"La fe y sus caminos" (por García Cuartango; en el ABC, claro)
No es mi intención decirle al ABC -mucho menos a Pedro GC- lo que tiene que escribir o no: ¡viva la libertad! Lo que pasa es que uno se hace “esclavo” de lo que ecribe y/o de lo que publica: yo también. Lo mismo que de lo que habla: es el “peaje” a pagar.
Pero, “el que habla lo que no debe, oye lo que no quiere”, señala con grandísimo tino y acierto la sabiduría popular. Y se arriesga a que le critiquen, y tenga que leer lo que quizá no le va a gustar. Y ahí voy.
Vuelve otro columnista fijo del diario ABC a salir al paso (20-IV-2021), nada más ni nada menos que a rebatir al Sr. Obispo, Martínez Camino, su impecable y fina Tercera de días pasados, a propósito de Hans Küng.
Rebatir y, ya puestos, cargar contra la Iglesia Católica, que es a lo que se va, día sí y día también, especialmente por los que están “más pallá que pacá”, en cosas de Fe y de Iglesia.
Por cierto: Pedro ya había escrito anteriormente otro artículo laudatorio sobre el Hans. Pero le debió parecer que no era suficiente; y vuelve a la carga porque, en primer lugar, se siente aludido: así lo dice expresamente; pero también porque da la impresión de que no puede dejar que un Obispo tenga la última palabra… en las cosas de la Iglesia Católica: ¡Hasta ahí podíamos llegar!
¿Con qué titulos se lanza a la palestra? Ningún otro que no sean los que le aporta el haber perdido la Fe, ya en su adolescencia, siendo estudiante del colegio de los jesuitas en Burgos. Como lo ha publicado el mismo Pedro, no estoy aportando nada que no sea público y publicado.
¿"Perlitas” que cree que le dan la razón? Saca a relucir unas cuantas.
La primera: sigue apostando por el “legado intelectual” del Küng; pues “fue un hombre íntegro que siempre buscó la verdad y lo hizo, a mi juicio [el de Pedro], con un espíritu cristiano y una fe en Dios”. Por supuesto: no aporta ni una sola cita del susodicho en la que basar tan fuertes y rotundos asertos.
Y los catalogo de “fuertes y rotundos", porque el mismo Pedro señala -asombrosamente, para mi-, citando a Martínez Camino, “que la Iglesia tenía motivos para repudiar su doctrina”. ¿Concediendo algo a la Iglesia? ¡Cómo así, Pedro! ¿Quizá te estás ablandando? Porque, si “la Iglesia tenía motivos”, ¿cómo cargas luego contra esa postura, evidente hasta para tí mismo?
O sea: cuando la Iglesia, que se supone que no solo es quién más sabe de las cosas de “su” Casa, sino que tiene además la AUTORITAS recibida de Dios mismo para actuar, dice que lo de Hans es infumable -NO es CATÓLICO-, el Küng, “hombre íntegro, de espíritu cristiano y fe en Dios", en perfecta coherencia con esas premisas… se ENROCA, se sale de madre y se echa al monte.
Un ejemplo de honradez intelectual, de honradez católica y de honradísima Fe en Dios. Vamos: de libro… autoeditado. Y en cómo queda el Pedro… ustedes mismos.
Pero sigue -porque va embalado-, pasando a otro tema, ya con la Iglesia como protagonista, que es a lo que tanto Hans como Pedro, van: “no albergo dudas de que podía haber hecho algún gesto de conciliación o reconocimiento hacia estos dos grandes teólogos (¿?) -es que ha sumado a Theilhard, otro que tal baila, de ahí lo de “estos dos"-, que merecen ser patrimonio de los cristianos de nuestro tiempo y de la cultura occidental”. “¡Toma nísperos, Blasa!". ¡El García Cuartango está lanzado, derrapa, da tres trompos, se sale, y se estampilla, claro!
O sea, y para entendernos: no es la Iglesia quien puede y debe detentar la batuta en las cosas que se refieren a la Fe y a la Moral -sus materias más propias y específicas; mucho más que los plásticos, por supuesto-, sino aquellos a los que la Iglesia, fiel a su Ser y Mandato, declara que se han pasado varios pueblos: vamos, ¡que se han salido hasta del mapa del Servicio Geográfico!
¿Sabes, Pedro, cuántas reuniones tuvo con Hans el Vaticano antes de definirse y sacarlo de la enseñanza católica, y en qué términos? ¿Y cuántos años tardó en denunciar definitivamente su postura irreformable? Si es honrado, debería conseguir el dato, ya que “no albergo dudas de que…”, cuando debería tenerlas, resolverlas y publicarlo.
Tampoco debe conocer -o sí, y lo calla- que el mismo papa Benedicto XVI, le pidió una entrevista para resolver su situación: ni por esas. ¡Pero la culpa es de la Iglesia, sí o sí, la mala remala siempre!
Una “perlita” más: “la Iglesia debería aumentar los límites de su tolerancia [¡que ya estaba faltando esta palabreja, y tardaba en salir!] y admitir que se puede equivocar, como la historia demuestra. Eso no restaría credibilidad ni autoridad al Papa”. Por supuesto: Pedro no se equivoca: es “el infalible", hasta para escribir sobre la Iglesia… de la que se largó.
