendo ante el Oso Ruso -una imagen que les cuadra, y de la que están orgullosos tantos vecinos de aquel país-, y ahora se topan con la realidad: la guerra en las fronteras europeas… y sin recursos ni ganas para afrontarla.

¡Que mueran los ucranianos, que ganen los rusos, que haya ¿paz? por una temporada… que ya seguiremos cediendo nosotros!

Si ayer mismo (10-III-22), desde la COPE, con una semana ya de guerra a las espaldas, un “experto” hablaba descaradamente de que había que condescender con Rusia: que algo había que darles… “No vaya a ser que se enfaden más, y la liemos".

O sea: hay que ceder, una vez más -y las que hagan falta-, al chantaje inmoral e injusto del agresor: que ya lo convertiremos en víctima, y a las víctimas en agresores, o en “justa y necesariamente” atacados. Y a lavarse las manos cínica e hipócritamente, cual modernos “pilatitos", muy del gusto masoncete y aficionados.

Es lo que hay, y lo que dan de sí, todas estas gentes acobardadas y/o vendidas, sin recursos más allá de los materiales: que ni siquiera van a utilizar de modo proporcional al ataque perpetrado… ¡contra la misma Europa! Pero… ni lo van a reconocer, ni se van a  inmutar por eso.

Les cesiones de la Sociedad de Naciones ante Hitler son de manual académico…, si existiesen aún esas instituciones, dignas de ese nombre.

Y lo de las potencias occidentales frente a Rusia para repartirse Europa, antes del final de la IIª GM; una Rusia que solo remontó frente a Hitler por las ingentes descargas de materiales de guerra de esas mismas potencias… es para volver a repetir la Historia: ¡y Rusia se comió media Europa tras la GM!

Y ahora, agradecida a la ayuda que recibió cuando los nazis se la comían -estaban a las puertas de Moscú-, va recuperando el terreno que perdió, cuando croló sobre sí misma, al mismo tiempo que “se cayó” el famoso “muro". 

Es en lo que queda toda buena estatua con los pies de barro. Lo saben los europeos, y prefieren ignorarlo; lo saben los rusos, y lo aprovechan. Y GANAN.

Una guerra -la que Rusia ha esencadenado contra Ucrania-, que es muy probable que no se hubiera dado si, antes de que estallase, al ver la disposición de las fuerzas militares rusas -que se veían al minuto y a las claras-, Europa hubiese incorporado a Ucrania al marco de la propia Europa, como pedía día sí y día también su Gobierno: no veía otra forma -porque no la tenía, porque no la había- de eludir la agresión militar y la ocupación y desmembración de su País.

No hubiese habido guerra. Estoy absolutamente convencido. Y si al final no hubiese habido más remedio que enfrentarla, se hubiese hecho con todas las garantías de victoria por parte europea: en las propias fronteras entre Rusia y Ucrania, que ya casi ni existen.

Porque ya se sabe: “cria cuervos y te sacarán los ojos”. Y antes de lo que esperas, pues tendrás cuervitos con hambre, a los que habrá que saciar. De ahí lo de “sarna con gusto non pica”, como publica la cultura popular; no la kulturkampf del momento, y frente a la farisaica rasgada de vestiduras de las ¿fuerzas? políticas europeas. Que solo cosechan ridículo tras ridículo: lo de Afganistán fue de traca.

Y siguen sin aprender: están a lo que manda el NOM. Y de donde cobran, entre otras fuentes, y sin papeles que declarar.

Una Europa rojelio-masónica, descristianizada, sin saber a dónde ir por sí misma, vendida a sus propios enemigos  -consciente o inconscientemente, da igual-, que ha perdido el norte; y, ya sin raíces, siempre tendrá las de perder. Y perderá siempre. Y a costa de mucha más “sangre, dolor y lágrimas” de lo que ha vivido y sufrido hasta ahora.

Se ve que no ha aprendido nada de las dos Guerras Mundiales. O que quiere repetir la experiencia. Los ¿políticos? saben. O no. O sí.

Y ahí está la guerra. Calentita. Estando Rusia por medio, siempre será MUY calentita.