O sea, y para seguir entendiéndonos: si yo pretendo pontificar sobre matemáticas, y digo que “2 y 2 son 22″…, ¡quien debe ceder y aumentar los límites de su “tolerancia” es… el matemático de toda la vida! Y con él, las Matemáticas todas.
Cuartango sigue subido a la parra: estos “laiconazos” son muy suyos.
En su apoyo, acude Pedro a Kant, -¡que no es católico!, por su-, para argumentar lo que debe ser y hacer la Iglesia Católica -¡otra astracanada más del Pedro!-; pues, afirma Kant y asume como propio y sin duda alguna el Pedro: “existe una moral autónoma que antepone las convicciones íntimas a las normas eclesiásticas”. “¡Más nísperos, Blasa, por si te has quedado con ganas!".
Todo muy protestante, muy kantiano -lo postula Kant en concreto-, que a García le parece óptimo para la Iglesia Católica: ¡todo coherente y lógico! Solo que falso de toda falsedad.
Por supuesto, no tiene en cuenta el ” insignificante detallito” de que todo esto está condenado por la Iglesia Católica. Pero, ¿le importa algo la Iglesia a Pedro? Se trata de criticar y vapulear, y punto.
Para que lo sepa -por si no lo sabe, o sí y no lo quiere recordar-, en la Iglesia Católica, no existe la “moral autónoma", como no existe la “conciencia autónoma"…, porque existe la Ley de Dios. Una Ley, revelada y dada por Dios, inscrita en el corazón del hombre -incluso en el de Pedro-, y hecha carne en su Hijo, Jesucristo, que vino a darle pleno cumplimiento. Esto es y se llama MORAL, simpliciter: las “autonomías", en estas y en otras cosas, ya sabemos lo que dan de sí.
Por lo civil, tampoco existe la “moral autónoma", Pedro. Aunque no te lo creas. Porque las normas morales con anteriores y rigen las “opciones” de la conciencia que, por lo mismo, no es autónoma.
[Como no existe la “libre interpretación”. Como no existe la “sola fides”: todo, cosas “protes". Como SÍ existen otras cosas que los protestantes han abandonado, voluntaria y libremente: por ejemplo, la Confesión, la Eucaristía y la Santa Misa; más otras cosillas tan “insignificantes” como estas]
Una Moral, a la que la CONCIENCIA debe remitirse siempre y en todo. Su “libertad” y su “grandeza” está en aceptarla o rechazarla; como está en CREER o NO CREER. Sabiendo, eso sí, porque nos lo dice el Señor, que el que crea se salvará y el que no crea se condenará.
Su “autonomía, grandeza y libertad” no va en la dirección de “crear” la norma moral; mucho menos en “saltársela a la torera": esto es exacta y técnicamente el PECADO. Su LIBERTAD y GRANDEZA está en adherirse -¡LIBREMENTE, “porque me da la gana, y porque así acierto siempre, y porque salgo ganando de todas, todas"!-, a lo que nos enseña y manda Dios. Especialmente y en primer lugar, para no caer en lo que nos mandan esta panda de ateazos.
Ateazos y “proselitistas de lo suyo", como el Pedro. Que no tiene inconveniente alguno en acudir incluso a los “diosecillos” de la literatura griega clásica, todos “inventados", para “argumentar” contra Dios, el Único Verdadero.
Posición que está al mismo nivel intelectual que si uno acude a los “fantasmas” para pretender probar que las personas, reales todas ellas, no existen. ¡Nivelón!
En resumen, Pedro: ni “Fe", ni “sus caminos". Porque tú no pretendes hablar de la Virtud Infusa de la Fe -la que existe en la iglesia Católica-; mucho menos, de “sus caminos", es decir, de cómo va esto de la Fe. No has dado ni una, ni pretendiéndolo: que seguro no lo has pretendido.
Pero claro: dada la nula réplica que se da desde la Iglesia a los ataques a lo nuclear de Ella misma, como si no existiesen sus hijos para defenderla -de este modo, “los Pastores mudos” la convierten en una “madre estéril e infecunda": quizá no lo pretendan; pero es lo que pasa, real y trágicamente-, es como proliferan todos estos ateazos con cátedra pública “emperrados” en demolerla.
Así son las cosas hoy, dentro y fuera de la Iglesia: cualquier indocumentado pretende “pontificar", precisamente cuando estos mismos se lo prohiben al propio Papa, el único Pontífice.
[Por cierto, y por señalar: los protestantes también pecan. Y, por supuesto, también los ateos y los agnósticos, aunque no se lo crean]
Con lo que denota que Pedro -y con él, todos los de su cuerda-, aprisionado y cegado por las oscuridades de su voluntaria y libre -pecaminosa- falta de Fe, no entiende para qué nos da Dios la conciencia, ni para qué nos sirve: ¡para que seamos y vivamos como HIJOS de Dios, no como esclavos! Ni siquiera de nosotros mismos, que es lo que les pasa a todos estos.
Pero sí debe saber mucho sobre la Iglesia; de hecho, no se corta un pelo para “demostrarlo". Con todo, si quiere, le puedo repetir el ejemplo de las matemáticas. Mejor: que se lo vuelva a leer, por si no lo ha pillado.
Y cierra, en plan leído, con una cita de santo Tomás de Aquino ni más ni menos, con la que, como no puede ser de otra manera, se pilla y se machaca los dedos, una vez más: es lo que tienen este tipo de personal. Porque no la ha entendido.
Cita: “melior es in via amor Dei quam Dei cognitio”; y la traduce, o la interpreta así: “amar a Dios es mas importante que conocerle”. Pretendiendo que hay que escoger; o que se contraponen, “amar” y “conocer", respecto a Dios. Y hay que optar: o una u otra. Y, en el optar, gana “el amor", que siempre es menos comprometido que el “conocer", al parecer.
Pues no es así, Pedro, y perdona que te contradiga. Pero permíteme que te lo explique: lo que dice santo Tomás, y así hay que entenderlo, es que, “consideradas en sí mismas", y mientras estamos en este mundo - que no hay que olvidar lo de “in via”-, AMAR es mas perfecto en sí mismo -no dice “más importante"- que CONOCER. Lo entiende cualquiera.
Pero hay más: lo que Pedro no dice, con santo Tomás también, es que el “amor” en todos sus niveles, “no es ciego"; sino que, por el contrario: no se puede amar lo que no se conoce. ¡Y menos que a nadie, a Dios!.
Exactamente por esto se nos ha manifestado en Cristo -¡y de qué manera!-, para que le conozcamos “de visu", en primera persona - es “el rostro visible del Dios invisible”-: porque no se puede amar lo que no se conoce.
De hecho, el Cielo es estar metidos en esa corriente trinitaria de Conocimiento y Amor -siempre se dice en este orden-, que es Dios, en su Unidad de Esencia y en su Trinidad de Personas.
Y, ¿qué decir del ABC? Está a lo suyo, desnortado o jugando con dos barajas: “una de cal y otra de arena". ¡Viva la coherencia intelectual y moral! Y el compromiso, intelectual y moral también que conlleva el respeto a la VERDAD y al BIEN. Y a sus lectores, de los que vive. Cada vez menos, la verdad.
Actitud básica en un periodismo de altura intelectural y de gran honradez moral.
Sigue demostrando que “le da lo mismo carne que pescado”. ¿O se estará haciendo vegano, y opta por las proteínas vegetales?
12 comentarios
Cuenta con mis oraciones.
M alegro x él. Pero, escribir públicamente y a la contra sobre la Iglesia, pues como q no. Al menos, si yo m entero, m encontrará enfrente, públicamente.
Pareciera que todos estos auto-designados 'reformadores' de la Iglesia y sus corifeos fuesen cortados con la misma tijera: ego gigante, humildad ausente, incapaces de recular y reconocer sus faltas.
2. El periodista escribe de todo y no es experto de nada, y la verdad es objetiva y no contradictoria. La verdad no es la de la línea editorial, el autor de un artículo y/o lo que más le guste al lector, sino describir las cosas como de hecho son.
3. Ningún teólogo es infalible y no tiene derecho a llamarse católico si se desvía de la santa tradición dogmática. Quien está contra la Iglesia, quien niega un dogma, está contra Cristo. Hay que llorar y rezar por él, porque el mal no está en quien lee el artículo o teología negativa de Cristo, sino en el autor.
Este ejemplo describe a la perfección todo el modernismo y el transfondo de los demoledores.El artículo es genial, lo guardaré para su relectura futura, es que lo entiende hasta el "carbonero", y eso sin citar todas y cada una de las verdades enumeradas en el artículo que de forma clara y sencilla contraargumenta las razones del progremodernismo demoledor, que se comporta como auténtico lobo con piel de cordero.
Enhorabuena por tan excelente artículo que llena de Fe y Esperanza.Gracias.
Uno de los graves problemas con que se enfrentan los columnistas (y los tertulianos de los medios audiovisuales) es no desbarrar. No se puede ser entendido en todo.
Al escribir errada o erráticamente, crean opinión igual de despistada y ajena a la verdad.
Es muy probable que lo hagan aposta. Casi seguro, pues no hay elementos para pensar lo contrario.
FELICIDADES POR EL DIA DEL BUEN PASTOR.
USTED PARA MI ES EL MEJOR EJEMPLO DEL BUEN PASTOR
DIOS NOS LO CONSERVE POR MUCHOS AÑOS.
UN GRAN GRACIAS DESDE EL FONDO DEL CORAZÓN!!!
Muchísimas gracias, Mariana. De corazón. Reza por mí.
"El hombre de fe proclama lo que "es" la Iglesia. Esta clase de gente, en cambio, afirma lo que "debe ser" la Iglesia."
Más bien, lo que ellos, en su muy pobre intelecto, creen que debe ser la Iglesia. Muy distinto a la sabia intención y plan de su Fundador Divino.
Padre José Luis:
Yo pertenezco al rebaño de usted y de San Josemaría Escrivá,
el de las tres campanadas.
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